jueves, 31 de octubre de 2013

47. Fallen Leaves Waltz

Puede terminar esta parte de mi rara historia, espero para la otra semana poner avances de la otra que tengo pensada escribir, apenas estoy diseñando la trama y estoy buscando una cuidad para que se lleve a cabo la trama... si tienen una sugerencia, me la pueden decir, lo único que pondré es que será contemporánea. Pero mientras... aquí va el otro capítulo. Espero les guste, y ya saben, díganme de favor qué les gusta y qué no. Pondré imágenes de Charlotte Wessels (la de Delain) y de Selia para que sepan quienes son (o los recuerden). Selia es un cantante y DJ japonés.


Charlotte llegó de nueva cuenta a la morada de Kamijo donde la esperaba Anette y Teru para acompañarla al teatro. Estaban ideando un plan para dejar que los dejaran accesar, la hechicera iba a comentar algo pero Yuki llegó y dijo que Vamaranth deseaba ir, que la esperaran un momento porque se estaba alistando.
-No sé si sea seguro que vaya. –Murmuró Anette.
-No creo que le haga caso. –Respondió Yuki.
Pocos minutos después salió Vam con una capa que le cubría el rostro, ella poco se había acostumbrado a estar en el día y le era más molesto que a los demás, incluso estaba maldiciendo al Sol entre dientes pero nadie se percató de ello. Teru se acercó a ella y la tomó de la mano, notó que llevaba guantes de satín negro; y resonaba el piso con sus nuevas clásicas botas con tacón alto. Charlotte había pedido sólo tres corceles y ahora hasta Yuki había ido con ellos. Vamaranth les comentó que ella no lo necesitaba y entonces Charlotte sonrió y mencionó que ella tampoco, que los demás los tomaran y que incluso se adelantaran.
-Me voy con usted, señorita Olsson.
-Realmente me alegra pues tengo curiosidad por conocerla mejor, señorita Wessels.
Los demás se adelantaron dejando solas a la vampira y a la hechicera, se quedaron conversando de cosas sin trascedencia, e incluso Charlotte le confesó a Vamaranth que Yuki se le hacía un tipo guapo, cuando se dieron cuenta que había pasado un buen rato, se miraron mutuamente, la pelirroja dijo unas palabras en latín que Vam entendió perfectamente “Non run ... fuge” (No correr… volar) y desapareció, Vamaranth la siguió casi alcanzándola hasta que llegaron a la ciudad y debieron limitarse a correr a la velocidad normal (quizá un poco más rápido) que un humano. Vam guió a su acompañante al teatro donde habían encontrado aquella extraña habitación, esperaron unos minutos para que los demás llegaran.
-Debí suponer que ya estaban aquí. –Dijo Anette, habían llegado de pie pues sus caballos los había dejado bajo el cuidado de un joven al que pagaron.
-Nos conoces muy bien Anette, pero realmente no tenemos mucho aquí, tuvimos que limitarnos cuando vimos personas.
-Ya veo. ¿Han pensado en la forma de entrar? –Respondió Yuki. -¿Alguien ha pensado en la forma de entrar?
Charlotte sonrió.
-Yo tengo una idea- Admitió la hechicera.
-¿Va a pasarnos con magia? –Preguntó Yuki.
-Háblame de “tú”, lo vine discutiendo con Vamaranth y me hacen sentir una anciana.
-Tienes 160 años…
-¿Me veo cómo tal? –Yuki se sonrojó ante la pregunta de Charlotte.
-Te ves de 100 –Respondió cuando en verdad quería decirle que lucía hermosa.
-¡Vaya! Eso es realmente halagador. –mencionó Wessels mientras se acercaba al guardia que custodiaba la entrada al teatro, no había evento por lo que sólo podía ingresar personal autorizado, pero ella en menos de un minuto, y gracias a un ligero hechizo, logró que los admitieran.
Caminaron por el teatro y subieron unas doradas escaleras para llegar a su destino, parecía que nadie podía visualizarlos o quizá sí pero no le dieron importancia, llegaron hasta aquella puerta, Vamaranth tomó la manija y Teru intentó detenerla pero ya era tarde, la había tocado y sin embargo, nada la había herido como la otra vez. Entonces prosiguió a entrar pero ahora era una habitación cualquiera que era usada para guardar objetos viejos, rotos e inservibles. En ese momento se veía un poco mejor a causa de la luz.
-Siento haberte traído, seguro pensarás que fue una pérdida de tiempo… -Se disculpaba Teru.
-Shhh –Interrumpió Charlotte –Aquí hubo una magia poderosa, magia maligna, al parecer se dieron cuenta que los descubrieron y se apartaron de este lugar.
-¿Alguna idea de lo que puede ser? –Preguntó Yuki.
-Necesito platicar con Anette , si es que me lo permiten.
-Por supuesto.
Charlotte y Anette salieron al pasillo mientras los otros se quedaron, pero Vamaranth o podía escuchar nada, seguro era Charlotte quien no la dejaba así que tomó el brazo de Teru y lo abrazó. Al verlos, Yuki extendió su mano.
-Por si también quieres abrazarme… -Habló el Thanatosian.
-Este no es el momento…
-Lo sé, déjenme, sólo sentí algo de celos enfermizos.
-Dijo Charlotte que eras guapo y que le agradabas. –Soltó de pronto Vamaranth.



