Vamaranth
despertó y notó que Teru ya no estaba a su lado, pero encontró al lado una bata
de satín rosa que supuso era de Hizaki así que se la puso, notó su ropa acomodada
en una silla. Salió de la habitación buscando a su amado, entró a la cocina
donde estaba ya Martha quien al verla le dijo que estaba el baño preparado para
ella, que fuera antes de desayunar que Teru estaba trabajando ya en su estudio.
Cuando por fin estuvo lista se dirigió al comedor donde Martha estaba
sirviendo, ella se ofreció a ayudar. Teru llegó después y la señora los dejó a
solas pues alguien llamaba a la puerta. Teru pidió que primero se preguntara
quien era para evitar un episodio como el de la otra vez.
-Es la señora
Anette.- Indicó Martha.
-Déjala pasar
entonces.- Mencionó Teru al notar que no había peligro.
Anette iba por
su sobrina pero esperó a que desayunara a pesar de negarse a acompañarlos. Solo
observaba como aquellos chicos se miraban traviesamente y sonreía al ver sus
mejillas ruborizadas. Sin duda habían aprovechado bien el tiempo. La sonriente
tía dejó que ambos se despidieran para poder regresar a la chica a casa de los
Olsson. Al llegar Vam encontró aún a su hermana dormida, quien se encontraba ya
sola pues el vampiro se había marchado poco después del amanecer.
-¡Ya despierta
floja!- Fueron las primeras palabras que escucho la mayor de las Olsson.
-¿A qué hora
llegaste?- Preguntó Flowery entrecortado por un bostezo.
-Hace unos cuantos
minutos. Vamos a limpiar la casa o sino mamá se va a molestar mucho, tía Anette
ya empezó y no quiero dejarla que haga todo. Te esperamos abajo.
-Si…
Apenas si les
había dado tiempo de hacer los deberes cuando Tarja y Tuomas llegaron agotados
por el viaje.
Alguien llamó a
la puerta de los Olsson, Vamaranth corrió a abrirles y se trataba de Yuki quien
llegaba con un gran ramo de lirios para su prometida y dos rosas extras. Entró
después de besar la mejillas de su prometida y de darle los lirios; le dió una
rosa a Flowery y otra a Tarja pero al ver a Anette no supo como reaccionar.
-Yuki- habló
Tuomas- Ella es Anette, mi hermana.
-Mucho gusto
señora.- Yuki tomó un lirio del ramo de Vam- Espero no te molestes amor pero no
tenía contemplada a tu tía- El lirio se lo dio a Anette.- Yo soy Yuki, el
prometido de su sobrina Vamaranth.
-Ya había
escuchado hablar de ti, creo que te conocí cuando eras niño, pero eras muy
pequeño así que dudo que me recuerdes. Veo con agrado que eres un joven muy
apuesto y educado.
-Muchas gracias
por los cumplidos, solo sigo la educación que me dieron con gusto. Pues bien,
vine para ver si puedo invitar a salir hoy a Vamaranth, hay en el pueblo del
norte una exposición de arreglos florales y quiero cachar el más bello para mi
niña.
-¿Yuki?-
Interrumpió Vamaranth.- Ya me diste flores, no sería necesario que me des más.
-¡Claro que lo
es! Yo quiero hacerte ese regalo.
-Pues se me
hace tan buena idea que creo que sería mejor si vamos todos. –Mencionó Anette
muy entusiasmada mirando de reojo a su sobrina menor.
-Este… -Yuki
parecía confundido.
-Me parece
buena idea tía- añadió Flowery- No te preocupes Yuki, procuraremos darle su
espacio…. ¡Vamos papá!
-Estamos algo
cansados pero creo que vale la pena. Vamos Tarja.
-De acuerdo,
vamos todos.
