domingo, 4 de mayo de 2014

57. The Lost Way

Pues he vuelto a las andadas, ya tengo dos capítulos más listos (a parte de éste) pero posiblemente los publique en una semana para darme tiempo de terminar otro, así le haré, aunque ya esté el capítulo que sigue, no publicaré hasta no terminar el otro (mientras tenga como seguir) porque luego me da el lapsus brutus y no escribo nada en varios meses, así ya tengo dos de reserva y no hago esperar taaanto. 
Otro punto, gracias a Jem (?) incorporaré varios puntos referentes a Cazadores de Sombras, más específico a The Infernal Devices. Ya incluí a Tessa y a Will indirectamente, pero a lo largo de la historia saldrán, también mantendrán el tema de las runas (aunque no sobre su cuerpo) y el ángel Raziel, aunque como es mi historia, ignoraré epicamente la ley que dice que un subterráneo no se puede casar con un nephilim porque Vamaranth se va a casar con Jem, leyeron bien, se van a casar y tal vez duren de 3 a 5 años juntos ♥ Después, ella volverá a Teru xD  
Bueno, aprovechando la propaganda... les dejó los links de descarga (yo los subí, libre de virus) en PDF y EPUB, para que no tengan pretextos xD, personalmente prefiero epub, hay muchas aplicaciones para leer en el cel los epubs, yo uso Moon+Reader (android) y es una aplicación tan maja (?) que te deja leer a pantalla completa, solo un pequeño espacio para el reloj y la batería, además que aunque cierres la app, te deja en la página donde te quedaste. 
Los órdenes de lectura de los libros segó la saga son:
The Mortal Instruments
1. Ciudad de Hueso
2. Ciudad de Cenizas
3. Ciudad de Cristal
4. Ciudad de los Ángeles Caídos
5. Ciudad de las Almas Perdidas
The Infernal Devices
1. Ángel Mecánico
2. Príncipe Mecánico
3. Princesa Mecánica
PDF
EPUB
Bueno, ahora sí, espero comentarios del capítulo, de preferencia por inbox, twitter, Line, etc, si me comentan aquí, me tardo días en responder y siento que no hay una retroalimentación adecuada.


Teru se encontró con Flowery en el mismo lugar donde la había visto antes, la chica le contó lo que había hecho durante la reunión con el embajador de China. Mientras Teru ingería un bocado de su pastel con fresas y pétalos de rosas (su favorito) pensaba en el posible motivo que había orillado a Vamaranth a aparecer en una reunión de ese tipo pues jamás había mostrado interés en socializar con personas de alto rango, es más, en ocasiones decía que le daba náuseas.  
-Pues no sé qué la haya orillado a hacerlo porque al parecer no obtuvo nada a cambio.
-Bueno, me ayudó para mantener a las moscas lejos de mi pastel. –Decía Flowery mientras bebía su té, pensaba en la forma en que Mei coqueteaba con Kamijo y se enfurecía.
-¿A qué te refieres?
-A nada importante, lo siento.
-De cualquier forma, igual y sólo quería convivir con su familia un rato y vio el momento como propicio. Ya se me hacía raro verla con tal elegante vestido, pensé que se había arreglado para ir a verme dormir.
-Ay Tee, por cierto, se me olvidó tu pañuelo, lo siento, pero te prometo que ya lo había lavado.
-No te preocupes, me lo das después. Al rato me toca entrenamiento, veremos si va o Kamijo ya tomó la decisión de dejarnos con Zin.
-¡Cierto! ¡Ya no le pregunté a Kamijo nada! Él asistió ayer a la reunión y no pregunté nada. ¡Se me pasó!
-No te preocupes, me pasó lo mismo con Vamaranth. Pero bueno, aún tenemos  oportunidad. Posiblemente le cuente algo a Kamijo que pueda ayudarnos.
-Tienes razón. ¿Y si vamos a hablar con él?
-¿A esta hora? Yo planeaba ir a dormir antes del entrenamiento…
-Ya ni digas, yo también quiero dormir más, pero seguro mi mamá ya tiene cosas que hacer.
-Es la ventaja de vivir sólo. No lo cambiaría por nada, excepto por la oportunidad de vivir con Vamaranth.
-Tee…
-Bueno, y fuera de todo ¿cómo te va? Digo, creo que casi no hablamos como amigos.
-Pues fuera de lo de mi hermana, no me puedo quejar. Voy muy bien con Kamijo, mi mamá y mi abuelo quieren que tome el lugar de condesa y pues bueno, odio a Kaya. ¿Te digo algo?
-Lo que quieras.
-Ahora mi hermana es muy parecida a como fue cuando era niña, debo de decir que cambió mucho al conocerte, es como si le hayas dado color a su mundo gris; sinceramente, eres increíble. Has sido lo mejor que le ha pasado en su vida.
-¿Tú crees?
-Por supuesto.

Vamaranth despertó cuando apenas si se estaba ocultando el Sol, al parecer, sus padres ni su abuelo estaban, buscó a Anette y a Flow y tampoco estaban; pasó a la cocina donde encontró a la cocinera quien le dijo que sus padres salieron junto a su abuelo y a su tía, y que Flowery había salido desde más temprano, sólo después de desayunar y no había regresado.  Lavó los platos de Gertrudis quien la miraba desde la puerta de la cocina, esperando que le diera su comida. Cuando le sirvió, la gata fue de inmediato a comer mientras Vami la observaba en silencio.
-Qué hermoso sería ser un gato, no tendría que preocuparme por nada.
La chica tomó un poco de la comida de Gertrudis y la gatita la comió directamente de su mano, ella la miraba mientras sentía su pequeña lengua áspera. La gata la miró un rato fijamente a los ojos, por un momento Vamaranth sintió que aquel pequeño animalito podía ver el interior de su alma, sus hermosos ojos ámbar clavados en ella, de pronto, la gatita subió por el brazo de la chica y ella sólo la abrazó. Vami fue a su habitación con la gata en brazos, pero ésta se bajó y empujó la puerta de la habitación de Flowery que estaba entreabierta. Vamaranth fue por la gata pero se encontró en el tocador de su hermana perfectamente doblado y limpio un pañuelo con las iniciales “T.H.”… Teru Herondale… ¿qué hacía su hermana con un pañuelo de Teru? ¿Se estarán viendo ahora que ella estaba ausente de todo? Tomó el pañuelo en sus manos y lo apretó con fuerza, a pesar del aroma a jabón, aún olía a Teru. Lo guardó entre sus ropas y sujetó a la gata y se la llevó cerrando perfectamente la puerta. Mientras Gertrudis estaba dormida en su cama, Vamaranth tomaba un baño para después salir.
Tarja y los demás llegaron en el momento en que Vamaranth salía.
-¿A dónde vas? Estabas afuera cuando nos fuimos.
-Lo sé, pero iré a ver a Helena y a Masashi un rato, no me esperen a cenar. –Realmente no los iba a ver.
-Cuídate mucho mi niña. –Tuomas besó la frente de su hija.
-Gracias papá. Les encargo a Gertrudis. Por cierto… ¿saben a dónde fue mi hermana?
-No sabemos, supongo que salió después que nosotros.
-Ya veo… ¿no ha venido Teru?
-No querida.
-De acuerdo, gracias. Me marcho.
Hizaki iba a encontrarse con Zin, lo que no sabía es que después de un tiempo, volvería a ver a alguien desagradable. Caminaba con mucho entusiasmo hacia el pueblo, pasaba por un lugar solitario cuando de pronto alguien la tomó del brazo, una gélida mano la sujetaba.
-Hola  ¿te acuerdas de mí? –Sinéad habló y obligó a Hizaki a mirarla. La chica envuelta en terror trató infructuosamente de zafarse. –Tú me robaste a Zin ¿lo recuerdas?
-¡Largo! ¡No te quiero ver! ¡Aléjate!  ¡Yo no te robé nada! ¡Ni siquiera lo sabía! ¡Tú estabas tras de mi primo!
-Porque Teru me gusta mucho pero yo a quien amo es a Zin. No puedo darme el lujo de perderlo, estuve tantos años a su lado y tú en unas cuantas semanas me lo robas ¿tienes idea de cómo me siento?
-No fue mi intensión, pero el amor se dio.
-¡Amor nada! ¡Te odio! Quiero verte muerta, ver tu carita de mojigata hundirse en la tierra, sin vida y quiero a Zin a mi lado, en mi cama, no en la tuya.
-¡Aléjate de favor! –Hizaki temblaba.
Sinéad tomó a su frágil víctima del cuello y la arrojó al suelo mientras mostraba sus afilados colmillos.
