Pues he vuelto a las andadas, ya tengo dos capítulos más listos (a parte de éste) pero posiblemente los publique en una semana para darme tiempo de terminar otro, así le haré, aunque ya esté el capítulo que sigue, no publicaré hasta no terminar el otro (mientras tenga como seguir) porque luego me da el lapsus brutus y no escribo nada en varios meses, así ya tengo dos de reserva y no hago esperar taaanto.
Otro punto, gracias a Jem (?) incorporaré varios puntos referentes a Cazadores de Sombras, más específico a The Infernal Devices. Ya incluí a Tessa y a Will indirectamente, pero a lo largo de la historia saldrán, también mantendrán el tema de las runas (aunque no sobre su cuerpo) y el ángel Raziel, aunque como es mi historia, ignoraré epicamente la ley que dice que un subterráneo no se puede casar con un nephilim porque Vamaranth se va a casar con Jem, leyeron bien, se van a casar y tal vez duren de 3 a 5 años juntos ♥ Después, ella volverá a Teru xD
Bueno, aprovechando la propaganda... les dejó los links de descarga (yo los subí, libre de virus) en PDF y EPUB, para que no tengan pretextos xD, personalmente prefiero epub, hay muchas aplicaciones para leer en el cel los epubs, yo uso Moon+Reader (android) y es una aplicación tan maja (?) que te deja leer a pantalla completa, solo un pequeño espacio para el reloj y la batería, además que aunque cierres la app, te deja en la página donde te quedaste.
Los órdenes de lectura de los libros segó la saga son:
The Mortal Instruments
1. Ciudad de Hueso
2. Ciudad de Cenizas
3. Ciudad de Cristal
4. Ciudad de los Ángeles Caídos
5. Ciudad de las Almas Perdidas
The Infernal Devices
1. Ángel Mecánico
2. Príncipe Mecánico
3. Princesa Mecánica
PDF
EPUB
Bueno, ahora sí, espero comentarios del capítulo, de preferencia por inbox, twitter, Line, etc, si me comentan aquí, me tardo días en responder y siento que no hay una retroalimentación adecuada.
Teru se encontró con Flowery en el mismo lugar donde la
había visto antes, la chica le contó lo que había hecho durante la reunión con
el embajador de China. Mientras Teru ingería un bocado de su pastel con fresas
y pétalos de rosas (su favorito) pensaba en el posible motivo que había
orillado a Vamaranth a aparecer en una reunión de ese tipo pues jamás había
mostrado interés en socializar con personas de alto rango, es más, en ocasiones
decía que le daba náuseas.
-Pues no sé qué la haya orillado a hacerlo porque al
parecer no obtuvo nada a cambio.
-Bueno, me ayudó para mantener a las moscas lejos de mi
pastel. –Decía Flowery mientras bebía su té, pensaba en la forma en que Mei
coqueteaba con Kamijo y se enfurecía.
-¿A qué te refieres?
-A nada importante, lo siento.
-De cualquier forma, igual y sólo quería convivir con su
familia un rato y vio el momento como propicio. Ya se me hacía raro verla con
tal elegante vestido, pensé que se había arreglado para ir a verme dormir.
-Ay Tee, por cierto, se me olvidó tu pañuelo, lo siento,
pero te prometo que ya lo había lavado.
-No te preocupes, me lo das después. Al rato me toca
entrenamiento, veremos si va o Kamijo ya tomó la decisión de dejarnos con Zin.
-¡Cierto! ¡Ya no le pregunté a Kamijo nada! Él asistió ayer
a la reunión y no pregunté nada. ¡Se me pasó!
-No te preocupes, me pasó lo mismo con Vamaranth. Pero
bueno, aún tenemos oportunidad.
Posiblemente le cuente algo a Kamijo que pueda ayudarnos.
-Tienes razón. ¿Y si vamos a hablar con él?
-¿A esta hora? Yo planeaba ir a dormir antes del
entrenamiento…
-Ya ni digas, yo también quiero dormir más, pero seguro mi
mamá ya tiene cosas que hacer.
-Es la ventaja de vivir sólo. No lo cambiaría por nada,
excepto por la oportunidad de vivir con Vamaranth.
-Tee…
-Bueno, y fuera de todo ¿cómo te va? Digo, creo que casi no
hablamos como amigos.
-Pues fuera de lo de mi hermana, no me puedo quejar. Voy
muy bien con Kamijo, mi mamá y mi abuelo quieren que tome el lugar de condesa y
pues bueno, odio a Kaya. ¿Te digo algo?
