jueves, 17 de julio de 2014

69. Tell Me, Mechanist

Si publico no es porque ya haya terminado el capítulo en el que estaba trabajando, porque sólo llevo 2 cuartillas ;_; En fin, espero que después fluya perfectamente.


En el palacio Soile se estaba preparando la cena que habría en honor a Flowery para avisarles a sus amigos antes que a nadie que ella sería la próxima condesa, aunque lo que realmente le importaba a Flowery era que estaría con todos sus amigos y sobre todo, con Kamijo. Lo que le preocupaba era lo que pensarían sus padres si supieran que los vampiros existen y que dos de sus amigos, su novio y hasta su propia hermana lo eran. Aunque no tenían por qué enterarse, bien podría ocultar todo eso, y ella misma quería ser uno para poder estar por siempre al lado del hombre que amaba. La chica ayudó en la cocina preparando un delicioso pastel de chocolate, disfrutaba tanto de cada comida pues sabía que una vez siendo un vampiro ya no podría comer nada y eso era algo que no le gustaba del futuro que había decidido. Pero no importaba, cualquier cosa con tal de estar junto a Kamijo por tiempo indefinido. Ya después buscaría la forma de evadir su responsabilidad como condesa de Soile.

Al ser una cena sencilla, todos estaban muy relajados, Anette ayudaba a su sobrina con el pastel de chocolate mientras Tuomas tocaba el piano, al parecer, estaba componiendo una nueva canción. Tarja había entrado sin que nadie se diera cuenta a la habitación de la menor de sus hijas, miraba todas sus cosas, sus vestidos, sus listones para el cabello, sus muñecos y su tesoro más preciado, los libros que amaba, que aunque eran de segunda mano, jamás aceptó que el conde los cambiara por libros nuevos y de ediciones especiales, Vamaranth amaba esos libros porque su padre cada que podía se los compraba. La señora Olsson sentía que no había sido una buena madre y aunque decía que le importaba un comino lo que su hija hiciera, la verdad era  que la amaba con todo su corazón y le partía el alma que se hubiera ido de casa, aunque conservaba la esperanza que volviera pues no se había llevado nada ¿estaría con Teru? En el fonde deseaba que en verdad estuviera con Teru, teniendo al menos una casa y comida pues los días estaban llenos de lluvia.

Poco a poco fueron llegando todos, el último fue Jem quien se mostró algo reacio al entrar pues no estaba seguro si debería de estar en ese momento llegando a sentirse incómodo al ver que todos platicaban con todos. Él apenas si había cruzado palabras con los demás y solamente por Vamaranth, evidentemente con el único con quién había platicado más era con Kamijo pero éste estaba al lado de su prometida. Miró con nostalgia el lugar donde había conocido a la menor de las Olsson de inmediato supo que se trataba de una hija de la noche y pues por eso que llamó su atención, en aquel momento jamás pensó que ella le preocuparía tanto aunque sabía perfectamente que la conocía poco, pero ¿qué más daba? Ella ya estaba comprometida con un novio que estaba dando todo para ayudarla, un novio que tenía una larga vida por delante.

—¿Qué te ocurre? —Era Charlotte quien le hablaba al joven cazador al notarlo que estaba aislado de los demás.
—Nada, simplemente pienso que no debí venir, no soy más que un extraño para todos. ¿Por qué no estás con Yuki? Pensé que te gustaba.
—No sólo me gusta, lo amo pero no puedo perdonar algo que hizo.
—No sé qué te habrá hecho. Si se trata de otra persona entre ustedes… lucha por lo que amas, y no te rindas hasta que no des todo.  Luchas hasta que no te convenzas que la otra persona lo ama tanto o más que tú.
—Ese es el problema, no lo ama y nunca lo amará pero de cualquier forma, no creo poder perdonarlo.
—Vivir con rencores es una carga muy grande para quien le espera una eternidad.
—Pero por esa eternidad, podré amar de nuevo.
—Piénsalo bien Charlotte. ¿Sabes? Conozco a otra Charlotte, y a pesar de ser muy diferentes externamente, son muy parecidas en su fortaleza, en su madurez; sé que terminarás actuando con sensatez. La vida es maravillosa a pesar de todo. —El joven sonrió.
—¿Cómo un adicto al Yin Fen puede ser tan optimista? —Jem no pareció sorprendido ante lo que acababa de decir Charlotte. —Lo siento mucho, pero tu pelo, tus ojos, tu piel…  en cualquier momento morirás ¿cierto?
—Sí, por eso trato de vivir cada día como si fuera el último y soy muy feliz a pesar de no siempre tener lo que quiero. —Pensó en Tessa, pero también en Vamaranth. —Me basta con servir a las personas que amo, soy feliz al verlos feliz.
—¿Tienes suficiente droga?
—Tengo para un par de semanas y para mi viaje de regreso a China, por lo mismo, no estaré mucho tiempo aquí.
—¿El Yin Fen forma parte de tu plan para calmar el demonio que afecta a Vami?
—Así es.
—Eso te quitará más, aquí no se consigue el Yin Fen tan fácil como en Asia, pero podría intentar obtener lo suficiente para reponer lo que uses para Vami.
—¿Crees que funcione?
—Puede, esa cosa tiene afinidad por sangre de demonio y sabes que para ellos es un narcótico poderoso. Tu plan es mantener “dormido” a aquel demonio para que Vami pueda ser más fuerte que él y tomar el control de su cuerpo de forma momentánea. Y al tener un demonio con alta afinidad por el Yin Fen y a un vampiro con una muy baja, evitas que la substancia se vaya al cuerpo de Vamaranth y por consecuente, ella no se hará adicta… ya veo, eres muy ingenioso de verdad.
—Gracias.
—Por favor —Tarja llegó con los jóvenes. —Es hora que pasen a cenar, esta vez mi hija preparó el postre y no es por nada pero le quedan riquísimos.

Todos la siguieron, Tarja ya había notado que Teru no había llegado por lo que de cierta manera pensó que podría estar con Vamaranth y eso la dejó más tranquila. El conde dio la bienvenida a todos y los invitó a que se sentaran para que empezaran a servir la cena no sin antes, avisar el motivo de la reunión. Flowery no parecía complacida con el motivo



Gertrudis caminaba cerca de todas la puerta principal, entonces entró Vamaranth, la gata maulló, miró a la que era su compañera más cercana pero esta vez erizó su pelaje como si estuviera lista para atacar. La vampira pareció no percatarse de la gata por lo que siguió su camino. Caminaba cuidadosamente para no hacer sonar los tacones de sus botas, escuchó voces, muchas en el comedor, y olfateó una deliciosa sopa que estaba siendo servida; era silenciosa como un felino y usó a Selia para que fuera imperceptible a Kamijo pues sabía que podría estar con su hermana, pero jamás imaginó que Jasmine y Zin también estarían presentes, pero de igual manera, ellos no podían saber que ella había llegado. Se acercó a la puerta que daba al comedor, Gertrudis la miraba desde un rincón y volvió a maullar más fuerte como si tratara de advertir el peligro pero nadie le hizo caso. La vampira escuchó lo que hablaban todos, parecían felices pues todos mencionaban el gusto que les daba que Flowery se convirtiera en la nueva condesa de Soile. No faltaron las felicitaciones. Vamaranth se detuvo antes de entrar, algo la detenía, pero debía de entrar, debía de develar lo que era, nada la detendría en sus planes.

La sopa estaba servida, Jem no terminaba por sentirse cómodo y a veces sólo jugueteaba con su cuchara.