-Te mataré lentamente, quiero que sufras.
-Eres una idiota Sinéad. –Vamaranth la miraba desde lo alto de una casa abandonada.
-¡Qué bien! ¡Las dos al mismo tiempo! Acabaré con ambas.
Vamaranth bajó de su escondite y se interpuso entre Sinéad y Hizaki; Sinéad golpeó primero pero Vamaranth logró esquivarla proporcionando una fuerte parada en el abdomen de su rival tumbándola completamente lo que hizo estallar en ira a la pelirroja levantándose completamente sacando una daga de entre sus ropas e hiriendo a Vamaranth cerca del ombligo.
-¡Maldita seas! –Kaya había llegado en el momento pues iba a encontrarse con Vamaranth cerca del lugar, Hizaki sintió pavor al verla.  -¡¿Qué diablos les hiciste maldita perra?!
-¡No sé por qué las defiendes tanto! ¿Qué no ves que me estorban?
-¿Qué no ves que me has hecho enojar? ¡Largo! –Kaya se acercó a Vamaranth herida. –Sinéad se marchó maldiciendo.
-¡No te le acerques! –Gritó Hizaki aún adolorida por el golpe al caer.
-Calma cariño, sabes que a ti no te haría daño, y a ella tampoco. –Vamaranth sangraba por la herida, Hizaki no supo cómo interpretar eso que Kaya dijo ¿qué quería con Vamaranth?
Kaya se mordió su muñeca dejando brotar la sangre y se la acercó a los labios de la otra vampira quien al sentir el aroma bebió desenfrenadamente aferrándose al cuerpo de su creadora hasta que quedó inconsciente. Hizaki se aterró al ver como Vami se quedaba inmóvil.
-Estará bien, por favor, cuida de ella, en un par de horas despertará y estará como si nada le hubiera pasado.
-¿No nos harás daño?
-A ti jamás te dañaría, eres importante para mí, y ella… mientras sea como mi hija, jamás le haré nada, es su decisión. Si Zin las encuentra, no le menciones que estuve aquí; y si le quiere dar de beber a Vamaranth para que reaccione más pronto, déjalo, la ayudará mucho. Ella es una neófita y esto la dañó mucho, en un par de años esto no le hará ni un leve rasguño. De cualquier forma, no creas que siento simpatía por Zin después que sé que eres de él. –Kaya sonrió malignamente –Después de todo serás mía al final de todo al igual que Kamijo.
Kaya se marchó y Hizaki corrió a ver a su amiga herida, tenía que acomodarla para ir por Zin. Confiando que la dejó acomodada fue por su novio quien iba llegando al punto donde habían quedado de verse. Le contó parte de lo que había pasado omitiendo la parte donde Kaya aparecía para no tener problemas por lo que ambos fueron a ver a Vamaranth quien seguía tirada donde Hizaki la había dejado.
-¡Esa Sinéad es una idiota! ¡No tenía derecho a reclamarte nada y mucho menos a lastimar a Vamaranth! No te preocupes, estará bien, le daré de mi sangre para que pueda regenerar su herida muy pronto.
-Sí.
Zin rápidamente se hizo un corte en su muñeca y le di de beber a Vamaranth quien reaccionó al sentir la sangre en sus labios. Dejó de beber y abrió los ojos y miró a Zin, ella no recordaba que Kaya había estado presente.
-¿Hacia dónde te dirigías Vam? –Preguntó Zin.
-Con… con… iba a ver a Kamijo.
-Es cierto, hoy empezaban, pero era más tarde ¿no es así?
Vamaranth iría a ver a Kamijo después de encontrarse con Kaya, a pesar que se sentía débil sabía perfectamente que debía omitir ese detalle.
-Hay que llevarla con él. –Zin le dijo a Hizaki.
-Sí, no podemos dejar que vaya sola.
-¿Puedes caminar?
-Supongo…
Vamaranth se incorporó lentamente, su herida ya no dolía pero se sentía algo mareada. Hizaki la miraba preocupada. Le preguntaron dónde se vería con Kamijo e indicó que era en el castillo por lo que debían de cruzar el pueblo para llegar. Dejaron caminar sola a Vamaranth tras que ella se los pidiera, andaba bien pero despacio. Pasaron cerca de una joyería donde precisamente iba saliendo Kamijo. Poniéndolo al tanto de lo que había pasado, Zin conversaba con él, mientras Hizaki cuidaba de Vamaranth quien trataba de adivinar qué contenía la caja que llevaba Kamijo en sus manos, sabía que era un regalo para su hermana pero sentía curiosidad de saber qué era antes que todos lo que le indicaba que ya estaba recuperada.
-¿Qué llevas en esa cajita?
-Preguntó Vami.
-Una sorpresa para Flow.
-¿Puedo ver?
-No señorita, usted puede informarle a su hermana. Será mejor que nos vayamos.
-De acuerdo.
-Zin, te encargo a los demás, confío en que lo harás bien tú solo. De ahora en adelante me encargaré de Vamaranth, no quiero  que se atrase teniendo ese gran potencial y no es menospreciarlos pero ellos siguen siendo humanos, Vami se atrasaría mucho si se queda con ellos.
-De acuerdo, muchas gracias por la confianza.
-¿Ya no vas a entrenar con mi primo y los demás? –Preguntó Hizaki antes de irse a Vamaranth. –Por lo visto entrenarás sola.
-Así es Hiza, si quiero mejorar así debe de ser esto.
-Pero tenía entendido que era la única parte del día en que era seguro que mi primo y tú se vieran, parece que te quieres alejar de él.- La Philian parecía triste.
-¡Yo no quiero alejarme de él! Pero enfrentamos una situación muy difícil y es mi deber para tener un poco de calma. Sabes que lo amo pero a veces no me siento lo suficiente buena para él.
-Eres la persona indicada para él porque solo tú puedes hacerlo feliz pese a tantas tragedias que han ocurrido en su vida.
-Hizaki… -suspiró- tengo razones-
Nadie se atrevió a preguntar esas “razones” porque sabían que ella no se las iba a decir por más que insistieran. Hizaki y Zin se fueron dejando a Kamijo con Vamaranth dirigirse al castillo. Permanecieron en silencio durante el trayecto. Cuando pasaron por una casa de té, Vamaranth miró por la ventana una cabeza plateada ¿Teru?, se enfocó más y se dio cuenta que se trataba del chico que era empleado del embajador de China, sintió una opresión en su pecho al verlo pues sabía que él podía conocer su verdadera identidad, que ella podía ser un vampiro porque le había mencionado que vio lo que le hizo a Mei; quería ir a advertirle que no debía decir nada o se alimentaría de él pero no sabía si Kamijo se lo permitiría, quizá debería de decirle antes de buscar de nuevo a Carstairs para hacerle frente.
Cuando salieron del pueblo, el camino se hizo más rápido pues podían avanzar más a prisa. Al llegar al castillo, Kamijo le dijo que antes de empezar a entrenar, quería hablar con ella sobre algo importante por lo que pasaron a la oficina donde Kamijo rara vez atendía asuntos de negocios pero sin embargo, estaba hermosamente decorada, él se sentó detrás del escritorio dorado y ella tomó asiento en una de las sillas para visitantes.
-No sabía a quién decirle esto pero me parece buena idea contarte a ti primero. –Mencionaba Kamijo.
-¿Se lo has dicho ya a Jasmine?
-No, aún no.
-De acuerdo ¿de qué trata?
-Pues verás… me he enterado que en el zona hay una especie de “cazadores de demonios” y pues no sé si sean personas buenas o asesinos a sueldo de criaturas oscuras por lo que debemos de estar atentos por cualquier cosa.
-¿Son humanos? Porque si lo son, no debemos de preocuparnos tanto ¿no lo crees?
-Pensaría como tú pero he escuchado antes sobre ellos y son entrenados desde pequeños para hacer frente a cualquier tipo de ser sobrenatural; vampiros, demonios, licántropos, brujas, magos. Se dice que dichos entrenamientos son muy duros y muy pocos llegan a ser asesinos de criaturas oscuras consolidados así que no deberíamos de tomarlos a la ligera. No sabemos siquiera si puedan llegar a entender que nuestra intención no es asesinar humanos, por eso debemos de irnos con cuidado, ellos pueden tener espías e incluso haber identificado a las posibles amenazas de la zona.
-¿Por qué crees que estén aquí?
-Posiblemente la actividad pasada de Kaya, la creación de ghouls llamó su atención.  Y han venido a ver.
-Pero entonces está bien que sepan que Kaya está detrás de todo eso.
