Pues aquí está otro capítulo. Les aviso que si bien, los últimos dos o tres capítulos no tardaron tanto en ser publicados, el que sigue tal vez sí tardará porque tengo algunas cosas que hacer algo importantes y escribiré menos tiempo, espero lo entiendan. De cualquier forma, el hecho que escriba menos no significa que me iré de la faz de la Tierra, sólo que debo de poner cierto empeño en algunas cosas y necesito dedicarles más tiempo. De cualquier forma, estoy siempre disponible. Bueno, si bien dije que Teru no iba a conocer a Jem hasta que él regresara a Vami después de irse a China, pues decidí cambiarlo, se me hizo difícil mantenerlos separados y más cuando Jem empieza a convivir con todos lo demás. En fin, no daré más adelantos.
Cuando Vamaranth se marchó, Charlotte y Yuki salieron de su
escondite ya siendo visibles y encontraron a un Jem muy pensativo e incluso se
podía decir que su expresión era triste. Prefirieron ir a la casa de Charlotte
antes de hablar pues era el único lugar seguro porque no dudaban que Kaya
pudiese estar en cualquier parte. Charlotte preparó té, lo sirvió y preguntó a
Jem sobre lo que había podido ver en la menor de las Olsson.
—Pues les diré. —Habló Jem —El asunto es un poco
complicado, hay dos tipos de posesiones demoníacas y esa tal Kaya sabía lo que
hacía con Vamaranth.
—¿A qué te refieres? —Yuki parecía intrigado.
—Las posesiones en humanos sólo pueden ser de dos tipos,
que es dónde el demonio toma el control absoluto de sus acciones; pero en
cambio, en vampiros, lycans, brujos, hadas… puede ser de este tipo o del
segundo que es dónde el demonio sólo toma parte en la personalidad de su
víctima, quien no olvida personas, hechos, recuerdos de su pasado y lo maneja
como si fuera la misma persona pero con una personalidad ruin.
—Deja ver si entendí —Dijo Yuki —Dices que Vamaranth sigo
siendo ella en cuanto a recuerdos, algunos pensamientos, quizá sentimientos
pero que el demonio que vive en su interior hace que haga cosas malas, si esto
es así… ¿su “yo” verdadero (el bueno)
está consciente de lo que la parte malvada hace?
—No lo sé, ha habido pocas posesiones de este tipo por la
gran cantidad de magia que se requiere, por eso necesitamos a un brujo
poderoso. O igual otro aprendiz y que se una con Charlotte.
—¿Sirve Anette? —Preguntó Yuki.
—Lamentablemente no, ella es un humano con magia pero
necesitamos un hechicero, un brujo.
—Ya veo, pues solamente puedo pensar en Magnus aunque aún
no me responde la carta —Añadió la pelirroja. —Es más fácil que acceda a Ragnor
Fell.
—Tienes razón. ¿Pero
mientras? ¿Qué se podría hacer?
—Tenerla vigilada la mayor parte del tiempo para que no
cometa acciones malvadas, recordemos que si como vampiro tiende a tener un poco
de riesgo, bajo el control de un demonio es peor. Debemos de ser muy
cuidadosos. —Hizo una pausa muy breve
—Supongo que deberé de decirle a su prometido…
—No creo que a Teru le haga gracias hablar con su hermano
perdido y encima, que se haya besado dos veces con su novia. —Mencionó Yuki con
un tono de fastidio.
—No fue mi intención, la primera vez sólo ocurrió y ésta
pues… ya sabes cómo están las cosas y Vamaranth no lo hizo como “ella” sino
para fastidiarme.
—Aun así, sientes algo por ella y eso crearía un ambiente
tenso con él. Será mejor que yo le diga.
—¡Vaya! Quién lo dice —Charlotte estaba siendo irónica y
Jem lo notó con sorpresa.
—¿Te gusta Vamaranth? —Preguntó el cazador.
—Digamos que me gustan dos personas, con cierta inclinación
a una en especial… —Dijo Yuki mirando insistentemente a Charlotte.
—Será mejor que me vaya porque el ambiente se pone tenso.
Está bien Yuki, dejo que le digas al prometido de Vamaranth. Pero debo de decir
que siento mucha curiosidad por conocerlo.
La mañana estaba llena de nubes, parecía que llovería a lo
largo del día por lo que Flowery dormía profundamente, sus padres la habían
dejado dormir y no la despertaron para el desayuno pues ellos tuvieron que
salir desde temprano junto al conde. Hasta que una de las criadas llamó a su
puerta, tocó repetidas veces hasta que aumentó la intensidad de sus golpes a la
puerta de la habitación de la chica.