-Lo que quieras.
-Ahora mi hermana es muy parecida a como fue cuando era
niña, debo de decir que cambió mucho al conocerte, es como si le hayas dado
color a su mundo gris; sinceramente, eres increíble. Has sido lo mejor que le
ha pasado en su vida.
-¿Tú crees?
-Por supuesto.
Vamaranth despertó cuando apenas si se estaba ocultando el
Sol, al parecer, sus padres ni su abuelo estaban, buscó a Anette y a Flow y
tampoco estaban; pasó a la cocina donde encontró a la cocinera quien le dijo
que sus padres salieron junto a su abuelo y a su tía, y que Flowery había
salido desde más temprano, sólo después de desayunar y no había regresado. Lavó los platos de Gertrudis quien la miraba
desde la puerta de la cocina, esperando que le diera su comida. Cuando le sirvió,
la gata fue de inmediato a comer mientras Vami la observaba en silencio.
-Qué hermoso sería ser un gato, no tendría que preocuparme
por nada.
La chica tomó un poco de la comida de Gertrudis y la gatita
la comió directamente de su mano, ella la miraba mientras sentía su pequeña
lengua áspera. La gata la miró un rato fijamente a los ojos, por un momento
Vamaranth sintió que aquel pequeño animalito podía ver el interior de su alma,
sus hermosos ojos ámbar clavados en ella, de pronto, la gatita subió por el
brazo de la chica y ella sólo la abrazó. Vami fue a su habitación con la gata
en brazos, pero ésta se bajó y empujó la puerta de la habitación de Flowery que
estaba entreabierta. Vamaranth fue por la gata pero se encontró en el tocador
de su hermana perfectamente doblado y limpio un pañuelo con las iniciales
“T.H.”… Teru Herondale… ¿qué hacía su hermana con un pañuelo de Teru? ¿Se
estarán viendo ahora que ella estaba ausente de todo? Tomó el pañuelo en sus
manos y lo apretó con fuerza, a pesar del aroma a jabón, aún olía a Teru. Lo
guardó entre sus ropas y sujetó a la gata y se la llevó cerrando perfectamente
la puerta. Mientras Gertrudis estaba dormida en su cama, Vamaranth tomaba un
baño para después salir.
Tarja y los demás llegaron en el momento en que Vamaranth
salía.
-¿A dónde vas? Estabas afuera cuando nos fuimos.
-Lo sé, pero iré a ver a Helena y a Masashi un rato, no me
esperen a cenar. –Realmente no los iba a ver.
-Cuídate mucho mi niña. –Tuomas besó la frente de su hija.
-Gracias papá. Les encargo a Gertrudis. Por cierto… ¿saben
a dónde fue mi hermana?
-No sabemos, supongo que salió después que nosotros.
-Ya veo… ¿no ha venido Teru?
-No querida.
-De acuerdo, gracias. Me marcho.
Hizaki iba a encontrarse con Zin, lo que no sabía es que
después de un tiempo, volvería a ver a alguien desagradable. Caminaba con mucho
entusiasmo hacia el pueblo, pasaba por un lugar solitario cuando de pronto
alguien la tomó del brazo, una gélida mano la sujetaba.
-Hola ¿te acuerdas
de mí? –Sinéad habló y obligó a Hizaki a mirarla. La chica envuelta en terror
trató infructuosamente de zafarse. –Tú me robaste a Zin ¿lo recuerdas?
-¡Largo! ¡No te quiero ver! ¡Aléjate! ¡Yo no te robé nada! ¡Ni siquiera lo sabía!
¡Tú estabas tras de mi primo!
-Porque Teru me gusta mucho pero yo a quien amo es a Zin.
No puedo darme el lujo de perderlo, estuve tantos años a su lado y tú en unas
cuantas semanas me lo robas ¿tienes idea de cómo me siento?
-No fue mi intensión, pero el amor se dio.
-¡Amor nada! ¡Te odio! Quiero verte muerta, ver tu carita
de mojigata hundirse en la tierra, sin vida y quiero a Zin a mi lado, en mi
cama, no en la tuya.
-¡Aléjate de favor! –Hizaki temblaba.
Sinéad tomó a su frágil víctima del cuello y la arrojó al
suelo mientras mostraba sus afilados colmillos.
-Te mataré lentamente, quiero que sufras.
