Vamaranth despertó al entrar luz
a la habitación de Teru y fue cuando por fin pensó en sus padres que deberían
de estar preocupados. Se levantó suavemente para tratar de no despertar a Teru
y en forma de despedida le dio un dulce beso en su mejilla; ella debía de irse
a casa y podría partir sola pues ya había amanecido. Preguntaría para poder
llegar.
Poco a poco la chica iba
caminando hacia la puerta, tratando de hacer el menor ruido posible.
-No te vayas aún…- Decía un medio
dormido Teru.
-¡Deberías de dormir más!
Conciliaste el sueño algo tarde.
-¿Me vas a dejar desayunar solo?
-Teru… no digas esas cosas porque
sabes que no puedo decirte que no…
- Pues quédate… - Teru estaba sentado
en la cama y ponía su carita de niño pequeño pidiendo algo.- Te necesito mucho…
-Pues entonces yo iré a ver qué
hago para desayunar… descansa que te llamaré cuando esté todo listo.
-De acuerdo.
Vamaranth pocas veces en su vida
había cocinado así que no sabía por qué le había dicho a Teru que ella lo
hacía, y se sintió más torpe al darse cuenta que no sabía dónde estaba la
cocina. Cuando `por fin la encontró buscó a ver si había algo para cocinar y
que fuera sencillo; encontró un poco de té de rosas pero no veía qué comer.
Solo miró unas cuantas manzanas y unas fresas, tal vez podría mezclarlas con
algo de miel. Así que se puso a preparar lo que tenía planeado. Estaba tan
entretenida que no vio que Teru se acercaba a ella hasta que sintió sus brazos
en su cintura, y escuchaba su cálida respiración en su oreja.
-Te dije que te quedarás a
descansar.
-¿Y perderme de verte pasear en
mi casa como si fuera tuya? Casi casi como si fueras mi esposa.- Teru seguí
murmurando en el oído de su chica sin dejar de abrazarla.
-Teru… - la chica se estaba
sonrojando al sentir tan cerca a su amado.
-¿Y si cambiamos el menú?
-¿No te gusta lo que hago?- Ella
parecía desanimada.
-Así quemes todo me lo comería,
pero simplemente me apetece otra cosa.
-¿Qué? Me haces cosquillas.- Vam
reía al sentir que Teru besaba su mejilla.
-¿No adivinas que quiero?
-Teru… ¿qué pretendes?
-Comer lo que más me apetece en
este momento.- le decía mientras besaba su cuello.- Pero está bien… termina y
llévalo a la sala donde está la chimenea, la prenderé pues creo que el invierno
llegó más pronto de lo previsto.
-Tienes razón… hace frío. Creo
que el té ayudará.
-Ayudará, pero lo que me
mantendrá cálido serás tú…- Teru la dejó de abrazar para irse.- Te espero…
Vamaranth no supo cómo reaccionar
ante las palabras de Teru, se quedó un rato inmóvil hasta que escuchó que la
tetera silbaba. Puso todo en una charola y se dispuso a salir de la cocina con
paso torpe pues sentía que todo se le caía; iba manteniendo el equilibrio hasta
que se dio cuenta que no sabía dónde estaba la chimenea y maldijo el afán de
los Philians en vivir en enormes casas; obvio no era nada comparado con el
castillo de Jasmine y Kamijo pero aun así sentía que se perdía hasta que el
chico llagó a ayudarla y a guiarla con una cara divertida al ver a la niña
desubicada. Se sentía el candor del fuego en aquella habitación que no era muy
grande, algunos sofás y una pequeña mesa donde Teru puso las cosas, ambos
prefirieron sentarse en el suelo aprovechando que estaba alfombrado. Teru
empezaba a jugar a darle de aquellas frutas a Vamaranth, ella, para no quedarse
atrás intentó hacer lo mismo pero perdió en equilibrio tirando al chico y ella
quedando sobre él.
-Lo siento mucho…- Ella se
disculpó y al tratar de levantarse sintió como los brazos de su amado no la
dejaron, acercándola de nuevo para besarla.
Las manos de Teru se deslizaron
por la espalda de la chica para juguetear con los listones de su vestido
quitándolos sutilmente sin despegar sus labios de ella; Vam se perdía al
tenerlo tan cerca que su boca se deslizó lentamente hasta el cuello cubriéndolo
de dulces besos mientras él le ganaba la batalla a los complejos listones de
aquel sencillo vestido. En ese momento no importaba la dureza del suelo para
Teru, pero aun así no dejaba que Vam tocase el piso pues la mantenía sobre él,
además que así fácilmente iba bajando aquel vestido que ahora le estorbaba.
Ella sentía pudor al sentirse cada vez más descubierta ante Teru pero su deseo
era que no se detuviera. Las manos torpes de la chica iban desabotonando con
cuidado la camisa de su compañero, él poco a poco subió su torso levantando con
ello a la chica que ni con eso lo dejaba de abrazar. Conforme perdían ropa su
respiración y sus latidos se aceleraban, de fondo solo el sonido del tick tack
de un reloj de pared. El té que estaba servido se estaba enfriando, pero la
temperatura de sus cuerpos se elevaba a cada caricia, a cada roce de su piel, de
sus labios y de incluso su lengua. Teru de inmediato pensó que el suelo era
duro para recostar a su chica así que lentamente la llevó al sofá, era más
fácil moverla sin toda su ropa.
-¿Estás segura de lo que
haremos?- preguntaba Teru antes de continuar.
-Jamás había deseado tanto algo
como en este momento., si ya te entregué mi corazón que es lo importante… ahora
toca entregar mi cuerpo que solo es un complemento…
-¿Te confieso algo?... Estoy
nervioso…
-Yo también…
A pesar de ese nerviosismo y
hasta torpeza aprovecharon la intimidad que les proporcionada aquella casa
solitaria para disfrutar aquel momento donde parecía que la imagen de la tierna
pareja infantil había quedado de lado por una pareja que disfrutaba de unir sus
cuerpos con un ritmo lento sin excesos, pero no así carente de sensualidad;
donde el tick tack de aquel reloj incomprendido parecía no marcar el tiempo
sino definir cada movimiento. Olvidaron incluso el frío que empezaba a hacer e
incluso ignoraron que copos de nieve ligeros empezaban a caer y ser visibles a
través de la ventana.
Ambos quedaron abrazados en el
sofá sin decir nada después de aquellos momentos, ninguno sabía cómo
reaccionar.
-¿Amor?- Por fin habló Vamaranth…
-¿Qué pasa pequeña?
-Tengo… tengo frío…
-¡Qué
desconsiderado he sido contigo! – él se dirigió hasta un mueble con cajones
donde sacó una manta, se fue a sentar de nuevo junto a su chica y con dicha
manta se cubrieron ambos para de nuevo permanecer en silencio mirando las
llamas de la chimenea.
Mientras tanto, cuando Tarja
despertó fue de inmediato a ver si Vamaranth había llegado a la casa pues al
dormir no estaba pero la señora estaba acostumbrada a que su hija llegaba algo
tarde. Al abrir la puerta de su habitación y encontrarla vacía fe a buscar por
toda la casa, despertando a Flowery quien dormía tranquilamente.
-¡¿Dónde está tu hermana?!
-Supongo que dormida en su habitación…-
Decía la chica todavía somnolienta.
-¡Ojalá estuviera ahí! ¡Pero no!
No llegó a dormir esta niña. ¿Y si aquel Philian de cabellos plateados la
secuestró?- Decía una Tarja paranoica.
-¿Teru?... No se ve que sea de
esa clase de personas, si está con él no creo que haya sido secuestro.- Flow
trataba de disimular su risa al saber perfectamente que si su hermana estaba
con él era por gusto propio.
-¡Yo noté cómo la miraba la noche
de tu compromiso! Pero como no quieres cooperar, iré yo sola a buscarla.
-¿Y papá?
-Tuvo que salir desde muy
temprano a atender unos negocios.
