Pues aquí está otro capítulo, espero les guste, vale. Su opinión es muy valiosa para mí.
El joven Lightwood esperó a que fuera de mañana para salir
de su casa en busca de Charlotte, caminó lentamente a través del bosque como si
temiera llegar a su destino. Sentía el dolor en su pecho que incrementaba a
cada metro que se acercaba. Ella seguro jamás lo perdonaría, y a decir verdad,
ni él mismo se perdonaba lo que había hecho.
Llamó temerosamente a la puerta, nadie respondió, llamó de nuevo y esta
vez salió Charlotte, no se había cepillado el cabello, se podía ver que Yuki
fue quien la despertó pues al abrir cerró los ojos a afecto de la luz del son
matutino. De inmediato supo que algo no iba bien así que suspiró temerosa y
dejó pasar a Yuki. Se veía bastante guapa aún sin peinar y con los ojos
entrecerrados y ojerosos. Yuki también tenía ojeras. Charlotte le invitó algo
de comer pero él se negó argumentando que tenía lo que iba a tratar era un
asunto muy complicado. Ella abrió más los ojos dispuesta a ver si comprendía de
qué se trataba con sólo mirar a Yuki. Él ni siquiera tomó asiento.
—Creo que debes dejar de andar con misterios y decirme qué
te trae tan temprano conmigo, siempre llegas al medio día cuando no tienes
trabajo y cuando sí, te veo hasta el atardecer. —Mencionó la pelirroja sin
sonar preocupada aunque realmente lo estaba.
—Tengo que decirte algo muy serio, y la verdad… tengo
miedo, tengo miedo que después no quieras volver a verme.
—¡Vamos hombre! No creo que sea tan grave.
—¡Lo es! Sólo quiero que me escuches, y si después, quieres
echarme… lo entenderé, me iré con el corazón roto —Yuki parecía deshecho.
—Pues, no sé de qué trate pero me estás preocupando, anda,
habla ya que prometo no interrumpir hasta que hayas terminado.
—Ayer… cuando estaba dormido, alguien entró a mi
habitación… se trataba de Vamaranth. —Charlotte lo miró más intensamente. —Me
desperté y la vi; después hablamos y ella me estaba tratando de seducir, y
bueno… —Se notaba que el chico estaba muy nervioso —Después de unas palabras
ella me besó —El rostro de la bruja se notaba más severo al escuchar esta parte
—Y… pues, allí es donde radicó mi error pues a pesar de saber lo que ella es
ahora, que no es la misma, que la Vamaranth de antes no hace lo que hace… caí
en su juego y simplemente pasó… me dejé
envolver y…
—¡Basta! —El rostro de Charlotte estaba rojo de ira —No
tienes que continuar tu relato si pasó lo que me imagino… Pero ¡¿cómo pudiste?!
No lo digo por mí aunque realmente me dolió porque si en algún momento tuve una
esperanza contigo, ahora se ha desvanecido —No pudo contener en llanto —¡Por
ella! ¡Por Vami! Ella no se lo merece, ella ha de estar sufriendo por lo que
ese maldito demonio hizo, eso no se hace ¿por qué no pensaste en ella si tanto
dices amarla? —Yuki agachó la mirada reconociendo su error —Sólo espero de todo
corazón que no le traiga problemas con Teru, él debe de entender; en cambio tú,
estás al tanto de todo, sabes que ella no es quien gobierna su cuerpo y aun así
te atreviste a meterla a tu cama. No puedo con esto, y bien tuviste la razón,
me has decepcionado mucho, quiero que ahora mismo te vayas. No quiero verte.
—En verdad lo siento, te he defraudado enormemente, no
tengo perdón.
—Sólo vete de favor, debes de ir a decirle a Teru. Espero te vaya bien con él, porque yo no
quiero saber de ti.
El Thanatosian salió de la casa de Charlotte, y caminó por
el bosque, poco a poco empezaba a hacer calor, se detuvo y se apoyó en un
árbol, se sentó a su sombra y empezó a llorar como nunca lo había hecho, había
perdido a Charlotte y el dolor era como una puñalada a su corazón, salvo que
hubiese preferido la muerte en ese momento, pero su castigo era continuar con
su dolor. Pensó en Teru, pensó en Vamaranth, incluso pensó en Flowery y en
Masashi, todos ellos se sentirían muy desilusionados de él por la falta que
cometió. Había perdido a una persona, no quería perder a sus amigos ahora.
En la casa de Teru nuevamente había ido Hizaki a desayunar
con él por lo que ella se encontraba cuando Yuki fue a hablar con su primo. El
joven que acaba de llegar se mostró nervioso, Hizaki trató de convencerlo de
tomar algo pero Yuki se negó, pidió hablar solamente con Teru argumentando que
tenía un asunto muy delicado que tratar con él y que le gustaría que no hubiera
nadie más; Hizaki lo aceptó y les dijo que iría a dar un paseo en el jardín,
mientras ellos conversaban.
Yuki respiró profundamente, se paseó lentamente como si de
esta forma tomara valor para decirle a Teru lo que había pasado entre Vamaranth
y él. De pronto, se detuvo, miró a Teru aunque no directamente a los ojos y
empezó a hablar.
—Me gustaría que me escucharas, tampoco puedo pedir que
después de esto sigamos siendo amigos pero quiero que pienses bien que ella
está siendo manipulada y de ninguna manera es su culpa.
—¿Manipulada? ¿De qué me hablas Yuki?
—Ya le hablé a Charlotte de esto y lo que tenía con ella se
acabó.
—Lo siento mucho Yuki pero no sé de qué me estás hablando
¿podrías ir al grano?
—De acuerdo… —Dudó un poco —Ayer en la noche, yo estaba en
mi casa dormido cuando Vamaranth llegó a interrumpir mi sueño. —Teru lo miró
fijamente —Ella obviamente está siendo manipulada por un ser perverso que no
sabemos de lo que es capaz por lo que me empezó a seducir de cierta manera, yo
no estaba dispuesto a hacer caso de sus insinuaciones y sin embargo… —Se calló.
—Sin embargo ¿qué? —Preguntó Teru serio —Por favor, no
digas que entre ella y tú… —Yuki agachó la mirada —No puede ser… dime de favor que no lo hicieron…
—Lo siento mucho Teru, no debí porque fue como aprovecharme
de ella pues sé que la verdadera Vamaranth no lo quería…
—No sé qué decirte Yuki, sé que ella no tiene control de
sus actos pero tampoco me esperaba esto de ella, ¡y mucho menos de ti! Yo pensé
que tal vez tú y Charlotte… no sé qué pensar, me siento muy decepcionado de ti,
pensé que ya la habías olvidado, que ya estabas dispuesto a empezar con
Charlotte. ¿Qué crees que vaya a pensar Vamaranth cuando vuelva a ser la de
antes?
—Por eso te digo, cuando eso pase, no la juzgues, ya
suficiente he hecho para lastimarla, no la abandones de favor, es culpa del
demonio que vive en ella y mía, ella te ama con toda su alma, jamás te haría
algo así.
—Vete por favor, me siento traicionado de tu parte, vete
mientras proceso lo que me has dicho.
—Lo siento mucho…
—¡Qué te vayas!
Yuki se marchó, incluso sin despedirse de Hizaki a pesar de
haberla visto al salir; ésta pensó que algo malo había pasado y se dirigió sin
demoras hasta donde se encontraba su primo quien estaba pensativo mirando por
una ventana, quizá veía el cielo, quizá sólo fingía que veía el cielo y sólo
estaba absorto en sus pensamientos. Se acercó a él, Teru la miró.
—¿Qué pasó? ¿por qué tan serio? Vi a Yuki salir
rápidamente…
—Hizo el amor con Vamaranth, ayer…
—¡Primo! Pero… no puedes culparla a ella, sabes que no sabe
lo que hace.
