En ese momento llegó Yuki
preocupado por Vamaranth, Tarja había irlo a buscar para que encontrara a sus
hijas que estaban solas en medio de la noche. Miró asombrado lo que pasaba con
Kamijo pero afortunadamente no se percató de lo que realmente era; las hermanas
lo miraron sorprendidas cuando les relató que su madre estaba muy angustiada
por su ausencia y de inmediato corrió a ver las marcas que Vami tenía en el
cuello y a abrazarla mientras le preguntaba si estaba bien. De pronto Flowery
se tranquilizó y habló.
-Me sorprende que hayas venido
Yuki pero te agradezco... ¿puedes llevarte a mi hermana a casa?
-¿Y tú Flow?- Preguntó Yuki -¿qué
fue lo que pasó aquí?
-Intentaron robarnos pero Kamijo
llegó pero resultó herido- Inventó rápidamente la hermana mayor.- Y diles de
favor a mis padres que estoy bien pero Kamijo así que me iré para cuidarlo.
-¿Estás segura Flow?
-Así es Yuki, cuida mucho a mi hermana
y que le pongan algo en el cuello para que se le quite esa coloración roja.
-Así será. Vamos amor.
-¡Flow!...-Interrumpió Vamaranth-
Cuídate tú también y cuida bien de Kamijo de favor...
-Estaremos bien- Sonrió aún con
los ojos nublados- Ve con Yuki.
Vamaranth
se fue con Yuki quien antes de irse besó los labios de su prometida quien no
respondió al tacto de aquel joven pero no tenía la cara para negarse pues se
trataba de su prometido aunque lo hubiese pensado dos veces al saber que Teru
había llegado pero al ver a Yuki decidió quedarse a lo lejos y al mirar que su
amaba fue besada por aquel Thanatosian sintió que la rabia lo invadía y
entonces regresó a casa ansiando ver pronto a Vami para que explicara porqué
Kamijo estaba herido.
-¡Ya llegué mamá! ¡Papá!- Avisaba
Vami al entrar a la casa.
La madre quien fue la que salió
de inmediato notó las marcas en el cuello de su hija por lo que Tarja corrió a
colocarle un ungüento cuyo olor mareaba a la chica.
-¿Dónde está Flow?- Preguntó
Tarja preocupada después de colocarle el ungüento a Vami.
-Es que... nos iban a asaltar
pero Kamijo llegó en ese momento y lo hirieron por lo que ella se fue para
cuidarlo hasta que mejore...-Vami respondió.
-¡Esas son las consecuencias de
salirte sola! ¿Qué tal si les hubiese pasado algo a ustedes? ¿O si Kamijo
hubiese muerto?- Regañaba Tarja a su hija.
-Disculpe que me meta señora-
Interrumpió Yuki- Pero la zona es normalmente tranquila y estos casos son muy
raros, me ha tocado algunas noches vigilar pero nunca ocurre algo así por lo
que Vam pensó que no pasaría esto.
-¡Así es madre! Pero por favor...
no se enoje conmigo.
-Sólo porque Yuki te dio la
razón. Lo único que pido es que mañana le lleves ropa a tu hermana porque
imagino que sabrás donde queda el castillo de Kamijo.
-¡Totalmente de acuerdo!- No dudó
en decir la chica.
-No podré acompañarte amor pero
le diré a Masashi que lo haga.- Dijo Yuki.
Una vez que Tarja le fue a
informar a Tuomas sobre sus hijas, Yuki y Vami se quedaron a solas. Y la chica
solo pudo agradecerle a su prometido por haberla defendido de su madre por lo
que él le respondió que era lo menos que podía hacer por la niña que amaba;
esas palabras la hicieron sentir mal pues él en verdad la quería y sin embargo
ella seguía viéndose con Teru. Yuki para despedirse volvió a besarla y de igual
forma ella permanecía fría e indiferente, él se dio cuenta pero no dijo nada
pues pensaba que era por todo lo que acababa de pasar.
Cuando
Tuomas bajó a ver a su hija, Yuki ya se había marchado pero él solo fue a
abrazar a su hija feliz que estuviera bien a pesar de sus heridas en el cuello.
