Flowery guardó la carta para que
nadie la viera, tenía ganas de romperla después de saber lo que Alexander le
había hecho a Kamijo, pero conservaba cierta curiosidad por saber lo que decía
y por ello decidió leerla antes de tirarla, pero era evidente que necesitaba
terminar de cenar para poder hacerlo.
Cuando por fin estuvo en su
habitación, abrió el sobre aún con rencor, pero con ganas de conocer el
contenido, tomó la vela y se sentó en su mesa, abrió el delicado sobre
lentamente.
“Hola querida señorita…
Sé que hice mal al herir a su amado pero espero entienda que me llena
de rabia saber que lo ama; usted no imagina lo que siento desde que la vi por
primera vez, es como si mi inerte corazón volviese a morir. Por eso pido que me
disculpe, quizá solo me dejo llevar por lo que Kaya me dice pues ella es quien
planeo todo para alejarla de Kamijo, pero al ver que no le funcionó se ha
frustrado y está buscando una manera más drástica de lograr su objetivo por lo
que le aconsejo cuidarse mucho, yo lo haré por eso aún sigo con ella, para
cuidarle de cerca… solo espero no me juzgue y me dé una oportunidad de ser de
nuevo su amigo… una persona enamorada aconsejado por la obsesión en persona
pierde la razón, pero siempre se puede volver a retomar el camino…
La ama… Alexander”
La chica no supo cómo reaccionar
ante las palabras de aquel joven, aunque estaba segura que Kaya tenía mucho que
ver, tal vez y lo que decía Alex era cierto, tal vez solo se dejó influenciar
por Kaya pues de ella era de esperarse todo. Guardó la carta en un cajón debajo
de unos libros para evitar que alguien la encontrase y se acostó para dormir;
pronto debería de ver los preparativos para su boda, no sería muy pronto pero
estaba tan entusiasmada que quería empezar lo más pronto posible.
A la mañana siguiente alguien
llamó a la puerta, se trataba de Masashi pero Tarja le pidió hablar con él
antes que pasara a ver a Vamaranth.
-¿Le has dicho algo a Yuki de lo
que pasó ayer? Sé perfectamente que lo sabes.
-No se preocupe que no he dicho
nada.
-Y espero que así sea, si él se
llega a enterar puede ser que pase algo terrible, ojalá me equivoque, pero temo
hasta por el mismo Philian al que mi hija le guarda tanta devoción…
Masashi miró al piso pues sabe
que en parte él ha sido culpable de esto así que solo quería hablar con Vam
para pedirle disculpas, pero al menos lo aliviaba el saber que Tarja no le
diría a Yuki.
-Hablando de Yuki, estaba algo
ocupado ahorita y me pidió permiso para ver si dejaba salir a Vam en la tarde
con él.
-¡Claro! Si gustas, pasa a
decirle personalmente, aunque ella no debería de salir en este momento, pero si
la castigo Yuki sospechará de algo…
Masashi entró a buscar a
Vamaranth, saludó a Flow quien le dijo que su hermana había subido a su
habitación y que iba a ir a llamarla. Tarja iba a salir a comprar algo de víveres
así que dejaba a Masashi con sus hijas.
-Sé que sales una Philian… -Le
decía Flow al chico mientras esperaban a su hermana.
-Así es, no te imaginas cómo la
amo. En tan poco tiempo se ha convertido en mi vida y lo único que deseo es
poder casarme con ella, pero espero no causar tantos problemas como lo que pasó
con Teru y Vamaranth.
-Mi mamá me dio la vida y la amo
por ello, pero jamás entenderé su forma de pensar, ella y papá se adoran por lo
que me extraña que quiera que su hija se case con alguien a quien no ama
Flow notaba que su hermana
tardaba así que no dudó en llamarla, ella tardó en responder, y lo único que
dijo fue preguntar por su mamá. Su hermana le dijo que no estaba por lo que
bajó de inmediato.
-Buenos días Masashi... ¿irás a
ver a Helenita hoy?
-Eso es lo que pretendo, por eso
he adelantado todas mis labores hoy... Por cierto, quisiera pedirte disculpas
porque...
-¡Nada de disculpas! Que gracias
a ti he sido la niña más feliz del mundo, ya veré que hago con mamá pero no
pienso dejar de ver a Teru, y precisamente quiero que le entregues esta carta a
Helena para que se la dé a él- La chica entregó un sobre celeste al joven quien
al recibirla notó que estab delicadamente perfumada.
-Veo que te esmeraste en la
carta... –Masashi sonrió.
-Quiero que sepa que estoy bien y
que gracias a papá no me encerraron en el cuarto.- Decía mientras se sonrojaba.
-Antes de irme quiero decirte que
Yuki quiere salir contigo en la tarde…
-Yo pensaba en ir a la biblioteca
a escondidas.
-Antes de irme le puedo decir que
te lleve- Sugería Masashi.
-No sé si quiero ir con él, pero
supongo que si así tendré más tiempo porque no debo esconderme de mamá...
-Me voy porque veré a Yuki antes
de ir con Helena. Cuídense mucho.
Masashi fue a ver a Yuki quien
regresaba de escoltar a un alto funcionario quien había ido a hacer negocios a
la ciudad. Le informó que su recado ya había sido dado por lo que Yuki sonrió.
-Espero no tomes a mal lo que te
voy a decir- Comentaba tímidamente Masashi- pero creo que desde que Vam es tu
prometida no eres tan cálido con ella como cuando eran amigos, como si solo la
vieras como un trofeo y no como la mujer que amas.
-¿En serio lo crees?
-Totalmente.
-No sabes lo mucho que anhelo que
ella sea mi esposa, pero creo que tienes razón.
-Por cierto... Me dijo que si la
llevas a la biblioteca en la tarde...
-¡Claro! Hace tanto que no vamos,
a ella le gustaba ir y yo la acompañaba, es como volver el tiempo...
Yuki miró al cielo como quien
recuerda momentos maravillosos, su aspecto frío cambió por instantes e incluso
su amigo sintió cierta culpabilidad así que se limitó a despedirse para
marcharse con Helena. Al verla corrió a besarla apasionadamente, ella,
preocupada preguntó por Vamaranth pues Hizaki le había comentado de lo
ocurrido; él le dio en ese momento la carta para Teru no sin antes dejar claro
a su amada que si algo pasaba también con ello, él lucharía contra todos con
tal de estar al lado de Helena, que nadie se lo impediría y que si aquello era
un pecado... estaría dispuesto a acatar su castigo pero jamás a dejarla.
Aprovecharon la iglesia neutral
cuya plaza servía para sus citas clandestinas y no tardaron en entrar para
hablar con el sacerdote para pedir los requisitos para casarse lo más pronto
posible. Solo querían evitar que fueran separados así que fijarían una fecha
próxima lo más pronto que la agenda de la iglesia lo permitiera. Tenían que
esperar pues había eventos, pero decidieron que ellos deseaban que fuera en ese
lugar al ser testigo desde el inicio de su romance.
Masashi como siempre, fue a dejar
a Helena cerca de la aldea Philian, pero cuando ella se había alejado se llevó
una sorpresa pues un chico Philian lo había interceptado.
-Disculpe, sé que no debo estar
aquí pero ya me iba.- Decía Masashi al reconocer a aquel joven.
-Solo le advierto que estaré
cuidando de mi Helena…- Decía Mark.
-¡No es su Helena! Ella no es
propiedad de nadie, ella es libre…
-Entiendo tu postura Thanatosian…
pero no te has puesto a pensar lo que pasaría si se enteran que la hermosa
Helena tiene un romance con uno de nuestros enemigos... yo quiero lo mejor para
ella, si tú demuestras que lo eres y nunca la lastimas, cederé ante mi orgullo
y la dejaré ser feliz, pero si alguna vez derrama una lágrima por tu culpa,
ruega a Dios que yo no te encuentre porque estarás acabado.
-El día que ella derrame una
lágrima por mi culpa, ten por seguro que yo mismo iré a tirarme al río… yo a
ella la amo cómo a nadie y jamás le fallaré.
Al decir lo último, Masashi se
subió a su oscuro corcel y se marchó dejando a Mark molesto por su actitud tan
soberbia. Helena sin embargo, iba directo a la casa de Teru a entregar la carta
de Vamaranth, sabía que el chico no se sentía bien por lo que creía que lo iba
a animar mucho.
Al llamar a la puerta, Hizaki
salió a abrirle, Helena solo sonrió y mostró la carta a su amiga quien la miró
y leyó el nombre de Teru.
-¿Es de ella?
-¡Sí! Vi a Masashi y me dijo que
se la entregara.
-¿Crees que sean buenas noticias?
-No lo sé, pero me imagino que
pueden animarlo.
-¡Pasa!
Teru miraba a la ventana ante el
nublado ambiente, no había querido comer, pero cuando Helena le entregó la
carta, miró aquel sobre con infantil ilusión. Lo tomó y al olerlo sonrió pues
reconocía ese perfume. La abrió con mucho cuidado para no romper el sobre azul;
Hizaki y Helena se mostraban nerviosas cuando el empezó a leer pues no mostraba
ninguna reacción, solo veían que sus ojos seguían cada línea pero cuando
pudieron respirar tranquilas al notar que no decía ninguna mala noticia fue
cuando notaron al chico sonrojarse. Helena había murmurado algo pero Hizaki no
le dejó continuar, y ambas trataban de contener su risa. Teru guardó la carta
en el sobre y miró a Hizaki y le sonrió.
-Está bien… al parecer su padre
intercedió por ella y entendí que él está de acuerdo a pesar de todo.
-¡¿En serio?!- Preguntó Hizaki
sorprendida.
-¡Sí! Lamentablemente el
compromiso sigue en pie, pero su castigo un fue tan severo como lo imaginé; y
dice que está dispuesta a hacer lo posible para estar conmigo, así que yo
también lo haré… necesito saber dónde vive.
-Pero… ¿qué vas a hacer?-
Preguntaba Hizaki…
-Si es preciso, la voy a robar
antes de su boda.
-¡Eso no es bueno Teru!
-Lo haré si es necesario, ahora
más que nunca me queda claro que ella es la persona con quien deseo compartir
toda mi vida; tan fácil que era para ella dejar todo con tal de complacer a los
suyos, pero a pesar de todos los problemas está dispuesta a seguir con esto.
-Creo que ya estás bien primo…
debo irme a casa.
-¡No! Quédate hasta más tarde.-
Dijo Teru de pronto al recordar que Kaya puede estar buscando a Hizaki.
-Está bien… ¿gustas quedarte
Helena?
-De acuerdo…
Yuki llegó temprano por Vamaranth
quien dudaba en salir con él, pero no quiso negarse pues él se notaba
entusiasmado, e incluso llevaba un ramo de rosas blancas. Flow se encargó de
colocarlas en agua mientras su hermana salía con su prometido; era triste ver
como ella tenía que tragarse el amor que sentía por Teru para complacer a las
exigencias de su madre y de su clan. Como era lo planeado fueron a la
biblioteca donde la señora encargada miró de nuevo entrar a esos chicos,
incluso les mencionó que era una sorpresa verlos de nuevo. Vamaranth se dirigió
de inmediato a la sección de leyendas, esoterismo y mitología que se encontraba
en un área aislada de aquella no muy grande biblioteca, a Yuki no le sorprendía
pues conocía los extraños gusto de su prometida. Ella tomó algunos tomos y los
llevó a una mesa, no hablaba con su acompañante pues parecía tener una búsqueda
exhaustiva de algo en específico pues miraba con determinación cada renglón de
los índices.
-¿Puedo saber qué buscas?-
Preguntó Yuki curioso.
-Algo sobre vampiros… estoy
escribiendo un relato sobre ellos y me gustaría recabar algo de información…
-¿Y sí te llevas los libros a
casa? Digo… me gustaría llevarte a comer algo…
-No creo que la bibliotecaria me
deje llevar tantos…
-Si yo le digo seguro sí…
-Olvidaba lo influyente que eres…
-Esa influencia pierde sentido
sino es para servirte mi niña.
-Muchas gracias.
Yuki tomó todos los libros que había
en la mesa y como era de esperarse la señora aceptó a que se los llevaran.
Vamaranth sentía pena pues él chico llevaba el paquete de cinco libros y unos
no eran muy pequeños pero no dejaba que ella le ayudara a cargar.
-¿No deseas que te ayude al menos
con uno?
-No te preocupes, estoy bien. Por
cierto… abrieron hace poco una
pastelería, es pequeña pero podemos comer ahí mismo y recordé que amas los
pasteles y el té así que me gustaría llevarte.- Yuki sonreía dulcemente.
-Ya te extrañaba…- Mencionó Vam
en forma de murmullo.
-¡Pero sí ya nos habíamos visto!
-Lo sé, pero no te había visto
sonreír así… como cuando éramos amigos… es que por momentos pensaba que el Yuki
que conocía se había vuelto frío y soberbio, alguien que yo desconocía por
completo.- Ella se sentía mal por no poder amar a aquel joven quien después de
todo, fue cómplice de su fuga, y también se arriesgó dejando escaparse con
Flowery.
-Siento si me volví así.- Yuki se
puso pensativo.- Masashi me comentó algo así en la mañana, y sé que no he sido
en prometido más cariñoso y comprensivo… pero prometo que de ahora en adelante
te trataré como lo que eres… lo más importante para mí.- Vam empezó a llorar
por lo mal que se sentía.- No llores, entiendo que fue mi error, no es culpa
tuya…
-No sé qué decirte.
-No tienes que decirme algo, sólo
ve pensando en el sabor de tu pastel… - Yuki volvió a sonreír, antes, Vam decía
que él tenía la sonrisa más hermosa que había visto; ahora creía que era
hermosa y mucho, pero para ella solo existía Teru.- Te amo…
Vam al no saber qué decir, solo
lo abrazó dejando caer de improviso los libros; dicho gesto le indicaba que lo
quería pero no podía responder que lo amaba pues ella consideraba que con eso
no se jugaba y si no lo sentía, jamás lo diría. Ella lo quería de verdad, pero
nada comparado con lo que sentía por Teru. Uno era cariño, lo otro era amor
sincero.
Tarja había tardado en llegar a
casa y Flow pensaba que seguro era porque había ido a alcanzar a Tuomas. Vam
aún no llegaba y la noche empezaba a llegar, y con ella a caer un poco de
nieve. Flow permanecía en casa leyendo una novela cuando de pronto alguien
llamó a la puerta, pensando en que era su hermana fue a abrir inmediatamente y
para su sorpresa se trataba de Alexander, la chica no supo que hacer en ese
momento, quería cerrarle la puerta en la cara pero recordó lo escrito en la
carta.
-¿Qué buscas aquí Alexander?
-Solo vengo a ver si aceptas lo
que te propuse en la carta, empezar de nuevo y ser amigos… por favor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario