Después de todo, vuelvo a publicar. Creo que nadie me dijo concretamente si iban o no expresar sus comentarios de la forma que yo se los pedía, se justificaron pero jamás dijeron si sí o no o si al menos lo iban a intentar, pero como no quiero broncas pues busqué una forma.
Pensé que es por que no tienen tiempo para tonterías como esta así que como les quiero facilitar la vida y elaboré un formato para que puedan responder fácilmente sin que tengan que pensar demasiado lo que se reduce a un ahorro de su valioso tiempo; en lo personal, no me agrada en nada esta forma porque a veces es la única forma en que sé de ustedes, aunque sean dos líneas y más ahora que siento que les molesto aunque sea un poco pero realmente me gusta hablar con ustedes aunque mis temas de conversación están agotados y pues odio la encuesta pero no me dejan opción. En fin, no quiero pelear y al final les anexo el link del formato a llenar, yo recibo sus respuestas y las analizo y ya; evitan interactuar de más conmigo. Ya si no les gusta esta forma, podrán decirme en una de las preguntas que les hice y prometerme que harán un pequeño esfuerzo por cumplir con lo que les pido... realmente es nada a comparación con lo que me tardo por capítulo y ahora al elaborar el cuestionario ¿no lo creen? Haré un formato por capítulo. Por cierto, esto cada vez más tiene elementos de Cazadores de Sombras, en especial tendrá sobre la saga Los Orígenes, por si les interesa buscar algo aunque sea "googleando"
Bien, aquí va el capítulo 60.
Jem trataba de dormir, tenía la cajita metálica en el buró
junto a su cama. Había mejorado bastante desde que Vamaranth lo había ido a
dejar a su casa; pensaba en el cabello castaño de su Tessa ¿por qué debía
enamorarse de quien sería la prometida de su mejor amigo? La conoció a la vez
que Will, y ambos cayeron enamorados de ella; varias veces hizo pensar a Jem
que lo correspondía, pero sólo estaba confundida entre los dos y al final se
decidió por Will; Jem sólo quería verla feliz sin importar con quien fuera y
dejó sus sentimientos de lado, jamás se los expresó a su amigo, nadie excepto
Tessa lo sabían. Ella y Will eran parte de su motivo de seguir viviendo.
Sumergido en sus pensamientos daba vueltas en su cama revolviendo las sábanas,
hasta que escuchó un ruido, la puerta.
Se levantó de la cama y fue por su bastón, encontró la
sombrilla de Vamaranth, la tomó y lanzó una suave risa al recordar como la
hacía enojar; pronto volvió a escuchar pasos en la planta baja de su casa, dejó
la sombrilla delicadamente y tomó su bastón. Salió de su habitación y bajó con
extremo silencio, parecía que alguien estaba en la cocina; caminaba con cautela
para no tropezar con algo pero no podía darse el lujo de prender alguna lámpara
pues advertiría al intruso. Posiblemente se trataba de un ladrón pues se
escuchaba que abrían los cajones de la alacena, Jem sonrió al recordar que no
tenía casi nada por lo que el bandido debería de llevarse una gran decepción. Jem,
cauteloso, miró de reojo por la puerta de la cocina, miró una sombra pequeña,
una chica o un hombre travestido muy bajito y no sacaba nada, estaba metiendo cosas.
-¡Alto ahí! ¡¿Quién eres?! –Gritó Jem sacando una daga del
interior de su bastón.
-¡Calma niño bonito! Soy yo… Vamaranth…
-¡Mujer! ¿Qué haces aquí en mi cocina a esta hora mirando
la alacena?
-Tu alacena estaba casi vacía, no estabas en condiciones
para ir al pueblo a surtirla y te traje comida, es todo. Y no deberías de estar
levantado a esta hora y menos así como estás.
La vampira buscó una vela y la prendió para que Jem pudiera
ver mejor y así mostrarle todo lo que le había llevado, Jem la miraba, desde
que había llegado a Soile siempre se había sentido solo y por primera vez tenía
compañía, jamás pensó que una vampiresa le emitiera cierta calidez
reconfortante.
-Te ves mejor... te dejé muy mal y estaba preocupada.
-Tomé mi medicina y eso me mejora mucho.
-¿Tu medicina? ¿Estás enfermo?
-Algo así, nada grave; casi como un resfriado.
-Pues de cualquier forma debes de cuidarte mucho, en verdad
que te veías mal.
-Gracias por preocuparte por mí.
-No es nada…
Vamaranth se marchó, Jem se fue a acostar de nuevo y ahora
pudo dormir, había dejado de pensar en Tessa, ahora pensaba e incluso soñaba en
otra persona.