Kaya y Alex entraron a una gran mansión ubicada en una localidad lejana, varios elegantes sirvientes les dieron la bienvenida y los dirigieron a donde se encontraba el señor de la casa, al llegar encontraron a una linda mujer de cabello negro sentada tras un escritorio, su mirada era enigmática y felina, usaba un atuendo elegante y brilloso, los miró atentamente.
-Kaya, Alexander… -Su voz no sonaba como la de una dama a pesar de su aspecto.
-Selia… tanto tiempo de no vernos querido… -Respondió Kaya.
-¿Querido? Pocas son las líneas que hemos cruzado antes, mi dama perversa de la oscuridad. Pero bueno, ¿a qué has venido a verme?
-Necesito tu ayuda, pagaré bien.
Selia en un poderoso hechicero, conocido también por su afición a la moda femenina y a pesar de ello, siempre era acompañado por las más hermosas amantes. En verdad, él y Kaya se conocían poco pues realmente no simpatizaban mucho, ambos eran egocéntricos, no se toleraban pero sabían de las habilidades del otro.
-Bien Kaya, depende de lo que necesites será el precio de mis servicios. –Selia apenas y tenía expresión mientras hablaba, era muy lineal.
-Sé que tienes miedo a muy pocas cosas en la vida así que dudo que tengas escrúpulos en aceptar.
-Habla ya, mujer. Soy capaz de cobrarte mi tiempo perdido…
-Y yo soy capaz de matarte… querido Selia… pero en fin.  Quisiera que me ayudes con una invocación.
-¿De qué tipo?
-Deseo que una persona reciba el “Nequitiæ, perversionis ac tenebras”…
-¿Conoces los riesgos que ello conlleva?
-Obviamente Selia; te pagaré bien y sé que te vale la humanidad mientras tú tengas inmunidad ante lo que ocurra. –Kaya se acercó al hechicero. -¿Cuál es tu precio?
-¿Mi precio? Ahora que mencionas lo que quieres, deseo que me des lo más preciado para ti.
-Lo más preciado es Kamijo.
-No es cierto… hay alguien más, una joven muy hermosa.
-¡No te daré a Hizaki!
-Bien, no creo que encuentres a alguien que acepte tu propuesta, pueden marcharse.
-¡Está bien! –Dijo de pronto Kaya. -¿Para qué quieres a la chica? ¿De amante?
-No seas trivial, obviamente no;  no lo entenderías. Date por satisfecha que haré lo que quieres. La chica, inmunidad ante lo que ocurra con tu locura y mucho dinero… Aunque quizá, si se realiza la invocación jamás necesitaré tal dinero.
-Tendrás cientos de humanos a tu servicio para que vivas mejor que ahora.
-¿Ya elegiste quien será el receptor?  Recuerda que no cualquiera puede, necesita un poco de oscuridad en su corazón.
-Lo tengo, no te preocupes. Vendré por ti cuando esté todo listo, me marcho querido.
Alexander y Kaya salieron de aquella lujosa casa, se notaba que Selia cobraba muy bien por sus trabajos. Alexander aún tenía dudas sobre el plan de Kaya pero lo único que realmente le interesaba era Flowery, y sabía que Kaya obtendría a Vamaranth para mostrársela a su amada y con ello reclamar su recompensa y alejarla de Kamijo definitivamente.
Anette, Charlotte, Teru, Yuki y Vamaranth llegaron al atardecer, Jasmine los esperaba sentada en uno de los elegantes sillones y ofreció bocadillos a los recién llegados, a Vamaranth le extendió una botella de lo que ya todos sabía y ella la tomó para después ir corriendo a su habitación pues no había bebido en un par de días y ya empezaba a sentir el aroma de la sangre de todos, eso le preocupaba mucho e incluso pensaba en ir a “cazar” pero Jasmine le había conseguido sangre fresca que bebió con voracidad; se miró en el espejo (era un mito aquello que los vampiros no se reflejaban pues aunque no estaban vivos, tampoco muertos y seguían siendo materia) y notó el rojo en sus labios, aquel rojo que le daba la sangre ajena que recién había ingerido, se miró más de cerca, tocó el reflejo de la sangre que escurría de sus labios.
-¡Vamaranth! –Era Hizaki quien tocaba a su puerta –Kamijo ha hablado con Charlotte y Anette y ahora busca que nos reunamos todos. –la vampira limpió sus labios y abrió la puerta dónde le agradeció a la prima de Teru y ambas caminaron juntas.
Hizaki no sabía de qué hablar con Vamaranth ahora, era nueva en el asunto y se llegó a sentir algo incómoda, si bien había aceptado que quería a Zin a pesar de todo, lo conoció como vampiro y a Vamaranth no, aún recordaba cuando tenía color en su piel que ahora era pálida y fría, cuando sus ojos eran oscuros y ahora tenían esa mezcla extraña de rojo y negro; y ni qué decir de sus dientes.
-Bien, Charlotte y Anette tienen algo que contarnos sobre lo que descubrieron esta tarde. –Habló Kamijo con cierta autoridad.
-Nosotras dos nos esperamos para hablar con todos, es algo serio y hay que actuar de alguna forma –La voz de Anette se mostraba preocupada. –Lo que Charlotte y yo descubrimos es que alguien está tratando de hacer algún tipo de invocación maligna, no sabemos bien de qué tipo sea pero pienso que hay que estar preparados porque pueden venir tiempos difíciles y no podemos pedirle a los humanos que no saben nada respecto a esto que lo enfrenten; si es posible hay que evitarlo.
-¿Qué se necesita para ese tipo de cosas? –preguntó Masashi intrigado. –Tal vez si sabemos lo que se requiere podemos dar con la persona que lo está haciendo.
-Me parece buena idea, pero no para dar con los responsables pues ya lo tenemos –Charlotte lucía totalmente convencida.
-¡¿En verdad?! ¿Quién puede estar detrás de todo esto? –Preguntó Flowery angustiada y horrorizada.
-¿Quién más? Kaya… -Respondió Jasmine con seguridad.
-Así es. –Anette le dio la razón –Y al parecer el tipo de invocación requiere de un “receptor”, si damos con la persona que cumple con este papel podemos evitarlo.
-¿Qué es un receptor? –Flowery ahora parecía confundida.
-Es una persona –Esta vez respondía Charlotte –que recibe el poder o maldición o en el peor de los casos, al demonio que se piensa traer a nuestro mundo; el punto es que se necesita algo de “oscuridad”, algún tipo de pensamiento oscuro ya sea pasado o presente para poder tomarlo como tal.
-Pero creo que todas las personas pueden llegar a tener pensamientos de ese tipo… -mencionó Masashi.
-Sí, pero es en específico referente a la muerte, perdón si no nos explicamos bien pero ni nosotras encontramos las palabras correctas para explicarlo. –Se disculpó Charlotte. –Es importante dar con la persona que Kaya tiene en mente y eso si es que no la ha encontrado ya.
-Hay que buscar a Kaya, nunca me ha interesado saber dónde es su escondite. –Mencionó Jasmine.
-Tal vez podamos –Interrumpió Anette –Si ni sobrina fue convertida por ella aun ha de conservar un tipo de nexo con ella.
-Tal vez –Respondió Vamaranth –pero Haruka me dio una poción para cortarlo.
-¿Haruka? Yo se la di cuando recién se transformó, el vampiro que la creo era muy ruin  y quería evitar que la lastimara –Dijo Charlotte.
-¿Y qué pasó con ese vampiro? –Preguntó Vamaranth.
-Es el cómplice de Kaya, Alexander.
-¡Vaya que el mundo es muy pequeño! –Mencionó con asombro Kamijo. –Y en todo caso… ¿qué sucedería a la persona que funge como “receptor”?
-Verás…  esa es la persona que obtendrá poder o servirá como una especie de portal donde todo lo maligno vendrá a este mundo, todo ello dependiendo del tipo de invocación que se tenga planeada.
-¿Poder? ¿Puede ser que la misma Kaya sea?
-No lo creo, ella es astuta y el receptor tiene grandes riesgos; tal vez ella ya sepa cómo usar a dicha persona y por ello está tan segura de hacerlo.
-No me siento bien –Dijo de pronto Vamaranth -¿Podría dejar esta plática?
-Claro que sí mi niña –Le respondió cariñosamente Anette. –Todo ha sido muy difícil para ti.
-Tía… Y mis padres… ¿cuándo vuelven? ¿Están de acuerdo que aunque yo estoy aquí, no pueden verme en tal estado?
-No digas eso, luces bien –Mencionó Helena.
-¿Bien? Como si es color de mis ojos no les causara temor, como si mi palidez antinatural no se notara… se darán cuenta, no me atrevo a verlos.
-No te preocupes –Ahora habló Flowery –Ellos te adoran y te aceptarán cómo sea, tú no te preocupes por ellos.
-Me doy cuenta como todos me miran raro, está bien que cambié y mucho, sin embargo… muy en el fondo sigo siendo la misma
-Los vampiros –Habló Charlotte –Aun tienen alma; los ghouls y los demonios son los que no la tienen; brujos y hechiceros también tienen, incluso los lycans.
-¿Existen lycans? –Preguntó Vamaranth, no sabía si asombrada o no pero tenía curiosidad.
-¡Claro qué existen! Pero prefieren no meterse en problemas, sólo quieren vivir en los bosques lejanos tranquilos porque en el fondo conservan el mismo corazón, sin deseos de matar, sólo cuando se convierten y pierden la conciencia total de sus actos.
-Ya veo… ha de ser muy duro vivir así. De por sí no es agradable vivir así; con ansiedad de tomar las vidas de los otros, con miedo de lastimar a las personas que amas porque eres un neófito y no sabes cómo diablos debes comportarte, con temor de ser juzgado sólo por un lamentable hecho que marcó tu destino y tu vida; ahora quisiera entender por qué soy esto, yo no lo deseaba pues mi plan de vida es envejecer junto a Teru pero ahora que sé lo dolorosa que es esta vida y no estoy en posición para obligarlo a que sea como yo. –Vamaranth hablaba con cierta amargura que jamás se le había visto.
-¡Para vivir junto a ti estoy dispuesto a afrontar cualquier cosa! –Respondió repentinamente Teru. -¡no digas esas cosas! Sea como seas te ayudaremos para que puedas controlarte.
-¿Y si no puedo? ¿Y si termino hiriendo a todos de la forma más cruel? –Recordaba el sueño donde llevaba el cuerpo inerte de Teru en brazos, y en el que ella bebía de él.
-No te creo capaz de herir a nadie –Le dijo dulcemente el peliplata.
-Soy una neófita de Kaya, tal vez eso haya dejado algo maligno dentro de mí. Todo lo que viene de ella es malo.
-Pues no necesariamente –Mencionó Charlotte.
-No te oyes totalmente convencida… bien, ya me marcho, voy a mi habitación pues deseo leer un libro como cuando era humana. Nos vemos.
-Es normal que presente ese tipo de sentimientos, después de todo por lo que sé estuvo con una desconocida en sus primeros días y no es que ella haya sido mala, sino que necesitaba su ayuda pero por temor a lastimarlos se refugió en la vampira que la tomó bajo su tutela. Deberían de apoyarla más que nunca pues según, muchos vampiros neófitos pueden cometer suicidio al ver tan cambiada su vida…
-¿Insinúa que mi hermana puede…? –Preguntó Flowery y sintió temor al completar su pregunta.
-Sólo las personas que hemos pasado por ello lo sabemos –Dijo de imprevisto Kamijo –Es algo realmente que logra perturbar tu mente, es como si la llenara de sombras, todo se vuelve más oscuro. Hasta para alguien como nosotros es difícil poder entenderlo pues cada quien tiene su propia oscuridad y su propia manera de hacerle frente o dejarse llevar por ella.
-¿Qué hay que hacer entonces? –En lo que Kamijo hablaba, Jasmine había dejado la charla para ir con Vamaranth, ella le había contado lo de los sueños y también temía que pudiese ser una clase de premonición.
Después siguieron discutiendo lo de Kaya y en la forma de encontrar al posible “receptor”, Teru iba a ir a ver a Jasmine y a Vamaranth pero Zin le dijo que era mejor que hablaran solas.
Selia se reunió con Kaya en su guarida para que conociera el lugar donde llevaría a cabo la invocación, es la primera vez que alguien que no fuera la vampiresa o Alexander entraba y ahora estaba Selia también, quien usaba un extraño abrigo gris con plumas en el área del cuello. El hechicero inspeccionaba cada rincón y fue dirigido a la mazmorra donde al entrar no dejó de sonreír. Se dirigió hacia Kaya y Alex y simplemente les dijo que el lugar era perfecto, que cuando tuviera al receptor lo llamaran y él tendría absolutamente todo listo para el proceso. Kaya, satisfecha, guió hasta la salida a Selia y le hizo jurar que no diría donde se quedaba.
-¿Noticias del receptor? –Preguntó Alexander algo impaciente una vez que Selia se marchara.
-No querido, pero presiento que pronto las tendremos; entonces la usarás, obtendrás lo que deseas, la usaré y obtendré el más temible demonio que me dará el poder absoluto ante todo…


Selia


Charlotte



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