—¿Qué ocurre?... —Preguntó la chica entre aún más dormida
que despuerta.
—La busca el joven Teru Herondale.
—Ah… dile que me espere unos minutos… quizá unos “muchos”
minutos…
Flowery tenía dolor de cabeza por lo que no le fue fácil
levantarse, al lavarse la cara su aspecto mejoró por lo que se alistó para
recibir a su cuñado. También sentía hambre así que esperaba que Teru aceptara
desayunar con ella o al menos que no le importara que ella devorara su comida
pues en verdad sentía un gran vació en el estómago. Bajó casi corriendo al
darse cuenta que estaba tardando mucho, y antes de siquiera saludar a Teru, le
preguntó si gustaba algo para comer, el chico se negó por lo que Flowery pidió
que le sirvieran el desayuno. Teru se sentó en el comedor y sólo aceptó un poco
de té.
—¿Qué ocurre? —Preguntó
Flow mientras comía un trozo de pan.
—Mira.
Teru le acercó un periódico, la chica miró la fecha y era
la del día, miró extrañada a Teru.
—Página cinco. —Mencionó el joven
La chica abrió el periódico en la sección indicada, no era
unas notas agradables, al contrario, mencionaron sobre dos asesinatos que
ocurrieron durante la noche y uno que ocurrió anteriormente. El primero ocurrió
en un callejón donde encontraron el cadáver con el corazón a un lado, y los más
recientes donde los cuerpos fueron encontrados a las afueras del pueblo, cerca
de un río, algo distante a decir verdad, y mencionaba que murieron desangrados
por un corte en la yugular donde dejaron verter su sangre en los causes del río
por lo que no había rastro; parece que habían sido atracados por la falta de
anillos y relojes pues notaron que sí había marcas de ello. En la parte de
debajo de la nota había una parte dónde se describía a una joven pues estaba
perdida. Flowery no prestó atención a ello.
—Y ¿bien? —Preguntó Teru.
—No sé por qué me has mostrado esto ¡estoy desayunando! —A
pesar de la cara de horror de Flowery, ésta no dejaba de comer.
—Lo siento. Pero ¿qué ha hecho Vamaranth en los últimos
días?
—¿Piensas que fue ella?
—¡No! Pienso que fue Kaya quien la está “instruyendo” de
alguna forma.
—Todos sabemos que antier sí salió, ayer creo que también.
Su ropa está limpia, ninguna de las criadas ha gritado que encontraron sangre;
igual y sí pudo tratarse de Kaya mientras Vami es espectadora. Debemos de mantenerlas alejadas de cualquier
forma.
—Hay que decirle a Kamijo y a Jasmine para que nos sugieran
algo, porque así que detenerla, no creo que ni tú y ni yo podamos muy bien.
—Tienen razón… y más así cómo está, puede que sea peligrosa
llevarle la contraria.
—Por eso me alegra que comas bien, así tendrás bastante
fuerza.
—¡Oyeeee! ¡Amanecí hambrienta!
—De acuerdo… eres libre de comer lo que gustes.
—Lo sé, también estoy decidida a entrenar cada vez más duro
con Jasmine. Tú ya debes de estar muy adelantado. Kamijo me ha dicho que en los
últimos entrenamientos has estado increíble, como si lo tuyo fuera eso del
combate y ese tipo de cosas. Yo me defiendo pero debo aceptar que en parte ha
sido por el brazalete que me regaló Charlotte.
—No, lo mío es la pintura y tú lo sabes. Y recuerda lo que
dijo Charlotte, que no todo era por el brazalete, que esencialmente era tu
esfuerzo.
—Pues sí, pero aun así, tengo ayuda y tú no.
La tarde estaba empezando, hacía un buen clima en el que se
podían caminar por las calles tranquilamente sin suéter y sin malestar por
calor excesivo. Zin había llevado a Hizaki a comprar caramelos y chocolates
para tratar de distraerla un rato, ella se mostraba animada pues lo que más le
gustaba era estar con Zin. La chica se sorprendía cada vez que su acompañante
le recomendaba chocolates pues al probarlos podía verificar que realmente eran
los más deliciosos. Parecía que todo estaba en orden al verlos tan felices,
aunque ambos en el fondo estaban preocupados por lo que le había pasado a su
amiga pero también confiaban en que todo se solucionaría. Hizaki tomaba de la
mano a Zin orgullosamente, jamás pensó sentirse de esa forma, siempre se había
dedicado a cuidar a su primo; no era de las chicas que creían en el amor y esas
cosas, se había acostumbrado a estar sola o con sus primo o sus amigas que era
un acariño muy diferente a lo que ahora sentía por Zin, se sentía segura,
protegida, amada sinceramente junto a él. Por su parte, el vampiro jamás había
imaginado que ella le haría caso, no se consideraba digno de alguien como
Hizaki a quien creía tan pura y hermosa; la protegería de la misma Kaya si era
necesario.
Hizaki escogió algunos chocolates para Teru y otros para
llevarle a Helena y Masashi; Zin le sugirió que se los llevaran y de paso
aprovecharan para visitarlo y a la chica le pareció una excelente idea pues de
paso, Masashi y Zin se irían para entrenar.
Kamijo llegó al palacio de Soile para ver a su prometida
Flowery, encontró a Teru también por lo que le dio gusto saludarlo.
—Me alegra verte con Teru —Mencionó el Vampiro —Para serte
sincero, me preocupas.
—¿Por qué amor? Estoy bien.
—Pero Vamaranth vive aquí, contigo y en sus condiciones, no
creo que sea conveniente que estés sola, recuerda que ahora es muy manipulable
para Kaya.
—No me ha hecho nada, incluso, rara vez nos vemos.
—Me sigues preocupando de cualquier forma, de hecho, venia
para ver si puedes pedir un “viaje” y te vas conmigo al castillo donde Jasmine,
Zin o yo podemos protegerte.
—¡¿Y dejar a mis padres y a mi abuelo?! Por esa misma razón
no es buena idea dejarlos solos con ella. Sé defenderme.
—Pero no lo suficiente. O quizá haya una forma de hacer que
ella se aleje.
—No Kamijo, si ella está sola tiene más posibilidades de
que Kaya la haga a su imagen y semejanza ¡esa es aún peor idea!
—No quiero arriesgarte ni arriesgar a los que quieres.
Cuando todo se solucione, tu hermana lo entenderá. Será mejor que se quede con
Jasmine y conmigo.
—¿Y cómo haremos que acepte? —Preguntó Teru.
—No lo sé. Hay que intentar razonar con la parte que aún
queda de la Vamaranth de siempre…
—¿Crees que eso funcione? —Dudó Teru —Es muy arriesgado,
puede que se ponga violenta. Debemos de persuadirla. Puedo llevarla a mi casa
si gustan.
—Pero también puede ser arriesgado para ti —Advirtió
Flowery.
—Me siento capaz de poder detenerla si las cosas se salen
de control.
—Puede que sea lo mejor. —Afirmó el vampiro. —Es hora de
mantenernos en silencio, al parecer no tarda en despertar.
Kamijo y Teru se pusieron a jugar damas y Flowery hizo como
que estaba leyendo, pasaron algunos minutos antes de que Vamaranth se reuniera
con ellos. Ella los miró desde la puerta, fingieron que no la habían visto
hasta que ella los saludó con su arrogancia característica de los últimos días,
nadie supo cómo responder por lo que ella saludó alzando su voz hasta que Teru
fue el primero (y más bien el único en hacerle caso). Ella puso los ojos en
blanco y se acercó a su prometido para besarlo en los labios, miró el tablero
del juego.
—Estás perdiendo amor…
—¡Oh! No lo había notado, supongo que no estoy concentrado
en el juego. —Respondió Teru de una forma muy distante.
—¿Pretendes que no me entere que me estás evadiendo? Está
bien corazón, ya me voy y no espero reclamos en cuanto busque consuelo en
brazos de alguien más.
Teru iba a decir algo pero ya no pudo porque la vampiresa
salió del lugar y al tratar de alcanzarla ya no la alcanzó, se quedó extrañado
por lo que ella le había dicho. Volteó para mirar a Kamijo quien no supo como
responder. Flowery se levantó para tratar de decirle unas palabras de apoyo a
Teru.
—No lo dijo realmente, recuerda que Vamaranth está bajo la
influencia de otro ser y que ella jamás se iría con alguien más, ella te ama
con todo su corazón.
—En vez de estar lamentándome, debería de estar buscando
una solución a esto. Creo que aquí no encontraré nada, así que será mejor que
me marche a buscar personas que puedan ayudarme
—Teru… —habló Kamijo —no sabes por dónde empezar.
