Hace ya varios años cuando la
gente peleaba por culpa de fanatismos encubiertos por ropajes elegantes y dulce
aroma a rosas; dos clanes con ideas totalmente opuestas peleaban por justificar
que su ideología era la verdad absoluta. Los Thanatosian quienes tenían la
fuerte creencia que la muerte era la liberación y la felicidad total. Los
Philian quienes eran los que admiraban la belleza de las cosas pero que sin
embargo deseaban la vida eterna. Un joven apuesto de los Philian estaba harto
de estas peleas y discusiones y se fue una noche a meditar al bosque. Se
trataba del joven más gallardo y apuesto de aquella zona, todas las chicas
estaban encantadas con él sin embargo ignoraba a todas a la vez que era gentil
y un gran caballero. Rubios cabellos, sonrisa encantadora y porte elegante eran
su arma de seducción involuntaria pues no se veía así mismo como el
conquistador, solo admiraba la belleza como los demás Philian, pero la belleza
del mundo, de los árboles, las flores, los sonidos de la naturaleza…
Pero aquella noche sería
diferente, aquel joven no regresaría a casa y ya no sería el mismo nunca más…
Pasaron algunos años después de
la desaparición de aquel Philian. Se habían cansado de buscarlo y culpaban a
los Thanatosian quienes alegaban sobre su inocencia en aquel caso. De hecho los
Thanatosian estaba ansiosos pues se cumplían mil años y debía de realizar un
extraño ritual por lo que elegirían a una persona de cada familia para aquel
ritual, nadie sabía en qué consistía más que los ancianos quienes no decían
nada por lo que todos estaban emocionados por participar. Todos suponían que
alguien moriría pero jamás lo que realmente pasaría.
Una familia esperaba el gran día,
una de sus hijas podría ser la elegida, ambas muy diferentes entre sí. La
menor, aunque solo por un año era totalmente una thanatosian, fría en su forma
de ser y adoradora de la noche y del plateado resplandor de la Luna llena; de
cabellos oscuro y baja de estatura; sus ojos se confundían con la oscuridad de
la noche, su nombre… Vamaranth. Por otro lado estaba una niña dulce, con
hermosos ojos esmeralda y cabello castaño quien adoraba pasear disfrutando de
la brisa matutina. Se trataba de Flowery. Hasta en su forma de vestir eran muy
diferentes, su relación era buena pero la frialdad de Vamaranth no dejaba
demostrar lo mucho que adoraba a su hermana.
Vamaranth decía que a ella le
interesaba un joven thanatosian muy radical de nombre Yuki, de hecho decía que
todos los de su clan deberían de ser así como él, y realmente se llevaban bien.
Flowery tenía varios pretendientes pues por su belleza todos la adoraban sin embargo
ella decía que no le interesaba tener una pareja hasta que no se enamorara de
verdad por lo que a veces era cuestionada por su hermana.
-Yo espero algún enamorarme
perdidamente de un joven dulce… -decía Flowery.
-¡Por favor Flow! El amor no
existe, solo se trata de un invento de las personas para hacer menos trágica la
vida, pero nosotros sabemos que la verdadera felicidad debe ser la muerte; la
vida es el castigo… la muerte la liberación, solo Dios sabe cuándo nos toca a
excepción de los valientes que la buscan antes.
-La vida es hermosa, no hay que
esperar a la muerte para ser felices…
-¡Calla! Parece que oigo a una
Philian y eso me revuelve el estómago.
-No seas así Vam, ¿dime que
sientes por Yuki?
-Solo me gusta estar con él, el
amor no existe, al menos no en mi mundo así que me tiene sin cuidado lo que
pase con él.
-¿No te gustaría tener alguien
con quien vivir y poder esperar tu tan anhelada muerte?
-No. Mejor deberías de estar
emocionada porque en una semana es el ritual y un día antes vamos a conocer
quienes participarán.
-Me emociona pero debo confesar
que tengo miedo, ¿qué tal si nos hacen asesinar a alguien? ¡No podría hacerlo!
¿O quizá sacrificar a un animal?
-A mí también me da cierto miedo…
pero tendrán la dicha de llegar a su liberación más rápido, así que no te
preocupes… no creo que los hagan sufrir, he escuchado que en la casa del
anciano sabio hay un cáliz que es usado por lo que supongo es veneno, tal vez
los elegidos lo preparen.
-Tal vez…
-Además que es cada mil años, no
creo que haya tanto problema con ello… Así que Flow… vamos a comer porque ya
tengo mucha hambre.
-Yo también- la chica lanzó una
risita de complicidad con su hermana.
Pasaron los días, los thanatosian
estaban emocionados por el ritual; pero por otro lado los Philian seguían una
vida aparentemente pacífica a no ser que también sentían rechazo a quienes
creían en la muerte.
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Una joven muy hermosa acostumbraba
a el amanecer donde el Sol daba brillo a sus rubia cabellera mientras ella
miraba al cielo con la ternura característica de sus ojos marrones. Le gustaba
visitar junto con sus amigas Scarlet y Helena a su primo Teru quien era un gran
artista. Scarlet era un bella joven de piel pálida y negro cabellos quien
siempre tenía modales muy refinados además de ser muy gentil y sensible. Helena
tenía una piel tostada muy cuidada y una abundante cabellera negra que siempre
peinaba muy bien. El nombre de la rubia era Hizaki y las tres se dirigían a
casa de Teru donde lo encontraron en el jardín pintando una rosa azul. Aquel
chico era muy bello, su cabello era plateado como la Luna, sus ojos
profundamente azules simulando el océano y una sonrisa muy infantil.
-Buenos días primo, veo que desde
temprano te pones a pintar…
-¡Hiza! Buenos días… buenos días
Helena, Scarlet…
-Buenos días- respondieron las
amigas de Hizaki pero Scarlet quien amaba en secreto a Teru se sonrojaba con
tan solo verlo.
-¡Qué bien que vienen a verme!
Pediré un poco de té de rosas para ustedes.
-¿Por qué no lo acompañas
Scarlet?- Sugirió Helena.
-¡Eso sería bueno! –Respondió
Teru ofreciendo su brazo para que Scarlet pudiera sujetarlo por lo que la joven
nerviosa lo hizo y se dirigieron hacia a adentro de esa luminosa casa.
-La pobre Scarlet desde siempre
ha estado enamorada de tu primo, Hizaki…
-Lo sé, pero él solo es gentil
como lo sería contigo o conmigo. La verdad deseo que se dé algo especial entre
ellos, son tan dulces ambos…
-¡Sí! Su boda sería la más
hermosa, ambos son hermosos y hacen una bonita pareja…
-Pasando a otras cosas… he
escuchado que hoy en la noche eligen a los que participarán en el ritual de los
Thanatosian… nadie sabe lo que se trata pero como son ello me aterra pensar que pudiese ser algo en
contra de nosotros.
-No te
preocupes Hizaki… estamos listos por si ellos quieren venir a atacar. Los
Philian estamos todos juntos. Pero espero que no sea necesario…
Flowery y Vamaranth estaban en el
salón donde estaban todos los Thanatosian reunidos. De inmediato Flow llevó a
su hermana con Yuki porque su deseo más grande era ver a su hermana ilusionada
y que dejara de pensar en la muerte.
Yuki era un joven bien parecido,
con un delicado cabello castaño y mirada enigmática pero con una de las
sonrisas más bellas entre los chicos Thanatosian. Pero tenía ideas muy
arraigadas de odio a los Philian y sus pensamientos. Esta vez Yuki no estaba
solo, se encontraba con Masashi; un joven muy alto y gallardo de mirada fría y
extraños ojos escarlata, su lacio cabello largo era aún más negro que la noche
y era muy alto que imponía respeto a todos los de su clase.
-¡Yuki!
-Hola Flow… hola Vamaranth…
-Hola Yuki – Vamaranth lo miró
fijamente a los ojos y le sonrió.-Hola Masashi… ¿listos para conocer a los afortunados
en participar en el ritual?
-¡claro! Es una fecha muy
importante para nosotros los thanatosian.-respondió Yuki acercándose más a Vami
por lo que Flowery sonreía. Flowery no se sentía atraída por nadie de los de su
clan a pesar de recibir declaraciones de varios de ellos pues estaba segura en
la espontaneidad del amor y que no debía de forzarse, y aunque trataba de
lograr algo entre su hermana y Yuki, lo decidió porque había cierta atracción
entre ellos, ambos compartían ideas que aunque algo radicales, no se eran
indiferentes.
Flow se alejó poco a poco de Yuki
y Vami y con un gesto le indicó a Masashi que también lo hiciera y él entendió
lo que trataba de hacer aquella linda chica por lo que solo la miró con
sorpresa y complicidad. Pero unos minutos
después el momento llegó, el anciano del clan junto con el patriarca se
dirigieron a todos los presentes.
-Cómo todos sabrán, hoy daremos a
conocer a los afortunados para participar en el ritual del día de mañana- habló
el patriarca- Solo he de decirles que hasta mañana sabremos en voz del anciano
de qué se trata por ahora solo daremos los nombres de los elegidos. Todos
prestaron atención ante tal anuncio. Pasaron los nombres de la familia de Yuki
y Masashi y ninguno de ellos fue elegido pero ahora tocaba el turno de
Vamaranth Y Flowery; y la sorpresa que se llevaron al escuchar que Flow había
sido la elegida.
-¡Eres tú hermana!- Vami la miró
emocionada y la abrazó.
Flow no sabía que decir, algo
dentro de ella le decía que temiera pero no quería llenar de desilusión a su
hermana menor.
-¡Y ahora cómo sé que mi hermana
estará en el ritual de mañana debo de enterarme a como dé lugar de lo que se
trata! Algo me dice que el anciano abrirá la boca esta noche.
-¡Más respeto por el anciano! Es
un sabio ante todo.
-Lo sé, pero lo anciano nadie se
lo quita. Regresa a casa con mis padres, convenceré a Yuki que me ayude a
investigar. Diles que tuve una cita con Yuki, no creo que se nieguen.
-¡Estás loca!
-Quiero que mi hermana sea la
mejor mañana.
Flow se regresó a casa con sus
padres preocupada por lo que hiciera su
hermana aquella noche.
Las horas parecían eternas y Vami
no llegaba, Flowery la esperaba ansiosa y eso le ocasionaba insomnio. Solo se
acomodó bajo las sábanas rosas de su cama pero algo le asustaba y el hecho que
su hermana aún no llegara la ponía peor. Pero escuchó un caballo bajo su
ventana y una voz femenina que le hablaba a aquél animal y le decía “Silencio”.
¡Ya había llegado! Flow corrió a abrir la ventana y ver a su hermana lidiando
con el bello animal color negro.
-¡Te quiero en este mismo
instante aquí abajo pero sin hacer nada de ruido para que nadie se percate que
estamos despiertas!
-¿Qué pretendes?
-Por cierto… lleva toda la ropa
que puedas…- Flow no supo que hacer pero confiaba en su hermana y aunque su
actitud era extraña la obedeció.
-Aquí estoy ¿qué ocurre?
-No puedo decirte ahorita, pero
debemos de irnos, sube al caballo.
-¿De quién es este animal?
-Es de Yuki, me lo prestó.
-¡Estuviste con él toda la noche!
-Sí, pero estábamos haciendo un
plan después de escuchar algo. Iremos a una casa que al parecer está abandonada
en medio del bosque y en ese lugar conversaremos.
Ambas hermanas subieron al
caballo y al principio solo se limitaban a hacer que caminara para que no se
escuchara ruido, pero entrando al bosque Vamaranth hizo correr a aquel animal,
ambas no sabían cómo habían llegado a montar el caballo pues les daba pavor los
equinos, pero ahí estaban, sobre un caballo negro a todo galope hasta llegar a
lo que parecía un chalet pero fuera de una mansión. Entraron cuidadosamente y
al percatarse que estaba deshabitada Flow preguntó muchas cosas y Vamaranth
solo dio una respuesta.
-Estuve investigando y el ritual
consiste en beber un elixir que te hace violento; todos los elegidos lo beben
en una habitación donde hay armas y por lo tanto nadie sobrevive.
-¡¿Qué?!- Gritó Flowery.
-Así es… ¡yo no iba a dejar que fueras asesinada! Sé
que amas la vida y quiero que tú seas feliz, por eso vamos a escaparnos y por
lo pronto trataremos de vivir aquí. Si te encuentran te obligarán a hacerlo y
no quiero…- Vami estaba llorando y apretaba los puños es señal de rabia hacia
aquel ritual mortal. –Amo a mi clan pero esto es ir demasiado lejos. Yo me
encargaré de ir en búsqueda de comida o algo para sobrevivir pero tú debes de
ocultarte.
Flowery quien lloraba abrazó a su
hermana.
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