Jasmine ayudaba a Flow para que
se instalara en el castillo, pero la chica quería quedarse en la misma habitación que Kamijo
por lo que solamente pidió una silla. Pero la vampiresa la convenció de
cuidarlo solo en el día cuando ella no podría hacerlo y parte de las noches
cuando ella fuera a cazar por lo que la chica aceptó.
Kamijo se veía mal pero Jasmine
decía que se iba a poner bien, sin embargo Flowery tenía miedo de perderlo y
eso le causaba gran preocupación pues
por fin entendía que vampiro o no, lo amaba demasiado y no soportaría perderlo
y menos después de ver que en verdad la amaba y que es capaz de renunciar a la
violencia por ella aunque casi le cueste eso a lo que se podría llamar vida.
Ahora entendía que no quería apartarse de él nunca más.
Lo que quedaba de la noche
intentó dormir pero no pudo así que le hizo compañía a Jasmine quien era
experta en hacer conversaciones agradables así que la noche no se hizo pesada;
Kamijo dormía solamente pero Jasmine decía que eso era bueno pues recuperaba
fuerzas y sanaba su herida.
-En cuanto despierte iré a
alimentarme bien para darle de beber a él pues estará débil.- Dijo Jasmine
antes de irse pues el sol no tardaba en salir.- Estará bien en un par de días.
-Eso espero… no quiero alejarme
de él jamás.
-No sabes cuánto me gusta
escucharte hablar así.- Jasmine sonrió y se marchó a su habitación.
Flow se
quedó con Kamijo, ahora tenía sueño pero no dormiría hasta la noche cuando
Jasmine llegara.
Tarja despertó temprano a Vami y
aun así ya tenía listo lo que le mandaba a su hija; dos mudas de ropa, un par
de zapatos y algo de su comida favorita. Vami se dio prisa en alistarse para
salir además que Masashi había llegado temprano para acompañarla; pero Tarja lo
había invitado a desayunar así que aquel par salió hasta que hubiesen llenado
sus estómagos; pues a pesar de todo Tarja cocinaba muy delicioso y ambos
comieron hasta llenarse y satisfacer en parte la gula por lo que no tenían
tantos ánimos de salir; sin embargo emprendieron el camino en el caballo de
Masashi.
Fueron recorriendo el camino
hasta que Vamaranth notó que no se dirigían hacia el castillo, sino al mismo
pueblo donde se veían con sus amados; pero por la rosa que llevaba su compañero
supuso que iba a ver rápidamente a Helena, a darle los buenos días y
emprenderían el viaje de nueva cuenta hacía el castillo.
Y en efecto, allí estaba Helena,
pero para sorpresa de la chica no estaba sola pues Teru la acompañaba; por lo
que aún con el caballo en movimiento intentó bajarse pero Masashi le advirtió
que nada le costaba esperarse un par de segundos pues podía lastimarse de nuevo
por lo que la chica lo miró con desesperación aunque en efecto, solo fueron dos
segundos los que bastaban para que pudiese correr a abrazar a su Philian.
Masashi también fue a ver a Helena y le dijo que no podía quedarse mucho tiempo
pues debía acompañar a Vami. En eso Teru lo escucha y se ofrece a acompañar a
la chica en lo que Masashi se queda con Helena.
-¿Estás seguro?- Preguntaba
un desconfiado Masashi.
-¡Claro!
-De acuerdo… aquí los espero en
unas horas; no lleguen muy tarde.
Masashi se quedó con Helena a
quien propuso ir a un lugar con más privacidad lo que provocó que la joven se
sonrojara y no pudiera negarse ante la expectación de lo que pasaría; pero se
quedó pensando en que no conocían un lugar así, pero Masashi se acordó que Yuki
le había dicho donde se encontraba la casa en que se refugiaron Flowery y su
hermana, se lo comunicó a Helena y ella aceptó con una sonrisa traviesa así que
sin demora ambos se fueron en el caballo de Masashi pues sabían que Teru y
Vamaranth tardarían varias horas.