-Eres una idiota Sinéad. –Vamaranth la miraba desde lo alto
de una casa abandonada.
-¡Qué bien! ¡Las dos al mismo tiempo! Acabaré con ambas.
Vamaranth bajó de su escondite y se interpuso entre Sinéad
y Hizaki; Sinéad golpeó primero pero Vamaranth logró esquivarla proporcionando
una fuerte parada en el abdomen de su rival tumbándola completamente lo que
hizo estallar en ira a la pelirroja levantándose completamente sacando una daga
de entre sus ropas e hiriendo a Vamaranth cerca del ombligo.
-¡Maldita seas! –Kaya había llegado en el momento pues iba
a encontrarse con Vamaranth cerca del lugar, Hizaki sintió pavor al verla. -¡¿Qué diablos les hiciste maldita perra?!
-¡No sé por qué las defiendes tanto! ¿Qué no ves que me
estorban?
-¿Qué no ves que me has hecho enojar? ¡Largo! –Kaya se
acercó a Vamaranth herida. –Sinéad se marchó maldiciendo.
-¡No te le acerques! –Gritó Hizaki aún adolorida por el
golpe al caer.
-Calma cariño, sabes que a ti no te haría daño, y a ella
tampoco. –Vamaranth sangraba por la herida, Hizaki no supo cómo interpretar eso
que Kaya dijo ¿qué quería con Vamaranth?
Kaya se mordió su muñeca dejando brotar la sangre y se la
acercó a los labios de la otra vampira quien al sentir el aroma bebió desenfrenadamente
aferrándose al cuerpo de su creadora hasta que quedó inconsciente. Hizaki se
aterró al ver como Vami se quedaba inmóvil.
-Estará bien, por favor, cuida de ella, en un par de horas
despertará y estará como si nada le hubiera pasado.
-¿No nos harás daño?
-A ti jamás te dañaría, eres importante para mí, y ella…
mientras sea como mi hija, jamás le haré nada, es su decisión. Si Zin las
encuentra, no le menciones que estuve aquí; y si le quiere dar de beber a
Vamaranth para que reaccione más pronto, déjalo, la ayudará mucho. Ella es una
neófita y esto la dañó mucho, en un par de años esto no le hará ni un leve
rasguño. De cualquier forma, no creas que siento simpatía por Zin después que
sé que eres de él. –Kaya sonrió malignamente –Después de todo serás mía al
final de todo al igual que Kamijo.
Kaya se marchó y Hizaki corrió a ver a su amiga herida, tenía
que acomodarla para ir por Zin. Confiando que la dejó acomodada fue por su
novio quien iba llegando al punto donde habían quedado de verse. Le contó parte
de lo que había pasado omitiendo la parte donde Kaya aparecía para no tener
problemas por lo que ambos fueron a ver a Vamaranth quien seguía tirada donde
Hizaki la había dejado.
-¡Esa Sinéad es una idiota! ¡No tenía derecho a reclamarte
nada y mucho menos a lastimar a Vamaranth! No te preocupes, estará bien, le
daré de mi sangre para que pueda regenerar su herida muy pronto.
-Sí.
Zin rápidamente se hizo un corte en su muñeca y le di de
beber a Vamaranth quien reaccionó al sentir la sangre en sus labios. Dejó de
beber y abrió los ojos y miró a Zin, ella no recordaba que Kaya había estado
presente.
-¿Hacia dónde te dirigías Vam? –Preguntó Zin.
-Con… con… iba a ver a Kamijo.
-Es cierto, hoy empezaban, pero era más tarde ¿no es así?
Vamaranth iría a ver a Kamijo después de encontrarse con
Kaya, a pesar que se sentía débil sabía perfectamente que debía omitir ese
detalle.
-Hay que llevarla con él. –Zin le dijo a Hizaki.
-Sí, no podemos dejar que vaya sola.
-¿Puedes caminar?
-Supongo…
Vamaranth se incorporó lentamente, su herida ya no dolía
pero se sentía algo mareada. Hizaki la miraba preocupada. Le preguntaron dónde
se vería con Kamijo e indicó que era en el castillo por lo que debían de cruzar
el pueblo para llegar. Dejaron caminar sola a Vamaranth tras que ella se los
pidiera, andaba bien pero despacio. Pasaron cerca de una joyería donde
precisamente iba saliendo Kamijo. Poniéndolo al tanto de lo que había pasado,
Zin conversaba con él, mientras Hizaki cuidaba de Vamaranth quien trataba de
adivinar qué contenía la caja que llevaba Kamijo en sus manos, sabía que era un
regalo para su hermana pero sentía curiosidad de saber qué era antes que todos
lo que le indicaba que ya estaba recuperada.
