Las hermanas se quedaron
platicando y sin darse cuenta se quedaron dormidas en uno de los sillones aún
con polvo de aquel lugar, sabían que tal afrenta podía ocasionar que las
desterraran del clan de los Thanatosian sin embargo mientras estuvieran juntas
enfrentarían cualquier problema con valor. Además que Vamaranth había recibido
sorprendentemente el apoyo de Yuki e incluso de Masashi pues justificaban su
acción a pesar de ser unos de los más rigurosos Thanatosian.
Durmieron hasta tarde, pero Yuki
llegó a tocar la puerta y Vam corrió a abrirle despabilándose un poco en su
camino a la puerta.
-Hola Yuki…
-Hola, vengo por ti, quedamos en
que te acompañaría a buscar comida en el pueblo al norte. Estuve investigando y
podemos ir pues es un poblado neutral por lo que no tendremos problemas ni por
Thanatosians ni Philians.
-¡Qué bien! Muchas gracias por lo
que haces por nosotras…
-Ni lo digas… es lo menos qué
puedo hacer por ti.
-¿Eh?- La cara de Vamaranth se
sonrojo.
-Olvídalo, vamos.
-Le diré a Flow.
La chica fue a despertar a su
hermana quien no se había dado cuenta de la llegada de Yuki.
-Flow, iré por comida, ahorita
vuelvo.
-¿Me dejarás?- dijo Flowery
preocupada pero con los ojos medio cerrados.
-No, volveré pronto. Pero sería
muy arriesgado que vayas conmigo porque puede que te estén buscando y si te
encuentran te van a llevar.
-¿Irás sola?
-Yuki me está esperando allá
afuera.
-Creo que te quiere.
-¡Calla!
-¿Por qué? –Flow empezó a reírse
tiernamente.
-Me voy, o se hará más tarde.
-Cuídate.
Vamaranth se fue con Yuki en el
caballo con el que se había escapado con su hermana. Flow se quedó esperando
mirando al cielo a través de las ventanas. Poco a poco el cielo se tornaba de
colores cálidos que indicaban el ocaso del día y la chica se estaba preocupando
por su hermana que no llegaba pues la noche empezaba a caer y el viento
empezaba a llorar. La madera de los muebles viejos crujía lo que atemorizaba un
poco a aquella solitaria chica, pero un ruido más fuerte llamó su atención
significativamente… aquel sonido venía de la parte de arriba por lo que Flowery
venció su miedo y decidió ir a ver la fuente. Subió lentamente aquellas
escaleras pues solo se ayudaba con la luz de la Luna que entraba por las
amplias ventanas. Había tres habitaciones y decidió abrir la puerta de la que
estaba de inmediato a las escaleras. Abrió lentamente y solo vio una bella pero
descuidada cama donde al parecer reinaba la calma.
Iba abriendo poco a poco la
segunda puerta cuando escuchó un ruido dentro y la cerró de inmediato; pero se
sintió cobarde así que volvió a abrirla pero con temor pero no vio nada, se
adentró lentamente a esa habitación la cual parecía de una niña por la
presencia de muñecas polvosas, y había un gran baúl en el suelo aunque
realmente aquello no parecía ciertamente un baúl, era como más grande y de una
forma extraña, se acercó para mirar mejor pues la poca visibilidad de la luz
lunar le afectaba. Pero tan preocupada estaba de aquel objeto que no vio a la
muñeca en el suelo con la cual tropezó pero al momento que iba a caer una fría
mano la sujetó de la cintura. Estaba tan aterrada que no podía gritar,
simplemente se limitó a acelerar su respiración y a temblar. Aquella mano la
ayudo a incorporarse y una vez que la soltó volteo a mirar y ahora veía a un
hombre con una mirada muy extraña, un iris tan claro que semejaba al blanco
puro, una pile muy pálida y un rubio cabello que caía en su rostro, pero lo que
la pobre chica no soportó fue cuando aquel ser mostró un poco de su boca y
dejaba verse un par de dientes muy afilados por lo que Flowery se desmayó.
Cuando despertó ya era de día y
no había rastro de nada, si siquiera del baúl que había visto en la noche ni
mucho menos del misterioso hombre, lo único que vio fue a su hermana dormida en
el sofá que se encontraba en aquella habitación por lo que sonrió tranquila al
verla de nuevo. ¿Tal vez aquello solo fue un sueño? Una mala jugada de su mente
preocupada por su Vami.
