domingo, 13 de octubre de 2013

3. Fire and Ice

Llegó el amanecer pero Vamaranth no había llegado y Flowery estaba muy preocupada, quería salir a buscarla pero recordaba que la estaban buscando y si la encontraban todo ese esfuerzo habría sido en vano. Cada minuto era una tortura, no le importaba si había comido o no, solo le importaba su hermana pero en el fondo de su corazón quería que la noche cayera y que tal vez Kamijo llegara y la acompañara a buscarla, pues a pesar de sentir un poco de temor había algo en él que la había dejado fascinada. La noche comenzó a aparecer y la Luna ganó territorio al Sol y la chica no había llegado. Salió pues ya estaba oscuro y no la reconocerían fácilmente pero no se atrevió a ir más allá de unos metros pues el bosque era lúgubre y podría ser peligroso además que empezaron a caer algunas finas gotas de agua, iniciaba la lluvia fresca. Flow se sentó en el pasto húmedo pues estaba desesperada de no hacer algo por su hermana y sintió de nuevo ese frío tacto que tocaba su hombro izquierdo, era él.
-Veo con tristeza que aún no regresa su hermana.
-Buenas noches señor Kamijo… así es… no ha regresado y estoy  muy preocupada.
-¿Puedo hacerle compañía en este noche?
-¡Claro! Le quería pedir un favor, digo… ¿si no es mucha molestia?
-Adelante.
-Como creo que usted sabe estamos huyendo por eso no puedo alejarme de esta casa sin embargo deseo ir en búsqueda de Vamaranth y le quería pedir que si puede acompañarme…
-La noche está iluminada por la luz de Luna y salpicada por los reflejos de la lluvia, es perfecta para caminar junto a usted.
-¿No le preocupa que el bosque sea peligroso?
-No, al contrario… creo que él me teme…
-¿A qué se refiere?
-No haga caso bella dama. Si está dispuesta a buscar en la lluvia podemos partir.
-¡Gracias!- Flowery quería abrazarlo pero no lo creía propio por lo que contuvo sus ganas.
-Y en caso que no la encontremos esta noche… le prometo señorita Flowery que a como dé lugar yo la traeré con usted sana.
-No tiene que hacerlo, usted y yo apenas y nos conocemos.
-Hay algo en el candor de su mirada que me atrae.-Kamijo tomó el mentón de la chica y fijó su mirada en aquellos tiernos ojos.-Nunca había visto a alguien tan dulce y tan preocupada por sus seres queridos; siento lo que diré pero… menos tratándose de una Thanatosian.
-No sé qué decir…
-No tiene que decir nada, será mejor que empecemos porque me tengo que ir antes que amanezca.
-De acuerdo.
Lo que no conocía Flowery era que Vamaranth al par de horas de haber salido olvidó como llegar al poblado donde había ido con Yuki por lo tuvo la ocurrencia de buscar algunos frutos en el  bosque así que empezó a caminar sin sentido recolectando todo lo que podía, principalmente encontraba bayas. Llegó a una pequeña casa donde notó que había árboles frutales y encontró a una anciana qué salía de dicha casita.
-Disculpe, lamento la interrupción pero ando en búsqueda de algo de comer… me dirigía a un pueblo ubicado al norte de la cuidad de los Thanatosian pero he perdido el camino, ¿usted sabe cómo llegar?
-Lo siento niña… pero no. Yo voy a la aldea Philian por mis víveres aunque no sea de ellos me reciben bien.- ¿Philian? Vam se ponía algo tensa al escuchar hablar sobre ellos pero la señora había dicho que no tenía nada que ver así que se tranquilizó.
-Ya veo… ¿me podría vender algunas de sus frutas?
-¡Claro! Yo iba de salida pero te puedo dejar que tomes las manzanas del árbol cercano al pozo. Está muy alto para que yo las alcance y ya están buenas, sería muy triste que se echaran a perder. Puedes tomarla.
-Tenga- Vami le dio unas monedas.
-No mi niña, me doy por satisfecha que sean aprovechadas.
-¡Muchísimas gracias!
Cuando la anciana se fue la chica fue a buscar al árbol citado y al verlo notó que en efecto era alto; pero eso no le importó y a pesar de la falda larga de su vestido se trepó como pudo. Se enamoró de una gran manzana roja brillante ubicada en lo más alto del árbol e hizo lo que pudo para obtenerla, empezó a subir cada vez más, y justo cuando estaba a unos centímetros de alcanzarla su pie se resbaló y cayó al suelo quedando inconsciente.