-¿Qué llevas en esa cajita?
-Preguntó Vami.
-Una sorpresa para Flow.
-¿Puedo ver?
-No señorita, usted puede informarle a su hermana. Será
mejor que nos vayamos.
-De acuerdo.
-Zin, te encargo a los demás, confío en que lo harás bien
tú solo. De ahora en adelante me encargaré de Vamaranth, no quiero que se atrase teniendo ese gran potencial y
no es menospreciarlos pero ellos siguen siendo humanos, Vami se atrasaría mucho
si se queda con ellos.
-De acuerdo, muchas gracias por la confianza.
-¿Ya no vas a entrenar con mi primo y los demás? –Preguntó
Hizaki antes de irse a Vamaranth. –Por lo visto entrenarás sola.
-Así es Hiza, si quiero mejorar así debe de ser esto.
-Pero tenía entendido que era la única parte del día en que
era seguro que mi primo y tú se vieran, parece que te quieres alejar de él.- La
Philian parecía triste.
-¡Yo no quiero alejarme de él! Pero enfrentamos una
situación muy difícil y es mi deber para tener un poco de calma. Sabes que lo
amo pero a veces no me siento lo suficiente buena para él.
-Eres la persona indicada para él porque solo tú puedes hacerlo
feliz pese a tantas tragedias que han ocurrido en su vida.
-Hizaki… -suspiró- tengo razones-
Nadie se atrevió a preguntar esas “razones” porque sabían
que ella no se las iba a decir por más que insistieran. Hizaki y Zin se fueron
dejando a Kamijo con Vamaranth dirigirse al castillo. Permanecieron en silencio
durante el trayecto. Cuando pasaron por una casa de té, Vamaranth miró por la
ventana una cabeza plateada ¿Teru?, se enfocó más y se dio cuenta que se
trataba del chico que era empleado del embajador de China, sintió una opresión
en su pecho al verlo pues sabía que él podía conocer su verdadera identidad,
que ella podía ser un vampiro porque le había mencionado que vio lo que le hizo
a Mei; quería ir a advertirle que no debía decir nada o se alimentaría de él
pero no sabía si Kamijo se lo permitiría, quizá debería de decirle antes de
buscar de nuevo a Carstairs para hacerle frente.
Cuando salieron del pueblo, el camino se hizo más rápido
pues podían avanzar más a prisa. Al llegar al castillo, Kamijo le dijo que
antes de empezar a entrenar, quería hablar con ella sobre algo importante por
lo que pasaron a la oficina donde Kamijo rara vez atendía asuntos de negocios
pero sin embargo, estaba hermosamente decorada, él se sentó detrás del
escritorio dorado y ella tomó asiento en una de las sillas para visitantes.
-No sabía a quién decirle esto pero me parece buena idea
contarte a ti primero. –Mencionaba Kamijo.
-¿Se lo has dicho ya a Jasmine?
-No, aún no.
-De acuerdo ¿de qué trata?
-Pues verás… me he enterado que en el zona hay una especie
de “cazadores de demonios” y pues no sé si sean personas buenas o asesinos a
sueldo de criaturas oscuras por lo que debemos de estar atentos por cualquier
cosa.
-¿Son humanos? Porque si lo son, no debemos de preocuparnos
tanto ¿no lo crees?
-Pensaría como tú pero he escuchado antes sobre ellos y son
entrenados desde pequeños para hacer frente a cualquier tipo de ser
sobrenatural; vampiros, demonios, licántropos, brujas, magos. Se dice que
dichos entrenamientos son muy duros y muy pocos llegan a ser asesinos de
criaturas oscuras consolidados así que no deberíamos de tomarlos a la ligera.
No sabemos siquiera si puedan llegar a entender que nuestra intención no es
asesinar humanos, por eso debemos de irnos con cuidado, ellos pueden tener
espías e incluso haber identificado a las posibles amenazas de la zona.
-¿Por qué crees que estén aquí?
-Posiblemente la actividad pasada de Kaya, la creación de
ghouls llamó su atención. Y han venido a
ver.
-Pero entonces está bien que sepan que Kaya está detrás de
todo eso.