Tarja salió de inmediato a buscar
a alguien que la acompañara desenado en el fondo no encontrar a Yuki; hasta que
vio a Masashi quien accedió a acompañarla, así que fueron por un carro para ir
de inmediato a la casa de Hizaki para preguntar dónde vivía Teru. Después de un
medio largo camino llegaron de nuevo a la aldea Philian para llamar a la puerta
de la casa de Hizaki quien amablemente abrió pero al ver a Tarja de inmediato
pensó en que su primo había hecho algo con Vamaranth, pero aquel pensamiento
solo lo dejó para ella pues no quería alterar más a aquella señora, sin embargo
trataba de no decir la dirección por si eran verdad sus sospechas pues
claramente Tarja le dijo que buscaba a su hija, Masashi también creía lo mismo
así que también esperaba que Hizaki guardara silencio, pero para mala suerte
llegó Scarlet quien como si se tratase de una espía había escuchado todo.
-¿Así que busca a la zorra de su
hija?
-¡No le digas zorra!- Defendía
Tarja.
-Pues eso es lo que es… estando
con Teru mientras está comprometida con otro y usted lo sabe… por eso ha venido
hasta aquí a buscar la casa de Teru.
-Lo busco porque él es quien
tiene en contra de su voluntad a mi hija.
-Como sea… ¿Si le digo dónde vive
no dejará a su hija acercarse a mi Teru?- Negociaba Scarlet
-¡Acepto!
La cara de Hizaki y Masashi fue
de angustia pues todo indicaba que así era. Masashi prefirió quedarse con
Hizaki pues no quería ver lo que sucedía además que sabía que si veía a Helena,
correría a besarla. Tarja caminaba atrás de Scarlet llenando sus botas con la
fina capa de nieve que estaba cayendo. Cuando llegaron, la señora Thanatosian
tocó a la puerta muy insistente.
Teru escuchó que llamaban a la
puerta así que tuvo que medio vestirse al menos para estar visible para abrir.
Al notar la insistencia se colocó la camisa sin abrochar y fue a abrir con el
pelo revuelto. Vamaranth miró a reloj y al ver la hora empezó a vestirse para
irse a casa.
-¿Hola?- Teru abría poco a poco y
al ver a Tarja puso cara de asombro.- ¡Buenas tardes!
-¡No entiendo qué tienen de
buenas!- Tarja miraba con desagrado la facha del chico a medio vestir.
-¿En qué puedo servirle?
-¡Quiero a mi hija de vuelta!
En eso Vamaranth batallaba por
abrochar los lazos de su vestido y se le hizo fácil pedir ayuda de Teru.
-¡Amor! ¿Me ayudas a abrochar mi
vestido? ¡Mis brazos no alcanzan!
-¡Esa voz es de mi hija!
Tarja al escuchar esa frase y
relacionarla con el aspecto de Teru la hizo rabiar así que entró a la fuerza
por su hija a quien encontró vistiéndose.
-¡¿Pero qué demonios pasó aquí?!
¡Ahora mismo nos vamos a casa!- Tarja tomó del brazo a Vamaranth.
-¡Mamá! ¡Me duele!
-¡Suéltela! Ella no tiene la
culpa de nada. – Teru trataba de defender a su niña pero parecía que Tarja lo
ignoraba.
-¡Esto sí te duele! ¿Cómo no te
dolió cuando este…- Tarja miró a Teru con furia pero no pudo completar la
frase.- ¡Termina de vestirte ahora mismo y vámonos! Me aseguraré que no lo vuelvas
a ver en la vida.
-¡No mamá! ¿Qué no vez que yo a
él lo amo? ¡Yo no quiero a Yuki! ¡No quiero casarme!
-¡Basta Vamaranth!
-¡No por favor! ¡No la lastime!-
Suplicaba Teru.
-No lo haré… simplemente la voy a
encerrar hasta que se case para que no te pueda ver. No serás la desgracia de
mi familia.
Tarja fue a ayudar a su hija a
colocarse el vestido para irse pronto, Teru miró irse a Vamaranth de esa manera
y no pudo evitar llorar de rabia al sentirse culpable. Scarlet no tardó en
acercarse para abrazarlo pero él la alejó y cerró su puerta dejando a la insistente
chica afuera. Pasaron por Masashi para irse, él junto a Hizaki al ver a Vam
llorando desconsoladamente supieron que lo que temían era verdad. Después que
partieron Hizaki corrió a la casa de su primo quien estaba junto a la chimenea abrazando la manta
con la que se había cubierto junto a Vamaranth.
