Si publico no es porque ya haya terminado el capítulo en el que estaba trabajando, porque sólo llevo 2 cuartillas ;_; En fin, espero que después fluya perfectamente.
En el palacio Soile se estaba preparando la cena que habría
en honor a Flowery para avisarles a sus amigos antes que a nadie que ella sería
la próxima condesa, aunque lo que realmente le importaba a Flowery era que
estaría con todos sus amigos y sobre todo, con Kamijo. Lo que le preocupaba era
lo que pensarían sus padres si supieran que los vampiros existen y que dos de
sus amigos, su novio y hasta su propia hermana lo eran. Aunque no tenían por
qué enterarse, bien podría ocultar todo eso, y ella misma quería ser uno para
poder estar por siempre al lado del hombre que amaba. La chica ayudó en la
cocina preparando un delicioso pastel de chocolate, disfrutaba tanto de cada
comida pues sabía que una vez siendo un vampiro ya no podría comer nada y eso
era algo que no le gustaba del futuro que había decidido. Pero no importaba,
cualquier cosa con tal de estar junto a Kamijo por tiempo indefinido. Ya
después buscaría la forma de evadir su responsabilidad como condesa de Soile.
Al ser una cena sencilla, todos estaban muy relajados,
Anette ayudaba a su sobrina con el pastel de chocolate mientras Tuomas tocaba
el piano, al parecer, estaba componiendo una nueva canción. Tarja había entrado
sin que nadie se diera cuenta a la habitación de la menor de sus hijas, miraba
todas sus cosas, sus vestidos, sus listones para el cabello, sus muñecos y su
tesoro más preciado, los libros que amaba, que aunque eran de segunda mano,
jamás aceptó que el conde los cambiara por libros nuevos y de ediciones
especiales, Vamaranth amaba esos libros porque su padre cada que podía se los
compraba. La señora Olsson sentía que no había sido una buena madre y aunque
decía que le importaba un comino lo que su hija hiciera, la verdad era que la amaba con todo su corazón y le partía
el alma que se hubiera ido de casa, aunque conservaba la esperanza que volviera
pues no se había llevado nada ¿estaría con Teru? En el fonde deseaba que en
verdad estuviera con Teru, teniendo al menos una casa y comida pues los días
estaban llenos de lluvia.
Poco a poco fueron llegando todos, el último fue Jem quien
se mostró algo reacio al entrar pues no estaba seguro si debería de estar en
ese momento llegando a sentirse incómodo al ver que todos platicaban con todos.
Él apenas si había cruzado palabras con los demás y solamente por Vamaranth, evidentemente
con el único con quién había platicado más era con Kamijo pero éste estaba al
lado de su prometida. Miró con nostalgia el lugar donde había conocido a la
menor de las Olsson de inmediato supo que se trataba de una hija de la noche y
pues por eso que llamó su atención, en aquel momento jamás pensó que ella le
preocuparía tanto aunque sabía perfectamente que la conocía poco, pero ¿qué más
daba? Ella ya estaba comprometida con un novio que estaba dando todo para
ayudarla, un novio que tenía una larga vida por delante.
—¿Qué te ocurre? —Era Charlotte quien le hablaba al joven
cazador al notarlo que estaba aislado de los demás.
—Nada, simplemente pienso que no debí venir, no soy más que
un extraño para todos. ¿Por qué no estás con Yuki? Pensé que te gustaba.
—No sólo me gusta, lo amo pero no puedo perdonar algo que
hizo.
—No sé qué te habrá hecho. Si se trata de otra persona
entre ustedes… lucha por lo que amas, y no te rindas hasta que no des
todo. Luchas hasta que no te convenzas
que la otra persona lo ama tanto o más que tú.
—Ese es el problema, no lo ama y nunca lo amará pero de
cualquier forma, no creo poder perdonarlo.
—Vivir con rencores es una carga muy grande para quien le
espera una eternidad.
—Pero por esa eternidad, podré amar de nuevo.
—Piénsalo bien Charlotte. ¿Sabes? Conozco a otra Charlotte,
y a pesar de ser muy diferentes externamente, son muy parecidas en su
fortaleza, en su madurez; sé que terminarás actuando con sensatez. La vida es
maravillosa a pesar de todo. —El joven sonrió.
—¿Cómo un adicto al Yin Fen puede ser tan optimista? —Jem
no pareció sorprendido ante lo que acababa de decir Charlotte. —Lo siento
mucho, pero tu pelo, tus ojos, tu piel…
en cualquier momento morirás ¿cierto?
—Sí, por eso trato de vivir cada día como si fuera el
último y soy muy feliz a pesar de no siempre tener lo que quiero. —Pensó en
Tessa, pero también en Vamaranth. —Me basta con servir a las personas que amo,
soy feliz al verlos feliz.
—¿Tienes suficiente droga?
—Tengo para un par de semanas y para mi viaje de regreso a
China, por lo mismo, no estaré mucho tiempo aquí.
—¿El Yin Fen forma parte de tu plan para calmar el demonio
que afecta a Vami?
—Así es.
—Eso te quitará más, aquí no se consigue el Yin Fen tan
fácil como en Asia, pero podría intentar obtener lo suficiente para reponer lo
que uses para Vami.
—¿Crees que funcione?
—Puede, esa cosa tiene afinidad por sangre de demonio y
sabes que para ellos es un narcótico poderoso. Tu plan es mantener “dormido” a
aquel demonio para que Vami pueda ser más fuerte que él y tomar el control de
su cuerpo de forma momentánea. Y al tener un demonio con alta afinidad por el
Yin Fen y a un vampiro con una muy baja, evitas que la substancia se vaya al
cuerpo de Vamaranth y por consecuente, ella no se hará adicta… ya veo, eres muy
ingenioso de verdad.
—Gracias.
—Por favor —Tarja llegó con los jóvenes. —Es hora que pasen
a cenar, esta vez mi hija preparó el postre y no es por nada pero le quedan
riquísimos.
Todos la siguieron, Tarja ya había notado que Teru no había
llegado por lo que de cierta manera pensó que podría estar con Vamaranth y eso
la dejó más tranquila. El conde dio la bienvenida a todos y los invitó a que se
sentaran para que empezaran a servir la cena no sin antes, avisar el motivo de
la reunión. Flowery no parecía complacida con el motivo
Gertrudis caminaba cerca de todas la puerta principal,
entonces entró Vamaranth, la gata maulló, miró a la que era su compañera más
cercana pero esta vez erizó su pelaje como si estuviera lista para atacar. La
vampira pareció no percatarse de la gata por lo que siguió su camino. Caminaba
cuidadosamente para no hacer sonar los tacones de sus botas, escuchó voces,
muchas en el comedor, y olfateó una deliciosa sopa que estaba siendo servida; era
silenciosa como un felino y usó a Selia para que fuera imperceptible a Kamijo
pues sabía que podría estar con su hermana, pero jamás imaginó que Jasmine y
Zin también estarían presentes, pero de igual manera, ellos no podían saber que
ella había llegado. Se acercó a la puerta que daba al comedor, Gertrudis la
miraba desde un rincón y volvió a maullar más fuerte como si tratara de
advertir el peligro pero nadie le hizo caso. La vampira escuchó lo que hablaban
todos, parecían felices pues todos mencionaban el gusto que les daba que
Flowery se convirtiera en la nueva condesa de Soile. No faltaron las
felicitaciones. Vamaranth se detuvo antes de entrar, algo la detenía, pero
debía de entrar, debía de develar lo que era, nada la detendría en sus planes.
La sopa estaba servida, Jem no terminaba por sentirse
cómodo y a veces sólo jugueteaba con su cuchara.
—Buenas noches, parece que no fui invitada a tan importante
reunión. —Vamaranth entró por fin, se recargó en el marco de la puerta y sonrió
sin disimular sus colmillos. Todos se pusieron de pie preocupados. Tarja,
Tuomas y el conde se mostraron temerosos porque se notaba la presencia maligna
en la recién llegada.
—Tú no estabas cuando se organizó la cena. —Respondió
Flowery. —Pero puedes pasar a sentarte, estás en tu casa…
—No quiero, yo vine a confesarle algo muy importante a mis
queridos padres y a mi abuelo, porque todos los demás ya lo saben.
—¿Qué es lo que quieres? —Preguntó Tarja. —está bien que no
fui una buena madre para ti, pero en verdad estoy muy arrepentida por eso, pero
eso no te da justificación para que seas así.
—Mamá… esto no es sobre ti, es sobre mí. Ahora escúchenme.