—A ella no, pero ¿y él? Yo pensé que era mi amigo y ante la
menor provocación, hizo suya a mi prometida…
—Teru, bien sabemos todos que él estaba o está enamorado de
ella, si ella en algún momento le dio pie a ello, tarde o temprano iba a ceder.
—¡No lo justifica!
—Lo sé, pero en el nombre del amor, cualquiera puede perder
la cabeza; ¿acaso olvidas que ella pasaba sus noches a tu lado cuando estaba
comprometida con él?
—¡Pero ella no lo amaba! Eso cambia absolutamente todo, y
sigue sin amarlo. Ella me ama a mí.
—No quiero que te llenes de rencor, mira, olvidemos el
asunto, y mejor nos debemos enfocar en encontrar a Magnus Bane o al otro sujeto
que Kamijo mencionó.
—Pero…
—Lo que importa es lo que dijiste, que ella te ama
solamente a ti y tú a ella, piensa en lo difícil que será cuando vuelva a ser
la de antes, y es dónde debes de estar para darle tu apoyo y tu comprensión. Se
va a sentir muy mal por todo lo que esa criatura está haciendo con su cuerpo,
no la mortifiques más.
—En eso tienes razón. Lo peor es que yo también caí en su
trampa. También se va a sentir muy mal porque aunque haya sido su cuerpo, su
esencia no era ella.
—Entonces, no tienes porqué juzgar a Yuki. ¿Y si ella uso
ese tipo de hechizo que tienen los vampiros para tomar a sus víctimas? ¿Cómo el
que usaba Kaya en mí cuando bebía de mí? Si Yuki te vino a decir es porque
tiene honor. Perdónalo.
—Tal vez… con el tiempo… no te aseguro nada.
Durante el atardecer, Vamaranth fue a ver a Selia, el brujo
la recibió cortésmente en su casa, siempre vestido con la gracia de una dama
de alta sociedad, la vampira pensó que tal vez podría ver si Kaya le había
dicho la verdad sobre la marca de brujo, pero jamás pudo verle los pies con tal
largo vestido aunque tampoco escuchaba sonido alguno cuando él caminaba, como
si no usara zapatos. Selia la hizo pasar hasta la habitación que usaba para
guardar sus brebajes y demás cosas mágicas, habían frascos perfectamente
ordenados detrás de vitrinas transparentes, los frascos no dejaban ver su
contenido, también había bastantes libros acomodados también en vitrinas como
si el brujo quisiera preservarlos lejos del polvo. El hermoso cabello negro se
Selia estaba perfectamente adornado con plumas rosas, por lo que ni en su
propia casa dejaba sus excentricidades de lado. Vamaranth recordaba aquella
casa el día de la aburrida fiesta, lo único interesante fue haber conocido a
Camille Belcourt; tomó un pequeño cráneo que encontró, parecía humano pero ya
no podía estar totalmente segura que lo fuera. Se sentó en una silla que
encontró disponible y empezó a jugar con aquella extraña pieza como si fuera
una pelota.
—¿Qué te trae por aquí pequeñita? —Preguntó el brujo.
—No sé por qué pero quería que supieras que he dejado a
Kaya.
—¡Vaya! Tienes más agallas de lo que imaginé, aunque debo
de decir que siempre pensé que esto pasaría pero no tan pronto. Y dime… ¿qué
piensas hacer?
—Pues parezca o no, estoy interesada en apoyar a los
subterráneos, creo que estamos siendo oprimidos por los nephilim, y a la vez
esto nos está dividiendo, nosotros no podemos actuar humanamente porque no somos
humanos, no nos pueden negar que cacemos cuántas veces queramos; no es justo
que los lycans y los vampiros no podamos saciarnos cuando el instinto nos
gana, que ustedes los brujos, con tanto
poder que tienen, no puedan hacer cosas infinitas, que los limiten.
—¿Y qué piensas hacer para cambiar eso?
—Somos hijos de demonios, ellos deben de guiarnos,
necesitamos demonios en este mundo…
—Los hay…
—¡Pero son exterminados por los cazadores! Debemos de
eliminarlos…
—¿A todos?
—Bueno… podemos dejar con vida a uno que otro para…
investigar de dónde salieron, si lo del ángel Raziel fue cierto… —Había pensado
en Jem en ese momento.
—Se nota el demonio que hay en ti criatura. ¿Para qué
viniste a verme?
—Porque tú puedes traer a este mundo a toda la clase de
demonios.
—¿Y qué gano?
—Lo que Kaya te debe por el “trabajo” que hiciste conmigo.
—La vampira sonrió. —Por cierto… pienso presentarme a mi familia tal y como
soy; ya basta de farsas, quiero ser libre.
—Tu propuesta me está convenciendo, sin embargo, es Kaya quien
no me ha pagado esa parte del trato, ella debe de hacerlo.
—Pues te traigo a la chica y la cabeza de Kaya.
—Eres poderosa, pero te falta para vencerla.
—Por eso me vas a ayudar, lanzarás al mundo todos esos
demonios, pero sólo los que simpaticen con los subterráneos, o sea, los que nos
dieron origen.
—Querida, espero que tu Utopía salga bien siempre y cuando
me mantengas bien posicionado.
—Puedes contar con ello… te dejo, voy a “comer”
Kamijo se encargó de reunir a todos para empezar con la
búsqueda del brujo Selia, quería encontrarlo lo más pronto posible por lo que
debería de organizarlos, incluso había incluido a Jem y también tuvo que
insistirle a Yuki y a Charlotte que parecía que no estaban animados a ir, pero
pudo convencerlos pues era no sólo por el bien de Flowery o de Vamaranth,
también por el bien de las personas de Soile pues no sabían que tan cruel podía
llegar a ser el demonio que Kaya había invocado. Miraron con extrañeza que Yuki
no se hablaba ni con Charlotte ni con Teru, Zin miró con cierto recelo que
Hizaki no apartaba la vista de Jem, pero ella le dijo que no podía creer que
alguien tuviera tanto parecido con su primo, pero la tensión se rompió cuando
finalmente la chica le confió a Zin que a pesar de todo, Teru seguía siendo el
rubio platinado más guapo y que Jem se veía tan gris que parecía “enfermo”, Zin
rió ante los comentarios de su novia.
Jasmine y Kamijo hablaron de Selia, la vampira les dijo que
consiguió esa información al seguir a una pareja de “hadas” que mencionaban
algo de una fiesta aburrida que hizo el brujo Selia, pero que ya no pudo
escuchar más porque se alejaron mucho, también informó que fue a buscar entre
los demás vampiros pero nadie quiso decirle nada, posiblemente ese brujo tenía
un grupo selecto de amistades que no incluía a cualquiera pues las actividades
que realizaba estaban sancionadas por los cazadores. Todos miraron a Jem en ese
momento y él lo confirmó.
—La Clave es quien maneja todo ese asunto, mantiene
contactos con diferentes criaturas por eso los que viven en la “ilegalidad”
tienen que cuidarse perfectamente las espaldas, aunque a veces mantienen
contacto con gente de La Clave para tratar de disimular que están llevando sus
asuntos en perfecto orden así que esto nos facilita las cosas, puedo enviar un comunicado
diciendo que el tal Selia invoca demonios sin permiso y no sólo eso, que los
transmite a otros; eso es suficiente para hacerlo caer.
—Me alegra tenerte de nuestro lado. —Flowery suspiró de
alivió.
—¿La Clave? —Preguntó Teru curioso recordando las cartas de
sus padres —¿Qué es La Clave?
—Es lo que “gobierna” a los cazadores en todo el mundo,
ellos crean nuestra ley y hacen que se cumpla, aunque no todo es perfecto, hay
leyes absurdas; pero bueno, creo que este no es el punto.
—¿Sólo es conocida por los cazadores?
—Y por los subterráneos, los humanos no saben nada, salvo
los que poseen la “visión” y deciden trabajar con nosotros.
¿La visión? ¿Eso era hereditario? Tal vez el padre de Teru
tuviera algo que ver con La Clave porque también poseía ese don.
—Solamente que tenemos que esperar, pues La Clave tiene sus
procesos, su papeleo y todo eso; pero en verdad puede ser más fácil así que si
buscamos a alguien que no quiere ser encontrado. —Volvió a decir Jem. —Por
cierto… tengo una idea que puede darnos tiempo para que los nephilim actuemos,
solamente no puedo decir nada pero puede que funcione.
—¿A qué te refieres? —Preguntó Charlotte interesada.
—Contigo necesito hablar y si no les incomoda, a solas;
quizá puedas guiarme un poco más; pero a los demás les puedo decir que he
estado pensando, y al parecer algo que tengo pueda hacer que el demonio que
vive dentro de Vamaranth se apacigüe un poco; no sé si vaya a funcionar pero lo
puedo intentar.
—De acuerdo —habló Kamijo —Si Charlotte va a estar al
tanto, se me hace que podemos intentar. Necesitamos tiempo y no hay que
descatimar opciones para tenerlo. ¿Hay un riesgo?
—Por eso quiero hablar con Charlotte antes de llevarlo a
cabo. Pero si funciona, podremos tenerla más tranquila quizá días, semanas, y
hay posibilidad de que sean meses. Pero para ellos necesito que llegue a ir a
mi casa así sea a la fuerza.
—¿Para qué la quieres llevar a tu casa? —Preguntó Teru muy
serio.
—Nada malo… —En las mejillas de Jem apareció un ligero
rubor que nadie notó —Pero lo que necesito para llevar a cabo mi plan es algo
muy valioso para mí, no puedo estarlo perdiendo en las calles o en casa de
alguien, además que es peligroso para los humanos y para los lycans. Si es en
mi casa, no dañaría a nadie.
—Parece que hablas de veneno —Habló Flow.
—Para humanos y lycans sí es veneno; pero para Vamaranth
puede ser su salvación momentánea en lo que conseguimos a Selia o a Magnus o a
cualquier hechicero poderoso.
—Teru, Flowery, Anette… ustedes son los más cercanos ¿qué
dicen? —Preguntó Kamijo.
—Si ella puede estar tranquila aunque sea un par de
minutos… que lo haga. —Respondió Flow decidida. —Tiene más riesgos si está de
un lado a otro buscando problemas.
—Si puedo saber también qué es esa “cosa” que dice James,
yo lo apoyo. —Mencionó Anette, Jem asintió con la cabeza.
—Pues es mayoría —Mencionó Teru —Yo también estoy de
acuerdo. Siempre y cuando no sea lastimada ni se haga algo que esté contra su
voluntad.
—No se le hará nada de eso, sólo tiene que beber algo, es
todo. —Respondió Jem —Hay que buscar la forma de que vaya a mi casa. Si alguien
gusta acompañarla para ayudarme, voy a estar completamente de acuerdo.
—Yo voy en ese caso —Mencionó Jasmine.
—Me parece perfecto que vayas tú, era lo que iba a sugerir,
que sea Kamijo, Zin, Charlotte o tú. Incluso Masashi, no es menospreciar a los
demás, pero necesitamos contenerla bien por si se requiere hacerla beber a la
fuerza. Se pondrá muy violenta si eso pasa.
—De acuerdo, si Jasmine va me parece perfecto, que se haga
—Dijo Teru un poco más tranquilo.
—Por cierto… sé que no viene al caso —Habló Flowery —Pero
mi abuelo y mamá están organizando una cena mañana en la noche para hacer notar
a la gente cercana a mí su extraña decisión de hacerme condesa… ¿van? —No se
veía muy animada.
—Deberías de estar feliz —Mencionó Hizaki —Es algo muy
importante.
—Es que realmente no quiero, le dije a mamá que ella tome
el puesto pero no quiere y mi abuelo dijo que aunque aún se sintiera muy bien
de salud, quería ceder su lugar muy pronto para poder descansar sin tantas
preocupaciones. Todos están invitados, tú también Jem, estoy en deuda contigo
por todo lo que haces por mi hermana.
—Gracias.
—¿Y Vamaranth? —Preguntó Teru.
—No lo sé, mamá está furiosa con ella y no quiere saber
nada por unos días; papá es quien sí quiere que esté pero no creo que sea
conveniente en su estado. Esto es muy difícil.
—¿Y si yo no voy? —Preguntó Teru.
—¿Por qué no? —Preguntó Flowery extrañada.
—Porque si no voy, y Vamaranth no va, al menos podrán
sospechar que ella está conmigo. Digo, no hay que quemar su imagen aún más
—Miró disgustado a Yuki pero nadie pareció percibirlo.
—Me gustaría mucho que vayas pero como consideres. Está
bien, pero Hizaki está obligada a ir entonces… no me dejen sola con mi mamá que
anda insoportable.
—De acuerdo. —Respondió Hizaki. —Me gusta mucho tu
compañía.
El chico Herondale se quedó pensativo durante un momento,
pensaba si sería conveniente preguntarle a Carstairs sobre La Clave pues quizá
podría saber más sobre sus padres, o sobre el tío que ahora sabía que tenía;
sin embargo, había algo en él que no toleraba y no podía identificar qué era,
podría empezar a hablar un poco más con él y cuando tuvieran un poco más de
confianza, indagar más sobre La Clave y las personas que poseían la visión a
fin de encontrar información.
Mientras todos estaban reunidos, Zin, Jasmine y Kamijo se
notaron preocupados, les dijeron a todos que alguien no muy agradable había
llegado pero que se mantuvieran en calma y no se separaran. Los que poseían
armas las sacaron pero los vampiros siguieron sin decir de quién se trataba.
—Viene sola —Dijo Jasmine.
—¿Qué querrá? —Preguntó Zin mientras los demás se miraban
entre ellos al no saber qué pasaba realmente.
Poco tardó para que ella llegara, esta vez no iba con la
sonrisa maliciosa que siempre poseía, incluso no iba vestida pomposamente, iba
más bien sencilla y con un semblante preocupado. Kaya, al notar que todos se
pusieron en guardia al verla, alzó la mano mostrando su palma para indicar que
iba en paz, sin embargo, nadie bajó su arma.
—Vengo a hablar con ustedes acerca de Vamaranth, es muy
importante.
—¿Qué es lo que quieres? Suficiente daño has hecho. —Esta
vez era Flowery quien habló, parecía que ya no temía a Kaya, su seguridad en
ella misma estaba aumentando.
—Vengo a hablar sobre tu hermana ¿qué no escuchaste? Lo que
quiero decir es que ha perdido el control, ella tiene objetivos más perversos
que los míos y luchará por todos los medios hacerlos realidad. Ni siquiera yo
fui capaz de controlarla, está perdiendo la razón con tal de hacerse notar como
una representante submundo y no dudo que use demonios para logar su fin.
—Si ella está haciendo todo eso, ¡es por tu culpa! —Volvió
a hablar Flow. —Tú la hiciste un vampiro y no obstante con ello, la quisiste
hacer tu aliada a la fuerza; pero ahora todo te ha salido mal. Te lo mereces.
—¡Tú no entiendes! Todo estaba planeado para que ella me
obedeciera pero el inútil de Selia no hizo bien su trabajo.
—¿Sabes dónde está Selia? —Preguntó Teru.
—Lo sabía, antes de venir aquí lo fui a buscar pero su casa
estaba vacía, como su hubiera abandonado Soile. Les puedo dar la ubicación para
que lo comprueben por ustedes mismos.
—¡Maldición!
—Será mejor que te vayas Kaya —Mencionó Kamijo. —No te
vuelvas a meter en esto.
—Digan que cumplir con avisarles, y esto no significa una
tregua, simplemente estoy viendo por mi propio bien.
Kaya se marchó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario