domingo, 13 de octubre de 2013

24. Slow, Love, Slow

Vamaranth despertó al entrar luz a la habitación de Teru y fue cuando por fin pensó en sus padres que deberían de estar preocupados. Se levantó suavemente para tratar de no despertar a Teru y en forma de despedida le dio un dulce beso en su mejilla; ella debía de irse a casa y podría partir sola pues ya había amanecido. Preguntaría para poder llegar.
Poco a poco la chica iba caminando hacia la puerta, tratando de hacer el menor ruido posible.
-No te vayas aún…- Decía un medio dormido Teru.
-¡Deberías de dormir más! Conciliaste el sueño algo tarde.
-¿Me vas a dejar desayunar solo?
-Teru… no digas esas cosas porque sabes que no puedo decirte que no…
- Pues quédate… - Teru estaba sentado en la cama y ponía su carita de niño pequeño pidiendo algo.- Te necesito mucho…
-Pues entonces yo iré a ver qué hago para desayunar… descansa que te llamaré cuando esté todo listo.
-De acuerdo.
Vamaranth pocas veces en su vida había cocinado así que no sabía por qué le había dicho a Teru que ella lo hacía, y se sintió más torpe al darse cuenta que no sabía dónde estaba la cocina. Cuando `por fin la encontró buscó a ver si había algo para cocinar y que fuera sencillo; encontró un poco de té de rosas pero no veía qué comer. Solo miró unas cuantas manzanas y unas fresas, tal vez podría mezclarlas con algo de miel. Así que se puso a preparar lo que tenía planeado. Estaba tan entretenida que no vio que Teru se acercaba a ella hasta que sintió sus brazos en su cintura, y escuchaba su cálida respiración en su oreja.
-Te dije que te quedarás a descansar.
-¿Y perderme de verte pasear en mi casa como si fuera tuya? Casi casi como si fueras mi esposa.- Teru seguí murmurando en el oído de su chica sin dejar de abrazarla.
-Teru… - la chica se estaba sonrojando al sentir tan cerca a su amado.
-¿Y si cambiamos el menú?
-¿No te gusta lo que hago?- Ella parecía desanimada.
-Así quemes todo me lo comería, pero simplemente me apetece otra cosa.
-¿Qué? Me haces cosquillas.- Vam reía al sentir que Teru besaba su mejilla.
-¿No adivinas que quiero?
-Teru… ¿qué pretendes?
-Comer lo que más me apetece en este momento.- le decía mientras besaba su cuello.- Pero está bien… termina y llévalo a la sala donde está la chimenea, la prenderé pues creo que el invierno llegó más pronto de lo previsto.
-Tienes razón… hace frío. Creo que el té ayudará.
-Ayudará, pero lo que me mantendrá cálido serás tú…- Teru la dejó de abrazar para irse.- Te espero…
Vamaranth no supo cómo reaccionar ante las palabras de Teru, se quedó un rato inmóvil hasta que escuchó que la tetera silbaba. Puso todo en una charola y se dispuso a salir de la cocina con paso torpe pues sentía que todo se le caía; iba manteniendo el equilibrio hasta que se dio cuenta que no sabía dónde estaba la chimenea y maldijo el afán de los Philians en vivir en enormes casas; obvio no era nada comparado con el castillo de Jasmine y Kamijo pero aun así sentía que se perdía hasta que el chico llagó a ayudarla y a guiarla con una cara divertida al ver a la niña desubicada. Se sentía el candor del fuego en aquella habitación que no era muy grande, algunos sofás y una pequeña mesa donde Teru puso las cosas, ambos prefirieron sentarse en el suelo aprovechando que estaba alfombrado. Teru empezaba a jugar a darle de aquellas frutas a Vamaranth, ella, para no quedarse atrás intentó hacer lo mismo pero perdió en equilibrio tirando al chico y ella quedando sobre él.
-Lo siento mucho…- Ella se disculpó y al tratar de levantarse sintió como los brazos de su amado no la dejaron, acercándola de nuevo para besarla.
Las manos de Teru se deslizaron por la espalda de la chica para juguetear con los listones de su vestido quitándolos sutilmente sin despegar sus labios de ella; Vam se perdía al tenerlo tan cerca que su boca se deslizó lentamente hasta el cuello cubriéndolo de dulces besos mientras él le ganaba la batalla a los complejos listones de aquel sencillo vestido. En ese momento no importaba la dureza del suelo para Teru, pero aun así no dejaba que Vam tocase el piso pues la mantenía sobre él, además que así fácilmente iba bajando aquel vestido que ahora le estorbaba. Ella sentía pudor al sentirse cada vez más descubierta ante Teru pero su deseo era que no se detuviera. Las manos torpes de la chica iban desabotonando con cuidado la camisa de su compañero, él poco a poco subió su torso levantando con ello a la chica que ni con eso lo dejaba de abrazar. Conforme perdían ropa su respiración y sus latidos se aceleraban, de fondo solo el sonido del tick tack de un reloj de pared. El té que estaba servido se estaba enfriando, pero la temperatura de sus cuerpos se elevaba a cada caricia, a cada roce de su piel, de sus labios y de incluso su lengua. Teru de inmediato pensó que el suelo era duro para recostar a su chica así que lentamente la llevó al sofá, era más fácil moverla sin toda su ropa.
-¿Estás segura de lo que haremos?- preguntaba Teru antes de continuar.
-Jamás había deseado tanto algo como en este momento., si ya te entregué mi corazón que es lo importante… ahora toca entregar mi cuerpo que solo es un complemento…
-¿Te confieso algo?... Estoy nervioso…
-Yo también…
A pesar de ese nerviosismo y hasta torpeza aprovecharon la intimidad que les proporcionada aquella casa solitaria para disfrutar aquel momento donde parecía que la imagen de la tierna pareja infantil había quedado de lado por una pareja que disfrutaba de unir sus cuerpos con un ritmo lento sin excesos, pero no así carente de sensualidad; donde el tick tack de aquel reloj incomprendido parecía no marcar el tiempo sino definir cada movimiento. Olvidaron incluso el frío que empezaba a hacer e incluso ignoraron que copos de nieve ligeros empezaban a caer y ser visibles a través de la ventana.
Ambos quedaron abrazados en el sofá sin decir nada después de aquellos momentos, ninguno sabía cómo reaccionar.
-¿Amor?- Por fin habló Vamaranth…
-¿Qué pasa pequeña?
-Tengo… tengo frío…
-¡Qué desconsiderado he sido contigo! – él se dirigió hasta un mueble con cajones donde sacó una manta, se fue a sentar de nuevo junto a su chica y con dicha manta se cubrieron ambos para de nuevo permanecer en silencio mirando las llamas de la chimenea.


Mientras tanto, cuando Tarja despertó fue de inmediato a ver si Vamaranth había llegado a la casa pues al dormir no estaba pero la señora estaba acostumbrada a que su hija llegaba algo tarde. Al abrir la puerta de su habitación y encontrarla vacía fe a buscar por toda la casa, despertando a Flowery quien dormía tranquilamente.
-¡¿Dónde está tu hermana?!
-Supongo que dormida en su habitación…- Decía la chica todavía somnolienta.
-¡Ojalá estuviera ahí! ¡Pero no! No llegó a dormir esta niña. ¿Y si aquel Philian de cabellos plateados la secuestró?- Decía una Tarja paranoica.
-¿Teru?... No se ve que sea de esa clase de personas, si está con él no creo que haya sido secuestro.- Flow trataba de disimular su risa al saber perfectamente que si su hermana estaba con él era por gusto propio.
-¡Yo noté cómo la miraba la noche de tu compromiso! Pero como no quieres cooperar, iré yo sola a buscarla.
-¿Y papá?
-Tuvo que salir desde muy temprano a atender unos negocios.
Tarja salió de inmediato a buscar a alguien que la acompañara desenado en el fondo no encontrar a Yuki; hasta que vio a Masashi quien accedió a acompañarla, así que fueron por un carro para ir de inmediato a la casa de Hizaki para preguntar dónde vivía Teru. Después de un medio largo camino llegaron de nuevo a la aldea Philian para llamar a la puerta de la casa de Hizaki quien amablemente abrió pero al ver a Tarja de inmediato pensó en que su primo había hecho algo con Vamaranth, pero aquel pensamiento solo lo dejó para ella pues no quería alterar más a aquella señora, sin embargo trataba de no decir la dirección por si eran verdad sus sospechas pues claramente Tarja le dijo que buscaba a su hija, Masashi también creía lo mismo así que también esperaba que Hizaki guardara silencio, pero para mala suerte llegó Scarlet quien como si se tratase de una espía había escuchado todo.
-¿Así que busca a la zorra de su hija?
-¡No le digas zorra!- Defendía Tarja.
-Pues eso es lo que es… estando con Teru mientras está comprometida con otro y usted lo sabe… por eso ha venido hasta aquí a buscar la casa de Teru.
-Lo busco porque él es quien tiene en contra de su voluntad a mi hija.
-Como sea… ¿Si le digo dónde vive no dejará a su hija acercarse a mi Teru?- Negociaba Scarlet
-¡Acepto!
La cara de Hizaki y Masashi fue de angustia pues todo indicaba que así era. Masashi prefirió quedarse con Hizaki pues no quería ver lo que sucedía además que sabía que si veía a Helena, correría a besarla. Tarja caminaba atrás de Scarlet llenando sus botas con la fina capa de nieve que estaba cayendo. Cuando llegaron, la señora Thanatosian tocó a la puerta muy insistente.
Teru escuchó que llamaban a la puerta así que tuvo que medio vestirse al menos para estar visible para abrir. Al notar la insistencia se colocó la camisa sin abrochar y fue a abrir con el pelo revuelto. Vamaranth miró a reloj y al ver la hora empezó a vestirse para irse a casa.
-¿Hola?- Teru abría poco a poco y al ver a Tarja puso cara de asombro.- ¡Buenas tardes!
-¡No entiendo qué tienen de buenas!- Tarja miraba con desagrado la facha del chico a medio vestir.
-¿En qué puedo servirle?
-¡Quiero a mi hija de vuelta!
En eso Vamaranth batallaba por abrochar los lazos de su vestido y se le hizo fácil pedir ayuda de Teru.
-¡Amor! ¿Me ayudas a abrochar mi vestido? ¡Mis brazos no alcanzan!
-¡Esa voz es de mi hija!
Tarja al escuchar esa frase y relacionarla con el aspecto de Teru la hizo rabiar así que entró a la fuerza por su hija a quien encontró vistiéndose.
-¡¿Pero qué demonios pasó aquí?! ¡Ahora mismo nos vamos a casa!- Tarja tomó del brazo a Vamaranth.
-¡Mamá! ¡Me duele!
-¡Suéltela! Ella no tiene la culpa de nada. – Teru trataba de defender a su niña pero parecía que Tarja lo ignoraba.
-¡Esto sí te duele! ¿Cómo no te dolió cuando este…- Tarja miró a Teru con furia pero no pudo completar la frase.- ¡Termina de vestirte ahora mismo y vámonos! Me aseguraré que no lo vuelvas a ver en la vida.
-¡No mamá! ¿Qué no vez que yo a él lo amo? ¡Yo no quiero a Yuki! ¡No quiero casarme!
-¡Basta Vamaranth!
-¡No por favor! ¡No la lastime!- Suplicaba Teru.
-No lo haré… simplemente la voy a encerrar hasta que se case para que no te pueda ver. No serás la desgracia de mi familia.
Tarja fue a ayudar a su hija a colocarse el vestido para irse pronto, Teru miró irse a Vamaranth de esa manera y no pudo evitar llorar de rabia al sentirse culpable. Scarlet no tardó en acercarse para abrazarlo pero él la alejó y cerró su puerta dejando a la insistente chica afuera. Pasaron por Masashi para irse, él junto a Hizaki al ver a Vam llorando desconsoladamente supieron que lo que temían era verdad. Después que partieron Hizaki corrió a la casa de su primo quien  estaba junto a la chimenea abrazando la manta con la que se había cubierto junto a Vamaranth.
-¡No sabes cuánto lo siento!- Hizaki fue a abrazar a su primo quien ahora se sentía más solo que nunca.

Cuando Tarja y Vamaranth llegaron a casa Flowery notó que su hermana iba llorando, y empezó a cuestionar a su madre pero ella solo llevaba a su hija pequeña del brazo a su habitación para encerrarla bajo llave ante la angustia de la niña.
-¡¿Qué ocurre mamá?!- preguntaba Flow preocupada.
-Tu hermanita que la encontré con el Philian ese a pesar de tener un compromiso con Yuki.
-¡Pero aun así no te da derecho de tratarla de esta manera!
-¡Debe de aprender a comportarse como una señorita educada! A no meterse con otro cuando se debe a su futuro esposo. ¡Es que sí la hubieras visto en qué forma la encontré!
-Aun así mamá. ¡Entonces a mí también castígame! ¡Kamijo ya me ha hecho suya así que soy igual que mi hermana!- Tarja la miró con asombro.- ¡Enciérrame como a ella y entiende que no ama a Yuki!
-¡Son dos cosas diferentes! Lo que me acabas de confesar no lo hubiera imaginado pero las cosas cambian debido a las circunstancias… Kamijo es tu prometido, aunque tampoco los justifica pero baja su gravedad…
-¿Entonces si la hubieras encontrado con Yuki todo estaría normal?
Tarja guardó silencio y al escuchar que había llegado Tuomas corrió a decirle lo que había pasado. El padre de las chicas al escuchar lo que su esposa le decía solo suspiró y pidió las llaves de la habitación de Vamaranth para hablar seriamente con ella.
Tuomas entró lentamente y encontró a su hija mirando la ventana, viendo como los ligeros copos de nieve caían, su papá cerró silenciosamente y se acercó con paso felino para sorprenderla.
-Recuerdo cuando de niña te ponías a hacer muñecos con la nieve…- Dijo Tuomas en un tono muy sereno.
-¿Papá?- La voz de la chica apenas era perceptible pues tenía vergüenza pues sabía que su mamá ya le había contado todo.
-Hola mi pequeña niña, me da tristeza verte así; a veces no me gusta lo estricta que es tu madre pero hay que comprender que ella erróneamente piensa que es lo mejor para ti.
-¿No te sientes avergonzado de mí?
-¿Por qué habría de estarlo? Noté perfectamente como mirabas a ese chico y reconozco que eso es amor. La verdad dejé que tu madre te comprometiera con Yuki porque en verdad parecía que sentías algo especial por él, pero cometimos un grave error pues no sabíamos que la persona que acababas de conocer a la persona a la que realmente amas. No sabes cuánto lo siento pequeña…
-No te preocupes papá.
-Bueno… iré a debatir un rato con tu madre, báñate y te esperamos a cenar.
-Pero mamá no va a querer que baje…
-¿Para qué crees que voy a debatir con ella?
-Gracias papá…
-También recuerdo que cuando eras niña querías que un muñeco de nieve cobrase vida para que te llevara a caminar en el aire… te gustaba tanto leer The Snowman…
-Lo recuerdo.
-¿Y sabes algo? La nieve tiene destellos plateados…- Tuomas le sonrió a sus hija antes de salir de su habitación y sin echar llave por fuera, Vami sonrió al analizar esa metáfora que su padre acababa de hacer. La tranquilizaba demasiado tener el apoyo de uno de sus padres, pero mamá era la difícil, además que eso no quitaba el compromiso con Yuki porque sabía que de ello dependía la estabilidad de la familia como Thanatosians.

Jasmine se quedó preocupada por lo de Hizaki y al relacionarlo con lo que había notado en el baile de máscaras; por lo que decidió decírselo a Kamijo para que tomara precauciones respecto a Kaya y Alexander.
Tuomas logró convencer a Tarja para que Vam bajara a cenar, todos estaban en silencio cuando oyeron que alguien llamó a la puerta; Flowery fue a abrir pero al ver tras la puerta no había nadie, miró al piso y había una carta, la tomó y al leer el remitente se dio cuenta que era para ella.


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