-Pues no podemos saberlo, debemos de andar con
cuidado. Tú eres la que me preocupa,
eres una neófita aún y si esas personas son como los rumores dicen, si no
vienen en plan pacifista pueden hacerte daño. Y tal vez sea peor que lo que
Sinéad te hizo.
-Trabajaré muy duro, lo prometo.
-Lo sé pequeña Vami. Teru es muy afortunado al tenerte a su
lado. Hacen una pareja hermosa.
-Muchas gracias, lo mismo digo con mi hermana y contigo. Me
gustaría decirte algo más.
-De acuerdo, te escucho.
-Verás… ¿recuerdas a Carstairs? ¿El empleado del embajador
de China?
-Sí, aquel que se portaba muy interesado en ti.
-¡Calla! Antes de irse, me dijo que sabía lo que yo era y
la verdad, puede que haya sido mentira, pero me mencionó algo sobre el color de
mis ojos y cosas así que me han dejado preocupada.
-Pues será que lo vuelvas a ver y le preguntes
directamente, yo podría acompañarte por si te sientes más segura.
-¡Sí! Muchas gracias.
-Bien, hay que empezar. La noche está cayendo. Entrenaremos
en el bosque, dejaré aquí para que los demás tengan espacio.
-De acuerdo.
Zin llegaba con Teru, Masashi y Yuki a uno de los jardines
del castillo de Kamijo, Teru buscaba por todos lados sutilmente por si veía a
Vamaranth pero desde que no fue recibido por Kamijo al llegar pensó que no iba
a verla y eso fue cierto. En cuanto Zin les explico la ausencia de Kamijo, la
cara del peliplata iba llenándose de una sombra de tristeza pues el tiempo de
los entrenamientos era el que pasaba con Vamaranth aunque sólo hablaran poco,
pero al menos podía verla, estar cerca, cuidarla de cierta forma. Incluso su
concentración fue mala pues se dio varios golpes inesperados durante el
entrenamiento. Zin continuamente le decía que podía tomarse el día pero el
peliplata insistía en seguir adelante.
Poco a poco pasaron
los días, Vamaranth iba con Kamijo a donde le pareció haber visto a Carstairs
para poder hablar con él pero no habían tenido éxito, lo buscaron por el pueblo
pero no encontraron nada. Pensaron en buscar con el embajador de China pero
Kamijo recordó lo mucho que a Flowery le molestó Mei así que prefirieron
buscarlo por su cuenta. No preguntaron por él para que nadie más se enterara
que lo estaban buscando si es que él se trataba de alguien que pusiera en
riesgo la identidad de Vamaranth.
Cuando Kamijo y Vamaranth se dieron por vencidos por buscar
a Carstairs y no encontrarlo, se sentaron en el pasto de un parque bajo un
árbol, ella llevaba una sombrilla porque el Sol se ponía cada vez más intenso y
no lo toleraba tanto como Kamijo. Había
mucha gente pues era un domingo por la mañana. Niños jugando con sus perros
corriendo de un lado a otro. De pronto, Vamaranth vio en la multitud a un
hombre vestido de negro con el resplandeciente plateado de su cabello bajo el
Sol, ella lo miró bien y por su complexión supo que era Jaimes. Se acercó
lentamente entre la multitud, olía la sangre de cada persona pero había
aprendido a controlarse apropiadamente. Su objetivo se encontraba solo arrojando
comida a los patos del lago, sonreía a ratos y eso perturbaba a la chica.
-No pensé encontrarlo Carstairs. –Dijo Vamaranth en un
susurro pero que él escuchó perfectamente.
-Más bien es un honor encontrarla a esta hora, señorita
Olsson.
-¿Podemos hablar un momento?
-No tengo nada que hablar con usted.
-Quizá, pero yo con usted sí. Le pido de favor que me
acompañe.
-O desea matarme, o la enamoré locamente y desea que
hagamos el amor. –James sonrió y Vamaranth lo miró con furia.
-¡No quiero nada de eso! Quiero hablar con usted de algo
importante, no lo dañaré, además, no estaremos solos por lo que lo segundo es
improbable.
-¡Lástima!
-¡Carstairs!
-Perdón, era broma. –De repente puso aspecto serio –De acuerdo,
la acompaño.
La vampiresa notó que el joven llevaba un bastón en sus
manos, muy fino, pero no lo usaba, solo lo llevaba con él, era extraño para
alguien de su edad pero admitía que le daba un toque de sofisticación
extraordinaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario