Bien, aún trabajo en un nuevo capítulo, en teoría debería de publicar hasta que lo termine, y como estoy tardando y tengo capítulos de más pues decidí publicar, y más que acabo de ver que escribí dos capítulos 65, se supone estoy en el 67 que realmente es el 68 por eso publico con más confianza de contar con capítulos de "reserva" por si me llego a atrasar. Espero les guste...
Kaya indicó que necesitaba ir por un libro, nadie de las
sirvientas entraba a sus aposentos por
lo que ella tenía que ir personalmente dejando a Alex con Sinéad y Vamaranth.
La pelirroja poco tardó en mencionar que la otra chica era sobrevalorada por
Kaya pues la consideraba nada digna de ser siquiera un vampiro como ella debido
a su debilidad.
—¿Debilidad? ¿Dónde ves mi debilidad? —Preguntó la más
joven de ellos.
—¿Dónde? Me sorprende que preguntes, si no fuera por el
demonio que vive en ti serías sólo una vampira infantil y estúpida.
—Pero ya no lo soy y es lo que cuenta ¿no crees?
—Eso es perdedores conformistas. No entiendo cómo es que llegaste
a tener el amor de Yuki y de Teru.
—¡Vaya! En eso estoy de acuerdo contigo Sinéad. —Soltó
Alexander. —Jamás pensé ver hermanas tan diferentes, Flowery heredó más la
nobleza de tu madre y tú, una cualquiera como tu padre.
—Mi padre es un artista y no pido que lo entiendan; y en
cuanto a Teru y Yuki pues… ellos no son superficiales y arrogantes como
ustedes. Ustedes sólo ven lo externo en una persona. Y eso, queridos míos… es
de perdedores y conformistas. La belleza física se esfuma tan fácil como llega.
—Pues qué malos gustos tienen esos chicos —Volvió a añadir
Alexander —Por cierto… y también Haruka. Aunque ella se enamoraría de cualquier
chica que pase algunos días con ella, ha estado sola tanto tiempo…
—Me la recordaste, hace tiempo que no sé nada de ella.
—Pues ¿qué esperabas después que la rechazaste? ¿Querías
que te viera siendo feliz con Teru? —Mencionó Sinéad.
—No realmente, al menos era más sensata que ustedes dos. Y
por si ustedes no saben, alguien más estaba interesado en la tonta, fea,
simple, tímida y estúpida de la Vamaranth de antes.
—¿A sí? —Sinéad se veía divertida, no creía nada de lo que
Vamaranth le decía. —¿Quién es el otro ciego?
—No te lo voy a decir. Al fin que para ti es sólo un…
“ciego” pero realmente vale más que cualquiera de ustedes…
—¡JA! —Rió Alexander —No me digas que te interesa otro
hombre… ¿o se trata de una chica como con Haruka?
—Me interesa, así como me interesa Yuki, me gustan.
—Pero a pesar de todo,
sigues teniendo un sentimiento especial hacia Teru ¿no es así?
—No tienes por qué saberlo. Aunque a decir verdad… ya no
tengo sentimientos de ninguna manera, sólo quiero lo mejor para mí. —Vamaranth
sonrió sombríamente sin ocultar sus afilados colmillos.
Pronto llegó Kaya quien se sentó del lado de su pequeña
“hija”, llevaba un gran libro marrón con hojas ya muy deterioradas por lo que
ella le indicó a Vami que no debía de ojearlo muy brusco; dicho libro no tenía
letras en la pasta, y a primera impresión parecía que sus hojas estaban vacías
sin embargo, Kaya pronunció unas palabras que la vampira menor bien pudo
entender como “Da tuis rutrum” (Muestra tu contenido oculto) y las letras
aparecieron, después muchos dibujos que al parecer fueron pintados a mano, eran
muy coloridos y aparecían muchas criaturas de mitos y leyendas.
—Pasado mañana por la noche iremos a una fiesta a casa de
Selia y quiero que te instruyas en cómo tratar a las criaturas que asistirán,
no todas son amables y más vale que tengamos buenas relaciones.
—¿Criaturas? ¿De qué diablos me hablas?
—Pues asistirán vampiros, brujos, algunos lycans que no
tienen problemas con los vampiros, y hadas. En especial debes de tener cuidado
con el pueblo de las hadas, ellos no pueden decir por lo que usan muy bien sus
palabras cuando no quieren dar una respuesta directa y su objetivo es
confundirte o buscar la forma en no tener que mentir sin responder nada. Para
ello, tienes que leer el libro, sólo te advierto que está en latín.
—Querida… me subestimas… yo sé latín.
—Vaya vaya, eso es sensacional —Respondió Kaya —Cada día me
convenzo más que fuiste la mejor elección que he hecho.
—¡Ay por favor! —Rezongó Sinéad.
Charlotte fue tras Jem, pronunció unas palabras y Jem se
detuvo como si una fuerza invisible lo hubiera sujetado para impedir que se
marchara. La bruja le dijo al joven cazador que lo necesitaban y que de favor, no
se fuera. A Jem no le quedó de otra más que esperar, los demás los alcanzaron y
entonces Charlotte liberó de su hechizo al cazador quien ahora pudo moverse y
aprovechó para estirar sus brazos. La ropa de Jem no era ni la mitad de lo fina
de lo que era la de Teru, sin embargo, su bastón de jade llamó la atención del
chico Herondale; las inscripciones en él no le eran nada familiares pero le
llamaban la atención por alguna extraña razón, de la misma forma que ese chico
no le inspiraba confianza pero al parecer a los demás sí y eso lo hacía
sentirse muy confundido.
Flowery invitó a cenar a todos, sus padres ni su abuelo
había llegado, pero Anette ya estaba ayudando a poner la mesa, Kamijo y Jasmine
se alegraron por no tener que fingir que comerían. Todos tomaron asiento, Jem
se mostraba algo cohibido y Teru no dejaba de mirarlo con mala cara buscando el
por qué ese chico no le podía caer bien si al parecer era de buenos
sentimientos, y después de todo combatía contra demonios aunque su frágil
aspecto no lo dijera ¿era verdad que se dedicaba a eliminar a aquellas temibles
criaturas? Aunque después de todo, Teru jamás había visto un demonio, pero
ahora Vamaranth estaba bajo la merced de uno que la hacía actuar de forma
maligna. Pero no había de otra, James era la persona que más sabía sobre
demonios y decía que había que encontrar al tal Magnus Bane por lo que Teru
estaba decidido a encontrarlo sin importar lo que le costara.
Mientras todos cenaban, llegó Masashi seguido de Helena,
venían corriendo por lo que les faltaba el aliento. Se les veían preocupados.
—Íbamos a casa cuando en el pueblo, encontramos un ataque
de vampiros neófitos hambrientos, se encontraban en el barrio pobre y están
atacando a todos, debemos de ir, perdón no quedarme pero n podía con tantos,
eran como 20.
Nadie dijo nada, se levantaron de sus lugares y salieron
corriendo, Charlotte hizo una especia de hechizo donde en cuestión de un par de
minutos todos llegaron al lugar. Habían gritos, gente corriendo y vampiros
recién creados y hambrientos que causaban el terror, en lo que Teru había
sacado su espada, Jem ya estaba combatiendo agilmente con una delgada espada
que escondía dentro de su bastón. Teru no se quiso quedar atrás y demostró lo
que había aprendido de Kamijo y últimamente de Zin quien supuso, estaba con su
prima en ese momento. Debían de ser
precisos en atinar a cortar la cabeza o darles al corazón, y como no eran
ghouls, la dificultad aumentaba.
Una pareja de vampiros temibles iban hacia Flowery, Kamijo
los miró pero estaba forcejeando con un grupo de cuatro criaturas y unos ghouls
que se habían levantado de las víctimas pero la chica desenvainó su katana y
sin duda, cortó por la mitad a uno de los vampiros justo en la cintura. Sin
embargo, la parte superior sujetó uno de los tobillos de la chica y sin demorar
ni un segundo, ella le cortó la cabeza, en ocasiones se le olvidaba que debía
de atacar la cabeza o el corazón para matar a un vampiro, matar por segunda y
definitiva vez.
Cada vez había menos vampiros pero más ghouls, sin embargo,
Jem se subía en cuanta caja podía para atacar por sorpresa a los enemigos, era
muy ágil y muy certero en sus golpes, incluso parecía que actuaba con mucha
facilidad como si fuera un bailarín que seguía con gracia y destreza una
coreografía con su cabello plata, Teru pudo ver que era más claro que el suyo
pero eso sólo se notaba con cierto tipo de luz. Pronto pudieron terminar con
todos, no supieron si había sobrevivientes o no, quizá los pocos que quedaban
aprovecharon para marcharse mientras estaba la batalla, Charlotte tenía que
darse prisa al encontrarlos para borrar esos momentos en su memoria y no crear
histeria colectiva. Anette fue con ella. Todos miraron con sorpresa al cazador,
se notaba realmente la dura preparación que tuvo para poder asesinar demonios y
demás criaturas temibles. Kamijo se acercó al joven quien tenía su cabello
pegado en la frente por el sudor, aunque su respiración era casi normal,
ligeramente más agitada, aunque sus mejillas denotaban parte del gran esfuerzo
que hizo por el intenso tono rojizo.
El vestido de Flowery tenía manchas de sangre y ella
buscaba con desesperación una forma de lavar la parte afectada, Jem se acercó a
ella y sacó un objeto, como si fuera una varita mágica con una luz en la parte
más delgada, con dicha luz empezó a dibujar algo en la parte del vestido sucio
y poco a poco la mancha se fue atenuando. La chica abrió más los ojos pues no
creía que en la falda de su vestido no había suciedad alguno, no de sangre al
menos, porque el lugar estaba lleno de polvo pero que sería fácil de lavar.
—¿Qué fue eso? —Preguntó Yuki sorprendido pues acababa de
ver lo que había hecho Jem. —¿También eres un brujo o un mago?
—Magia de ángel, creo que es eso. —Mencionó Jasmine.
—Más o menos, nosotros somos humanos, no brujos —Añadió Jem
—Pero podemos dibujar runas que son las que realmente poseen la magia. No quité
la mancha, puse un glamour para
ocultarla de los demás, enfócate bien Jasmine… tú podrás verla aún por ser una
vampiresa.
—¡Cierto! —Mencionó Jasmine, inténtalo Kamijo. —Kamijo se
mostró sorprendido lo que se dedujo que pudo verla.
—Yo no puedo… —Dijo Yuki desilusionado.
—Pues yo sí puedo.
—Masashi… tú eres un híbrido, obvio puedes. —Espetó Yuki.
—Yo no soy ni un híbrido… —Mencionó Teru —Sin embargo… si me
enfoco bien… puedo verla.
Ahora el sorprendido era Jem quien miró al chico Herondale
fijamente.
—Quizá… tengas el don que nosotros llamamos
“visión”—Planteó Carstairs. —Muy pocos humanos lo poseen así que quienes sí,
son muy apreciados por los cazadores, además que deben de ir con cuidado porque
pueden ver cosas que los humanos normales no. Muchas criaturas peligrosas usan
glamours para ocultarse.
—Entonces… ¿Quiénes pueden ver a través de los glamours?
—Quiso saber Teru.
—Vampiros, lycans, hadas, sirenas, demonios, brujos y demás criaturas; y nosotros, los cazadores, y
los escasos humanos que poseen la visión.
—Oh.
—Por cierto Jem. —Kamijo habló —Eres bastante bueno en
batalla.
—Gracias, pero mi amigo Will es mucho mejor que yo.
—Pero es en serio, tú eres muy bueno.
—Desde que recién empecé a andar tuve lecciones de combate,
primero fueron cosas básicas y después empecé con armas. También aprendemos
latín, historia, demonología. Nuestros juguetes eran armas hechas con madera. Y
nuestros padres salían todas las noches a cazar demonios… —La mirada de Jem se
tornó triste.
Quien estaba detrás del ataque de los vampiros se trataba
de Sinéad quien seguía empeñada en destacar ante los ojos de Kaya. Creía que lo
que había hecho la enaltecería ante sus ojos, descansaba plácidamente en la
casa de Kaya pues la pérdida de sangre que tuvo fue considerable, a pesar de
haberse alimentado antes de llegar. Evidentemente Kaya se enteró de lo sucedido
y su reacción no fue la esperada, llegó a ver a Sinéad y lucía demasiado
molesta; la pelirroja sólo se limitó a bajar la mirada.
—¿Eres idiota o qué? —Preguntó la recién llegada.
—¿A qué te refieres?
—¿Crees que no me entero de las cosas? —Kaya jugaba con un
abanico de encaje rojo que sbresalía a su vestido totalmente negro para tratar
de disimular su enojo —Lo de los neófitos que “echaste” en el pueblo.
—Pensé que intimidar a Kamijo y a los demás era buena idea…
—Querida… se supone que estamos en tregua gracias a la
menor de las Olsson que se pasó a nuestro bando, parece que no piensas.
—Lo siento mucho.
—¡¿Crees que con un “lo siento” vas a poner las cosas como
estaban?! Obviamente en la primera que sospecharán será en mí y no en ti.
Aunque vayas y digas que fue tu idea me van a culpar. Las cosas estaban
saliendo tan bien gracias a nuestra nueva aliada, como para que eches todo a
perder con tus idioteces.
Sinéad hizo una mueca pero sabía que si respondía a Kaya,
ésta iba a enojarse aún más. Alguien llamó a la puerta pero lógicamente una de
las sirvientas iría a abrir. Era Selia quien llegaba con un paquete muy largo y
angosto envuelto en papel, lo dejó caer en la mesa y se notaba que era pesado.
Le dirigió unas palabras a Kaya y ésta llamó a Vamaranth quien se había quedado
en una habitación aparte a leer el libro que su creadora le había prestado para
que se empapara en los temas de criaturas mágicas. Ella llegó con el libro bajo
su brazo izquierdo y al parecer estaba muy entretenida en la lectura que
parecía molesta por haberla interurmpido. Kaya le dio el paquete a ella y ésta
lo abrió encontrando dentro una delicada espada negra, muy parecida a la que
Kamijo le había dado, casi siendo la única variación el color y el peso; y
según el brujo, estaba hecha de metal demoniaco. Vamaranth agradeció y volvió a
marcharse a leer. Kaya encargó buenos atuendos a Selia para su fiesta pues dijo
que quería presentar a su “hija” a los subterráneos de la zona (así eran
llamados aquellos seres que no eran ni demonios ni humanos, no totalmente).
Flowery entró silenciosamente a casa para que no la
escucharan, sabía que sus padres estarían furiosos por estar ausente cuando
llegaron, así que ya había arreglado una cuartada junto con Anette, aunque
sabían que de cuanquier forma serían reprendidas aunque ya no con mucha
severidad. Lentamente se despojó de su ropa sucia bajo el glamour que Jem había
puesto, colocándose su camisón para dormir y se deslizó bajo las sábanas,
estaba muy cansada pero se sentía satisfecha porque ya no necesitó que nadie la
defendiera, ella lo había hecho sola junto con su katana. Sus armas las
guardaba en la habitación de Anette donde a pesar de ser aceptada como era, aún
había cierto temor de las criadas y hasta de sus padres en entrar en ella así
que jamás las descubrirían. Bajo la luz de la luna que entraba a través de su
ventana, podía ver el brillo del brazalete que Charlotte le había dado, pensó
en que ese objeto realmente le estaba funcionando y se dijo a sí misma que
necesitaba conseguir ropa más cómoda para este tipo de casos, así que ya no
usaría faldas tan frondosas e igual pensó que la moda extraña de su hermana con
los vestidos a escasos centímetros bajo la rodilla era una buena opción. Su
mente viajaba mucho entre sus pensamientos hasta que quedó profundamente
dormida.
La mañana era relativamente húmeda pues durante la
madrugada había llovido intensamente, los jardines estaban brillantes por las
gotas del rocío y el cielo se mostraba nublado pero pese a ello, se sentía un
calor bochornoso. Flowery fue despertada por su madre quien pese a su sorpresa,
no le pidió explicaciones sobre su ausencia durante la noche, al parecer Anette
había hablado desde muy temprano con ella por lo que la chica había salido bien
librada mientras dormía. Con la que no parecía muy contenta Tarja, era con
Vamaranth pues no había llegado a dormir o quizá sí pero estaba en el sótano
descansando. Pese a la molestia de la señora Olsson, quería evitar altercados
con su hija después de la discusión que habían tenido. Iban a desayunar y
Hizaki había llegado de visita, al escuchar esto Flowery pidió que le
prepararan el baño, a lo que su madre le indicó que estaba listo; bastó con
decir esto para que la chica saliera rápidamente de su cama, buscó su ropa y se
dirigió al baño de su habitación donde ya estaba una criada llenando de
burbujas la bañera. Hizaki esperaba mientras hablaba con Anette quien la ponía
al tanto de lo que había ocurrido en la noche anterior; la señorita Philian
había estado con Zin en el invernadero de un pueblo lejano pues había un
espectáculo de luciérnagas y tuvieron una cita aprovechando la ocasión; y
prefirió ir a verlas a ella que a su primo porque aclaró que no quería
mortificarlo más.
Invitaron a Hizaki a desayunar con ellos, la chica aceptó y
mientras caminaba hacia el comedor, Flowery llegó corriendo a abrazarla, Hizaki
rió delicadamente ante tal muestra de afecto. Caminaron juntas hasta el
comedor, Tarja saludó cariñosamente a la visitante. Las chicas comieron
rápidamente para poder irse al jardín a hablar, no sin antes, Flowery se las
arregló para decirle a su tía que fuera
al sótano para ver si Vamaranth había llegado sin que sus padres y su abuelo
escucharan.
—¿Cómo te ha ido con Zin? Hace días que no sabemos de
ustedes —Decía Flowery mientras ambas chicas se sentaban en la orilla de una
fuente que no se encontraba en funcionamiento.
—¡De maravilla! Jamás había estado tan feliz, es un hombre
maravilloso y muy dulce, mucho mejor que cualquiera que se haga llamar
“humano”, yo sé que me comprendes porque estás en una situación muy semejante;
ese tipo de hombres son muy apasionados y son más caballeros que los demás.
—No todos son así, hemos tenido suerte.
—Pues tal vez, pero realmente estoy muy enamorada de él. Se
ha convertido en mi todo en la vida; realmente mis padres jamás están para mí,
hace un par de días volvieron pero se marcharon de nuevo y Zin se ha convertido
en mi mejor compañero. Quiero vivir mi vida a su lado.
—Te comprendo Hizaki, también siento lo mismo por Kamijo,
ya no podría imaginar mi vida sin él.
—Espero que Vamaranth vuelva a ser la de antes para que sea
feliz junto a mi primo, yo sé que él la ama demasiado; y adoro a mi primo pero
también quiero mucho a tu hermana y sería la mujer más feliz del mundo que
ellos vivan su amor sin obstáculos.
—Coincido totalmente contigo, ya verás que se arreglará.
Encontraremos al brujo que Charlotte y el joven Carstairs mencionan, el tal
Magnus Bane.
—Por cierto… ¿es verdad que ese chico se parece a Teru?
—Preguntó Hizaki muy curiosa, pues Anette le había explicado lo de la noche
anterior.
—Pues… más o menos —Flowery dudó un poco —En el cabello son
muy parecidos y en la forma de los ojos pero James es más alto y su piel es de
un subtono grisáceo aunque eso no le quita encanto. Igual sus ojos son grises,
a veces siento que le falta color porque es muy sobrio hasta en su forma de
vestir. En fin… —Suspiró —Creo que en el fondo no son tan parecidos.
—Ya veo, tengo curiosidad por conocerlo, dijo tu tía que
peleaba muy bien.
—Bastante —Dijo la Olsson aun sorprendida por la destreza
que el chico había mostrado contra los vampiros.
Minutos más tarde llegó Anette y parecía preocupada y sólo
se limitó a hacer un gesto negativo con su cabeza a su sobrina. Flowery sin
decirle nada a su acompañante se metió a su casa, Hizaki la siguió; corrió a la
cocina dónde tomó una vela y bajó hasta el sótano seguida por Hizaki y su tía y
en efecto, estaba vació, su hermana no había regresado a casa durante la noche
y no tenían idea de dónde podría estar.
—Bueno —Habló Hizaki aterrada por el aspecto del sótano —Es
de día, seguro está con Kaya dormida, si hubiera hecho algo malo, nos
hubiéramos enterado ¿no creen así?
—Creo que tienes razón, ayer no había rastro de ella en el
ataque de los vampiros, además que ella no sabe crear un vampiro, sólo podría
hacer un ejército de ghouls. Por lo
general, un vampiro debe esperar mínimo un par de años, aun tratándose de uno
creado por un vampiro poderoso—Confirmó Anette.
—Al menos se ha comportado, aunque si está con Kaya no
espero que su conducta sea intachable todo el tiempo. —Respondió Flow. —Es más,
mi preocupación incrementa; estaría más tranquila si estuviera aquí.
—Yo no estaría tan tranquila si estuviera aquí, lo digo por
tus padres y tu abuelo.
—Tía, soy perfectamente capaz de defenderlos.
—Cariño, ayer hiciste un gran trabajo, pero Vamaranth es
diferente ahora; no tendría piedad y hay que aceptarlo; te falta mucho por
aprender.
—¡Pues me esforzaré cada día más y les demostraré que puedo
defender a mi familia así sea de mi propia hermana! —La chica expresó muy ansiosa.
—Flowery… —Habló con serenidad Hizaki —No dudo que seas
capaz, pero ¿defenderías a tu familia aunque debas matar a Vamaranth? A veces
es más valiente no pelear, debemos de ser inteligente para encontrar al brujo
lo más pronto posible; y debes de ser capaz de buscar otra solución.
—¿Y si es todo o nada? —Preguntó la ex Thanatosian
—Entonces… —¿La matarías?
No hay comentarios:
Publicar un comentario