—¡Por favor Vamaranth! —Flowery sabía que si ella decía
algo, Kamijo podría salir perjudicado.
—¡Por favor nada! Y ustedes, papá, mamá, abuelo… ¿creen en
las leyendas? Deberían, mi tía es una persona especial y eso lo saben
perfectamente. Por lo que sé que ustedes deben de entenderme perfectamente.
Miren, hace tiempo, unos meses que yo ya no soy humana.
—¿Qué quieres decir? —Preguntó Tarja confundida.
—Que no soy humana, sé que ustedes han leído sobre gente
que no está ni viva ni muerta, que viven de noche pero que lo que los
caracteriza más es que deben de beber… sangre.
—Vampiros… —Murmuró Tuomas pero Vamaranth lo escuchó
perfectamente.
—¡Eso es papá! Siempre tan inteligente, por eso eras el que
me entendía siempre. Señores… soy un vampiro.
—¡Basta de bromas! —Gritó tarja —Y por favor ¡quítate esos
colmillos falsos! Si sólo querías atención lo hubieras dicho, esto ya fue
suficiente.
—No son bromas. —Vamaranth parecía divertida —De eso, te
puede hablar perfectamente Kamijo…
—¿A qué se refuere? —Preguntó el conde mirando al prometido
de su nieta mayor.
—Yo… —Kamijo no sabía qué decir.
—Vamos, habla ya, o tú Jasmine. O quizá Zin tenga algo que
decir.
—¡¿Qué pretendes con esto?! —Flowery se puso frente a su
hermana.
—Quiero que hablen ¿o me van a decir que miento? Ustedes
saben que no lo hago.
—¡Vamor! ¡Digan que lo que ella dice es broma! —Imploraba
Tarja —Porque es broma ¿verdad?.
—No mamá, no es broma —Fue Flow quien respondió. —Lo que
dice Vamaranth es cierto.
—No, no puede ser. ¿Pero cómo? ¿Cómo no nos dimos cuenta?
¡Han estado cerca de monstruos corriendo muchos peligros!
Tarja se dirigió hasta donde estaba Kamijo y le dio una
bofetada, se dio cuenta entonces que su piel era helada, lisa, nada humana.
—¡Maldito seas! ¡Tú fuiste la que le hizo esto a mi hija! Y
no basta con eso, quería casarte con Flowery.
—¡Él no fue mamá! Se trata de otra vampira la que le hizo
esto a Vamaranth. No culpes a Kamijo de favor.
—¡Cómo sea! Prohíbo que él esté cerca de ti. ¡Puede ser
peligroso! No te arriesgaré a que te pase lo mismo que a tu hermana, ella… ya
es un monstruo.
—De modo que soy un monstruo para ti… era de esperarse.
Flowery le pidió su espada a Yuki en lo que su hermana se
dirigía a sus padres, éste le dijo que no se la daría, pero ella insistió y le
dijo que iba a distraer a la vampira, que se llevara a sus padres y a su abuelo
a un lugar seguro dado que le diría a Kamijo pero no confiarían en él. Ella se
dirigió hasta donde estaba Vamaranth y le puso la punta de la espada en el
cuello amenazándola, la vampira la miró con sorpresa.
—Vete de aquí si no quieres que acabe contigo. —Mencionó la
mayor de las hermanas decididamente.
—No eres capaz de dañarme.
—No me retes porque por mi familia y mis amigos hago lo que
sea.
—Yo soy tu familia.
—Lo eres, pero eres como un veneno.
Yuki se llevaba a Tarja, Tuomas y al conde, Jem quien
estaba diciéndole algo a Jasmine, la dejó para ir detrás de ellos. Vamaranth
sacó la espada que Selia le había dado y con un golpe rápido tiró la espada de
la otra chica quien sin demora la volvió a tomar.
—Si quieres pelear… te daré pelea, pero no te lo aconsejo.
—¡Alto! —Era Kamijo. —No permitiré que ustedes se
enfrenten.
—Eso lo dices porque tienes miedo que lastime a tu novia.
Jem le pidió a Yuki que lo dejaran con los señores, éste
dudó al principio pero al final, accedió.
—¿Usted también estaba al tanto de todo esto? —Preguntó el
conde.
—Así es, bajo estas condiciones puedo revelar lo que
verdaderamente soy, soy un cazador de demonios y necesito que me den
autorización de llevarme a Vamaranth.