Al bajar encontró la comida que
había traído su hermana y preparó algo sencillo con esos ingredientes que al
despertar la otra degustaron pacíficamente.
-Tardaste mucho…- mencionó Flow.
-Lo siento, perdí la noción del
tiempo.
-Cómo no hacerlo si estabas con
Yuki
-¿Eh?
-¡No lo ocultes! Lo quieres y eso
está bien.
-Yo creo que sí, aunque estoy
confundida, no quiero enamorarme nunca.
-¿Por qué?
-Es escuchado que duele…
-Eso no es cierto…
-¿Qué sabes si no te has
enamorado?
-¿Y tú sí?
-No.
-¿Y Yuki?
-Es que me oyes pero no me
escuchas… - Vam hizo una mueca frente a la carita de expectativa y confusión de
Flow- Lo quiero, es todo.
Y después de eso siguieron
platicando de muchas cosas, de cómo extrañaban a su familia y la limpieza del
hogar que ahora habitaban por lo que
inmediato después de desayunar se pusieron a limpiar pero Flow aún
estaba intranquila por lo que había pasado en la noche. ¿Existía en verdad
aquel hombre?
Pasaron varios días y faltaba
comida, artículos de limpieza y ropa; Yuki gentilmente fue a llevarles algo de
dinero pero dijo que las estaban buscando y que sospechaban de él por lo que
debía de ausentarse unos días y esta vez no podía acompañar a Vamaranth al
pueblo así que ella se decidió a ir sola lo que dejó sumamente preocupada a su
hermana pues conocía su falta de sentido de la orientación pero aun así se
marchó… Flow de nuevo estaba sola.
Todo estaba normal hasta que la
noche empezó a llegar, el viento se hacía frío y la chica no sabía si se
trataba del clima o del miedo que ahora sentía al estar sola de nuevo. Escuchó
la puerta y pensó que era su hermana pero lanzó un grito congelado al ver de
nuevo aquellos ojos tan misteriosos.
-Bonjour.- Dijo aquel hombre
sonriente.- No hay por qué gritar bella dama.
-¿Qui… én es usted?
-Un alma errante que está en búsqueda
de la paz interior, pero veo que han invadido mis dominios.
-Pensamos que esta casa estaba
deshabitada. –La chica no dejaba de temblar.
-No hay nada que temer… no le
haré nada. Perdón la indiscreción pero
he escuchado a su hermana y a usted hablar sobre la razón de su permanencia
aquí por lo que las comprendo. Ni Philians ni thanatosians han sabido equilibrar sus ideas y las llevan a
extremos a veces crueles.
-¿Usted es un Philian? Disculpe
que le pregunte pero nunca lo había visto entre nosotros los Thanatosians.- Se
sentía estúpida preguntando esto pues los Philian no tenían ese aspecto tan
lúgubre y tenebroso.
-Pues… digamos que “era”. Odio
esa forma tan excesiva de defender ideales que no todo el mundo debe de
entender. Cada mente es un mundo y cada mundo un manojo de ideas muy diferentes
unos de otros. Por ejemplo usted y su hermana, son tan cercanas pero muy
distintas.- Flow agachó la mirada en señal de preocupación pues ella no
aparecía.
-¿Esta es su casa?
-A veces vengo a descansar pero
en realidad resido en otra parte.-La chica sentía ahora menos atemorizante a
aquel hombre. Por cierto, creo que he sido muy descortés. Mi nombre es Kamijo…
-¡Oh! Mi nombre es Flowery, mi
hermana se llama Vamaranth. Y estoy preocupada porque aún no aparece.
-Tenga por seguro que aparecerá.
-Desde hace varias horas que no
llega…
-Tengo que irme… si mañana en la
noche no llega su hermana la vendrá a acompañar.
-¡No diga eso! Ella va a llegar
pronto.
-Yo solo decía, una señorita ten
bella no puede estar tan sola. –Flow no supo que responder, solo sintió que el
color rosado que tanto amaba inundaba sus mejillas y el miedo pasó a ser una
sensación de timidez.
Y así aquel hombre se marchó. Sus
dientes y sus ojos eran aterradores pero fue la persona más amable que haya conocido
además que su sonrisa era hermosa. Se sentó en el sillón y se quedó con
sentimientos encontrados. Ahora en su mente había dos cosas, su hermana y
Kamijo…
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