En ese momento iban pasando por aquel lugar  Hizaki con Helena y la vieron en el suelo.
-¡Oh por Dios! ¿Qué le habrá pasado? –Corrió Hizaki a verla.
-¿Ya viste su vestido oscuro? Es una Thanaosian.- Indicó Helena.
-Thanatosian o no merece ayuda. Hay que llevarla con el médico.
-No podríamos solas, mejor voy por él.
-Me parece perfecto, yo me quedó aquí a cuidarla por si despierta, debemos de asegurarnos que esté bien.
Helena llegó pronto con el médico pues ya venían en un carruaje quien trató de reanimarla; cuando al fin lo logró Vamaranth estaba confundida y al ver los vestidos hermosos y claros de aquellas señoritas de inmediato se dio cuenta que eran Philians, pero eso no importó pues tenía un dolor muy fuerte en el pie derecho y empezó a quejarse. El médico le revisó el pie.
-Lo tiene dislocado, hay que ponerle compresas de agua fría de inmediato.- Hizaki rasgó parte del forro de sus vestido y lo fue a mojar con agua fresca del pozo para colocarlo en el tobillo de la chica herida.
-Muchas gracias pero debo de irme, mi hermana me está esperando….
-De ninguna manera dejaré que te vayas- respondió Hizaki. – Estás herida y no puedes caminar así. Yo te llevo a tu casa.
-Sería peligroso para usted señorita…
-No importa….
-Además que no vivo con ellos, no más…
-¡Oh por Dios! Irás a mi casa
-¡¿Qué?!- Gritaron al unísono Helena y Vamaranth.
-¡Mi hermana me espera!
-No puedes acerté cargo, yo me encargaré de avisarle, mis padres no están pues están de viaje y tardarán en regresar por lo que no hay problema sin nadie dice algo al respecto- Hiza miró a Helena.
-Por mí no hay problema- respondió la amiga.
-Entonces todo listo. Disculpe doctor… ¿nos podría llevar a mi casa?
-Con mucho gusto señoritas.
Hizaki preparó ella misma una habitación para su invitada quien estaba preocupada por su hermana que estaba escondida. Además que estaba literalmente en casa del enemigo, aunque Hizaki se había portado muy hospitalaria con ella y eso lo agradecía pero de cualquier forma no estaba muy a gusto en aquella casa. La ayudaron a darse un baño y a recostarse, la dejaron sola un momento para que durmiera. Después de unas horas Hizaki fue a despertarla pero realmente no la despertó pues no había dormido.
-¿Tienes hambre? Te puedo traer algo para comer.
-No gracias- Pero el sonido del estómago de Vami dijo otra cosa.
-Creo que si- Hizaki rió dulcemente.
-¡Hizakiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii! Vine a hacerte compañía esta tarde.-Se escuchó a lo lejos una voz masculina.
-¡Oh! Ya llegó mi primo Teru- la chica sonrió y Vami hizo una mueca de desagrado pues había otro Philian más en esa casa. –Pero no creas que me olvido de ti. Por favor no te levantes, le diré a Teru que se espere porque voy a prepararte yo misma la comida.
Vamaranth quería huir pues no estaba cómoda, y la amabilidad de todos le daba náuseas pues se trataban los que ella creía eran sus enemigos así que soportando el dolor de su pie se levantó de la cama y salió al pasillo que se encontraba en la planta alta y abajo estaba un jardín hermoso lleno de rosas de todos colores y fue cuando lo vio sentado dibujando al carboncillo, ¿ese era el primo de Hizaki?
-Es como un ángel…-murmuró Vami al verlo sonreír mientras marcaba los trazos de carboncillo en el papel.
-¡Hola!- ¡La había visto y ahora la saludaba! Vami solo se agachó con la cara con el color de la manzana que la había enamorado y había sido la causa de todo esto.
Kamijo después de dejar a Flowery desmayada en la casa abandonada, se dirigió a un castillo donde una elegante dama lo estaba esperando.
-Buenas noches Kamijo…

-Buenas noches…. Jasmine….

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