—Por el brujo Magnus Bane —Habló Yuki quien se encontraba
en la puerta del salón, con él venía Charlotte y otro chico alto que de
inmediato dirigió la vista hacia Teru. —Empezaremos por Bane porque él es
nuestra esperanza, el problema es que no sabemos dónde encontrarlo.
Teru también miró a Jem con extrañeza, jamás lo había visto
y era raro encontrar a alguien con varias similitudes físicas. Kamijo se acercó
a saludar a Jem, Flowery lo recordaba poco pues sólo lo había visto una vez
pero aun así le dirigió una sonrisa. El recién llegado les habló sobre lo que
le había comentado a Yuki y a Charlotte omitiendo la parte del beso con
Vamaranth por supuesto. Yuki había quedado en que le diría a Teru pero no contó
con que él estaría con Flowery y Kamijo por lo que no quedó otra opción más que
Jem les contara a todos lo que sabía. Teru escuchó todo con detalles pero algo
en su expresión daba a notar que la presencia del joven Carstairs lo incomodaba
en cierta medida aunque no se habían visto antes y jamás se había mencionado
que Jem tenía una amistad muy cercana con su prometida. El cazador era
ligeramente más alto que Teru. Jem miró a Teru con curiosidad mientras que éste
lo veía con algo de recelo; no se habían presentado pues de inmediato Kamijo
pidió la información sobre Bane a Jem y nadie se acordaba de hacerlo.
—Hola, mi nombre es James Carstairs —Jem se había acercado
a Teru con total naturalidad mientras los demás pensaban en medios para
contactar a Magnus Bane.
—Soy Teru y llámame sólo así. No tengo intención de decirte
mi nombre aunque soy relativamente conocido.
—Lo he notado, todos me dicen que tengo cierto parecido a
ti, pienso que es más por el cabello aunque en cierta manera nuestros ojos
tienen similitudes en la forma. —Teru no respondió. —¿Tienes ascendencia
asiática? Porque yo sí y de eso es la peculiar forma de mis ojos.
—Puede, la verdad no pude saber bien al árbol genealógico
de parte de mi madre, y de mi padre, tampoco sé nada. Aunque ese no es un tema
que deba tratar con un desconocido.
—Siento si te incomodé. —Las disculpas de Jem eran
sinceras.
—Mejor explícame… ¿cómo es que conoces a Vamaranth? Hablas
de ella con mucha familiaridad.
—Sólo la he visto algunas ocasiones. La primera porque yo
trabajo para el embajador de China y asistí a la cena que dio el conde. La
segunda vez la encontré en el parque y me ayudó porque yo estaba enfermo en ese
entonces… no hay más. —Jem no estaba acostumbrado a mentir pero por la cara de Teru
sabía que era necesario omitir ciertos detalles que al final, tal vez para
Vamaranth carecían de relevancia.
—Ya veo… ¿así que eres un cazador de demonios? ¿qué tienen
de particular frente al resto de los humanos?
—Fuimos creados especialmente para matar demonios y
salvaguardar a los humanos incluso de los lycans, vampiros, hadas y demás
criaturas que los pongan en riesgo por sus acciones descontroladas; hay quienes
son, por ejemplo, lycans tranquilos que se mantienen al margen y con ellos
vivimos pacíficamente. Se puede decir que de nacimientos fuimos dotados con más
habilidades de combate y análisis que los demás humanos y nos ayudamos de armas
con runas escritas en ellas que contienen poderes de ángel. Nadie sabe si lo
del ángel Raziel es cierto y si su sangre nos creó, sin embargo, aquí estamos
matando demonios.
—Vaya, eres interesante. —Teru hizo una mueca amarga. —Yo
sólo soy un humano que no resulta más que una carga.
—¿Lo dices por tu novia? De lo poco que he hablado con ella
te puedo decir que ella piensa que eres grandioso y que no hay nadie como tú y
que posiblemente jamás lo habrá.
—¿En verdad?
—Sí.
—De cualquier forma, hay que encontrar al tal Bane. ¿No es
así?
¿En verdad ese sujeto era el prometido de Vamaranth? Aunque
Jem no podía negar lo preocupado que se encontraba Teru, en ese momento se veía
con tal amargura en su rostro y en sus acciones pero supuso que tal vez él
realmente no era así, sino que sólo se trataba de la preocupación que tenía por
ella y no tenía tiempo para un poco de buen humor.
—¿Y qué, si Bane está del otro lado del mundo? ¿Qué
haremos? —Preguntó Yuki.
—Iría a dónde fuera preciso, pero si ese sujeto es la
solución, tengo que encontrarlo cueste lo que cueste. —Teru lucía muy decidido.
—Así tenga que ir por él y sacarlo de una guerra con cañones, no me importaría.
Todo porque Vami vuelva a ser la de antes, bueno, la de la transformación hasta
antes de ser capturada por Kaya. No me importa siquiera perder la vida con tal
que ella esté bien. Yo ¡la amo! La amo con toda mi vida y si es necesario
sacrificarme por ella lo haría sin ningún miramiento —Hizo una pausa —Así que
empezaré a preguntar por Magnus. ¿Sabes cómo es ese brujo, Carstairs? —Preguntó
Teru pero nadie respondió.
—Se fue hace unos instantes. —Mencionó Charlotte.
—¡¿Pero por qué…?!— Pero Teru ya no terminó su pregunta y
salió corriendo para ver a dónde se había ido Jem. Charlotte fue tras ellos y
les dijo a los demás que esperaran.
Kaya disfrutaba de su peculiar “té” pues había conseguido
una nueva sirvienta, la chica estaba a su lado, no pasaba de los 15 años de
edad y tenía un hermoso cabello azabache que Kaya había dejado suelto para
acariciarlo de vez en cuando. Por lo general, la vampira hacía que sus
sirvientas se recogieran el cabello para exponer mejor sus cuellos; a Alexander
era al único a quien dejaba beber de ellas pues sabía que Sinéad no podía parar
una vez que sus labios tocaban la sangre hasta acabar con su víctima. Para
Kaya, quien tardaba en seleccionar cada
muchacha para su colección, eso le molestaba pues prácticamente era su
colección de muñecas vivas que a la vez le servían de alimento. Sólo había
cedido una de esas preciosas chicas para alimentar como si fuera la primera vez
a la que consideraba su “hija”.
Sinéad había llegado de comprar, dejó varias bolsas con
ropa en uno de los sillones, Kaya miró que se trataban de vestidos estilo
“princesa” como los que usaba Hizaki y se echó a reír pues pensó que Sinéad
quería imitar a la dulce chica para conseguir la atención de Zin.
—Querida… —Dijo Kaya mientras le daba su taza a la
sirvienta en turno. —Esos vestidos son muy hermosos para tu vulgar ser… —Echó a
reír de nuevo. —¿En verdad crees que esta es la manera de gustarle? Hizaki es
dulce, gentil, delicada, elegante, fina, toda una dama —Hizo énfasis en esto
último —Y tú… eres hermosa, no te lo negaré, pero pareces más una belleza de
burdel.
—¡Por favor Kaya! Deja tus comentarios hirientes porque no
me afectan, les demostraré a todos que yo también puedo ser toda una dama y que la tal Hizaki es aburrida y boba.
—¡JA! —Llegó Alexander para reírse de Sinéad. —¿En verdad
crees estar a la altura de la señorita Penhallow? Realmente lo dudo, pero igual
es admirable tu esfuerzo aunque lamento que sea en vano. —Kaya rió con el
comentario de Alexander.
—Querido… por fin estamos de acuerdo en algo. —Señaló Kaya.
—Pues tú Alexander —La pelirroja estaba realmente irritada
—preocúpate mejor por la futura “condesa”, que no veo que ella te acepte ni un
poquito. Y tú Kaya, puedes decirme ¿por qué aún no llega tu más querida
creación? —Dijo esto con sarcasmo e ira. —Se supone que ya debería de haber
llegado.
—La verdad no sé por qué no ha llegado, tal vez se detuvo a
“comer”…
—O matar a alguien porque le dio asco. —Sugirió Alexander
—Realmente esa chica está loca, espero no sea de familia porque pronto tendré a
su hermana…
—Pues te estás tardando —dijo Kaya mientras jugaba con sus
guantes.
—¡Yo también sé que me estoy tardando! Pero más pronto de
lo parece será mía… de nuevo.
—¡Vaya! La reunión familiar ya empezó sin mí. —Ya había
llegado Vamaranth —Tú —Se dirigió a una sirvienta —Quiero que me des de beber
ahora mismo, estoy sedienta.
La criada corrió por una taza de porcelana pintada a mano
con un lirio blanco, se cortó la muñeca y dejó salir la sangre. Vamaranth la
bebió con placer y felicitó a Kaya por su elección con las chicas que le servían,
la vampira mayor se pavoneó al saber que alguien reconocía su buen gusto.
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