Flowery
entró por la mañana en la habitación de su hermana, la encontró profundamente
dormida así que abrió las cortinas de la ventana que estaba abierta.
-¡Ya
despierta o mamá se va a enojar! –Decía Flow, su hermana solo murmuró algo.
Vamaranth
abrió los ojos y miró que estaba en su habitación. Rápidamente se incorporó,
miró su ropa y tenía puesto el camisón de dormir, se levantó corriendo a
mirarse al espejo y notó su rostro limpio, miró a Flowery quien estaba toda
desconcertada por la actitud de su hermana pero estaba en calma ¿Habrá sido
solo un sueño? Observó su ropa perfectamente
doblada en el cesto, definitivamente no era un sueño, ella jamás la
doblaba.
-¿A
qué hora llegué anoche? –Preguntó Vam.
-Pues
para serte sincera, no lo sé. Mamá no se preocupó porque estabas con Yuki,
tienes una carita terrible… ¿bebiste alcohol?
-¡No!
-Perdón
la pregunta pero el no saber ni a qué hora llegaste –Flow lanzó una risa
traviesa.
-No
es divertido. Quisiera ver a Teru pero me imagino que a pesar de haber estado
con Yuki mi mamá debe de estar hecha una furia por lo tarde que llegué y dudo
que me deje ir contigo a ver a Kamijo.
-En
efecto, pero si gustas, puedes escribirle una carta a Teru y se la puedo dar.
-Esa
es una buena idea.
-Te
dejé el baño listo para que bajes a desayunar pronto.
-Gracias.
Flowery
desayunó aprisa pues debía de ir con Kamijo a continuar buscando las cosas
sobre su boda, Vamaranth apenas su probaba su comida pensando en lo traumante
que fue estar con Kaya, Anette miraba a su sobrina pensando que era
extremadamente raro que no tuviera apetito.
Helena
empezaba su día en las labores domésticas mientras Masashi iba a buscar un
local para empezar a poner su tienda de vinos, pero apenas iba abriendo Masashi
la puerta de su casa cuando encontró a Kamijo a punto de llamar.
-Buenos
días Masashi, parece que te llamé con la mente –Kamijo rió.
-Buenos
días, es una sorpresa verlo aquí. Pase de favor.
-Con
gusto.
Kamijo
tomó asiento, rechazó cortésmente el té que había preparado Helena y le pidió
de favor hablar a solas con Masashi por lo que ella se fue al jardín a seguir
plantando unos tulipanes que había comprado.
-Sé
que poco te conozco pero también sé que a pesar de tu amistad con Yuki has
ayudado a la hermana de mi prometida con su relación con Teru. –Habló Kamijo
-Lo que he venido a decirte es algo serio, pero antes necesito saber acerca de
tus padres. -Masashi lo observó serio y atento. -Sé que puede resultar algo
incómodo para ti por lo poco que nos hemos tratado pero cuando conozcas mis
motivos te darás cuenta del por qué. Te pido de favor que confíes en mí.
-No
hay mucho que contarte sobre ellos... -el chico suspiró- De mi padre es muy
poco lo que sé, dejó a mi madre embarazada y se marchó, por una carta que
encontré hace mucho de ella solo tengo entendido que su nombre era Eliot.
-Así
que Eliot -Kamijo jamás había escuchado dicho nombre pero después preguntaría a
Jasmine pues a comparación con ella, él era demasiado nuevo para tener una idea
sobre los demás vampiros.
-Mi
madre murió después del parto, era muy joven y no lo resistió, solo tenía 15
años. Por esa razón me quedé al cuidado de mis abuelos. Lamento no serte de
mucha ayuda en este tema; creo que ahora soy yo quien desea preguntarte ¿a qué
vino tu deseo de saber sobre mi origen?
-Te
lo diré pero necesito que seas muy objetivo y estés dispuesto a escuchar todo.
También quiero que siempre tengas presente que no voy a lastimar a nadie y que
Flowery, Vamaranth e incluso Teru saben esto.
-Tus
palabras no me tranquilizan pero atenderé a tus peticiones.
-Gracias.
Pues bien... yo no soy lo que parezco… hay veces que parecen que las historias
de miedo que nos contaban para intimidarnos cuando éramos niños son ciertas.
-¿A
qué te refieres?
-Yo…
no me alimento a base de comida, no vegetales, frutas ni carnes; yo tengo una
dieta a base de sangre…
-¡¿Qué?!
Eres un… vampiro. –A pesar de la noticia, Masashi no mostraba miedo alguno.
–Entonces Flowery lo sabe y a pesar de todo te sigue amando.
-Cierto.
-Entonces
no tengo más que juzgarte. Pero aún no me quedan las cosas claras… ¿qué tengo
que ver con esto?
-Conmigo
nada, pero ¿no crees que el color carmín de tus ojos es extraño?
-Sí,
pero jamás me ha incomodado, pero no te ofendas, pero siento que me estás dando
muchos rodeos.
-Lo
siento, lo que pasa es que en el mundo de los vampiros, hay un rumor que se
dice si uno de nosotros recién creado mantiene relaciones con una humana y ésta
queda preñada, el producto será un humano, pero no uno cualquiera, uno que
posea una fuerza y habilidad mayor que los demás y unas de sus principales
características es el color escarlata de los ojos.
Masashi
miró sorprendido a Kamijo ante tal revelación.
-Y
supongo que lo que le acabo de contar puede confirmar tu teoría.
-Así
es, pero no te preocupes, solo te da habilidades superiores, jamás sentirás
deseos de herir a nadie como yo alguna vez los tuve descontroladamente. Por
suerte Jasmine me ayudó en ese aspecto y solo me alimento de personas de mal
corazón.
-Entiendo…
-Debo
irme, la luz de día no me daña pero tampoco es de mi agrado, me gustaría
regresar a mi castillo. Nos vemos, me despides de Helena de favor. Kamijo iba a
cruzar la puerta cuando Masashi lo detuvo.
-Sé
que me llevo bien contigo, pero quisiera advertirte que Flowery es como mi
hermana y no me gustaría que la lastimaras.
-Primero
muerto…
Masashi
se quedó pensando un rato sobre lo que le había confesado Kamijo, y decidió que
no era el momento adecuado de contárselo a Helena.
Aquella
mañana Hizaki pensaba en ir a buscar a su amiga Helena así que fue a buscar a
su primo para que la acompañara pero al tocar a su puerta no recibió respuesta
alguna y por consecuencia decidió en ir sola. Pensó en que sería bueno caminar
un poco pero jamás imaginó en que la otra aldea estaba algo lejos y se estaba agotando.
Sus botas la estaban lastimando y arrastraba sus pies, pero al hacerlo su pie
se atoró entre las raíces de un árbol e iba a caer al suelo, pero sintió los
brazos de alguien que la sujetó con delicadeza. Miró el rostro de él y se
trataba de Zin, al verlo no pudo evitar sonrojarse.
-Tenga
más cuidado para la próxima vez señorita. –Le indicó sonriendo el joven a la
chica.
-Etto…
sí, lo trataré joven Zin.
-La
vez que nos vimos no tuvimos la oportunidad de conversar señorita… Hizaki. –La
voz de Zin era muy seductora.
-Lo
sé, en este momento me dirigía a la casa de mi amiga Helena he caminado mucho.
-Pues
me imaginó es en la aldea en que nos conocimos…
-¡Así
es!
-No
está ya lejos, si gusta puedo llevarla –Zin apoyó una rodilla en el suelo.
-Para
que no camine la llevaré en mi espalda, `por favor, suba.
-¡Ah!
¿No cree que es una molestia? –preguntaba Hizaki muy nerviosa.
-Claro
que no, soy más fuerte de lo que aparento. –Zin sonrió.
Hizaki
a regañadientes hizo lo que su compañero le indicaba, sentía algo muy cálido al
estar tan cerca de aquel joven, poco sintió el tiempo que pasó con él, que
cuando menos se dio cuenta él le preguntaba sobre la dirección exacta, había
llegado a la aldea, y una vez que la dejó fuera de la casa él se despidió de la
joven.
-Me
encantaría volver a verte. –Aseguró Zin.
-También
yo –Respondió Hizaki sonrojada.
Era
realmente poco lo que faltaba para la boda de Vamaranth con Yuki, en
escasamente una semana se llevaría a cabo la ceremonia, los preparativos
estaban casi listos y Tarja estaba sumamente dichosa pero su hija menor sufría
ante tal suceso. Desde la ventana de su habitación miraba a la hermosa Luna
plateada, le recordaba tanto a Teru, los destellos eran como su cabello y las
estrellas como sus ojos, miraba lo lejos que estaba y que en solo unos días
sería imposible estar con él.
-¡Hermana!
La cena está lista. –Flowery llamó a Vamaranth a través de su puerta pero la
menor no respondió. Flow al no tener respuesta, entró y miró a la nostálgica
niña que lloraba en silencio a la luz de la Luna. –Lamento molestarte… sé que no es un momento ideal pero desde en la
mañana que no comes, mamá dice que es porque estás nerviosa pero papá y yo
sabemos que no es así.
-No
tengo hambre…
-¡Pero
no has comido y sé que tampoco has dormido bien en los últimos días! Si no te
cuidas, enfermarás…
-No
me importa… -Decía la chica sin ánimos.
-¡Pero
a mí sí! ¿Cómo pretendes luchar por tu amor si ni siquiera tendrás energía?
-¡¿Qué
puedo hacer yo cuando todos deciden por mí y no les importa lo que yo siento?!
Y sabes que si no lo hago nos correrán y mamá me odiará.
-Mamá
no te va a odiar…
-Recuerda
cómo se pone con Teru, ella lo detesta y jamás me dejará estar con él; en
cambio, adora a Yuki y lo defenderá de Teru y pues sería inconcebible desafiar
su autoridad.
-Hablaremos
con papá, él te apoya. ¿Qué te parece si mañana vamos a caminar y sirve que
visitamos a Helena y así? ¿Te gusta la idea?
-No…
no tengo ganas.
-¡Ahhhhhhhhhh!
-Está
bien, vamos…
-No
te escucho convencida.
-No
puedo fingir la felicidad sino la siento, perdón.
-¿Entonces
no bajarás a cenar?
-No.
-Mañana
te obligaré a desayunar antes de irnos, advertida estás. –La menor no respondió,
volvió a fijar su mirada al cielo. Su hermana la miró inmóvil antes de salir.
Después
de cenar, Flowery salió a sentarse a mirar el mismo cielo que su hermana, cerró
la puerta para que sus padres no la molestaran, pensaba en su hermana y en lo
que ella haría si estuviera en su misma situación, su madre aceptó de inmediato
a Kamijo pero ¿qué pasaría si se diera cuenta de lo que era en realidad? Seguro
también le prohibiría estar con él, pero por el momento estaba todo bien,
además que no había prometido alguno, pensaba que era realmente cruel que
cuando por fin Vam hubiese encontrado a la persona que amaba, la comprometieran
con alguien más a fuerza. Ella había estado conociendo a Teru en los días que
iba con Kamijo y sabía que sus sentimientos también eran verdaderos, y ahora
¿qué podía hacer ella para ayudarlos? De pronto miró hacia adelante y observó
una sombra, se levantó de inmediato y colocó su mano en la manija de la puerta
para entrar a toda velocidad, no era Kaya pues se dibujaba una silueta
masculina quien al irse acercando levantó su mano como si diera a entender que
no iba a lastimarla.
Pronto
se dio cuenta que aquella persona se trataba de Alexander, a Flowery le daba
cierta confianza por lo que no huyó pero sabía que no se debía dar el lujo de
estar cien por ciento tranquila, después de todo él seguía del lado de Kaya y
no se le veía intención de dejarla de ayudar.
-¡Encantadora
Flowery! ¿Cómo estás dulce dama? –Alexander tomó la mano de la chica y la besó.
-¡Mucho tiempo sin verte! Sigues igual de hermosa que siempre.
-Hola
Alex ¿te puedo ayudar en algo? –Preguntó Flow.
-Sí,
moría por volver a verte, eso es todo. –Alex colocó su fría mano en la mejilla
de la chica.
-Alex…
-Pasar
mucho tiempo lejos de ti me enferma, eres la persona que más adoro en la vida y
me deprimo al saber que dentro de poco serás de otro. No puedo evitar sentir
celos de Kamijo.
-Pero
lo tuvo no son celos, es odio, por eso lo lastimaste… no creas que se me ha
olvidado.
-¡Por
eso lo odio! Por la forma en que lo amas… ¿Por qué no me amas con la misma
intensidad? ¿Qué tiene él?
-No
te lo podría responder, él simplemente se ganó mi amor.
-Ya
veo, es hora de irme, no quiero que Kaya se entere que he venido a verte.
Aunque no me ames, siempre voy a cuidar de ti.
El
vampiro se acercó al rostro de Flowery, ella permaneció inmóvil durante unos
segundos y sus labios se tocaron, ella se alejó al solo sentir sus labios, Alexander
se disculpó y se marchó, ella sabía que amaba con todo su corazón a Kamijo pero
no podía decir que le desagradó por completo aquel beso.
Parecía
que Vamaranth no dormiría de nuevo, sentada al lado de la ventana; a esa hora
ya todos en su casa dormían, solo la luz de su ventana se notaba, llevaba
varias velas gastadas y esta vez no era porque se desvelara al leer. Solo lo
quería a él, a nadie más pero uniría su vida a la de su mejor amigo, y tampoco
quería atar a Yuki a alguien que no lo amaba. Sumergida en sus pensamientos,
hizo una pausa al escuchar un ruido bajo su ventana, miró hacia abajo mirando a
los arbustos moverse. “¡¿Quién anda allí?!” Preguntó con un poco de temor en su
voz.
-¡Hola
amor! –Se trataba de Teru quien salió detrás del arbusto, llevaba un atuendo
negro para mimetizarse con la noche y no ser descubierto fácilmente.
-¡¿Qué
haces aquí?! Espérame, si bajo pueden vernos, es mejor que vaya a abrirte.
-Lo
que digas.
La
chica bajó con extremo cuidado de no hacer ruido para no despertar a nadie, al
encontrarse con Teru no pudo evitar abrazarlo fuertemente y llorar desconsolada
al tenerlo entre sus brazos, quizá por última vez.
-Me
enteré que te casas en una semana, y quería verte, no puedo vivir sin ti…
-Moriré
sino puedo abolir mi compromiso, solo a ti te puedo amar, en esta y en todas
mis vidas siempre te voy a querer.
-Nunca
hables de muerte mi amor, confía en que el amor siempre triunfa, aunque sea al
último momento, confía en el amor, confía en mí.
-Confío
en ti pero no en los demás. Creo que es muy peligroso que nos quedemos aquí,
vamos a mi habitación. Pero antes… ¿Masashi? –Teru rió ante la pregunta.
-¡Tienes
razón! Él me dijo dónde vivías, realmente tuve que insistirle mucho.
Vamaranth
cerró con llave su cuarto y le pidió a Teru hablar en voz baja para que no los
descubrieran. Hablaron sobre muchas tonterías como era su costumbre, solo con
él Vam podía sonreír naturalmente.
-Se
nota que no has dormido y has llorado mucho. No me gusta verte así.
-Es
que no tengo ganas de nada al saber que me deberé alejar de ti.
-Tampoco
has comido ¿verdad? –La chica no respondió –Prométeme que te cuidarás, no te
hagas daño. Saldremos de esto juntos, la gente subestima el poder del amor
verdadero pero demostraremos que podemos contra todo, por eso debes de ser
fuerte.
-Pero…
-¡Nada!
Normalmente eres una chica llena de energía, y no puedo verte así. Debería de
marcharme, te debo dejar dormir.
-¡No
te vayas! No puedo dormir, pero quizá si estás conmigo pueda…
Teru
abrazó a la chica cubriendo su rostro, no quería que ella se diera cuenta que
las lágrimas invadían sus ojos, le dolía demasiado saber que podría perderla
pero debía de darle ánimos y no deprimirla más. La chica pudo dormir al lado de
él, Teru la observaba al respirar y la arropaba para que no sintiera frío, veló
su sueño durante toda la noche. Por la mañana, Flowery fue a tocar a la
habitación de su hermana para invitarla a desayunar, Teru la escuchó pero al
tener llave la puerta, ella no pudo entrar, el peliplata despertó a la niña y
le indicó que debía de bajar a comer algo, ella accedió pero le pidió a él que
aún no se fuera. Flowery se mostró feliz
al ver a Vam salir de su habitación.
-¡Ya
te iba a bajar arrastrando sino querías salir! –Advirtió la chica a su hermana
menor.
-Ya
voy…
Vamaranth
al caminar se empezó a sentir débil, se sentía mareada e iba a caer pero su
hermana la detuvo a tiempo.
-¡Mamá!
¡Papá! ¡Vamaranth se desmayó! –La chica pidió ayuda.
Los
padres corrieron a ayudarla, Teru escuchaba lo que ocurría pero por más que
quisiera no podía salir a ayudarla, debía de confiar en su familia. Tuomas la
cargó y la llevó a la habitación de Flowery que era la que estaba abierta.
Anette, quien seguía ahí, sacó un frasco con una líquido verde y se lo dejó en
los labios de su sobrina, quien empezó a reaccionar.
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