—¿Qué le va a hacer?
—La voy a tratar de ayudar, puedo hacer que vuelva a ser
como antes, no volverá a ser humana pero al menos seguía siendo una buena
persona. El problema de su hija es complejo, ella al volverse vampiro no dejó
de ser como era antes, pero un ser malvado la tiene bajo su poder, tenemos que
regresarla.
—Lo puede herir.
—Como mencioné, soy un cazador de demonios, desde niño me
enseñaron a hacerme frente a demonios, hombres lobo, brujos, hadas y por
supuesto, vampiros. Podré controlar la situación, les pido confianza, estará
bien.
—Si usted está capacitado, de acuerdo. —Respondió Tuomas.
—Le encargo a mi niña.
—Tuomas, ella ya no es tu niña, ahora es peligrosa para la
familia.
—Tarja por favor, después que todos se vayan, hablaremos
seriamente.
Teniendo la aprobación del señor Olsson, Jem buscó en la
pequeña mochila que portaba y sacó unos brazaletes unidos por una cadena a modo
de esposas, eran dorados y tenían escritos runas y símbolos religiosos para
después volver a la habitación donde todos se encontraban. Kamijo estaba entre
Flowery y Vamaranth, ésta última dirigía su espada al corazón del vampiro, de
las manos de Charlotte salían rayos rosas listos para atacar. Jem se dirigió
lentamente hasta dónde se encontraba Jasmine y le dio indicaciones en una voz
muy baja, imperceptible para todos, incluso para Vamaranth. Kamijo o Zin.
Jasmine habló con Zin de igual forma, él se acercó
lentamente a donde estaba Vamaranth pero ella lo vio y le dijo que se
detuviera, Jasmine hizo lo mismo pero del lado contrario y Vamaranth volteó a
verla y retiró la espada de la vista de Kamijo para amenazar a Jasmine. Zin ya
estaba lo suficientemente cerca para después, correr lo más rápido que pudo
para abalanzarse sobre Vamaranth y hacerla caer al mismo tiempo que tiraba su
espada, Jem se dirigió rápidamente hasta ella y aprovechando que Zin y Jasmine
la sujetaban con fuerza, le puso los brazaletes sellándolo con una runa. Ella
intentó quitarlos pero sintió una especia de descarga eléctrica muy fuerte, y
entre más luchaba incrementaba en potencia. Ella gritaba.
—¿Está bien? —Preguntó Flowery a Jem.
—Se ve rudo pero estará bien. Necesito llevarla a mi casa,
por favor, Jasmine, Zin, acompáñenme.
Llevar a Vamaranth hasta la casa de Jem no fue nada
sencillo, tuvieron que amordazarla para evitar que gritara, por lo demás,
Charlotte le hizo un fuerte glamour para que no fueran vistos y pudieran llegar
sin interrupciones. Jasmine y Zin apenas y podían con la vampiresa rebelde. Jem
fue de inmediato a su cocina, tomó un vaso con agua, después corrió a su
habitación, tomó una caja de metal con dibujos al estilo oriental, la abrió y
dentro venía un polvo muy fino color plata, tomó una cucharada y lo disolvió
dentro. Miró como Zin y Jasmine forcejeaban, Jem sujetó bien el vaso en una
mano y con la otra quitó la mordaza, entonces pidió a los vampiros que uno la
sujetara y otro le tomara la cabeza para impedir que mordiera.
—Si me muerdes, la sangre de ángel te quemará. —Advertía
Jem, realmente no sabía si eso era posible pues ningún demonio o vampiro había
mordido antes a un nephilim pero no podía arriesgarse.
Vamaranth pareció entender, pero después de ver el vaso de
cristal con un líquido plateado empezó a gritar que no bebería por nada del
mundo, pero después de mucho trabajo, entre Jem, Zin y Jasmine la hicieron
beber, el cazador fue muy cuidadoso de no derramar gota alguna de aquel
líquido. Una vez que ella bebió, tuvo violentos movimientos que hicieron a
todos observarla desde lejos, pero en cuestión de segundos quedó inconsciente,
la miraron fijamente, no podía estar muerta pues si así fuera, su cuerpo ya se
hubiera desintegrado.
—¿Despertará? —Preguntó Zin preocupado.
—Eso espero. —Respondió Jem.
—Zin… ve a casa y diles que está dormida, que no sabemos si
funcionó pero yo me quedaré hasta que despierte, por favor. Y ven mañana y dime
cómo está todos con Flow y Kamijo. La familia de ella parecían odiarlo. —indicó
Jasmine.
—De acuerdo.
—En cuanto ella despierte, iremos.
Jasmine se encargó que colocarle a Vamaranth una pijama de
Jem y la subieron hasta su habitación para acostarla, cerraron la ventana y se
quedaron en silencio un rato. Jem acomodó un futon para que Jasmine descansara
en la misma habitación, sacó mantas para que él pudiera dormir en uno de los
sillones. Y así lo hizo mientras Jasmine velaba.
La mañana estaba lluviosa, la noche anterior todo había
sido caos en el palacio de Soile, ninguno de sus habitantes había dormido.
Flowery discutió con su madre y con el conde porque le prohibió su relación con
Kamijo. No podía ver ni a Jasmine ni a Zin. La chica no había parado de llorar
en todo el día, al final, Kaya había logrado que se separaran, ella no podía
salir del Palacio para nada. Anette era la única que estaba apoyándola. Tarja y
Tuomas estaban devastados por lo que le había pasado a la menor de sus hijas,
Tarja aseguraba que había perdido a una hija pero Tuomas estaba seguro en lo
que Jem les había dicho, que si bien, Vami ya no sería humana, al menos podría
ser la misma niña de siempre, que no había cambiado a volverse vampiro, no lo
decía porque no quería discutir con su esposa, esperaría a que las cosas se
calmaran. Tampoco estaba seguro lo de alejar a su hija de Kamijo, sabía que si
él quisiera dañarla ya lo hubiese hecho pero no era así; tampoco estaba bien
que bebiera sangre pero, nadie elige sus destino, su hija no lo hizo.
Hizaki fue a contarle todo lo ocurrido a Teru, quien al
enterarse, quiso ir de inmediato a casa de Jem pero su prima lo convenció que
esperara al menos al atardecer, pues Zin había dicho que estaba dormida y por
lo tanto no iba a despertar de día. Todo había salido mal, nadie se esperara
que ella confesara de esa manera lo que era. Teru pensó también en ir a ver a
Kamijo o a Flowery pero no sabía si era prudente. Cada día más odiaba con mayor
arraigo a Kaya, ella estaba destrozando sus vidas.
Era cerca del mediodía cuando Jem despertó, había decidido
desde la noche que ya no iría a trabajar, escribió una carta al embajador chino
expresando que debía de volver, aunque eso no era cierto. Miró a la mesa y allí
estaba la caja metálica con aquel polvo plateado, la tomó y lo fue a guardar
perfectamente a la cocina. Alguien llamó a la puerta, fue a ver quién era, se
trataba de Charlotte.
—¿Cómo está? —Preguntó la hechicera.
—Está “durmiendo”, Jasmine está con ella, no quiero
molestar, jamás he visto dormir a un vampiro.
—¿Crees que haya funcionado?
—No lo sé, ¿sabes cómo están los demás?
—Para nada, recién desperté y vine para acá.
—Por cierto… ¿cómo sabías dónde vivía?
—Sabes que tengo mis formas, mientras estés en la misma
localidad lo sé. Quedé de verme con Anette más tarde, puedo traerla y que nos
diga cómo están todos en el palacio. No sabes, ayer el conde corrió a Kamijo y
le dijo que ni él ni sus “amigos” podían ingresar del nuevo al palacio,
evidentemente se refería a Jasmine y Zin. Anette intercedió por mí, dijo que
era como ella, imagina lo que pasaría si le dice que soy hija de un demonio…
ufff, terrible. Respecto a los demás, no sé, creo que por ser “humanos” tienen
cierta indulgencia aunque están resentidos porque jamás le dijeron nada, aunque
bueno, Flowery cargó con todo el peso diciendo que ella les imploró que no
dijeran absolutamente nada. Esperemos que haya resultado.
—Será una carga horrenda para ella si es que funciona… ¿te
imaginas? Después de lo que hizo, se va a sentir la peor persona del mundo.
—Mira, te aconsejo que se después de despertar, se quedé
unos días aquí, debemos de dejar que la intensidad de todo baje, no hay que
exponerla de inmediato.
—Sí.