Llegó el amanecer pero Vamaranth
no había llegado y Flowery estaba muy preocupada, quería salir a buscarla pero
recordaba que la estaban buscando y si la encontraban todo ese esfuerzo habría
sido en vano. Cada minuto era una tortura, no le importaba si había comido o
no, solo le importaba su hermana pero en el fondo de su corazón quería que la
noche cayera y que tal vez Kamijo llegara y la acompañara a buscarla, pues a
pesar de sentir un poco de temor había algo en él que la había dejado
fascinada. La noche comenzó a aparecer y la Luna ganó territorio al Sol y la
chica no había llegado. Salió pues ya estaba oscuro y no la reconocerían
fácilmente pero no se atrevió a ir más allá de unos metros pues el bosque era
lúgubre y podría ser peligroso además que empezaron a caer algunas finas gotas
de agua, iniciaba la lluvia fresca. Flow se sentó en el pasto húmedo pues
estaba desesperada de no hacer algo por su hermana y sintió de nuevo ese frío
tacto que tocaba su hombro izquierdo, era él.
-Veo con tristeza que aún no
regresa su hermana.
-Buenas noches señor Kamijo… así
es… no ha regresado y estoy muy
preocupada.
-¿Puedo hacerle compañía en este
noche?
-¡Claro! Le quería pedir un
favor, digo… ¿si no es mucha molestia?
-Adelante.
-Como creo que usted sabe estamos
huyendo por eso no puedo alejarme de esta casa sin embargo deseo ir en búsqueda
de Vamaranth y le quería pedir que si puede acompañarme…
-La noche está iluminada por la
luz de Luna y salpicada por los reflejos de la lluvia, es perfecta para caminar
junto a usted.
-¿No le preocupa que el bosque
sea peligroso?
-No, al contrario… creo que él me
teme…
-¿A qué se refiere?
-No haga caso bella dama. Si está
dispuesta a buscar en la lluvia podemos partir.
-¡Gracias!- Flowery quería
abrazarlo pero no lo creía propio por lo que contuvo sus ganas.
-Y en caso que no la encontremos
esta noche… le prometo señorita Flowery que a como dé lugar yo la traeré con
usted sana.
-No tiene que hacerlo, usted y yo
apenas y nos conocemos.
-Hay algo en el candor de su
mirada que me atrae.-Kamijo tomó el mentón de la chica y fijó su mirada en
aquellos tiernos ojos.-Nunca había visto a alguien tan dulce y tan preocupada
por sus seres queridos; siento lo que diré pero… menos tratándose de una
Thanatosian.
-No sé qué decir…
-No tiene que decir nada, será
mejor que empecemos porque me tengo que ir antes que amanezca.
-De
acuerdo.
Lo que no conocía Flowery era que
Vamaranth al par de horas de haber salido olvidó como llegar al poblado donde
había ido con Yuki por lo tuvo la ocurrencia de buscar algunos frutos en
el bosque así que empezó a caminar sin
sentido recolectando todo lo que podía, principalmente encontraba bayas. Llegó
a una pequeña casa donde notó que había árboles frutales y encontró a una
anciana qué salía de dicha casita.
-Disculpe, lamento la
interrupción pero ando en búsqueda de algo de comer… me dirigía a un pueblo
ubicado al norte de la cuidad de los Thanatosian pero he perdido el camino,
¿usted sabe cómo llegar?
-Lo siento niña… pero no. Yo voy
a la aldea Philian por mis víveres aunque no sea de ellos me reciben bien.-
¿Philian? Vam se ponía algo tensa al escuchar hablar sobre ellos pero la señora
había dicho que no tenía nada que ver así que se tranquilizó.
-Ya veo… ¿me podría vender
algunas de sus frutas?
-¡Claro! Yo iba de salida pero te
puedo dejar que tomes las manzanas del árbol cercano al pozo. Está muy alto
para que yo las alcance y ya están buenas, sería muy triste que se echaran a
perder. Puedes tomarla.
-Tenga- Vami le dio unas monedas.
-No mi niña, me doy por
satisfecha que sean aprovechadas.
-¡Muchísimas gracias!
Cuando la anciana se fue la chica
fue a buscar al árbol citado y al verlo notó que en efecto era alto; pero eso
no le importó y a pesar de la falda larga de su vestido se trepó como pudo. Se
enamoró de una gran manzana roja brillante ubicada en lo más alto del árbol e
hizo lo que pudo para obtenerla, empezó a subir cada vez más, y justo cuando
estaba a unos centímetros de alcanzarla su pie se resbaló y cayó al suelo
quedando inconsciente.
En ese momento iban pasando por
aquel lugar Hizaki con Helena y la
vieron en el suelo.
-¡Oh por Dios! ¿Qué le habrá
pasado? –Corrió Hizaki a verla.
-¿Ya viste su vestido oscuro? Es
una Thanaosian.- Indicó Helena.
-Thanatosian o no merece ayuda.
Hay que llevarla con el médico.
-No podríamos solas, mejor voy
por él.
-Me parece perfecto, yo me quedó
aquí a cuidarla por si despierta, debemos de asegurarnos que esté bien.
Helena llegó pronto con el médico
pues ya venían en un carruaje quien trató de reanimarla; cuando al fin lo logró
Vamaranth estaba confundida y al ver los vestidos hermosos y claros de aquellas
señoritas de inmediato se dio cuenta que eran Philians, pero eso no importó
pues tenía un dolor muy fuerte en el pie derecho y empezó a quejarse. El médico
le revisó el pie.
-Lo tiene dislocado, hay que
ponerle compresas de agua fría de inmediato.- Hizaki rasgó parte del forro de
sus vestido y lo fue a mojar con agua fresca del pozo para colocarlo en el
tobillo de la chica herida.
-Muchas gracias pero debo de
irme, mi hermana me está esperando….
-De ninguna manera dejaré que te
vayas- respondió Hizaki. – Estás herida y no puedes caminar así. Yo te llevo a
tu casa.
-Sería peligroso para usted
señorita…
-No importa….
-Además que no vivo con ellos, no
más…
-¡Oh por Dios! Irás a mi casa
-¡¿Qué?!- Gritaron al unísono
Helena y Vamaranth.
-¡Mi hermana me espera!
-No puedes acerté cargo, yo me
encargaré de avisarle, mis padres no están pues están de viaje y tardarán en
regresar por lo que no hay problema sin nadie dice algo al respecto- Hiza miró
a Helena.
-Por mí no hay problema-
respondió la amiga.
-Entonces todo listo. Disculpe
doctor… ¿nos podría llevar a mi casa?
-Con mucho gusto señoritas.
Hizaki preparó ella misma una
habitación para su invitada quien estaba preocupada por su hermana que estaba
escondida. Además que estaba literalmente en casa del enemigo, aunque Hizaki se
había portado muy hospitalaria con ella y eso lo agradecía pero de cualquier
forma no estaba muy a gusto en aquella casa. La ayudaron a darse un baño y a
recostarse, la dejaron sola un momento para que durmiera. Después de unas horas
Hizaki fue a despertarla pero realmente no la despertó pues no había dormido.
-¿Tienes hambre? Te puedo traer
algo para comer.
-No gracias- Pero el sonido del
estómago de Vami dijo otra cosa.
-Creo que si- Hizaki rió
dulcemente.
-¡Hizakiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!
Vine a hacerte compañía esta tarde.-Se escuchó a lo lejos una voz masculina.
-¡Oh! Ya llegó mi primo Teru- la
chica sonrió y Vami hizo una mueca de desagrado pues había otro Philian más en
esa casa. –Pero no creas que me olvido de ti. Por favor no te levantes, le diré
a Teru que se espere porque voy a prepararte yo misma la comida.
Vamaranth quería huir pues no
estaba cómoda, y la amabilidad de todos le daba náuseas pues se trataban los
que ella creía eran sus enemigos así que soportando el dolor de su pie se
levantó de la cama y salió al pasillo que se encontraba en la planta alta y
abajo estaba un jardín hermoso lleno de rosas de todos colores y fue cuando lo
vio sentado dibujando al carboncillo, ¿ese era el primo de Hizaki?
-Es como un ángel…-murmuró Vami
al verlo sonreír mientras marcaba los trazos de carboncillo en el papel.
-¡Hola!-
¡La había visto y ahora la saludaba! Vami solo se agachó con la cara con el
color de la manzana que la había enamorado y había sido la causa de todo esto.
Kamijo después de dejar a Flowery
desmayada en la casa abandonada, se dirigió a un castillo donde una elegante
dama lo estaba esperando.
-Buenas noches Kamijo…
-Buenas noches…. Jasmine….
No hay comentarios:
Publicar un comentario