Todos se
alistaron para ir, lo que no esperaba Yuki era que Hizaki también quería ir y
obviamente Teru iría. Helena fue invitada por Hizaki mientras que Yuki al ver
que Masashi no tenía nada que hacer también lo invitó. El lugar estaba
hermosamente decorado con muchas variedades de flores, y al ser en un parque el
ambiente era fresco. Yuki había decidido tomar su camino con Vam alejándose un
poco de los demás, cada vez que podía la abrazaba de la cintura y ella no podía
liberarse tan fácil pues debía aparentar para que no sospechara que no lo ama
aunque al menor pretexto se zafaba de sus brazos, aunque sea solo para
perseguir a una pequeña ardilla. En uno de esos momentos logró irse algo lejos
aprovechando la multitud del lugar, estaba viendo un arreglo de orquídea muy exótico cuando frente
a sus ojos apareció una pequeña florecilla blanca, miró la mano que la sostenía
y una sonrisa se dibujó en su rostro para ver aquellos ojos azules que tanto
amaba.
-¡¿Qué haces
aquí?!- Preguntó Vam sorprendida.
-Pues imagino
que lo mismo que tú, vine a ver. Hizaki estaba muy entusiasmada con esto.
-Entonces ella
está aquí, me gustaría verla pero…- La chica hizo una mueca.
-Viene él
¿Verdad?
-Sí, pero
espero poder escaparme un rato más para verla. Creo que tengo que irme, es
mejor a esperar que me encuentre y me vea contigo.
-¡Espera! Aún
no te vayas. Si nos encuentra le diré que fui yo quien te retuvo.
-No digas eso,
lo harías enfadar mucho.
-No me importa,
te amo y por ti sería capaz de enfrentarme al mundo entero sin importar lo
peligroso que sea. Incluso enfrentarme a vampiros.- Teru lanzó una leve risa.
-¡Claro! Ya te
sientes fuerte porque Kamijo te ayuda, pero recuerda que tienes poco tiempo
entrenando, Yuki tiene toda su vida prácticamente.
-Lo sé, pero
Kamijo es muy exigente, recuerda que los vampiros son extremadamente fuertes,
no es cualquier cosa.
-Disculpen
interrumpirlos. –De la nada se escuchó una voz masculina muy dulce y agradable.
–Pero escuche que mencionaron a los “vampiros” y a Kamijo.
Teru y
Vamaranth voltearon a ver a su interlocutor, era un hombre más o menos alto y
rubio de tez sumamente pálida. Venía acompañado de una mujer de piel de
porcelana y cabello de tonalidad fuego. Ambos iban vestidos totalmente de
negro, las ojeras purpúreas indicaban que eran vampiros.
-Descuiden, no
los venimos a dañar.- Habló de nuevo el joven. –Solo quiero saber qué relación
tienen con Kamijo y saber si pueden decirme dónde podré encontrarlo. Es muy
importante verlo.
-¿Para qué lo
buscan?- Preguntó Teru.
-Tenemos información
sobre Kaya, ella está contactando a gente como nosotros pero solo aquellos que
siente fascinación por la sangre y la muerte. ¡Disculpen! No me he presentado.
Mi nombre es Zin y el de mi acompañante es Sinéad.
-Mi nombre es
Teru y el de la señorita es Vamaranth. En cuanto a lo de Kaya, ¿quién me
asegura que dicen la verdad y que no están de su parte? Puede que solo sea una
actuación para acercarse a Kamijo.
-Entiendo tu
preocupación Teru, yo mismo lo hubiese preguntado. No te preocupes. Creo que es
hora que Sinéad les cuente su historia.
-Bien, como Zin
les menciona, yo soy una vampiresa que hace tiempo se enamoró; se enamoró de
alguien imposible pues la sociedad tachaba mi amor de maligno pues estaba
fascinada por culpa de una mujer. Ella se había acercado a mí lentamente, era
encantadora y poco a poco empezó a coquetearme, yo cedí ante ella y decidí que
debía de hablar con el mundo. Yo no me daba cuenta que ella me embrujaba para
robarme poco a poco la vida. Cada día me sentía más débil, tenía problemas en
casa por culpa de ella y eso me ponía peor. Yo estaba muy enferma y a pesar de
ello ella desapareció de mi vida, poco tiempo después me dijeron que la veían
conquistando tanto a hombres como a mujeres en las fiestas. Fue cuando me di
cuenta que ella jugaba conmigo. Decidí enfrentarla y fue cuando descubrí lo que
era realmente. Sentí tanta rabia porque me mintió descaradamente; ella me atacó
y creyó que moriría, y me dejó. Por suerte Zin llegó a verme y me dio esta
nueva vida.
-Se parece
mucho lo que hace con Hizaki…- Comentó Teru.
-¿Quién es
Hizaki? –Preguntó Sinéad.
-Es mi prima, y
sé que Kaya está obsesionada con ella.
-Lo lamento
mucho.
-Y además
también quiere a Kamijo, y me preocupa porque él es pareja de mi hermana.-
Interrumpió Vamaranth.
-Ahora entiendo
su relación con ella. –Respondió Zin.
-Hasta ahora mi
objetivo es matarla- Dijo la pelirroja.- Pero se dice que para poder matar a un
monstruo hay que ser un humano… y pues ya no lo soy pero seguro eso es una
patraña, por eso me estuve alistando porque no es cualquier vampiro. Y
necesitamos la ayuda de Kamijo.
-Pues los puedo
llevar con Kamijo, pero me reservo su decisión de aceptarlos como aliados o no.
–Comentó Teru.
-Con eso
estaremos más que agradecidos.- Mencionó Zin haciendo una pequeña reverencia.
-¡VAAAAM!- Se
escuchó a lo lejos, se trataba de Yuki quien buscaba a su prometida.
-Creo que debo
irme.- Vam se despedía de Teru.
-No quiero que
te vayas, pero no te ocasionaré problemas.
-Además que
debes de llevar a Zin y a Sineád con Kamijo. Suerte.
-A ti también
amor.
Una vez que se
fue la chica, llegó otra, pero esta vez se trataba de la prima de Teru. Y sin
ver a los vampiros presentes empezó a hablar con su primo.
-¡Teru! Acabo
de ver a Yuki y ahorita noté como Vamaranth se iba corriendo de aquí ¿no crees
que es arriesgado buscarla en un lugar donde está su prometido?- Decía Hiza
preocupada.
La chica dio un
paso hacia atrás y sin darse cuenta, pisó a Zin quien ni siquiera se quejó ante
el incidente. Hizaki al notarlo volteó pidiendo disculpas repetidamente, y
cuando Zin le dijo que no había que preocuparse, ella lo miró y se sonrojó al
observar que era un joven muy apuesto. Miró a su primo con cara de desconcierto
y él solo sonrió.
-Perdón, no los
presenté- Se disculpó Teru.- Mira Hizaki, ellos son Zin y Sineád, ella es mi
prima Hizaki, de las que le comentaba hace un momento.
-Mucho gusto.
–Mencionó Hizaki.
Zin tomó la
mano de la chica para darle un suave beso en ella, la chica se estremeció ante
la frialdad eminente de aquellos labios casi blancos. Pero a pesar de ello,
ella tenía cierta sensación cálida que jamás había percibido, se quedaron
mirando por unos segundos hasta que Sineád interrumpió.
-Zin, debemos
de apresurarnos.
-No entiendo
cuál es la prisa si hemos tardado menos de lo acordado, puede perderme en los
castaños ojos de esta señorita eternamente y sentir que solo fue un minuto.
-Zin, por
favor…- Insistía Sineád
-Si no les molesta, iremos a dejar a Hizaki a
su casa.- Indicó Teru.
-No hay ningún
problema en ello.
-Disculpe…
joven… Zin.- Hablaba Hizaki con el recién llegado. -¿Ustedes son Thanatosian?
-No, no
pertenecemos a ningún clan así que podemos acompañarlos con mucho gusto.
Buscaron a Helena
para irse a su casa, como era evidente, se había encontrado con Masashi a
escondidas de Yuki. Dejaron a Hizaki en casa de Helena, pues Teru quería
mantenerla segura, y después se dirigieron al castillo de Kamijo, Zin y Sineád
disponían de un carro para ellos por lo que no debieron de buscar uno y
ahorraron tiempo.
Sineád quedó
impresionada por la grandeza del castillo donde habitaba Kamijo y Jasmine,
trataba de disimularlo pero Zin, muy sagaz se dio cuenta y la miraba con
ternura. Teru llama a Kamijo y a Jasmine, siendo ésta la primera en aparecer.
Saludó afectuosamente a Teru mientras lo llamaba “pequeño niño”. Miro a los
nuevos visitantes, ellos no dijeron nada.
-Zin y Sineád…
¿cierto?- Por fin habló Jasmine.
-Así es
–Respondió Zin algo sorprendido ante la certeza de aquella vampira. –Venimos
buscando a Kamijo, pero también he escuchado sobre ti, dicen que eres una
vampiresa con mucho poder.
-¡Oh! Así que
eso dicen, todos son tan dulces en difundir ese rumor sobre mí –Jasmine rió.
–Yo siempre hubiese creído que hablaban pestes, me siento halagada. Pero bueno,
ese no es el punto, pasen y yo voy a despertar a Kamijo.
-De acuerdo.
Esperaron en la
fina sala, permanecían en silencio, Teru solo esperaba mirando hacia la parte
exterior a través de una ventana que daba hasta el jardín de rosas rojas que
parecía que jamás morían.
Kamijo llegó
pronto y se presentó ante aquellos vampiros.
-Veo que
nuestra reunión se debe a Kaya.- Mencionó Kamijo mientras se sentaba en uno de
los sillones a la vez que retiraba algunos mechones rebeldes de su frente. –Lo
siento, pero es un tema bastante desagradable para mí, sin embargo es algo de
lo que debo de ocuparme de forma inmediata, aunque su amiguito Alexander es de
cuidado, es un adversario que no hay que subestimar de ninguna manera, por algo
Kaya lo mantiene de aliado, es una tipa lista así que hay que idear un buen
plan si queremos eliminarlos. –Kamijo
suspiró- Debemos de irnos con cuidado, hay personas que me importan más que mí
mismo –El vampiro pensó en Flowery de inmediato –que pueden salir lastimadas si
damos un paso en falso, es por eso que necesito se apeguen a lo que tengo
ideado. Como verán… conozco mucho sobre los vampiros que viven y he escuchado
sobre ti Zin, sé que eres pacífico y puedo confiar en ti. Pero tú, Sineád… eres
algo… impulsiva, requiero que te mantengas tranquila por un tiempo en lo que llega
el momento de actuar. Sé la leyenda que dice que para matar a un monstruo hay
que ser un humano, pero seré sincero… he visto infinidad de veces vampiros
asesinados por vampiros por lo que dudo en aquella teoría, sin embargo me
prevengo, y tengo a Teru como un as, ha mejorado mucho el chico. Y me sorprende
que siga de pie, cualquiera hubiera abandonado la misión con tanto esfuerzo, su
prima Hizaki le importa demasiado…
-Es que es una
chica muy dulce –Interrumpió Zin y al darse cuenta de lo que decía, miró al
piso. Sineád hizo una mueca ante tal confesión pero solo Jasmine se dio cuenta
de ello.
-¿Así que ya la
conocen? –Preguntó Kamijo.
-Sí,
encontramos a Teru por casualidad y ella llegó a verlo.
-Veo que la
chica causó una muy buena impresión en Zin –Dijo Jasmine como si se tratara de
un comentario al aire.
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