miércoles, 2 de julio de 2014

65. On The Other Side

Bien, aún trabajo en un nuevo capítulo, en teoría debería de publicar hasta que lo termine, y como estoy tardando y tengo capítulos de más pues decidí publicar, y más que acabo de ver que escribí dos capítulos 65, se supone estoy en el 67 que realmente es el 68 por eso publico con más confianza de contar con capítulos de "reserva" por si me llego a atrasar. Espero les guste...



Kaya indicó que necesitaba ir por un libro, nadie de las sirvientas  entraba a sus aposentos por lo que ella tenía que ir personalmente dejando a Alex con Sinéad y Vamaranth. La pelirroja poco tardó en mencionar que la otra chica era sobrevalorada por Kaya pues la consideraba nada digna de ser siquiera un vampiro como ella debido a su debilidad.

—¿Debilidad? ¿Dónde ves mi debilidad? —Preguntó la más joven de ellos.
—¿Dónde? Me sorprende que preguntes, si no fuera por el demonio que vive en ti serías sólo una vampira infantil y estúpida.
—Pero ya no lo soy y es lo que cuenta ¿no crees?
—Eso es perdedores conformistas. No entiendo cómo es que llegaste a tener el amor de Yuki y de Teru.
—¡Vaya! En eso estoy de acuerdo contigo Sinéad. —Soltó Alexander. —Jamás pensé ver hermanas tan diferentes, Flowery heredó más la nobleza de tu madre y tú, una cualquiera como tu padre.
—Mi padre es un artista y no pido que lo entiendan; y en cuanto a Teru y Yuki pues… ellos no son superficiales y arrogantes como ustedes. Ustedes sólo ven lo externo en una persona. Y eso, queridos míos… es de perdedores y conformistas. La belleza física se esfuma tan fácil como llega.
—Pues qué malos gustos tienen esos chicos —Volvió a añadir Alexander —Por cierto… y también Haruka. Aunque ella se enamoraría de cualquier chica que pase algunos días con ella, ha estado sola tanto tiempo…
—Me la recordaste, hace tiempo que no sé nada de ella.
—Pues ¿qué esperabas después que la rechazaste? ¿Querías que te viera siendo feliz con Teru? —Mencionó Sinéad.
—No realmente, al menos era más sensata que ustedes dos. Y por si ustedes no saben, alguien más estaba interesado en la tonta, fea, simple, tímida y estúpida de la Vamaranth de antes.
—¿A sí? —Sinéad se veía divertida, no creía nada de lo que Vamaranth le decía. —¿Quién es el otro ciego?
—No te lo voy a decir. Al fin que para ti es sólo un… “ciego” pero realmente vale más que cualquiera de ustedes…
—¡JA! —Rió Alexander —No me digas que te interesa otro hombre… ¿o se trata de una chica como con Haruka?
—Me interesa, así como me interesa Yuki, me gustan.
—Pero a pesar de todo,  sigues teniendo un sentimiento especial hacia Teru ¿no es así?
—No tienes por qué saberlo. Aunque a decir verdad… ya no tengo sentimientos de ninguna manera, sólo quiero lo mejor para mí. —Vamaranth sonrió sombríamente sin ocultar sus afilados colmillos.

Pronto llegó Kaya quien se sentó del lado de su pequeña “hija”, llevaba un gran libro marrón con hojas ya muy deterioradas por lo que ella le indicó a Vami que no debía de ojearlo muy brusco; dicho libro no tenía letras en la pasta, y a primera impresión parecía que sus hojas estaban vacías sin embargo, Kaya pronunció unas palabras que la vampira menor bien pudo entender como  “Da tuis rutrum” (Muestra tu contenido oculto) y las letras aparecieron, después muchos dibujos que al parecer fueron pintados a mano, eran muy coloridos y aparecían muchas criaturas de mitos y leyendas.
—Pasado mañana por la noche iremos a una fiesta a casa de Selia y quiero que te instruyas en cómo tratar a las criaturas que asistirán, no todas son amables y más vale que tengamos buenas relaciones.
—¿Criaturas? ¿De qué diablos me hablas?
—Pues asistirán vampiros, brujos, algunos lycans que no tienen problemas con los vampiros, y hadas. En especial debes de tener cuidado con el pueblo de las hadas, ellos no pueden decir por lo que usan muy bien sus palabras cuando no quieren dar una respuesta directa y su objetivo es confundirte o buscar la forma en no tener que mentir sin responder nada. Para ello, tienes que leer el libro, sólo te advierto que está en latín.
—Querida… me subestimas… yo sé latín.
—Vaya vaya, eso es sensacional —Respondió Kaya —Cada día me convenzo más que fuiste la mejor elección que he hecho.
—¡Ay por favor! —Rezongó Sinéad.




Charlotte fue tras Jem, pronunció unas palabras y Jem se detuvo como si una fuerza invisible lo hubiera sujetado para impedir que se marchara. La bruja le dijo al joven cazador que lo necesitaban y que de favor, no se fuera. A Jem no le quedó de otra más que esperar, los demás los alcanzaron y entonces Charlotte liberó de su hechizo al cazador quien ahora pudo moverse y aprovechó para estirar sus brazos. La ropa de Jem no era ni la mitad de lo fina de lo que era la de Teru, sin embargo, su bastón de jade llamó la atención del chico Herondale; las inscripciones en él no le eran nada familiares pero le llamaban la atención por alguna extraña razón, de la misma forma que ese chico no le inspiraba confianza pero al parecer a los demás sí y eso lo hacía sentirse muy confundido.



Flowery invitó a cenar a todos, sus padres ni su abuelo había llegado, pero Anette ya estaba ayudando a poner la mesa, Kamijo y Jasmine se alegraron por no tener que fingir que comerían. Todos tomaron asiento, Jem se mostraba algo cohibido y Teru no dejaba de mirarlo con mala cara buscando el por qué ese chico no le podía caer bien si al parecer era de buenos sentimientos, y después de todo combatía contra demonios aunque su frágil aspecto no lo dijera ¿era verdad que se dedicaba a eliminar a aquellas temibles criaturas? Aunque después de todo, Teru jamás había visto un demonio, pero ahora Vamaranth estaba bajo la merced de uno que la hacía actuar de forma maligna. Pero no había de otra, James era la persona que más sabía sobre demonios y decía que había que encontrar al tal Magnus Bane por lo que Teru estaba decidido a encontrarlo sin importar lo que le costara.
Mientras todos cenaban, llegó Masashi seguido de Helena, venían corriendo por lo que les faltaba el aliento. Se les veían preocupados.

—Íbamos a casa cuando en el pueblo, encontramos un ataque de vampiros neófitos hambrientos, se encontraban en el barrio pobre y están atacando a todos, debemos de ir, perdón no quedarme pero n podía con tantos, eran como 20.

Nadie dijo nada, se levantaron de sus lugares y salieron corriendo, Charlotte hizo una especia de hechizo donde en cuestión de un par de minutos todos llegaron al lugar. Habían gritos, gente corriendo y vampiros recién creados y hambrientos que causaban el terror, en lo que Teru había sacado su espada, Jem ya estaba combatiendo agilmente con una delgada espada que escondía dentro de su bastón. Teru no se quiso quedar atrás y demostró lo que había aprendido de Kamijo y últimamente de Zin quien supuso, estaba con su prima en ese momento.  Debían de ser precisos en atinar a cortar la cabeza o darles al corazón, y como no eran ghouls, la dificultad aumentaba.

Una pareja de vampiros temibles iban hacia Flowery, Kamijo los miró pero estaba forcejeando con un grupo de cuatro criaturas y unos ghouls que se habían levantado de las víctimas pero la chica desenvainó su katana y sin duda, cortó por la mitad a uno de los vampiros justo en la cintura. Sin embargo, la parte superior sujetó uno de los tobillos de la chica y sin demorar ni un segundo, ella le cortó la cabeza, en ocasiones se le olvidaba que debía de atacar la cabeza o el corazón para matar a un vampiro, matar por segunda y definitiva vez.

Cada vez había menos vampiros pero más ghouls, sin embargo, Jem se subía en cuanta caja podía para atacar por sorpresa a los enemigos, era muy ágil y muy certero en sus golpes, incluso parecía que actuaba con mucha facilidad como si fuera un bailarín que seguía con gracia y destreza una coreografía con su cabello plata, Teru pudo ver que era más claro que el suyo pero eso sólo se notaba con cierto tipo de luz. Pronto pudieron terminar con todos, no supieron si había sobrevivientes o no, quizá los pocos que quedaban aprovecharon para marcharse mientras estaba la batalla, Charlotte tenía que darse prisa al encontrarlos para borrar esos momentos en su memoria y no crear histeria colectiva. Anette fue con ella. Todos miraron con sorpresa al cazador, se notaba realmente la dura preparación que tuvo para poder asesinar demonios y demás criaturas temibles. Kamijo se acercó al joven quien tenía su cabello pegado en la frente por el sudor, aunque su respiración era casi normal, ligeramente más agitada, aunque sus mejillas denotaban parte del gran esfuerzo que hizo por el intenso tono rojizo.

El vestido de Flowery tenía manchas de sangre y ella buscaba con desesperación una forma de lavar la parte afectada, Jem se acercó a ella y sacó un objeto, como si fuera una varita mágica con una luz en la parte más delgada, con dicha luz empezó a dibujar algo en la parte del vestido sucio y poco a poco la mancha se fue atenuando. La chica abrió más los ojos pues no creía que en la falda de su vestido no había suciedad alguno, no de sangre al menos, porque el lugar estaba lleno de polvo pero que sería fácil de lavar.

—¿Qué fue eso? —Preguntó Yuki sorprendido pues acababa de ver lo que había hecho Jem. —¿También eres un brujo o un mago?
—Magia de ángel, creo que es eso. —Mencionó Jasmine.  
—Más o menos, nosotros somos humanos, no brujos —Añadió Jem —Pero podemos dibujar runas que son las que realmente poseen la magia. No quité la mancha, puse un glamour para ocultarla de los demás, enfócate bien Jasmine… tú podrás verla aún por ser una vampiresa.
—¡Cierto! —Mencionó Jasmine, inténtalo Kamijo. —Kamijo se mostró sorprendido lo que se dedujo que pudo verla.
—Yo no puedo… —Dijo Yuki desilusionado.
—Pues yo sí puedo.
—Masashi… tú eres un híbrido, obvio puedes. —Espetó Yuki.
—Yo no soy ni un híbrido… —Mencionó Teru —Sin embargo… si me enfoco bien… puedo verla.
Ahora el sorprendido era Jem quien miró al chico Herondale fijamente.
—Quizá… tengas el don que nosotros llamamos “visión”—Planteó Carstairs. —Muy pocos humanos lo poseen así que quienes sí, son muy apreciados por los cazadores, además que deben de ir con cuidado porque pueden ver cosas que los humanos normales no. Muchas criaturas peligrosas usan glamours para ocultarse.
—Entonces… ¿Quiénes pueden ver a través de los glamours? —Quiso saber Teru.
—Vampiros, lycans, hadas, sirenas, demonios, brujos y  demás criaturas; y nosotros, los cazadores, y los escasos humanos que poseen la visión.
—Oh.
—Por cierto Jem. —Kamijo habló —Eres bastante bueno en batalla.
—Gracias, pero mi amigo Will es mucho mejor que yo.
—Pero es en serio, tú eres muy bueno.
—Desde que recién empecé a andar tuve lecciones de combate, primero fueron cosas básicas y después empecé con armas. También aprendemos latín, historia, demonología. Nuestros juguetes eran armas hechas con madera. Y nuestros padres salían todas las noches a cazar demonios… —La mirada de Jem se tornó triste.



Quien estaba detrás del ataque de los vampiros se trataba de Sinéad quien seguía empeñada en destacar ante los ojos de Kaya. Creía que lo que había hecho la enaltecería ante sus ojos, descansaba plácidamente en la casa de Kaya pues la pérdida de sangre que tuvo fue considerable, a pesar de haberse alimentado antes de llegar. Evidentemente Kaya se enteró de lo sucedido y su reacción no fue la esperada, llegó a ver a Sinéad y lucía demasiado molesta; la pelirroja sólo se limitó a bajar la mirada.
—¿Eres idiota o qué? —Preguntó la recién llegada.
—¿A qué te refieres?
—¿Crees que no me entero de las cosas? —Kaya jugaba con un abanico de encaje rojo que sbresalía a su vestido totalmente negro para tratar de disimular su enojo —Lo de los neófitos que “echaste” en el pueblo.
—Pensé que intimidar a Kamijo y a los demás era buena idea…
—Querida… se supone que estamos en tregua gracias a la menor de las Olsson que se pasó a nuestro bando, parece que no piensas.
—Lo siento mucho.
—¡¿Crees que con un “lo siento” vas a poner las cosas como estaban?! Obviamente en la primera que sospecharán será en mí y no en ti. Aunque vayas y digas que fue tu idea me van a culpar. Las cosas estaban saliendo tan bien gracias a nuestra nueva aliada, como para que eches todo a perder con tus idioteces.

Sinéad hizo una mueca pero sabía que si respondía a Kaya, ésta iba a enojarse aún más. Alguien llamó a la puerta pero lógicamente una de las sirvientas iría a abrir. Era Selia quien llegaba con un paquete muy largo y angosto envuelto en papel, lo dejó caer en la mesa y se notaba que era pesado. Le dirigió unas palabras a Kaya y ésta llamó a Vamaranth quien se había quedado en una habitación aparte a leer el libro que su creadora le había prestado para que se empapara en los temas de criaturas mágicas. Ella llegó con el libro bajo su brazo izquierdo y al parecer estaba muy entretenida en la lectura que parecía molesta por haberla interurmpido. Kaya le dio el paquete a ella y ésta lo abrió encontrando dentro una delicada espada negra, muy parecida a la que Kamijo le había dado, casi siendo la única variación el color y el peso; y según el brujo, estaba hecha de metal demoniaco. Vamaranth agradeció y volvió a marcharse a leer. Kaya encargó buenos atuendos a Selia para su fiesta pues dijo que quería presentar a su “hija” a los subterráneos de la zona (así eran llamados aquellos seres que no eran ni demonios ni humanos, no totalmente).



Flowery entró silenciosamente a casa para que no la escucharan, sabía que sus padres estarían furiosos por estar ausente cuando llegaron, así que ya había arreglado una cuartada junto con Anette, aunque sabían que de cuanquier forma serían reprendidas aunque ya no con mucha severidad. Lentamente se despojó de su ropa sucia bajo el glamour que Jem había puesto, colocándose su camisón para dormir y se deslizó bajo las sábanas, estaba muy cansada pero se sentía satisfecha porque ya no necesitó que nadie la defendiera, ella lo había hecho sola junto con su katana. Sus armas las guardaba en la habitación de Anette donde a pesar de ser aceptada como era, aún había cierto temor de las criadas y hasta de sus padres en entrar en ella así que jamás las descubrirían. Bajo la luz de la luna que entraba a través de su ventana, podía ver el brillo del brazalete que Charlotte le había dado, pensó en que ese objeto realmente le estaba funcionando y se dijo a sí misma que necesitaba conseguir ropa más cómoda para este tipo de casos, así que ya no usaría faldas tan frondosas e igual pensó que la moda extraña de su hermana con los vestidos a escasos centímetros bajo la rodilla era una buena opción. Su mente viajaba mucho entre sus pensamientos hasta que quedó profundamente dormida.


La mañana era relativamente húmeda pues durante la madrugada había llovido intensamente, los jardines estaban brillantes por las gotas del rocío y el cielo se mostraba nublado pero pese a ello, se sentía un calor bochornoso. Flowery fue despertada por su madre quien pese a su sorpresa, no le pidió explicaciones sobre su ausencia durante la noche, al parecer Anette había hablado desde muy temprano con ella por lo que la chica había salido bien librada mientras dormía. Con la que no parecía muy contenta Tarja, era con Vamaranth pues no había llegado a dormir o quizá sí pero estaba en el sótano descansando. Pese a la molestia de la señora Olsson, quería evitar altercados con su hija después de la discusión que habían tenido. Iban a desayunar y Hizaki había llegado de visita, al escuchar esto Flowery pidió que le prepararan el baño, a lo que su madre le indicó que estaba listo; bastó con decir esto para que la chica saliera rápidamente de su cama, buscó su ropa y se dirigió al baño de su habitación donde ya estaba una criada llenando de burbujas la bañera. Hizaki esperaba mientras hablaba con Anette quien la ponía al tanto de lo que había ocurrido en la noche anterior; la señorita Philian había estado con Zin en el invernadero de un pueblo lejano pues había un espectáculo de luciérnagas y tuvieron una cita aprovechando la ocasión; y prefirió ir a verlas a ella que a su primo porque aclaró que no quería mortificarlo más.

Invitaron a Hizaki a desayunar con ellos, la chica aceptó y mientras caminaba hacia el comedor, Flowery llegó corriendo a abrazarla, Hizaki rió delicadamente ante tal muestra de afecto. Caminaron juntas hasta el comedor, Tarja saludó cariñosamente a la visitante. Las chicas comieron rápidamente para poder irse al jardín a hablar, no sin antes, Flowery se las arregló para decirle  a su tía que fuera al sótano para ver si Vamaranth había llegado sin que sus padres y su abuelo escucharan.

—¿Cómo te ha ido con Zin? Hace días que no sabemos de ustedes —Decía Flowery mientras ambas chicas se sentaban en la orilla de una fuente que no se encontraba en funcionamiento.
—¡De maravilla! Jamás había estado tan feliz, es un hombre maravilloso y muy dulce, mucho mejor que cualquiera que se haga llamar “humano”, yo sé que me comprendes porque estás en una situación muy semejante; ese tipo de hombres son muy apasionados y son más caballeros que los demás.
—No todos son así, hemos tenido suerte.
—Pues tal vez, pero realmente estoy muy enamorada de él. Se ha convertido en mi todo en la vida; realmente mis padres jamás están para mí, hace un par de días volvieron pero se marcharon de nuevo y Zin se ha convertido en mi mejor compañero. Quiero vivir mi vida a su lado.
—Te comprendo Hizaki, también siento lo mismo por Kamijo, ya no podría imaginar mi vida sin él.
—Espero que Vamaranth vuelva a ser la de antes para que sea feliz junto a mi primo, yo sé que él la ama demasiado; y adoro a mi primo pero también quiero mucho a tu hermana y sería la mujer más feliz del mundo que ellos vivan su amor sin obstáculos.
—Coincido totalmente contigo, ya verás que se arreglará. Encontraremos al brujo que Charlotte y el joven Carstairs mencionan, el tal Magnus Bane.
—Por cierto… ¿es verdad que ese chico se parece a Teru? —Preguntó Hizaki muy curiosa, pues Anette le había explicado lo de la noche anterior.
—Pues… más o menos —Flowery dudó un poco —En el cabello son muy parecidos y en la forma de los ojos pero James es más alto y su piel es de un subtono grisáceo aunque eso no le quita encanto. Igual sus ojos son grises, a veces siento que le falta color porque es muy sobrio hasta en su forma de vestir. En fin… —Suspiró —Creo que en el fondo no son tan parecidos.
—Ya veo, tengo curiosidad por conocerlo, dijo tu tía que peleaba muy bien.
—Bastante —Dijo la Olsson aun sorprendida por la destreza que el chico había mostrado contra los vampiros.

Minutos más tarde llegó Anette y parecía preocupada y sólo se limitó a hacer un gesto negativo con su cabeza a su sobrina. Flowery sin decirle nada a su acompañante se metió a su casa, Hizaki la siguió; corrió a la cocina dónde tomó una vela y bajó hasta el sótano seguida por Hizaki y su tía y en efecto, estaba vació, su hermana no había regresado a casa durante la noche y no tenían idea de dónde podría estar.

—Bueno —Habló Hizaki aterrada por el aspecto del sótano —Es de día, seguro está con Kaya dormida, si hubiera hecho algo malo, nos hubiéramos enterado ¿no creen así?
—Creo que tienes razón, ayer no había rastro de ella en el ataque de los vampiros, además que ella no sabe crear un vampiro, sólo podría hacer un ejército de ghouls.  Por lo general, un vampiro debe esperar mínimo un par de años, aun tratándose de uno creado por un vampiro poderoso—Confirmó Anette.
—Al menos se ha comportado, aunque si está con Kaya no espero que su conducta sea intachable todo el tiempo. —Respondió Flow. —Es más, mi preocupación incrementa; estaría más tranquila si estuviera aquí.
—Yo no estaría tan tranquila si estuviera aquí, lo digo por tus padres y tu abuelo.
—Tía, soy perfectamente capaz de defenderlos.
—Cariño, ayer hiciste un gran trabajo, pero Vamaranth es diferente ahora; no tendría piedad y hay que aceptarlo; te falta mucho por aprender.
—¡Pues me esforzaré cada día más y les demostraré que puedo defender a mi familia así sea de mi propia hermana! —La chica expresó muy ansiosa.
—Flowery… —Habló con serenidad Hizaki —No dudo que seas capaz, pero ¿defenderías a tu familia aunque debas matar a Vamaranth? A veces es más valiente no pelear, debemos de ser inteligente para encontrar al brujo lo más pronto posible; y debes de ser capaz de buscar otra solución.
—¿Y si es todo o nada? —Preguntó la ex Thanatosian
—Entonces… —¿La matarías?

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