A la mañana siguiente, Flowery se negó a despertarse para
desayunar, y una de las criadas, por órdenes de Tarja, le dejó la charola con
desayuno en su habitación para cuando quisiera despertar, había llegado entrada
la madrugada junto con Anette y sin embargo, la bruja ya estaba despierta.
Cuando la chica se despertó encontró a Gertrudis al lado de ella, seguro había
entrado cuando le dejaron la comida, ya pasaba del mediodía. Pidió que le
prepararan el baño mientras bebía un poco del jugo que le habían dejado, el té
estaba frío y poco le apetecía de esa forma, comió rebanadas de pan con
mermelada y un poco de fruta para no mermar su apetito pues poco faltaba para
la hora de la comida. Cuando finalmente estuvo lista, fue a ver a su tía para
preguntarle si no sabía si su hermana había regresado, ella le respondió que
hasta había “desayunado” con sus padres y que después se fue al sótano para
dormir, parecía que había cazado antes de llegar a casa pues según Anette,s e
encontraba con buena energía.
-¿Ya le permiten cazar sola? –Preguntó Flowery.
-Ya, no ha tenido incidentes, es muy cuidadosa; parece ser
que Haruka le enseñó mejor de lo que pensamos pues no ha tenido “bajas”. Por lo
que sé, Kamijo fue más difícil de controlar.
-Lo sé, él mismo me lo ha dicho, pero recuerda que también
estaba con Kaya y Alexander; si hubiese estado solo con Jasmine desde el
inicio, otra cosa hubiera sido. Pero ahora él es el hombre más dulce del mundo
y sé que jamás dañaría a nadie… al menos
que se lo merezcan.
-A veces siento que Kamijo tiene más poder que lo que él
deja ver, tal vez por lo que hizo cuando era un neófito.
-Puede pero eso no me importa, solo me importa él tal y
como es.
-Por cierto… ¿cómo vas con tus entrenamientos!
-¡Perfecto! –Respondió la chica emocionada – La última vez
que estuve con Jasmine, me arrojó una melón, creí que me golpearía fuerte
cuando le vi la intención de aventármelo pero lo corté por la mitad con mi
katana ¡es realmente filosa! Pronto me enseñará a usar la katana y el wakizashi
a la vez, solo espera que aprenda a manejar mejor la espada larga con las dos
manos, y creo que me va a poner a ejercitar los brazos para tener firmeza
aunque realmente no son armas pesadas pero cree que podré mejorar mi
rendimiento de esta forma.
-Pero nada comparado con las clases donde te enseña a caer,
terminas con moretones y te los debo de curar antes que tu madre los vea.
-Sin embargo, son muy necesarias esas lecciones.
-Lo comprendo mi niña. Por supervivencia.
-También me está enseñando algo de pelea cuerpo a cuerpo, y
pretende mejorar mi velocidad; la verdad es que me estoy sintiendo bien
físicamente con los entrenamientos. Me mantiene calmada, relajada pese a todo
lo que nos estamos enfrentando.
-Eso es bueno mi niña. Por cierto… ¿qué traes tú con Teru y
qué trae Vamaranth con Kamijo? La otra vez la vi llegar con él aunque ella
entró por los jardines y él tocó la puerta.
-¿En serio? Pues todo es un plan, hago que Kamijo pase
tiempo con ella para ver si confía en él y le dice que le pasa mientras Teru y
yo planeamos otras opciones para hacer que hable.
-Vaya, ¿por qué no intentan Teru y tú hablar con ella? ¿No
creen que sea más efectivo?
-Nos evita bajo cualquier pretexto, y por eso tuvimos que
recurrir a Kamijo.
-Pues espero que Kaya no esté detrás de todo esto…
-Yo también lo espero, ni Teru ni yo estamos listos aún…
bueno, él está más adelantado pero yo quiero vencerla.
-Pero Teru tiene más razones que tú.
-Puede… pero todo este asunto de Kaya surgió porque quería
que yo me alejara de Kamijo. Si convirtió a mi hermana fue para hacerme la vida
imposible, si decidió obtener más poder fue para quitarme del camino que la
llevaría a Kamijo; quizá si yo jamás me hubiera cruzado en la vida de él,
Vamaranth hubiese sido feliz con Teru, su hijo hubiese nacido…
-No te puedes culpar de todo, Kaya hubiera dado con Hizaki
en cualquier momento, la hubiera hecho su víctima y Teru hubiese tenido que
pelear, Kamijo hubiera intervenido y te hubiera conocido, ¡estaban destinados a
estar juntos! Por algo él esperó a través de los años, hasta que naciera la
mujer que era para él, así como tú teniendo pretendientes entre los Thanatosian,
jamás aceptaste a ninguno, en el fondo esperabas a alguien especial y ese
alguien se trataba de Kamijo, él y tú están hechos para complementarse.
-Tía…
-A veces esperamos por la mejor rosa, pero no comprendemos
al encontrarla que los pétalos más bellos suelen ir con las espinas más
dolorosa…
Kaya recibió una carta de Selia, estaba en su casa y la
esperaba para quedar en los detalles que faltaban; en el fondo, la vampira
dudaba pero esperaba cualquier error de la que creía su hija para actuar pues
podían más sus ganas de venganza y qué mejor, que la misma hermana de su
enemiga se encargara de eso pero su voluntad era difícil de dominar y estaba
segura que ocuparía los servicios de Selia, también ideaba un plan para no
tener que pagarle con Hizaki pues no quería desprenderse de aquella hermosa
doncella pues la deseaba para ella.
Se preparó para irse a ver al hechicero quien como siempre,
a pesar de ser hombre, lucía un hermoso y elegante vestido, aunque siempre
acompañado de bellas jovencitas quienes realmente estaban por gusto con aquel
sujeto y él no podía perder la oportunidad de tener a alguien como Hizaki entre
sus amantes, posiblemente bajo algún tipo de hechizo o soborno y Kaya era el
medio para llegar a ella.
Kaya y Selia ultimaron detalles para tener todo listo,
incluso, el brujo aseguró que iba a quedarse en la zona para siempre estar disponible.
Buscó entre sus estantes de libros de hechizos y tomó uno de color negro,
forrado de piel y con las hojas de pergamino, para sorpresa de la vampiresa,
aquel libro estaba sucio pero no de cualquier cosa, tenía sangre seca en su
cubierta y en algunas páginas, el olor era inconfundible aunque el color fuera
marrón intenso, Kaya lo sabía perfectamente, se trataba de sangre humana. El
hechicero buscó entre las páginas hasta que se detuvo en una, Kaya no podía
alcanzar a ver nada pues él se mostraba celoso en mostrar el contenido, colocó
un trozo de listón entre las páginas indicadas y le pidió a su acompañante que
lo siguiera. Bajaron a lo que se suponía era el sótano, Selia abrió una puerta
con un hechizo pues carecía de cerraduras, al entrar, había estantes con
frascos, animales disecados, velas, más libros, etc. Kaya podía ver
perfectamente y no sintió intimidada. Selia tomó una bolsa de cuero, en ella
depositó velas carmín de sebo, pinturas, y un caliz con una figura demoniaca
grabada; guardó ello perfectamente cerrando la bolsa con una cinta a la vez que
decía una palabras en latín que la vampira supuso, era otra clase de hechizo
para mantener aquella bolsa a salvo de intrusos curiosos.
-Esto es todo lo que necesitamos, el resto me toca a mí y
al receptor. –Mencionó Selia con suma tranquilidad.-Vayamos arriba.
La tranquilidad invadía la mansión Soile, hasta que
llamaron a la puerta; Flowery se
encontraba leyendo cuando una de las criadas le informó que se trataban de
Helena y Masashi. Ella fue a recibirlos, ellos preguntaron por Vamaranth pues
argumentaban que ella tenía algo importante qué darles. La mayor de las Olsson
fue a buscar a su hermana en su escondite en el sótano, donde la encontró
sumida en su sueño., inmóvil como muerta; a Flow no le gustaba verla así pues
carecía de vida, sin embargo le empezó a hablar. La vampira despertó más en un
acto mecánico, abrió los ojos como si se tratara de una muñeca, hacía tiempo
que Flow no veía sus irises atigrados en matices rojos que brillaban tenuemente
a pesar de la oscuridad; Vami no habló.
-Vam… te busca Helena y Masashi, dicen que les des algo que
tenías que porque van a buscar lo que sabes… -Flow sintió que dio muchas
vueltas al asunto.
-Ve a mi habitación, en el tocador hay un sobre sellado,
diles que transcribí en una hoja limpia lo que necesitan. Por favor, no abras
el sobre.
-De acuerdo.
Vamaranth se volvió a acomodar. Flow hizo lo que le indicó
su hermana aunque mientras caminaba con el sobre en sus manos, lo miraba con
curiosidad ¿qué estaba escrito allí? Y ¿por qué su hermana no quería que lo
abriera? Estuvo tentada a abrirlo pero cuando intentó despegar una esquina,
notó como el papel se rompió, el sobre tenía la firma de su hermana en la
pestaña de apertura por lo que no podía rasgar de más el sobre ¿y si Masashi y
Helena se darían cuenta y le dirían a su hermana? Mejor avanzó lo más rápido
que pudo para entregar el sobre de una vez y liberarse de su curiosidad. Les
dijo lo que Vamaranth le indicó, ellos dieron las gracias y se marcharon.
La pareja fue hacia el castillo de Kamijo, ellos entraron
pues habían obtenido el permiso del vampiro; estaba completamente solo pues
tanto Jasmine como Kamijo se encontraban descansando, se dirigieron hasta la
biblioteca donde había una gran cantidad de libros. Abrieron el sobre que
Vamaranth les había mandado y encontraron dibujadas las runas que encontraron
en el alhajero que le regalaron a Flowery. Buscaron si había una sección de
libros sobre simbología y una vez encontrada, tomaron cuidadosamente varios ejemplares
cada quien buscando en cada uno runas parecidas.
-¡Hola! ¿Buscando runas? –Era Jasmine quien se acercaba a ellos, ambos le respondieron.
–Kamijo me lo dijo, ¿tienen los dibujos?-Masashi le alcanzó la hoja con los
dibujos de Vamaranth. –No los reconozco, los ayudaré a buscar. Espero pronto
venga Kamijo y Vamaranth a ayudarnos.
-Sí, espero. –Respondió Helena. –Hemos revisado
detalladamente cerca de 10 libros de simbología lo que nuestras posibilidades
se reducen, sin embargo, puede que ni siquiera vengan en un libro de este tipo.
-Ya veo…
Poco tiempo después llegó Kamijo a seguir buscando con
ellos. El matrimonio llevaba un pequeño almuerzo así que hicieron una pausa
para comer, mientras Kamijo y Jasmine hablaban de cosas que ellos llamaban
frivolidades.
Mientras Flowery iba a su habitación encontró a su hermana
que ya había despertado, corriendo de un lado a otro gritando “¡LO HE
RECORDADO! ¡SÉ DE DÓNDE SON!” Era evidente que se preparaba para salir, pero en
vez de ponerse uno de los elegantes vestidos que usaba últimamente, se puso uno
de los que usaba cuando era humana, de esos con detalles más infantiles y que
le llegaban justo debajo de las rodillas, pero sin dejar de lado sus zapatos de
tacón alto lo que la hacían lucir extraña. Vamaranth corrió lo más rápido que
pudo hasta donde se encontraba Kamijo, se escuchaba el pisar de sus
tacones mientras se acercaba a la
biblioteca.
-¡Ya los recordé! ¡Sé dónde los vi! –Dijo extasiada.
-¡Habla ya mujer! –Le dijo serenamente Jasmine.
-Jem…
-¿Qué quieres decir? –Preguntó Kamijo intrigado.
-El bastón de Jem tiene este símbolo –tomó su dubujo y
señaló la runa sencilla romboidal, tal vez tengan que ver con los cazadores de
demonios.
-¡Vaya! El problema es buscarlo de nuevo. –Inquirió Kamijo.
-¿Quién es Jem? –Preguntó Masashi.
-Yo sé dónde vive, en el camino te cuento ¡vamos!
-¿Jem? ¿Sabes dónde vive? ¡¿De qué me perdí?! –Le dijo
Kamijo asombrado a la menor de las Olsson.
-¡De nada! Nos encontramos… accidentalmente y platicamos,
es todo.
-¡¿En su casa?!
-¡No fue lo qué piensas!
-Está bien, te creo.
Cuando llegaron a la zona donde vivía Jem, ya casi
oscurecía, Vamaranth se acercó pues los demás no sabían cómo reaccionaría el
chico al verlos llegar. La chica llamó a la puerta, nadie respondió, tocó de
nuevo pero más fuerte, esperó un par de minutos y por fin Jem abrió la puerta.
-¡Vamaranth! ¡Qué gusto verte!
-Hola Jem, lamento molestarte pero no he venido sola, vine
con Kamijo y con otros dos buenos amigos, necesitamos hablar contigo sobre esto
–Le mostró la hoja con las runas.
-Runas angélicas ¿quién las hizo?
-Yo, porque las encontré en un alhajero que Kamijo le
regaló a Flowery y queremos saber qué significan.
-¿Y los demás? Vamaranth hizo una seña para que se acercaran
los demás. Kamijo lo saludó y presentó a Helena y a Masashi quienes miraron con
atención a aquel chico de extraño cabello plateado y hermosos ojos grises.
-Vaya… parece hermano de Teru… -Murmuró Helena.
-¡Tengo que conocer a ese tal Teru por todo lo que me dicen!
–Dijo divertido Jem. –Pasen.
Se sentaron en los sillones baratos de la casa de Jem,
Kamijo permaneció de pie.
-Pues verán, esos símbolos que encontraron se llaman runas
angélicas, están contenidas dentro del Libro Gris que es el máximo libro para
los cazadores de demonios, en aquel libro menciona a las runas como símbolos de
poder impartidos por el ángel Raziel a un grupo selecto de humanos para
erradicar la amenaza demoníaca de este mundo. Cada runa simboliza algo en
especial, fuerza, rapidez, sanación, visión, alma, amor… hay una infinidad de
ellos que son usados en las armas que nosotros usamos para luchar efectivamente
contra los demonios. Se puede decir que nosotros, somos una raza diferente de
humanos, pero humanos al fin de cuentas, no poseemos inmortalidad, ni siquiera
vidas largas, tendemos a vivir menos que el promedio por las batallas.
-¿Puedes identificar estás? –Preguntó Kamijo.
-Sí, mira, son protección, amor, luz, escudo y la runa
angélica que representa a los cazadores. Posiblemente la caja que encontraron
era para guardar algún tipo de joya de una chica cazadora. Las joyas que se
usan por lo general suelen usarse como armas o como protecciones y se usan una
caja con runas para protegerlas de demonios intrusos.
-La caja tiene el dibujo de un ángel –Dijo Vami.
-Raziel… el supremo de los cazadores, el ángel que nos creó
hace miles de años atrás…
-Vaya, se ve que eres un estuche de monerías… -Mencionó
Vamaranth.
-Consideraré eso como un honor viniendo de tu parte –Jem le
sonrió a Vam.
-Jem…
-¿Qué ocurre?
-Nada
-Vamaranth…
-Me caes mal
-¡Ja! ¿Lo dices en serio?
-No
Todos miraban aquella conversación tan rara que surgió
entre la vampira y el cazador, parecía que había cierta confianza entre ellos,
como si fueran amigos de toda la vida, de esos que para demostrar su cariño
tenían que tratarse mal; realmente les resultaba divertido el asunto. De la
nada, Jem subió por las escaleras y después bajó con la sombrilla de Vamaranth.
-Dejaste esto ayer y cuando regresaste anoche se me olvidó
entregártela. –Se la entregó a Vamaranth.
Todos miraron asombrados a la chica ¿había estado a solas
con Jem en su casa y había dejado parte de sus pertenencias? El joven lo notó y sonrojado respondió.
-¡Es que ayer la encontré por casualidad en el parque y me
sentí mal y me trajo aquí! ¡Y en la noche regresó porque me trajo un poco de
comida pero de inmediato se fue! ¡No hicimos nada malo! ¡Lamento el
malentendido! –La cara de Jem estaba tan roja como una fresa madura.
-¡Jem! ¡Por favor! ¡Ya cállate!
-¿Ustedes…? –Masashi iba a preguntar algo.
-¡Nosotros nada! –Respondió Jem, sólo fue lo que les dije,
además, respeto a Vamaranth porque está comprometida, y yo pues… -Miró al
suelo, pensaba en Tessa. –Yo amo a alguien más, aunque no quisiera adentrarme
en ese tema.
-Lo siento –Se disculpó Helena. –Mi intención no era hacer
que te sintieras mal.
-No te preocupes –Jem de nuevo volvió a sonreír. –Estoy
bien. Y me alegra que hayan preguntado ¿cómo supiste que debías preguntarme a
mí sobre las runas? –Le preguntó a la vampira.
-Porque recordé la runa del ángel, creo, en tu bastón.
-Así es, es la runa del ángel la que sobresale aunque tiene
varias más pequeñas. Para que funcionen las runas, las armas en donde están
talladas deben ser usadas por cazadores, a veces usamos amuletos con ella pero
igual, sólo funciona en cazadores.
-¿Así que la cajita de mi prometida es común y corriente?
-Sí, así es. Si la buscaban como protección, lamento
informar que no funcionará para nada, solo sirve para los cazadores.
-Uy… -Vamaranth pareció decepcionada.
-Lo siento. –Jem la tomó de la mano para animarla un poco y
ella le sonrió. Los demás al parecer, no se percataron de la escena.
Teru fue a buscar a su prometida al palacio Soile pero se
encontró con que no estaba, así que se quedó un rato conversando con Flowery
quien le dijo que su hermana había salido sin siquiera decir a donde, ya era de
noche así que sería difícil dar con ella pues podría estar en cualquier lado.
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