Por su parte, Vamaranth estaba
maravillada con el caballo color nieve de Teru, él se subió y le tendió la mano
a su compañera para que también subiera a aquel hermoso animal. Ella iba
recargada en la espalda del joven.
-Lamento no haber estado contigo
ayer, al llegar vi a Yuki y no quise acercarme para no causar más problemas de
lo que vi, ya habían.
-Lamento que me hayas visto con
Yuki, pero mamá estaba preocupada y lo mandó a buscarnos. Y Kamijo fue herido
por Arthur pero por suerte Jasmine llegó a tiempo, al igual que cuando Kaya se
puso intensa conmigo...
-¿Qué? ¿Qué te hizo esa maldita?
-Nada... Jasmine me ayudó y no
pasó nada. Ahorita el que importa es Kamijo. Aunque debo decir que el hecho que
Flow haya decidido irse a cuidarlo me tiene de cierta forma entusiasmada.
-Me imagino... ¿Sabes mi niña?
-Eu...
-Estoy nervioso por ir a la
morada de dos vampiros.
-No te preocupes, son agradables
aunque por la hora imagino que solo veremos a Flowery.
Permanecieron en silencio en lo
que llegaban al castillo, Teru se sorprendió al ver que no había seguridad
alguna pues Vamaranth entró sin dificultad gritando el nombre de su hermana
quien salió de la habitación de Kamijo al encuentro de su hermana. Recibió las
cosas que su madre había mandado y se quedó mirando con sorpresa a Teru.
-¿Cómo se encuentra Kamijo?-
Preguntó Vamaranth preocupada.
-Dormido desde que llegamos pero
Jasmine asegura que estará sano en muy poco tiempo.
-Estoy segura que sí.
-¿Teru sabe lo de Ka... y...
Jas...?- Preguntó Flow.
-Sí...
-Muchas gracias Teru por
acompañar a mi hermana.
-No se preocupe señorita... amo a
su hermana y por ella sería capaz de atravesar todo el océano.- El chico
después de decir esto sujeto por la cintura a Vami quien se sonrojó y recargo
la cabeza en el pecho del chico.
-Solo pido que no se expongan, no
me gustaría saber que haría Yuki si se entera- Expresó Flow.
-Lo sabemos y tendremos cuidado
hermana, solo no arruines mi felicidad al estar junto a mi niño.
Comieron y después de una larga
charla se fueron, ni esperaron a que Jasmine despertara pues estaba lejos el
castillo de la aldea y seguro Masashi con Helena los estarían esperando, dejando
nuevamente sola a Flowery con Kamijo durmiendo. Cuidadosamente checó su herida
y vio cómo iba sanando rápidamente. Sin percatarse de la presencia de Jasmine
analizaba la herida hasta que la vampiresa habló.
-Me sorprende la fortaleza de mi
querido amigo, sanará más pronto de lo qué pensé.
-¡Ahhhh!- Gritó Flowery ante las
palabras de Jasmine que la habían asustado por lo imprevisto de la situación.
-Lamento espantarte, desperté un
poco más temprano y me enteré que vino tu hermana… por floja no alcancé a
saludarla… realmente quería conocer a su chico.
-El camino es largo, además que
sabes que no pueden llegar juntos así que deberían de pasar a otro lugar antes
donde Vamaranth se encontraría con uno de los nuestros.
-Ya veo… pero por lo pronto Kami
no tardará en recuperarse; pude ver su herida y está sanando extremadamente
rápido.
-¡Qué bien!
Pasaron un par de días… aquella
noche Jasmine había ido a cazar pues la noche anterior cazó para su amigo que
sin despertar bebió, lo que se le hizo muy raro a Flowery, pero estaba claro
que los vampiros eran criaturas misteriosas y sorprendentes. La chica leía un
libro en una silla al costado de la cama de Kamijo cuando de pronto escuchó su
nombre… ¡era él quien llamaba!
-¡Aquí estoy! Me alegra ver que
ya despertaste.
-La sangre que ayer me dio
Jasmine me ayudó demasiado- Dijo Kamijo reincorporándose.-Me imagino esta vez
fue a alimentarse para ella.
-Así es… ¿Cómo te sientes?
-Mucho mejor contigo cuidándome…
yo creí que…
-¡Shhh!- La chica lo silenció
colocando su dedo índice sobre los labios fríos de él.- De ahora en adelante…
Bella estará junto a su bestia porque se dio cuenta que en verdad lo ama y no
lo quiere dejar.
Kamijo se levanta y se inclina
para besarla mientras ella permanecía sentada en aquella silla; ahora se
sentían diferentes sus besos pues ya sabía la verdad de aquella piel fría y no
le importaba, no tenía miedo así que no dudo en rodear con sus brazos al cuello
de su amado.
-No te volveré a dejar, solo te
quiero a ti…- Decía Flow cuando los traviesos labios de Kamijo se separaban de
los suyos pero no le dejaban decir frases más largas.
-No puedo creer lo que dices
amada mía… la lozanía de tu vida,…
-Eso no importa si no puedo estar
contigo… esta noche no quiero palabras… solo quiero que perdones lo inmadura
que fui.
-No fue inmadurez… simplemente
tuviste miedo y eso lo entiende perfectamente.
Kamijo cubría con besos el cuello
de Flowery quien su educación le decía que no continuara, pero su deseo hacía
el hombre que amaba era mayor así que por un momento decidió a olvidarse de los
modales impuestos por su madre, esa noche solo quería ser de Kamijo. De
inmediato la levantó de esa silla para acostarla sutilmente en su cama, que
solamente usó en las últimas noches pues dormía en el clásico ataúd. La
suavidad de la ropa de cama era maravillosa, de fina seda roja, aquel vampiro
la seguía besando mientras con su mano jugaba con los listones de su vestido
para buscar el indicado y jalarlo para poco a poco aflojarlo y quitárselo, ella
reía pues las frías caricias le proporcionaban algo de cosquillas, pero algo
dificultaba la labor de Kamijo, sin embargo escucho algo que pensó nunca
saldría de los labios de aquella delicada señorita: “Hazlo trizas si es
necesario” así que con una sonrisa no se empeñó en quitar los listones sino en
ir rasgando el vestido pero con cierta delicadeza para ir descubriendo el
cuerpo de su compañera quien no dejaba de abrazarlo desabrochando cada botón de
la fina camisa de su amante; él detenía sus acciones a momentos para besar
apasionadamente a su chica que sintió cierto temor cuando sus labios tocaron su
cuello pero que de inmediato sintió el aroma de su sangre, no con sed para
beberla, sino con deseo de tener su cálido cuerpo junto a él.
La palidez y la frialdad del
dorso desnudo de Kamijo no fue impedimento para que Flowery se acalorara
conforme los besos de su vampiro llegaban a zonas de su cuerpo cada vez más
comprometedoras que la había suspirar de vez en cuando. La impaciencia de
Kamijo por sentir completamente la piel de Flow no se hizo esperar y fue cuando
se decidió a quitar su vestido con tirones perfectamente cuidados para no
lastimarla a ella pero sí destrozando aquellas telas de algodón teñidas de
lila. Pasó sus gélidos labios por cada rincón de su cuerpo llegando a lamer en
algunas ocasionas; el tacto de la saliva de Kamijo iba llenando de lujuria el
corazón de aquella chica.
No hubo necesidad de palabras
para que Kamijo entendiera que su compañera estaba lista; el corazón de la
chica se aceleró al sentir la unión de ambos cuerpos en aquel baile donde
Kamijo tomaba la dirección y el ritmo y que la hacía respirar con dificultad
pero aun así abrazar cada vez más fuerte a su chico que la llenaba de besos
haciendo que perdiera la cordura en medio del placer; sentir sus manos que recorrían
todo su cuerpo, que jugaban a descubrir cada centímetro de piel. El vampiro
cada vez aceleraba el ritmo dejando a la joven cada vez más cansada pero sin
embargo le pedía que no se detuviera; hasta que él sintió que era el momento de
ir bajando a la intensidad de aquella pasión desbordada; ella estaba agotada y
debía dormir…. Y se durmió abrazada a su amado quién veló su sueño hasta el
amanecer, hora en que él debía irse; la arropó con cuidado y él se marchó a su
solitario ataúd.
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