-Pues no podemos saberlo, debemos de andar con cuidado.  Tú eres la que me preocupa, eres una neófita aún y si esas personas son como los rumores dicen, si no vienen en plan pacifista pueden hacerte daño. Y tal vez sea peor que lo que Sinéad te hizo.
-Trabajaré muy duro, lo prometo.
-Lo sé pequeña Vami. Teru es muy afortunado al tenerte a su lado. Hacen una pareja hermosa.
-Muchas gracias, lo mismo digo con mi hermana y contigo. Me gustaría decirte algo más.
-De acuerdo, te escucho.
-Verás… ¿recuerdas a Carstairs? ¿El empleado del embajador de China?
-Sí, aquel que se portaba muy interesado en ti.
-¡Calla! Antes de irse, me dijo que sabía lo que yo era y la verdad, puede que haya sido mentira, pero me mencionó algo sobre el color de mis ojos y cosas así que me han dejado preocupada.
-Pues será que lo vuelvas a ver y le preguntes directamente, yo podría acompañarte por si te sientes más segura.
-¡Sí! Muchas gracias.
-Bien, hay que empezar. La noche está cayendo. Entrenaremos en el bosque, dejaré aquí para que los demás tengan espacio.
-De acuerdo.

Zin llegaba con Teru, Masashi y Yuki a uno de los jardines del castillo de Kamijo, Teru buscaba por todos lados sutilmente por si veía a Vamaranth pero desde que no fue recibido por Kamijo al llegar pensó que no iba a verla y eso fue cierto. En cuanto Zin les explico la ausencia de Kamijo, la cara del peliplata iba llenándose de una sombra de tristeza pues el tiempo de los entrenamientos era el que pasaba con Vamaranth aunque sólo hablaran poco, pero al menos podía verla, estar cerca, cuidarla de cierta forma. Incluso su concentración fue mala pues se dio varios golpes inesperados durante el entrenamiento. Zin continuamente le decía que podía tomarse el día pero el peliplata insistía en seguir adelante.
Poco a poco  pasaron los días, Vamaranth iba con Kamijo a donde le pareció haber visto a Carstairs para poder hablar con él pero no habían tenido éxito, lo buscaron por el pueblo pero no encontraron nada. Pensaron en buscar con el embajador de China pero Kamijo recordó lo mucho que a Flowery le molestó Mei así que prefirieron buscarlo por su cuenta. No preguntaron por él para que nadie más se enterara que lo estaban buscando si es que él se trataba de alguien que pusiera en riesgo la identidad de Vamaranth.
Cuando Kamijo y Vamaranth se dieron por vencidos por buscar a Carstairs y no encontrarlo, se sentaron en el pasto de un parque bajo un árbol, ella llevaba una sombrilla porque el Sol se ponía cada vez más intenso y no lo toleraba tanto como Kamijo.  Había mucha gente pues era un domingo por la mañana. Niños jugando con sus perros corriendo de un lado a otro. De pronto, Vamaranth vio en la multitud a un hombre vestido de negro con el resplandeciente plateado de su cabello bajo el Sol, ella lo miró bien y por su complexión supo que era Jaimes. Se acercó lentamente entre la multitud, olía la sangre de cada persona pero había aprendido a controlarse apropiadamente. Su objetivo se encontraba solo arrojando comida a los patos del lago, sonreía a ratos y eso perturbaba a la chica.
-No pensé encontrarlo Carstairs. –Dijo Vamaranth en un susurro pero que él escuchó perfectamente.
-Más bien es un honor encontrarla a esta hora, señorita Olsson.
-¿Podemos hablar un momento?
-No tengo nada que hablar con usted.
-Quizá, pero yo con usted sí. Le pido de favor que me acompañe.
-O desea matarme, o la enamoré locamente y desea que hagamos el amor. –James sonrió y Vamaranth lo miró con furia.
-¡No quiero nada de eso! Quiero hablar con usted de algo importante, no lo dañaré, además, no estaremos solos por lo que lo segundo es improbable.
-¡Lástima!
-¡Carstairs!
-Perdón, era broma. –De repente puso aspecto serio –De acuerdo, la acompaño.
La vampiresa notó que el joven llevaba un bastón en sus manos, muy fino, pero no lo usaba, solo lo llevaba con él, era extraño para alguien de su edad pero admitía que le daba un toque de sofisticación extraordinaria.

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