domingo, 13 de octubre de 2013

36. Seven Widows Weep

Flowery entró por la mañana en la habitación de su hermana, la encontró profundamente dormida así que abrió las cortinas de la ventana que estaba abierta.
-¡Ya despierta o mamá se va a enojar! –Decía Flow, su hermana solo murmuró algo.
Vamaranth abrió los ojos y miró que estaba en su habitación. Rápidamente se incorporó, miró su ropa y tenía puesto el camisón de dormir, se levantó corriendo a mirarse al espejo y notó su rostro limpio, miró a Flowery quien estaba toda desconcertada por la actitud de su hermana pero estaba en calma ¿Habrá sido solo un sueño? Observó su ropa perfectamente  doblada en el cesto, definitivamente no era un sueño, ella jamás la doblaba.
-¿A qué hora llegué anoche? –Preguntó Vam.
-Pues para serte sincera, no lo sé. Mamá no se preocupó porque estabas con Yuki, tienes una carita terrible… ¿bebiste alcohol?
-¡No!
-Perdón la pregunta pero el no saber ni a qué hora llegaste –Flow lanzó una risa traviesa.
-No es divertido. Quisiera ver a Teru pero me imagino que a pesar de haber estado con Yuki mi mamá debe de estar hecha una furia por lo tarde que llegué y dudo que me deje ir contigo a ver a Kamijo.
-En efecto, pero si gustas, puedes escribirle una carta a Teru y se la puedo dar.
-Esa es una buena idea.
-Te dejé el baño listo para que bajes a desayunar pronto.
-Gracias.
Flowery desayunó aprisa pues debía de ir con Kamijo a continuar buscando las cosas sobre su boda, Vamaranth apenas su probaba su comida pensando en lo traumante que fue estar con Kaya, Anette miraba a su sobrina pensando que era extremadamente raro que no tuviera apetito.
Helena empezaba su día en las labores domésticas mientras Masashi iba a buscar un local para empezar a poner su tienda de vinos, pero apenas iba abriendo Masashi la puerta de su casa cuando encontró a Kamijo a punto de llamar.
-Buenos días Masashi, parece que te llamé con la mente –Kamijo rió.
-Buenos días, es una sorpresa verlo aquí. Pase de favor.
-Con gusto.
Kamijo tomó asiento, rechazó cortésmente el té que había preparado Helena y le pidió de favor hablar a solas con Masashi por lo que ella se fue al jardín a seguir plantando unos tulipanes que había comprado.
-Sé que poco te conozco pero también sé que a pesar de tu amistad con Yuki has ayudado a la hermana de mi prometida con su relación con Teru. –Habló Kamijo -Lo que he venido a decirte es algo serio, pero antes necesito saber acerca de tus padres. -Masashi lo observó serio y atento. -Sé que puede resultar algo incómodo para ti por lo poco que nos hemos tratado pero cuando conozcas mis motivos te darás cuenta del por qué. Te pido de favor que confíes en mí.
-No hay mucho que contarte sobre ellos... -el chico suspiró- De mi padre es muy poco lo que sé, dejó a mi madre embarazada y se marchó, por una carta que encontré hace mucho de ella solo tengo entendido que su nombre era Eliot.
-Así que Eliot -Kamijo jamás había escuchado dicho nombre pero después preguntaría a Jasmine pues a comparación con ella, él era demasiado nuevo para tener una idea sobre los demás vampiros.
-Mi madre murió después del parto, era muy joven y no lo resistió, solo tenía 15 años. Por esa razón me quedé al cuidado de mis abuelos. Lamento no serte de mucha ayuda en este tema; creo que ahora soy yo quien desea preguntarte ¿a qué vino tu deseo de saber sobre mi origen?
-Te lo diré pero necesito que seas muy objetivo y estés dispuesto a escuchar todo. También quiero que siempre tengas presente que no voy a lastimar a nadie y que Flowery, Vamaranth e incluso Teru saben esto.
-Tus palabras no me tranquilizan pero atenderé a tus peticiones.
-Gracias. Pues bien... yo no soy lo que parezco… hay veces que parecen que las historias de miedo que nos contaban para intimidarnos cuando éramos niños son ciertas.
-¿A qué te refieres?
-Yo… no me alimento a base de comida, no vegetales, frutas ni carnes; yo tengo una dieta a base de sangre…
-¡¿Qué?! Eres un… vampiro. –A pesar de la noticia, Masashi no mostraba miedo alguno. –Entonces Flowery lo sabe y a pesar de todo te sigue amando.
-Cierto.
-Entonces no tengo más que juzgarte. Pero aún no me quedan las cosas claras… ¿qué tengo que ver con esto?
-Conmigo nada, pero ¿no crees que el color carmín de tus ojos es extraño?
-Sí, pero jamás me ha incomodado, pero no te ofendas, pero siento que me estás dando muchos rodeos.
-Lo siento, lo que pasa es que en el mundo de los vampiros, hay un rumor que se dice si uno de nosotros recién creado mantiene relaciones con una humana y ésta queda preñada, el producto será un humano, pero no uno cualquiera, uno que posea una fuerza y habilidad mayor que los demás y unas de sus principales características es el color escarlata de los ojos.
Masashi miró sorprendido a Kamijo ante tal revelación.
-Y supongo que lo que le acabo de contar puede confirmar tu teoría.
-Así es, pero no te preocupes, solo te da habilidades superiores, jamás sentirás deseos de herir a nadie como yo alguna vez los tuve descontroladamente. Por suerte Jasmine me ayudó en ese aspecto y solo me alimento de personas de mal corazón.
-Entiendo…
-Debo irme, la luz de día no me daña pero tampoco es de mi agrado, me gustaría regresar a mi castillo. Nos vemos, me despides de Helena de favor. Kamijo iba a cruzar la puerta cuando Masashi lo detuvo.
-Sé que me llevo bien contigo, pero quisiera advertirte que Flowery es como mi hermana y no me gustaría que la lastimaras.
-Primero muerto…
Masashi se quedó pensando un rato sobre lo que le había confesado Kamijo, y decidió que no era el momento adecuado de contárselo a Helena.
Aquella mañana Hizaki pensaba en ir a buscar a su amiga Helena así que fue a buscar a su primo para que la acompañara pero al tocar a su puerta no recibió respuesta alguna y por consecuencia decidió en ir sola. Pensó en que sería bueno caminar un poco pero jamás imaginó en que la otra aldea estaba algo lejos y se estaba agotando. Sus botas la estaban lastimando y arrastraba sus pies, pero al hacerlo su pie se atoró entre las raíces de un árbol e iba a caer al suelo, pero sintió los brazos de alguien que la sujetó con delicadeza. Miró el rostro de él y se trataba de Zin, al verlo no pudo evitar sonrojarse.
-Tenga más cuidado para la próxima vez señorita. –Le indicó sonriendo el joven a la chica.
-Etto… sí, lo trataré joven Zin.
-La vez que nos vimos no tuvimos la oportunidad de conversar señorita… Hizaki. –La voz de Zin era muy seductora.
-Lo sé, en este momento me dirigía a la casa de mi amiga Helena he caminado mucho.
-Pues me imaginó es en la aldea en que nos conocimos…
-¡Así es!
-No está ya lejos, si gusta puedo llevarla –Zin apoyó una rodilla en el suelo.
-Para que no camine la llevaré en mi espalda, `por favor, suba.
-¡Ah! ¿No cree que es una molestia? –preguntaba Hizaki muy nerviosa.
-Claro que no, soy más fuerte de lo que aparento. –Zin sonrió.
Hizaki a regañadientes hizo lo que su compañero le indicaba, sentía algo muy cálido al estar tan cerca de aquel joven, poco sintió el tiempo que pasó con él, que cuando menos se dio cuenta él le preguntaba sobre la dirección exacta, había llegado a la aldea, y una vez que la dejó fuera de la casa él se despidió de la joven.
-Me encantaría volver a verte. –Aseguró Zin.
-También yo –Respondió Hizaki sonrojada.
Era realmente poco lo que faltaba para la boda de Vamaranth con Yuki, en escasamente una semana se llevaría a cabo la ceremonia, los preparativos estaban casi listos y Tarja estaba sumamente dichosa pero su hija menor sufría ante tal suceso. Desde la ventana de su habitación miraba a la hermosa Luna plateada, le recordaba tanto a Teru, los destellos eran como su cabello y las estrellas como sus ojos, miraba lo lejos que estaba y que en solo unos días sería imposible estar con él.
-¡Hermana! La cena está lista. –Flowery llamó a Vamaranth a través de su puerta pero la menor no respondió. Flow al no tener respuesta, entró y miró a la nostálgica niña que lloraba en silencio a la luz de la Luna. –Lamento molestarte…  sé que no es un momento ideal pero desde en la mañana que no comes, mamá dice que es porque estás nerviosa pero papá y yo sabemos que no es así.
-No tengo hambre…
-¡Pero no has comido y sé que tampoco has dormido bien en los últimos días! Si no te cuidas, enfermarás…
-No me importa… -Decía la chica sin ánimos.
-¡Pero a mí sí! ¿Cómo pretendes luchar por tu amor si ni siquiera tendrás energía?
-¡¿Qué puedo hacer yo cuando todos deciden por mí y no les importa lo que yo siento?! Y sabes que si no lo hago nos correrán y mamá me odiará.
-Mamá no te va a odiar…
-Recuerda cómo se pone con Teru, ella lo detesta y jamás me dejará estar con él; en cambio, adora a Yuki y lo defenderá de Teru y pues sería inconcebible desafiar su autoridad.
-Hablaremos con papá, él te apoya. ¿Qué te parece si mañana vamos a caminar y sirve que visitamos a Helena y así? ¿Te gusta la idea?
-No… no tengo ganas.
-¡Ahhhhhhhhhh!
-Está bien, vamos…
-No te escucho convencida.
-No puedo fingir la felicidad sino la siento, perdón.
-¿Entonces no bajarás a cenar?
-No.
-Mañana te obligaré a desayunar antes de irnos, advertida estás. –La menor no respondió, volvió a fijar su mirada al cielo. Su hermana la miró inmóvil antes de salir.
Después de cenar, Flowery salió a sentarse a mirar el mismo cielo que su hermana, cerró la puerta para que sus padres no la molestaran, pensaba en su hermana y en lo que ella haría si estuviera en su misma situación, su madre aceptó de inmediato a Kamijo pero ¿qué pasaría si se diera cuenta de lo que era en realidad? Seguro también le prohibiría estar con él, pero por el momento estaba todo bien, además que no había prometido alguno, pensaba que era realmente cruel que cuando por fin Vam hubiese encontrado a la persona que amaba, la comprometieran con alguien más a fuerza. Ella había estado conociendo a Teru en los días que iba con Kamijo y sabía que sus sentimientos también eran verdaderos, y ahora ¿qué podía hacer ella para ayudarlos? De pronto miró hacia adelante y observó una sombra, se levantó de inmediato y colocó su mano en la manija de la puerta para entrar a toda velocidad, no era Kaya pues se dibujaba una silueta masculina quien al irse acercando levantó su mano como si diera a entender que no iba a lastimarla.
Pronto se dio cuenta que aquella persona se trataba de Alexander, a Flowery le daba cierta confianza por lo que no huyó pero sabía que no se debía dar el lujo de estar cien por ciento tranquila, después de todo él seguía del lado de Kaya y no se le veía intención de dejarla de ayudar.
-¡Encantadora Flowery! ¿Cómo estás dulce dama? –Alexander tomó la mano de la chica y la besó. -¡Mucho tiempo sin verte! Sigues igual de hermosa que siempre.
-Hola Alex ¿te puedo ayudar en algo? –Preguntó Flow.
-Sí, moría por volver a verte, eso es todo. –Alex colocó su fría mano en la mejilla de la chica.
-Alex…
-Pasar mucho tiempo lejos de ti me enferma, eres la persona que más adoro en la vida y me deprimo al saber que dentro de poco serás de otro. No puedo evitar sentir celos de Kamijo.
-Pero lo tuvo no son celos, es odio, por eso lo lastimaste… no creas que se me ha olvidado.
-¡Por eso lo odio! Por la forma en que lo amas… ¿Por qué no me amas con la misma intensidad? ¿Qué tiene él?
-No te lo podría responder, él simplemente se ganó mi amor.
-Ya veo, es hora de irme, no quiero que Kaya se entere que he venido a verte. Aunque no me ames, siempre voy a cuidar de ti.
El vampiro se acercó al rostro de Flowery, ella permaneció inmóvil durante unos segundos y sus labios se tocaron, ella se alejó al solo sentir sus labios, Alexander se disculpó y se marchó, ella sabía que amaba con todo su corazón a Kamijo pero no podía decir que le desagradó por completo aquel beso.
Parecía que Vamaranth no dormiría de nuevo, sentada al lado de la ventana; a esa hora ya todos en su casa dormían, solo la luz de su ventana se notaba, llevaba varias velas gastadas y esta vez no era porque se desvelara al leer. Solo lo quería a él, a nadie más pero uniría su vida a la de su mejor amigo, y tampoco quería atar a Yuki a alguien que no lo amaba. Sumergida en sus pensamientos, hizo una pausa al escuchar un ruido bajo su ventana, miró hacia abajo mirando a los arbustos moverse. “¡¿Quién anda allí?!” Preguntó con un poco de temor en su voz.
-¡Hola amor! –Se trataba de Teru quien salió detrás del arbusto, llevaba un atuendo negro para mimetizarse con la noche y no ser descubierto fácilmente.
-¡¿Qué haces aquí?! Espérame, si bajo pueden vernos, es mejor que vaya a abrirte.
-Lo que digas.
La chica bajó con extremo cuidado de no hacer ruido para no despertar a nadie, al encontrarse con Teru no pudo evitar abrazarlo fuertemente y llorar desconsolada al tenerlo entre sus brazos, quizá por última vez.
-Me enteré que te casas en una semana, y quería verte, no puedo vivir sin ti…
-Moriré sino puedo abolir mi compromiso, solo a ti te puedo amar, en esta y en todas mis vidas siempre te voy a querer.
-Nunca hables de muerte mi amor, confía en que el amor siempre triunfa, aunque sea al último momento, confía en el amor, confía en mí.
-Confío en ti pero no en los demás. Creo que es muy peligroso que nos quedemos aquí, vamos a mi habitación. Pero antes… ¿Masashi? –Teru rió ante la pregunta.
-¡Tienes razón! Él me dijo dónde vivías, realmente tuve que insistirle mucho.
Vamaranth cerró con llave su cuarto y le pidió a Teru hablar en voz baja para que no los descubrieran. Hablaron sobre muchas tonterías como era su costumbre, solo con él Vam podía sonreír naturalmente.
-Se nota que no has dormido y has llorado mucho. No me gusta verte así.
-Es que no tengo ganas de nada al saber que me deberé alejar de ti.
-Tampoco has comido ¿verdad? –La chica no respondió –Prométeme que te cuidarás, no te hagas daño. Saldremos de esto juntos, la gente subestima el poder del amor verdadero pero demostraremos que podemos contra todo, por eso debes de ser fuerte.
-Pero…
-¡Nada! Normalmente eres una chica llena de energía, y no puedo verte así. Debería de marcharme, te debo dejar dormir.
-¡No te vayas! No puedo dormir, pero quizá si estás conmigo pueda…
Teru abrazó a la chica cubriendo su rostro, no quería que ella se diera cuenta que las lágrimas invadían sus ojos, le dolía demasiado saber que podría perderla pero debía de darle ánimos y no deprimirla más. La chica pudo dormir al lado de él, Teru la observaba al respirar y la arropaba para que no sintiera frío, veló su sueño durante toda la noche. Por la mañana, Flowery fue a tocar a la habitación de su hermana para invitarla a desayunar, Teru la escuchó pero al tener llave la puerta, ella no pudo entrar, el peliplata despertó a la niña y le indicó que debía de bajar a comer algo, ella accedió pero le pidió a él que aún  no se fuera. Flowery se mostró feliz al ver a Vam salir de su habitación.
-¡Ya te iba a bajar arrastrando sino querías salir! –Advirtió la chica a su hermana menor.
-Ya voy…
Vamaranth al caminar se empezó a sentir débil, se sentía mareada e iba a caer pero su hermana la detuvo a tiempo.
-¡Mamá! ¡Papá! ¡Vamaranth se desmayó! –La chica pidió ayuda.
Los padres corrieron a ayudarla, Teru escuchaba lo que ocurría pero por más que quisiera no podía salir a ayudarla, debía de confiar en su familia. Tuomas la cargó y la llevó a la habitación de Flowery que era la que estaba abierta. Anette, quien seguía ahí, sacó un frasco con una líquido verde y se lo dejó en los labios de su sobrina, quien empezó a reaccionar.


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