-¡No
sabes cuánto lo siento!- Hizaki fue a abrazar a su primo quien ahora se sentía
más solo que nunca.
Cuando Tarja y Vamaranth llegaron
a casa Flowery notó que su hermana iba llorando, y empezó a cuestionar a su
madre pero ella solo llevaba a su hija pequeña del brazo a su habitación para
encerrarla bajo llave ante la angustia de la niña.
-¡¿Qué ocurre mamá?!- preguntaba
Flow preocupada.
-Tu hermanita que la encontré con
el Philian ese a pesar de tener un compromiso con Yuki.
-¡Pero aun así no te da derecho
de tratarla de esta manera!
-¡Debe de aprender a comportarse
como una señorita educada! A no meterse con otro cuando se debe a su futuro
esposo. ¡Es que sí la hubieras visto en qué forma la encontré!
-Aun así mamá. ¡Entonces a mí
también castígame! ¡Kamijo ya me ha hecho suya así que soy igual que mi
hermana!- Tarja la miró con asombro.- ¡Enciérrame como a ella y entiende que no
ama a Yuki!
-¡Son dos cosas diferentes! Lo
que me acabas de confesar no lo hubiera imaginado pero las cosas cambian debido
a las circunstancias… Kamijo es tu prometido, aunque tampoco los justifica pero
baja su gravedad…
-¿Entonces si la hubieras
encontrado con Yuki todo estaría normal?
Tarja guardó silencio y al
escuchar que había llegado Tuomas corrió a decirle lo que había pasado. El
padre de las chicas al escuchar lo que su esposa le decía solo suspiró y pidió
las llaves de la habitación de Vamaranth para hablar seriamente con ella.
Tuomas entró lentamente y
encontró a su hija mirando la ventana, viendo como los ligeros copos de nieve
caían, su papá cerró silenciosamente y se acercó con paso felino para
sorprenderla.
-Recuerdo cuando de niña te
ponías a hacer muñecos con la nieve…- Dijo Tuomas en un tono muy sereno.
-¿Papá?- La voz de la chica
apenas era perceptible pues tenía vergüenza pues sabía que su mamá ya le había
contado todo.
-Hola mi pequeña niña, me da
tristeza verte así; a veces no me gusta lo estricta que es tu madre pero hay
que comprender que ella erróneamente piensa que es lo mejor para ti.
-¿No te sientes avergonzado de
mí?
-¿Por qué habría de estarlo? Noté
perfectamente como mirabas a ese chico y reconozco que eso es amor. La verdad
dejé que tu madre te comprometiera con Yuki porque en verdad parecía que sentías
algo especial por él, pero cometimos un grave error pues no sabíamos que la
persona que acababas de conocer a la persona a la que realmente amas. No sabes
cuánto lo siento pequeña…
-No te preocupes papá.
-Bueno… iré a debatir un rato con
tu madre, báñate y te esperamos a cenar.
-Pero mamá no va a querer que
baje…
-¿Para qué crees que voy a
debatir con ella?
-Gracias papá…
-También recuerdo que cuando eras
niña querías que un muñeco de nieve cobrase vida para que te llevara a caminar
en el aire… te gustaba tanto leer The Snowman…
-Lo recuerdo.
-¿Y sabes algo? La nieve tiene
destellos plateados…- Tuomas le sonrió a sus hija antes de salir de su
habitación y sin echar llave por fuera, Vami sonrió al analizar esa metáfora
que su padre acababa de hacer. La tranquilizaba demasiado tener el apoyo de uno
de sus padres, pero mamá era la difícil, además que eso no quitaba el
compromiso con Yuki porque sabía que de ello dependía la estabilidad de la
familia como Thanatosians.
Jasmine se quedó preocupada por
lo de Hizaki y al relacionarlo con lo que había notado en el baile de máscaras;
por lo que decidió decírselo a Kamijo para que tomara precauciones respecto a
Kaya y Alexander.
Tuomas logró convencer a Tarja
para que Vam bajara a cenar, todos estaban en silencio cuando oyeron que
alguien llamó a la puerta; Flowery fue a abrir pero al ver tras la puerta no
había nadie, miró al piso y había una carta, la tomó y al leer el remitente se
dio cuenta que era para ella.
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