domingo, 13 de octubre de 2013

5. My Lullaby

El lugar donde llevó Kamijo a Flowery estaba muy alejado pero en ningún momento él la bajó e incluso había partes donde él podía darse el lujo de correr con suma facilidad. La brisa golpeaba el rostro de la chica lo que a veces cerraba los ojos pero ella se negaba a hacerlo pues miraba fijamente aquel rostro que la llevaba pensando que no era posible que se hubiera dejado llevar por un desconocido pero esa mirada por más aterradora que fuera para ella decía mucho, como si la frialdad en ella fuera la reminiscencia de la ternura y la sensibilidad que se había perdido frente a un suceso que habrá marcado la soledad y la tristeza de aquella alma errante.
Flow se sorprendió mucho al ver que la había llevado a un gran castillo donde reinaba la frialdad y la oscuridad. Las puertas tenían un rechinar muy tétrico. El interior estaba decorado con muebles muy elegantes de maderas finas que combinaban con la magnificencia de aquella enorme residencia y dejando fuera la frialdad parecía de cuento de hadas. Kamijo llevó a la chica hasta un sofá de terciopelo rojo muy cómodo y la recostó en él.
-Quiero que conozcas a alguien- le dijo a Flow y se marchó.
Al poco tiempo llegó Kamijo junto a una elegante dama de aspecto más misterioso aún.
-Ella es Jasmine y es como una hermana para mí.
-Mucho gusto, Kamijo me ha hablado bastante de usted y por ello tenía mucha curiosidad por conocerla. Se quedó corto en su descripción pues dijo que era bella pero jamás imagina que lo sería aún más.
-Mucho gusto, me alaga todo lo que dice sobre mí pero usted también es muy hermosa.
-Pero usted tiene la lozanía y candor de la vida…-murmuró al oído a Flowery.
-¿A qué se refiere?
-A nada importante honey… me da gusto que alguien más viva en nuestra casa.
-Solo lo haré hasta encontrar a mi hermana.
-Lo sé, mi querido casi hermano me ha dicho todo sobre ese delicado asunto. Prometo hacer lo posible por ayudar. Por lo pronto he arreglado una habitación para usted. Sígame de favor.
-Claro.
-Buenas noches bella dama.-le dijo Kamijo a Flowery quien temerosa y con la voz entrecortada respondió lo mismo.
La chica iba siguiendo a Jasmine quien iba iluminando del camino con una vela. Al llegar a una gran puerta la abrió con una llave de lo que supuso la chica era de bronce por su brillante tono rojizo y en el interior había una gran habitación con una gran cama cubierta por colchas de seda y todo con aroma a rosas pues de hecho, la habitación estaba llena de ellas.
-Kamijo consiguió todas las rosas para usted. –dijo Jasmine con una sonrisa.
-¡¿En serio?!
-Sí, realmente ha estado muy solo desde hace mucho tiempo. Se salió de su pueblo por las diferencias que tenían con otro… él era un Philian.
-Ya lo entiendo, a mí tampoco me gusta que los Thanatosian peleen con los Philian, me encantaría que algún día comprendieran que ninguno tienen la verdad absoluta.
-Ni se imaginan que ambas ideologías están unidas en algo inimaginable…-Jasmine se puso nostálgica.
-¿A qué se refiere?
-Que la muerte y la vida eterna pueden existir en una misma maldición… pero es muy tarde así que a dormir.
-Buenas noches.
-Hasta mañana.
¿Qué habrá querido decir Jasmine con eso? ¿Muerte y vida eterna en una misma maldición? Eso en verdad sería una idea descabellada pues ambas situaciones eran tan opuestas y por ello había causado problemas entre Thanatosians y Philians. No comprendía nada sobre esto pero aun así estaba más preocupada por Vamaranth que por cualquier otra cosa así que no le dio más vueltas al asunto y se quedó profundamente dormida.

Vamaranth igual solo pensaba en su hermana y la fuerte preocupación que le estaba dejando pues ya había pasado todo un día desde que salió de casa aunque estaba más tranquila pues esa mañana Hizaki había ido a buscarla pero aún no regresaba y eso la ponía un poco ansiosa. Pasaba el tiempo y no había noticias así que haciendo uso de su terquedad se volvió a salir de la habitación y a pesar que su tobillo le volvió a doler no se detuvo y empezó a buscar la puerta pero resbaló y trato de sujetarse de algo.
-Creo que mi prima le ha dicho que no debe salir de su cama.- de lo que se había sujetado era de la capa de Teru quien al ver que se iba a caer la detuvo centímetro antes que tocara el suelo.
-Lo siento mucho.
-No lo sienta y mejor entienda que es por su bien.- Teru aún no la soltaba y el corazón de la pobre chica se había acelerado al estar su cara tan cerca que le de aquel chico de cabello plateado.
-¡Hola Teru! ¿Pero qué haces?- Era una señorita desconocida para Vamaranth.
-¡Scarlet! –Teru llevó a un sofá cercano a Vami. –Hizaki no está en este momento, tuvo que salir.
-No hay problema- aquella chica miró a Vamaranth con algo de desagrado.-También vine a verte y te traje algunas galletas hechas por mí y creo que han de saber muy bien acompañadas por el té de rosas que tanto nos gustan a los Philians…- miró a la chica en el sofá al decir la última frase.
-Sino te molesta podríamos esperar a Hizaki.
-Creo que me iré a mi habitación- comentó Vamaranth.
-Deja la ayudo- respondió Teru.
-Yo puedo sola, sería de mal gusto que usted deje sola a su amiga por ir a dejar a una desconocida, así que su permiso me retiro. Vamaranth se fue lentamente hasta su habitación mientras que Teru la siguió con la mirada hasta que se perdió en la inmensidad de la casa.
-¿Ella es la Thanatosian que encontró Hizaki?
-Así es.
-Orgullosa como todos ellos. No entiendo porque Hiza la habrá traído si bien la pudo llevar a su casa.
-No puede ir a su casa.
-Aun así, ella es Thanatosian y no puede si quiera venir aquí ¿sabes lo que pasaría si el pueblo se entera que ella está aquí? Hizaki y tú podrían…
-Yo apoyo a Hizaki en lo que decida.
-Pero ya se te olvidó lo que los Thanatosian le hicieron a tu padre…
-No todos deben pagar por los pecados de unos cuantos; ella seguro era una niña muy pequeña o sino que una bebé cuando eso pasó. Sé que ese clan no es de fiarse pero ella está realmente preocupada por su hermana que dejó sola en el bosque cuando Hizaki la trajo que no creo que sea como los demás.
-¡Todos son iguales! Ella no debe de ser distinta. Más bien creo que no quieres que sea igual…- la chica agachó la mirada y una lágrima recorrió su mejilla.
-No llores por favor, solo pido más tolerancia pues para mi es difícil pensar que una Thanatosian está en mi casa sin embargo, como ya te dije no tiene la culpa de lo que pasó, es totalmente ajena y según se ella escapó junto con su hermana porque por fin descubrió lo que son los verdaderos Thanatosian así que no puede ser mala… simplemente no puede y no quiero creerlo…
-Me imagino que cuando se recupere se irá
-No lo sé.
-¡Hola! Ya llegué- era Hizaki quien entraba- ¡Scarlet! Qué gusto amiga.
-Hola Hizaki, traje galletas.
-Siempre tan linda y detallista ¿verdad Teru?
-Si… supongo. -Scarlet lo miró de una manera muy triste.- ¿Encontraste a su hermana?
-No, solo encontré una nota que decía que debía de esperarla en esa casa pues cada noche la irá  a ver así que planeo ir hasta en la noche.
-Yo voy, ir en la noche al bosque ha de ser peligroso.-dijo Teru.
-Muchas gracias, iré a decirle, ahorita bajo.
Al llegar el atardecer Teru decidió partir en un hermoso caballo en búsqueda de la hermana de Vamaranth. Al llegar al lugar vio a otro caballo y la puerta abierta de aquella casa por lo que se aventuró a entrar y encontró a Yuki.
-¿Quién eres?- Preguntó Yuki al ver a Teru.
Ambos notaron que eran de clanes contrarios al ver la forma de vestir de cada quien por lo que la hostilidad no se hizo esperar, pero tuvieron un poco de tolerancia.
-Vengo a buscar a la hermana de Vamaranth.
-¿A Flowery? ¿Qué tipo de relación tienes con ellas en especial con Vamaranth?
-Ninguna, vengo a buscar a dicha señorita porque Vamaranth está en casa de mi prima debido a que se lastimó un pie y ella la está cuidando.
-Creo que es mejor que yo la cuide, solo estoy en espera que mi clan se tranquilice un poco para pedirle que sea mi esposa. –Esta confesión de Yuki dejó a Teru helado.
-¡Deberías a esperar a que mejore! No puede estarse moviendo de lugar. Mi prima la cuida muy bien y nadie de nuestro clan sabe que está en su casa.
-¿Qué pasara si se enteran? Seguro la correrán y la humillarán. No quiero eso para ella.
-¡Ni yo lo quiero!
-Y además que Vamaranth está en casa de los Philians, resulta que Flowery no está ¿ven lo que ustedes causan?
-¡Nosotros no causamos nada! Fue la crueldad de los Thanatosian lo que orilló a ellas a tomar esta decisión. Mi prima vino en la mañana y encontró una nota donde decía que estaba bien y que iba a venir al anochecer.
-Ya es muy tarde y no aparece.
-En eso tienes razón, no la conozco pero no vi a nadie.
-Creo que me iré, las buscaré y entonces me ganaré la admiración de Vamaranth y así no podrá negarse a mi propuesta de matrimonio. Mañana mismo mandaré a alguien por Vamaranth y espero la dejen ir sino habrá problemas.
-No dejaré que se la lleven, y yo también buscaré a su hermana por mi cuenta y verás que la encuentro antes que tú. Por cierto, mi nombre es Teru y quiero que lo sepas para que recuerdes bien con quien meterte si la persona a la que mandas no llega con ella.
-¿A sí? Mi nombre es Yuki y no dejaré que un Philian me gane en encontrar a Flowery. Ambas deben de estar con los suyos. Así que le diré a mi amigo Masashi que pregunte por la casa de la prima de Teru…
-Yo estaré esperando a tu amigo…
Yuki se montó a su caballo y se marchó, Teru esperó un par de horas más y al no haber respuesta partió también.
Mientras tanto Flowery estaba algo consternada pues durante el día no veía ni a Jasmine ni a Kamijo por lo que se sentía algo sola pero la comida siempre estaba lista para ella, solo una porción; sin embargo en al atardecer podía conversar con ambos y más con Kamijo quien se estaba volviendo en una persona muy cercana a ella y algo de eso le daba un poco de miedo. Extrañaba a su hermana pero se sentía muy bien en compañía de Kamijo, era como si el tiempo se detuviera cuando platicaba con él que a pesar de no contar mucho sobre él la hacía sentir en confianza.


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