domingo, 13 de octubre de 2013

From The Love to the Chaos (1)

Hace ya varios años cuando la gente peleaba por culpa de fanatismos encubiertos por ropajes elegantes y dulce aroma a rosas; dos clanes con ideas totalmente opuestas peleaban por justificar que su ideología era la verdad absoluta. Los Thanatosian quienes tenían la fuerte creencia que la muerte era la liberación y la felicidad total. Los Philian quienes eran los que admiraban la belleza de las cosas pero que sin embargo deseaban la vida eterna. Un joven apuesto de los Philian estaba harto de estas peleas y discusiones y se fue una noche a meditar al bosque. Se trataba del joven más gallardo y apuesto de aquella zona, todas las chicas estaban encantadas con él sin embargo ignoraba a todas a la vez que era gentil y un gran caballero. Rubios cabellos, sonrisa encantadora y porte elegante eran su arma de seducción involuntaria pues no se veía así mismo como el conquistador, solo admiraba la belleza como los demás Philian, pero la belleza del mundo, de los árboles, las flores, los sonidos de la naturaleza…
Pero aquella noche sería diferente, aquel joven no regresaría a casa y ya no sería el mismo nunca más…
Pasaron algunos años después de la desaparición de aquel Philian. Se habían cansado de buscarlo y culpaban a los Thanatosian quienes alegaban sobre su inocencia en aquel caso. De hecho los Thanatosian estaba ansiosos pues se cumplían mil años y debía de realizar un extraño ritual por lo que elegirían a una persona de cada familia para aquel ritual, nadie sabía en qué consistía más que los ancianos quienes no decían nada por lo que todos estaban emocionados por participar. Todos suponían que alguien moriría pero jamás lo que realmente pasaría.
Una familia esperaba el gran día, una de sus hijas podría ser la elegida, ambas muy diferentes entre sí. La menor, aunque solo por un año era totalmente una thanatosian, fría en su forma de ser y adoradora de la noche y del plateado resplandor de la Luna llena; de cabellos oscuro y baja de estatura; sus ojos se confundían con la oscuridad de la noche, su nombre… Vamaranth. Por otro lado estaba una niña dulce, con hermosos ojos esmeralda y cabello castaño quien adoraba pasear disfrutando de la brisa matutina. Se trataba de Flowery. Hasta en su forma de vestir eran muy diferentes, su relación era buena pero la frialdad de Vamaranth no dejaba demostrar lo mucho que adoraba a su hermana.
Vamaranth decía que a ella le interesaba un joven thanatosian muy radical de nombre Yuki, de hecho decía que todos los de su clan deberían de ser así como él, y realmente se llevaban bien. Flowery tenía varios pretendientes pues por su belleza todos la adoraban sin embargo ella decía que no le interesaba tener una pareja hasta que no se enamorara de verdad por lo que a veces era cuestionada por su hermana.
-Yo espero algún enamorarme perdidamente de un joven dulce… -decía Flowery.
-¡Por favor Flow! El amor no existe, solo se trata de un invento de las personas para hacer menos trágica la vida, pero nosotros sabemos que la verdadera felicidad debe ser la muerte; la vida es el castigo… la muerte la liberación, solo Dios sabe cuándo nos toca a excepción de los valientes que la buscan antes.
-La vida es hermosa, no hay que esperar a la muerte para ser felices…
-¡Calla! Parece que oigo a una Philian y eso me revuelve el estómago.
-No seas así Vam, ¿dime que sientes por Yuki?
-Solo me gusta estar con él, el amor no existe, al menos no en mi mundo así que me tiene sin cuidado lo que pase con él.
-¿No te gustaría tener alguien con quien vivir y poder esperar tu tan anhelada muerte?
-No. Mejor deberías de estar emocionada porque en una semana es el ritual y un día antes vamos a conocer quienes participarán.
-Me emociona pero debo confesar que tengo miedo, ¿qué tal si nos hacen asesinar a alguien? ¡No podría hacerlo! ¿O quizá sacrificar a un animal?
-A mí también me da cierto miedo… pero tendrán la dicha de llegar a su liberación más rápido, así que no te preocupes… no creo que los hagan sufrir, he escuchado que en la casa del anciano sabio hay un cáliz que es usado por lo que supongo es veneno, tal vez los elegidos lo preparen.
-Tal vez…
-Además que es cada mil años, no creo que haya tanto problema con ello… Así que Flow… vamos a comer porque ya tengo mucha hambre.
-Yo también- la chica lanzó una risita de complicidad con su hermana.
Pasaron los días, los thanatosian estaban emocionados por el ritual; pero por otro lado los Philian seguían una vida aparentemente pacífica a no ser que también sentían rechazo a quienes creían en la muerte.
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Una joven muy hermosa acostumbraba a el amanecer donde el Sol daba brillo a sus rubia cabellera mientras ella miraba al cielo con la ternura característica de sus ojos marrones. Le gustaba visitar junto con sus amigas Scarlet y Helena a su primo Teru quien era un gran artista. Scarlet era un bella joven de piel pálida y negro cabellos quien siempre tenía modales muy refinados además de ser muy gentil y sensible. Helena tenía una piel tostada muy cuidada y una abundante cabellera negra que siempre peinaba muy bien. El nombre de la rubia era Hizaki y las tres se dirigían a casa de Teru donde lo encontraron en el jardín pintando una rosa azul. Aquel chico era muy bello, su cabello era plateado como la Luna, sus ojos profundamente azules simulando el océano y una sonrisa muy infantil.
-Buenos días primo, veo que desde temprano te pones a pintar…
-¡Hiza! Buenos días… buenos días Helena, Scarlet…
-Buenos días- respondieron las amigas de Hizaki pero Scarlet quien amaba en secreto a Teru se sonrojaba con tan solo verlo.
-¡Qué bien que vienen a verme! Pediré un poco de té de rosas para ustedes.
-¿Por qué no lo acompañas Scarlet?- Sugirió Helena.
-¡Eso sería bueno! –Respondió Teru ofreciendo su brazo para que Scarlet pudiera sujetarlo por lo que la joven nerviosa lo hizo y se dirigieron hacia a adentro de esa luminosa casa.
-La pobre Scarlet desde siempre ha estado enamorada de tu primo, Hizaki…
-Lo sé, pero él solo es gentil como lo sería contigo o conmigo. La verdad deseo que se dé algo especial entre ellos, son tan dulces ambos…
-¡Sí! Su boda sería la más hermosa, ambos son hermosos y hacen una bonita pareja…
-Pasando a otras cosas… he escuchado que hoy en la noche eligen a los que participarán en el ritual de los Thanatosian… nadie sabe lo que se trata pero como son  ello me aterra pensar que pudiese ser algo en contra de nosotros.
-No te preocupes Hizaki… estamos listos por si ellos quieren venir a atacar. Los Philian estamos todos juntos. Pero espero que no sea necesario…
Flowery y Vamaranth estaban en el salón donde estaban todos los Thanatosian reunidos. De inmediato Flow llevó a su hermana con Yuki porque su deseo más grande era ver a su hermana ilusionada y que dejara de pensar en la muerte.
Yuki era un joven bien parecido, con un delicado cabello castaño y mirada enigmática pero con una de las sonrisas más bellas entre los chicos Thanatosian. Pero tenía ideas muy arraigadas de odio a los Philian y sus pensamientos. Esta vez Yuki no estaba solo, se encontraba con Masashi; un joven muy alto y gallardo de mirada fría y extraños ojos escarlata, su lacio cabello largo era aún más negro que la noche y era muy alto que imponía respeto a todos los de su clase.
-¡Yuki!
-Hola Flow… hola Vamaranth…
-Hola Yuki – Vamaranth lo miró fijamente a los ojos y le sonrió.-Hola Masashi… ¿listos para conocer a los afortunados en participar en el ritual?
-¡claro! Es una fecha muy importante para nosotros los thanatosian.-respondió Yuki acercándose más a Vami por lo que Flowery sonreía. Flowery no se sentía atraída por nadie de los de su clan a pesar de recibir declaraciones de varios de ellos pues estaba segura en la espontaneidad del amor y que no debía de forzarse, y aunque trataba de lograr algo entre su hermana y Yuki, lo decidió porque había cierta atracción entre ellos, ambos compartían ideas que aunque algo radicales, no se eran indiferentes.
Flow se alejó poco a poco de Yuki y Vami y con un gesto le indicó a Masashi que también lo hiciera y él entendió lo que trataba de hacer aquella linda chica por lo que solo la miró con sorpresa y complicidad.  Pero unos minutos después el momento llegó, el anciano del clan junto con el patriarca se dirigieron a todos los presentes.
-Cómo todos sabrán, hoy daremos a conocer a los afortunados para participar en el ritual del día de mañana- habló el patriarca- Solo he de decirles que hasta mañana sabremos en voz del anciano de qué se trata por ahora solo daremos los nombres de los elegidos. Todos prestaron atención ante tal anuncio. Pasaron los nombres de la familia de Yuki y Masashi y ninguno de ellos fue elegido pero ahora tocaba el turno de Vamaranth Y Flowery; y la sorpresa que se llevaron al escuchar que Flow había sido la elegida.
-¡Eres tú hermana!- Vami la miró emocionada y la abrazó.
Flow no sabía que decir, algo dentro de ella le decía que temiera pero no quería llenar de desilusión a su hermana menor.
-¡Y ahora cómo sé que mi hermana estará en el ritual de mañana debo de enterarme a como dé lugar de lo que se trata! Algo me dice que el anciano abrirá la boca esta noche.
-¡Más respeto por el anciano! Es un sabio ante todo.
-Lo sé, pero lo anciano nadie se lo quita. Regresa a casa con mis padres, convenceré a Yuki que me ayude a investigar. Diles que tuve una cita con Yuki, no creo que se nieguen.
-¡Estás loca!
-Quiero que mi hermana sea la mejor mañana.
Flow se regresó a casa con sus padres preocupada por  lo que hiciera su hermana aquella noche.
Las horas parecían eternas y Vami no llegaba, Flowery la esperaba ansiosa y eso le ocasionaba insomnio. Solo se acomodó bajo las sábanas rosas de su cama pero algo le asustaba y el hecho que su hermana aún no llegara la ponía peor. Pero escuchó un caballo bajo su ventana y una voz femenina que le hablaba a aquél animal y le decía “Silencio”. ¡Ya había llegado! Flow corrió a abrir la ventana y ver a su hermana lidiando con el bello animal color negro.
-¡Te quiero en este mismo instante aquí abajo pero sin hacer nada de ruido para que nadie se percate que estamos despiertas!
-¿Qué pretendes?
-Por cierto… lleva toda la ropa que puedas…- Flow no supo que hacer pero confiaba en su hermana y aunque su actitud era extraña la obedeció.
-Aquí estoy ¿qué ocurre?
-No puedo decirte ahorita, pero debemos de irnos, sube al caballo.
-¿De quién es este animal?
-Es de Yuki, me lo prestó.
-¡Estuviste con él toda la noche!
-Sí, pero estábamos haciendo un plan después de escuchar algo. Iremos a una casa que al parecer está abandonada en medio del bosque y en ese lugar conversaremos.
Ambas hermanas subieron al caballo y al principio solo se limitaban a hacer que caminara para que no se escuchara ruido, pero entrando al bosque Vamaranth hizo correr a aquel animal, ambas no sabían cómo habían llegado a montar el caballo pues les daba pavor los equinos, pero ahí estaban, sobre un caballo negro a todo galope hasta llegar a lo que parecía un chalet pero fuera de una mansión. Entraron cuidadosamente y al percatarse que estaba deshabitada Flow preguntó muchas cosas y Vamaranth solo dio una respuesta.
-Estuve investigando y el ritual consiste en beber un elixir que te hace violento; todos los elegidos lo beben en una habitación donde hay armas y por lo tanto nadie sobrevive.
-¡¿Qué?!- Gritó Flowery.
-Así es…  ¡yo no iba a dejar que fueras asesinada! Sé que amas la vida y quiero que tú seas feliz, por eso vamos a escaparnos y por lo pronto trataremos de vivir aquí. Si te encuentran te obligarán a hacerlo y no quiero…- Vami estaba llorando y apretaba los puños es señal de rabia hacia aquel ritual mortal. –Amo a mi clan pero esto es ir demasiado lejos. Yo me encargaré de ir en búsqueda de comida o algo para sobrevivir pero tú debes de ocultarte.
Flowery quien lloraba abrazó a su hermana. 

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