domingo, 13 de octubre de 2013

25. Until Dawn

Flowery guardó la carta para que nadie la viera, tenía ganas de romperla después de saber lo que Alexander le había hecho a Kamijo, pero conservaba cierta curiosidad por saber lo que decía y por ello decidió leerla antes de tirarla, pero era evidente que necesitaba terminar de cenar para poder hacerlo.
Cuando por fin estuvo en su habitación, abrió el sobre aún con rencor, pero con ganas de conocer el contenido, tomó la vela y se sentó en su mesa, abrió el delicado sobre lentamente.

Hola querida señorita…
Sé que hice mal al herir a su amado pero espero entienda que me llena de rabia saber que lo ama; usted no imagina lo que siento desde que la vi por primera vez, es como si mi inerte corazón volviese a morir. Por eso pido que me disculpe, quizá solo me dejo llevar por lo que Kaya me dice pues ella es quien planeo todo para alejarla de Kamijo, pero al ver que no le funcionó se ha frustrado y está buscando una manera más drástica de lograr su objetivo por lo que le aconsejo cuidarse mucho, yo lo haré por eso aún sigo con ella, para cuidarle de cerca… solo espero no me juzgue y me dé una oportunidad de ser de nuevo su amigo… una persona enamorada aconsejado por la obsesión en persona pierde la razón, pero siempre se puede volver a retomar el camino…
La ama… Alexander”

La chica no supo cómo reaccionar ante las palabras de aquel joven, aunque estaba segura que Kaya tenía mucho que ver, tal vez y lo que decía Alex era cierto, tal vez solo se dejó influenciar por Kaya pues de ella era de esperarse todo. Guardó la carta en un cajón debajo de unos libros para evitar que alguien la encontrase y se acostó para dormir; pronto debería de ver los preparativos para su boda, no sería muy pronto pero estaba tan entusiasmada que quería empezar lo más pronto posible.

A la mañana siguiente alguien llamó a la puerta, se trataba de Masashi pero Tarja le pidió hablar con él antes que pasara a ver a Vamaranth.
-¿Le has dicho algo a Yuki de lo que pasó ayer? Sé perfectamente que lo sabes.
-No se preocupe que no he dicho nada.
-Y espero que así sea, si él se llega a enterar puede ser que pase algo terrible, ojalá me equivoque, pero temo hasta por el mismo Philian al que mi hija le guarda tanta devoción…
Masashi miró al piso pues sabe que en parte él ha sido culpable de esto así que solo quería hablar con Vam para pedirle disculpas, pero al menos lo aliviaba el saber que Tarja no le diría a Yuki.
-Hablando de Yuki, estaba algo ocupado ahorita y me pidió permiso para ver si dejaba salir a Vam en la tarde con él.
-¡Claro! Si gustas, pasa a decirle personalmente, aunque ella no debería de salir en este momento, pero si la castigo Yuki sospechará de algo…
Masashi entró a buscar a Vamaranth, saludó a Flow quien le dijo que su hermana había subido a su habitación y que iba a ir a llamarla. Tarja iba a salir a comprar algo de víveres así que dejaba a Masashi con sus hijas.
-Sé que sales una Philian… -Le decía Flow al chico mientras esperaban a su hermana.
-Así es, no te imaginas cómo la amo. En tan poco tiempo se ha convertido en mi vida y lo único que deseo es poder casarme con ella, pero espero no causar tantos problemas como lo que pasó con Teru y Vamaranth.
-Mi mamá me dio la vida y la amo por ello, pero jamás entenderé su forma de pensar, ella y papá se adoran por lo que me extraña que quiera que su hija se case con alguien a quien no ama
Flow notaba que su hermana tardaba así que no dudó en llamarla, ella tardó en responder, y lo único que dijo fue preguntar por su mamá. Su hermana le dijo que no estaba por lo que bajó de inmediato.
-Buenos días Masashi... ¿irás a ver a Helenita hoy?
-Eso es lo que pretendo, por eso he adelantado todas mis labores hoy... Por cierto, quisiera pedirte disculpas porque...
-¡Nada de disculpas! Que gracias a ti he sido la niña más feliz del mundo, ya veré que hago con mamá pero no pienso dejar de ver a Teru, y precisamente quiero que le entregues esta carta a Helena para que se la dé a él- La chica entregó un sobre celeste al joven quien al recibirla notó que estab delicadamente perfumada.
-Veo que te esmeraste en la carta... –Masashi sonrió.
-Quiero que sepa que estoy bien y que gracias a papá no me encerraron en el cuarto.- Decía mientras se sonrojaba.
-Antes de irme quiero decirte que Yuki quiere salir contigo en la tarde…
-Yo pensaba en ir a la biblioteca a escondidas.
-Antes de irme le puedo decir que te lleve- Sugería Masashi.
-No sé si quiero ir con él, pero supongo que si así tendré más tiempo porque no debo esconderme de mamá...
-Me voy porque veré a Yuki antes de ir con Helena. Cuídense mucho.
Masashi fue a ver a Yuki quien regresaba de escoltar a un alto funcionario quien había ido a hacer negocios a la ciudad. Le informó que su recado ya había sido dado por lo que Yuki sonrió.
-Espero no tomes a mal lo que te voy a decir- Comentaba tímidamente Masashi- pero creo que desde que Vam es tu prometida no eres tan cálido con ella como cuando eran amigos, como si solo la vieras como un trofeo y no como la mujer que amas.
-¿En serio lo crees?
-Totalmente.
-No sabes lo mucho que anhelo que ella sea mi esposa, pero creo que tienes razón.
-Por cierto... Me dijo que si la llevas a la biblioteca en la tarde...
-¡Claro! Hace tanto que no vamos, a ella le gustaba ir y yo la acompañaba, es como volver el tiempo...
Yuki miró al cielo como quien recuerda momentos maravillosos, su aspecto frío cambió por instantes e incluso su amigo sintió cierta culpabilidad así que se limitó a despedirse para marcharse con Helena. Al verla corrió a besarla apasionadamente, ella, preocupada preguntó por Vamaranth pues Hizaki le había comentado de lo ocurrido; él le dio en ese momento la carta para Teru no sin antes dejar claro a su amada que si algo pasaba también con ello, él lucharía contra todos con tal de estar al lado de Helena, que nadie se lo impediría y que si aquello era un pecado... estaría dispuesto a acatar su castigo pero jamás a dejarla.
Aprovecharon la iglesia neutral cuya plaza servía para sus citas clandestinas y no tardaron en entrar para hablar con el sacerdote para pedir los requisitos para casarse lo más pronto posible. Solo querían evitar que fueran separados así que fijarían una fecha próxima lo más pronto que la agenda de la iglesia lo permitiera. Tenían que esperar pues había eventos, pero decidieron que ellos deseaban que fuera en ese lugar al ser testigo desde el inicio de su romance.
Masashi como siempre, fue a dejar a Helena cerca de la aldea Philian, pero cuando ella se había alejado se llevó una sorpresa pues un chico Philian lo había interceptado.
-Disculpe, sé que no debo estar aquí pero ya me iba.- Decía Masashi al reconocer a aquel joven.
-Solo le advierto que estaré cuidando de mi Helena…- Decía Mark.
-¡No es su Helena! Ella no es propiedad de nadie, ella es libre…
-Entiendo tu postura Thanatosian… pero no te has puesto a pensar lo que pasaría si se enteran que la hermosa Helena tiene un romance con uno de nuestros enemigos... yo quiero lo mejor para ella, si tú demuestras que lo eres y nunca la lastimas, cederé ante mi orgullo y la dejaré ser feliz, pero si alguna vez derrama una lágrima por tu culpa, ruega a Dios que yo no te encuentre porque estarás acabado.
-El día que ella derrame una lágrima por mi culpa, ten por seguro que yo mismo iré a tirarme al río… yo a ella la amo cómo a nadie y jamás le fallaré.
Al decir lo último, Masashi se subió a su oscuro corcel y se marchó dejando a Mark molesto por su actitud tan soberbia. Helena sin embargo, iba directo a la casa de Teru a entregar la carta de Vamaranth, sabía que el chico no se sentía bien por lo que creía que lo iba a animar mucho.
Al llamar a la puerta, Hizaki salió a abrirle, Helena solo sonrió y mostró la carta a su amiga quien la miró y leyó el nombre de Teru.
-¿Es de ella?
-¡Sí! Vi a Masashi y me dijo que se la entregara.
-¿Crees que sean buenas noticias?
-No lo sé, pero me imagino que pueden animarlo.
-¡Pasa!
Teru miraba a la ventana ante el nublado ambiente, no había querido comer, pero cuando Helena le entregó la carta, miró aquel sobre con infantil ilusión. Lo tomó y al olerlo sonrió pues reconocía ese perfume. La abrió con mucho cuidado para no romper el sobre azul; Hizaki y Helena se mostraban nerviosas cuando el empezó a leer pues no mostraba ninguna reacción, solo veían que sus ojos seguían cada línea pero cuando pudieron respirar tranquilas al notar que no decía ninguna mala noticia fue cuando notaron al chico sonrojarse. Helena había murmurado algo pero Hizaki no le dejó continuar, y ambas trataban de contener su risa. Teru guardó la carta en el sobre y miró a Hizaki y le sonrió.
-Está bien… al parecer su padre intercedió por ella y entendí que él está de acuerdo a pesar de todo.
-¡¿En serio?!- Preguntó Hizaki sorprendida.
-¡Sí! Lamentablemente el compromiso sigue en pie, pero su castigo un fue tan severo como lo imaginé; y dice que está dispuesta a hacer lo posible para estar conmigo, así que yo también lo haré… necesito saber dónde vive.
-Pero… ¿qué vas a hacer?- Preguntaba Hizaki…
-Si es preciso, la voy a robar antes de su boda.
-¡Eso no es bueno Teru!
-Lo haré si es necesario, ahora más que nunca me queda claro que ella es la persona con quien deseo compartir toda mi vida; tan fácil que era para ella dejar todo con tal de complacer a los suyos, pero a pesar de todos los problemas está dispuesta a seguir con esto.
-Creo que ya estás bien primo… debo irme a casa.
-¡No! Quédate hasta más tarde.- Dijo Teru de pronto al recordar que Kaya puede estar buscando a Hizaki.
-Está bien… ¿gustas quedarte Helena?
-De acuerdo…
Yuki llegó temprano por Vamaranth quien dudaba en salir con él, pero no quiso negarse pues él se notaba entusiasmado, e incluso llevaba un ramo de rosas blancas. Flow se encargó de colocarlas en agua mientras su hermana salía con su prometido; era triste ver como ella tenía que tragarse el amor que sentía por Teru para complacer a las exigencias de su madre y de su clan. Como era lo planeado fueron a la biblioteca donde la señora encargada miró de nuevo entrar a esos chicos, incluso les mencionó que era una sorpresa verlos de nuevo. Vamaranth se dirigió de inmediato a la sección de leyendas, esoterismo y mitología que se encontraba en un área aislada de aquella no muy grande biblioteca, a Yuki no le sorprendía pues conocía los extraños gusto de su prometida. Ella tomó algunos tomos y los llevó a una mesa, no hablaba con su acompañante pues parecía tener una búsqueda exhaustiva de algo en específico pues miraba con determinación cada renglón de los índices.
-¿Puedo saber qué buscas?- Preguntó Yuki curioso.
-Algo sobre vampiros… estoy escribiendo un relato sobre ellos y me gustaría recabar algo de información…
-¿Y sí te llevas los libros a casa? Digo… me gustaría llevarte a comer algo…
-No creo que la bibliotecaria me deje llevar tantos…
-Si yo le digo seguro sí…
-Olvidaba lo influyente que eres…
-Esa influencia pierde sentido sino es para servirte mi niña.
-Muchas gracias.
Yuki tomó todos los libros que había en la mesa y como era de esperarse la señora aceptó a que se los llevaran. Vamaranth sentía pena pues él chico llevaba el paquete de cinco libros y unos no eran muy pequeños pero no dejaba que ella le ayudara a cargar.
-¿No deseas que te ayude al menos con uno?
-No te preocupes, estoy bien. Por cierto…  abrieron hace poco una pastelería, es pequeña pero podemos comer ahí mismo y recordé que amas los pasteles y el té así que me gustaría llevarte.- Yuki sonreía dulcemente.
-Ya te extrañaba…- Mencionó Vam en forma de murmullo.
-¡Pero sí ya nos habíamos visto!
-Lo sé, pero no te había visto sonreír así… como cuando éramos amigos… es que por momentos pensaba que el Yuki que conocía se había vuelto frío y soberbio, alguien que yo desconocía por completo.- Ella se sentía mal por no poder amar a aquel joven quien después de todo, fue cómplice de su fuga, y también se arriesgó dejando escaparse con Flowery.
-Siento si me volví así.- Yuki se puso pensativo.- Masashi me comentó algo así en la mañana, y sé que no he sido en prometido más cariñoso y comprensivo… pero prometo que de ahora en adelante te trataré como lo que eres… lo más importante para mí.- Vam empezó a llorar por lo mal que se sentía.- No llores, entiendo que fue mi error, no es culpa tuya…
-No sé qué decirte.
-No tienes que decirme algo, sólo ve pensando en el sabor de tu pastel… - Yuki volvió a sonreír, antes, Vam decía que él tenía la sonrisa más hermosa que había visto; ahora creía que era hermosa y mucho, pero para ella solo existía Teru.- Te amo…
Vam al no saber qué decir, solo lo abrazó dejando caer de improviso los libros; dicho gesto le indicaba que lo quería pero no podía responder que lo amaba pues ella consideraba que con eso no se jugaba y si no lo sentía, jamás lo diría. Ella lo quería de verdad, pero nada comparado con lo que sentía por Teru. Uno era cariño, lo otro era amor sincero.
Tarja había tardado en llegar a casa y Flow pensaba que seguro era porque había ido a alcanzar a Tuomas. Vam aún no llegaba y la noche empezaba a llegar, y con ella a caer un poco de nieve. Flow permanecía en casa leyendo una novela cuando de pronto alguien llamó a la puerta, pensando en que era su hermana fue a abrir inmediatamente y para su sorpresa se trataba de Alexander, la chica no supo que hacer en ese momento, quería cerrarle la puerta en la cara pero recordó lo escrito en la carta.
-¿Qué buscas aquí Alexander?

-Solo vengo a ver si aceptas lo que te propuse en la carta, empezar de nuevo y ser amigos… por favor.

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