—Buenas noches, parece que no fui invitada a tan importante reunión. —Vamaranth entró por fin, se recargó en el marco de la puerta y sonrió sin disimular sus colmillos. Todos se pusieron de pie preocupados. Tarja, Tuomas y el conde se mostraron temerosos porque se notaba la presencia maligna en la recién llegada.
—Tú no estabas cuando se organizó la cena. —Respondió Flowery. —Pero puedes pasar a sentarte, estás en tu casa…
—No quiero, yo vine a confesarle algo muy importante a mis queridos padres y a mi abuelo, porque todos los demás ya lo saben.
—¿Qué es lo que quieres? —Preguntó Tarja. —está bien que no fui una buena madre para ti, pero en verdad estoy muy arrepentida por eso, pero eso no te da justificación para que seas así.
—Mamá… esto no es sobre ti, es sobre mí. Ahora escúchenme.
—¡Por favor Vamaranth! —Flowery sabía que si ella decía algo, Kamijo podría salir perjudicado.
—¡Por favor nada! Y ustedes, papá, mamá, abuelo… ¿creen en las leyendas? Deberían, mi tía es una persona especial y eso lo saben perfectamente. Por lo que sé que ustedes deben de entenderme perfectamente. Miren, hace tiempo, unos meses que yo ya no soy humana.
—¿Qué quieres decir? —Preguntó Tarja confundida.
—Que no soy humana, sé que ustedes han leído sobre gente que no está ni viva ni muerta, que viven de noche pero que lo que los caracteriza más es que deben de beber… sangre.
—Vampiros… —Murmuró Tuomas pero Vamaranth lo escuchó perfectamente.
—¡Eso es papá! Siempre tan inteligente, por eso eras el que me entendía siempre. Señores… soy un vampiro.
—¡Basta de bromas! —Gritó tarja —Y por favor ¡quítate esos colmillos falsos! Si sólo querías atención lo hubieras dicho, esto ya fue suficiente.
—No son bromas. —Vamaranth parecía divertida —De eso, te puede hablar perfectamente Kamijo…
—¿A qué se refuere? —Preguntó el conde mirando al prometido de su nieta mayor.
—Yo… —Kamijo no sabía qué decir.
—Vamos, habla ya, o tú Jasmine. O quizá Zin tenga algo que decir.
—¡¿Qué pretendes con esto?! —Flowery se puso frente a su hermana.
—Quiero que hablen ¿o me van a decir que miento? Ustedes saben que no lo hago.
—¡Vamor! ¡Digan que lo que ella dice es broma! —Imploraba Tarja —Porque es broma ¿verdad?.
—No mamá, no es broma —Fue Flow quien respondió. —Lo que dice Vamaranth es cierto.
—No, no puede ser. ¿Pero cómo? ¿Cómo no nos dimos cuenta? ¡Han estado cerca de monstruos corriendo muchos peligros!

Tarja se dirigió hasta donde estaba Kamijo y le dio una bofetada, se dio cuenta entonces que su piel era helada, lisa, nada humana.

—¡Maldito seas! ¡Tú fuiste la que le hizo esto a mi hija! Y no basta con eso, quería casarte con Flowery.
—¡Él no fue mamá! Se trata de otra vampira la que le hizo esto a Vamaranth. No culpes a Kamijo de favor.
—¡Cómo sea! Prohíbo que él esté cerca de ti. ¡Puede ser peligroso! No te arriesgaré a que te pase lo mismo que a tu hermana, ella… ya es un monstruo.
—De modo que soy un monstruo para ti… era de esperarse.

Flowery le pidió su espada a Yuki en lo que su hermana se dirigía a sus padres, éste le dijo que no se la daría, pero ella insistió y le dijo que iba a distraer a la vampira, que se llevara a sus padres y a su abuelo a un lugar seguro dado que le diría a Kamijo pero no confiarían en él. Ella se dirigió hasta donde estaba Vamaranth y le puso la punta de la espada en el cuello amenazándola, la vampira la miró con sorpresa.

—Vete de aquí si no quieres que acabe contigo. —Mencionó la mayor de las hermanas decididamente.
—No eres capaz de dañarme.
—No me retes porque por mi familia y mis amigos hago lo que sea.
—Yo soy tu familia.
—Lo eres, pero eres como un veneno.

Yuki se llevaba a Tarja, Tuomas y al conde, Jem quien estaba diciéndole algo a Jasmine, la dejó para ir detrás de ellos. Vamaranth sacó la espada que Selia le había dado y con un golpe rápido tiró la espada de la otra chica quien sin demora la volvió a tomar.

—Si quieres pelear… te daré pelea, pero no te lo aconsejo.
—¡Alto! —Era Kamijo. —No permitiré que ustedes se enfrenten.
—Eso lo dices porque tienes miedo que lastime a tu novia.

Jem le pidió a Yuki que lo dejaran con los señores, éste dudó al principio pero al final, accedió.

—¿Usted también estaba al tanto de todo esto? —Preguntó el conde.
—Así es, bajo estas condiciones puedo revelar lo que verdaderamente soy, soy un cazador de demonios y necesito que me den autorización de llevarme a Vamaranth.
—¿Qué le va a hacer?
—La voy a tratar de ayudar, puedo hacer que vuelva a ser como antes, no volverá a ser humana pero al menos seguía siendo una buena persona. El problema de su hija es complejo, ella al volverse vampiro no dejó de ser como era antes, pero un ser malvado la tiene bajo su poder, tenemos que regresarla.
—Lo puede herir.
—Como mencioné, soy un cazador de demonios, desde niño me enseñaron a hacerme frente a demonios, hombres lobo, brujos, hadas y por supuesto, vampiros. Podré controlar la situación, les pido confianza, estará bien.
—Si usted está capacitado, de acuerdo. —Respondió Tuomas. —Le encargo a mi niña.
—Tuomas, ella ya no es tu niña, ahora es peligrosa para la familia.
—Tarja por favor, después que todos se vayan, hablaremos seriamente.


Teniendo la aprobación del señor Olsson, Jem buscó en la pequeña mochila que portaba y sacó unos brazaletes unidos por una cadena a modo de esposas, eran dorados y tenían escritos runas y símbolos religiosos para después volver a la habitación donde todos se encontraban. Kamijo estaba entre Flowery y Vamaranth, ésta última dirigía su espada al corazón del vampiro, de las manos de Charlotte salían rayos rosas listos para atacar. Jem se dirigió lentamente hasta dónde se encontraba Jasmine y le dio indicaciones en una voz muy baja, imperceptible para todos, incluso para Vamaranth. Kamijo o Zin.

Jasmine habló con Zin de igual forma, él se acercó lentamente a donde estaba Vamaranth pero ella lo vio y le dijo que se detuviera, Jasmine hizo lo mismo pero del lado contrario y Vamaranth volteó a verla y retiró la espada de la vista de Kamijo para amenazar a Jasmine. Zin ya estaba lo suficientemente cerca para después, correr lo más rápido que pudo para abalanzarse sobre Vamaranth y hacerla caer al mismo tiempo que tiraba su espada, Jem se dirigió rápidamente hasta ella y aprovechando que Zin y Jasmine la sujetaban con fuerza, le puso los brazaletes sellándolo con una runa. Ella intentó quitarlos pero sintió una especia de descarga eléctrica muy fuerte, y entre más luchaba incrementaba en potencia. Ella gritaba.

—¿Está bien? —Preguntó Flowery a Jem.
—Se ve rudo pero estará bien. Necesito llevarla a mi casa, por favor, Jasmine, Zin, acompáñenme.

Llevar a Vamaranth hasta la casa de Jem no fue nada sencillo, tuvieron que amordazarla para evitar que gritara, por lo demás, Charlotte le hizo un fuerte glamour para que no fueran vistos y pudieran llegar sin interrupciones. Jasmine y Zin apenas y podían con la vampiresa rebelde. Jem fue de inmediato a su cocina, tomó un vaso con agua, después corrió a su habitación, tomó una caja de metal con dibujos al estilo oriental, la abrió y dentro venía un polvo muy fino color plata, tomó una cucharada y lo disolvió dentro. Miró como Zin y Jasmine forcejeaban, Jem sujetó bien el vaso en una mano y con la otra quitó la mordaza, entonces pidió a los vampiros que uno la sujetara y otro le tomara la cabeza para impedir que mordiera.

—Si me muerdes, la sangre de ángel te quemará. —Advertía Jem, realmente no sabía si eso era posible pues ningún demonio o vampiro había mordido antes a un nephilim pero no podía arriesgarse.

Vamaranth pareció entender, pero después de ver el vaso de cristal con un líquido plateado empezó a gritar que no bebería por nada del mundo, pero después de mucho trabajo, entre Jem, Zin y Jasmine la hicieron beber, el cazador fue muy cuidadoso de no derramar gota alguna de aquel líquido. Una vez que ella bebió, tuvo violentos movimientos que hicieron a todos observarla desde lejos, pero en cuestión de segundos quedó inconsciente, la miraron fijamente, no podía estar muerta pues si así fuera, su cuerpo ya se hubiera desintegrado.

—¿Despertará? —Preguntó Zin preocupado.
—Eso espero. —Respondió Jem.
—Zin… ve a casa y diles que está dormida, que no sabemos si funcionó pero yo me quedaré hasta que despierte, por favor. Y ven mañana y dime cómo está todos con Flow y Kamijo. La familia de ella parecían odiarlo. —indicó Jasmine.
—De acuerdo.
—En cuanto ella despierte, iremos.

Jasmine se encargó que colocarle a Vamaranth una pijama de Jem y la subieron hasta su habitación para acostarla, cerraron la ventana y se quedaron en silencio un rato. Jem acomodó un futon para que Jasmine descansara en la misma habitación, sacó mantas para que él pudiera dormir en uno de los sillones. Y así lo hizo mientras Jasmine velaba.



La mañana estaba lluviosa, la noche anterior todo había sido caos en el palacio de Soile, ninguno de sus habitantes había dormido. Flowery discutió con su madre y con el conde porque le prohibió su relación con Kamijo. No podía ver ni a Jasmine ni a Zin. La chica no había parado de llorar en todo el día, al final, Kaya había logrado que se separaran, ella no podía salir del Palacio para nada. Anette era la única que estaba apoyándola. Tarja y Tuomas estaban devastados por lo que le había pasado a la menor de sus hijas, Tarja aseguraba que había perdido a una hija pero Tuomas estaba seguro en lo que Jem les había dicho, que si bien, Vami ya no sería humana, al menos podría ser la misma niña de siempre, que no había cambiado a volverse vampiro, no lo decía porque no quería discutir con su esposa, esperaría a que las cosas se calmaran. Tampoco estaba seguro lo de alejar a su hija de Kamijo, sabía que si él quisiera dañarla ya lo hubiese hecho pero no era así; tampoco estaba bien que bebiera sangre pero, nadie elige sus destino, su hija no lo hizo.


Hizaki fue a contarle todo lo ocurrido a Teru, quien al enterarse, quiso ir de inmediato a casa de Jem pero su prima lo convenció que esperara al menos al atardecer, pues Zin había dicho que estaba dormida y por lo tanto no iba a despertar de día. Todo había salido mal, nadie se esperara que ella confesara de esa manera lo que era. Teru pensó también en ir a ver a Kamijo o a Flowery pero no sabía si era prudente. Cada día más odiaba con mayor arraigo a Kaya, ella estaba destrozando sus vidas.

Era cerca del mediodía cuando Jem despertó, había decidido desde la noche que ya no iría a trabajar, escribió una carta al embajador chino expresando que debía de volver, aunque eso no era cierto. Miró a la mesa y allí estaba la caja metálica con aquel polvo plateado, la tomó y lo fue a guardar perfectamente a la cocina. Alguien llamó a la puerta, fue a ver quién era, se trataba de Charlotte.

—¿Cómo está? —Preguntó la hechicera.
—Está “durmiendo”, Jasmine está con ella, no quiero molestar, jamás he visto dormir a un vampiro.
—¿Crees que haya funcionado?
—No lo sé, ¿sabes cómo están los demás?
—Para nada, recién desperté y vine para acá.
—Por cierto… ¿cómo sabías dónde vivía?
—Sabes que tengo mis formas, mientras estés en la misma localidad lo sé. Quedé de verme con Anette más tarde, puedo traerla y que nos diga cómo están todos en el palacio. No sabes, ayer el conde corrió a Kamijo y le dijo que ni él ni sus “amigos” podían ingresar del nuevo al palacio, evidentemente se refería a Jasmine y Zin. Anette intercedió por mí, dijo que era como ella, imagina lo que pasaría si le dice que soy hija de un demonio… ufff, terrible. Respecto a los demás, no sé, creo que por ser “humanos” tienen cierta indulgencia aunque están resentidos porque jamás le dijeron nada, aunque bueno, Flowery cargó con todo el peso diciendo que ella les imploró que no dijeran absolutamente nada. Esperemos que haya resultado.
—Será una carga horrenda para ella si es que funciona… ¿te imaginas? Después de lo que hizo, se va a sentir la peor persona del mundo.
—Mira, te aconsejo que se después de despertar, se quedé unos días aquí, debemos de dejar que la intensidad de todo baje, no hay que exponerla de inmediato.
—Sí.

martes, 15 de julio de 2014

Perfiles 2

Ahora faltan los malos (?) 

KAYA

Su vida humana la llevó en la Italia del siglo XII en la temprana Edad Media. Hija de una campesina, huérfana de padre desde temprana edad. Fue seducida por el hijo del señor feudal de donde vivía pero sólo la utilizó para satisfacerse. El señor feudal mató a su madre al no pagarle los impuestos previstos pues la cosecha había sido mala. Kaya, enfurecida por la muerte de su madre, mató a su amante mientras estaban en la cama y de esa forma, cobrar con sangre lo que hizo el señor feudal. Posteriormente, cuando aprecía que su vida no tenía sentido, se enamoró de una joven muy hermosa de piel aceituna aunque sin sonrojo alguno. Aquella joven era una inmortal y convirtió a Kaya. Pero aquella vampira la traicionó al creer que Kaya era poca cosa para ella pues la creyó muy tonta para la vida de vampiro. Kaya sufrió mucho ante esto pero al mirar a su amada junto a una hada besándose, enfureció y  mató a ambas. Desde ese día se dio cuenta de lo mucho que disfrutaba la sangre.
Se hizo de respeto entre los subterráneos cuando cargó la cabeza de la hada que había matado durante un largo camino, todos le tuvieron miedo desde ese día. se hizo de aliados pero siempre estaba sola por el miedo que causaba hasta que viajó a Grecia, donde encontró la tumba de Jasmine, quien escarbó en ella al presentir que la persona que yacía allí no estaba muerta.
Después, descubrió en Alexander en un poderoso aliado. Se obsesionó con Kamijo cuando Jasmine lo llevó a su escondite.
Desde que había encontrado a su amante vampira con otra, se dedicó a "usar" a las doncellas hasta que conoció a Hizaki quien se puede decir, sintió un afecto enfermo. No toleraba a las mujeres, sólo a Jasmine porque ella se mantenía muy fría ante todo y eso le agradaba. Kamijo la rechazó por Camille Belcourt y después por Flowery Olsson a quien jamás dejó ser feliz, y usó a su hermana, Vamaranth para lograr su objetivo.
Una vez que Vamarath se va, furiosa y cansada de todos sus fracasos, reemplantea sus objetivos a unos aún más perversos usando demonios.



ALEXANDER BLACKTHORN

Alexander tenía un papel muy importante en su vida humana pues cual cuento de hadas, se trataba de un príncipe que tenía a todas las doncellas a sus pies. Siempre fue prepotente gracias a la educación consentidora de sus padres quienes le daban todo y le consentían sus caprichos. rechazaba a las chicas que creía feas y a las que no, las usaba. Le arreglaron un matrimonio con una princesa de otro reino pero al conocerla se dio cuenta que no era lo que esperaba en una princesa pues la joven poseía un cicatriz que le deformaba su rostro. Él, horrorizado con su prometida, se fue e emborrachar a una taberna donde encontró a una linda chica, hija del tabernero que ayudaba de mesera en el negocio familiar. La chica, muy pese a los encantos de Alexander, no lo aceptó de inmediato pero él no se dio por vencido, al principio por vanidad, después descubrió que en verdad se había enamorado. Alexander, decidió defender su amor después que la chica le dijera que ella también lo amaba; pasaban cada noche juntos sin que nadie se diera cuenta. El príncipe, cansado de todo, le fue a decir a sus padres que amaba a la hija del tabernero lo que ocasionó un gran conflicto. El rey, enfurecido, mandó a matar a la jovencita enfrente de su hijo. La prometida de Alexander, al ver que él sufría por la muerte de su verdadero amor, se culpó de todo y se suicidó. Alexander fue desterrado del reino y fue cuando encontró a Kaya. Ella le ofreció venganza por la muerte de su amada y él, con el alma envenenada, aceptó el don que le daba y así se unió al diminuto clan de Kaya y Jasmine, para después, enfermo de odio hacia su padre, acabó con su vida. Después volvió a ser el típico mujeriego de antes aunque en el fondo siempre pensaba en aquella chica. 
Al llegar Kamijo, y saber el potencial que tenía, se acercó a él, lo invitaba a irse de fiesta juntos donde acababan con las hermosas jóvenes que asistían. Pero Kamijo pronto se empezó a cansar de esa vida y empezaron a tener conflictos entre ellos hasta que Kamijo abandonó el clan. 
Casi había olvidado ya a su amor perdido cuando miró por primera vez a Flowery, quien hizo que la recordara, pero después hizo que la olvidara por completo, enfocando todo su esfuerzo por hacer suya a la mayor de las Olsson.
 Kaya jamás dice que ella fue quien convirtió a Alexander y a él no le importa que no lo diga. 


SINÉAD

Hermosa y sensual pelirroja, era hija de un gran empresario acostumbrada a lujos hasta que éste se fue a la quiebra y quedaron sin nada. Ella, poco acostumbrada a trabajar, terminó sirviendo de un cabaret de mala muerte, pero un vampiro neófito que se enamoró de ella la ayudó a escala hasta llegar a un cabaret de categoría. Ella siempre fue ambiciosa y con tal de recuperar el estilo de vida que tenía antes de la ruina era capaz de todo. 
Ella jamás se enamoró de su vampiro protector pero tenía sexo con él porque le cumplía sus caprichos, y sería capaz de ser su esposa si se lo pedía porque tenía dinero, pero él le decía que no se podían casar por algo muy horrible, Sinéad jamás pensó en qué podía ser.
Una noche, él le dijo que le daría un regalo, ella, pensando que eran joyas, le agradeció teniendo una noche placentera, pero en el momento del climax, él le mordió el cuello. Aquella noche Sinéad pasó a ser una inmortal. Le gustó la idea de jamás envejecer y de ser más poderosa que un humano cualquiera hasta que se enteró la diferencia de ser creados por vampiros antiguos a ser creados por un neófito. Ella descubrió que su padre y amante era un neófito y que ella no era poco menos que escoria entre los vampiros acabó con él. Perdida en la noche, mientras lloraba por ir de fracaso en fracaso, se encontró con Zin quien empezaría una nueva vida lejos de los miembros de su clan. Zin era un vampiro estable y respetado, muy elocuente y mucho más apuesto que el que la había creado, por lo que no tardó en prenderse de él. Poco tiempo de quedó con Zin pues no compartía sus objetivos de poder y dejándolo pero siguiendo amándolo.
Se encontró con Kaya quien le ofreció su ayuda para ser una vampira temida y ella aceptó aliarse a Kaya obedeciéndola en todo. Kaya le ordenó que se fue con Zin de nuevo pues requería una aliada que jugara el papel de "enemiga" creando una historia totalmente falsa, que funcionó pues la pelirroja jamás le había dicho a Zin nada sobre su vida estando con él hasta que Kaya le indicó que fuera hasta Kamijo para servir de espía. 
Intentó seducir a Yuki y a Teru sin éxito.
Odia a Hizaki por enamorar a Zin y a Vamaranth por tener toda la atención de Kaya, de Yuki y de Teru.

domingo, 13 de julio de 2014

68. Tresor

Pues aquí está otro capítulo, espero les guste, vale. Su opinión es muy valiosa para mí. 


El joven Lightwood esperó a que fuera de mañana para salir de su casa en busca de Charlotte, caminó lentamente a través del bosque como si temiera llegar a su destino. Sentía el dolor en su pecho que incrementaba a cada metro que se acercaba. Ella seguro jamás lo perdonaría, y a decir verdad, ni él mismo se perdonaba lo que había hecho.  Llamó temerosamente a la puerta, nadie respondió, llamó de nuevo y esta vez salió Charlotte, no se había cepillado el cabello, se podía ver que Yuki fue quien la despertó pues al abrir cerró los ojos a afecto de la luz del son matutino. De inmediato supo que algo no iba bien así que suspiró temerosa y dejó pasar a Yuki. Se veía bastante guapa aún sin peinar y con los ojos entrecerrados y ojerosos. Yuki también tenía ojeras. Charlotte le invitó algo de comer pero él se negó argumentando que tenía lo que iba a tratar era un asunto muy complicado. Ella abrió más los ojos dispuesta a ver si comprendía de qué se trataba con sólo mirar a Yuki. Él ni siquiera tomó asiento.

—Creo que debes dejar de andar con misterios y decirme qué te trae tan temprano conmigo, siempre llegas al medio día cuando no tienes trabajo y cuando sí, te veo hasta el atardecer. —Mencionó la pelirroja sin sonar preocupada aunque realmente lo estaba.
—Tengo que decirte algo muy serio, y la verdad… tengo miedo, tengo miedo que después no quieras volver a verme.
—¡Vamos hombre! No creo que sea tan grave.
—¡Lo es! Sólo quiero que me escuches, y si después, quieres echarme… lo entenderé, me iré con el corazón roto —Yuki parecía deshecho.
—Pues, no sé de qué trate pero me estás preocupando, anda, habla ya que prometo no interrumpir hasta que hayas terminado.
—Ayer… cuando estaba dormido, alguien entró a mi habitación… se trataba de Vamaranth. —Charlotte lo miró más intensamente. —Me desperté y la vi; después hablamos y ella me estaba tratando de seducir, y bueno… —Se notaba que el chico estaba muy nervioso —Después de unas palabras ella me besó —El rostro de la bruja se notaba más severo al escuchar esta parte —Y… pues, allí es donde radicó mi error pues a pesar de saber lo que ella es ahora, que no es la misma, que la Vamaranth de antes no hace lo que hace… caí en su juego  y simplemente pasó… me dejé envolver y…
—¡Basta! —El rostro de Charlotte estaba rojo de ira —No tienes que continuar tu relato si pasó lo que me imagino… Pero ¡¿cómo pudiste?! No lo digo por mí aunque realmente me dolió porque si en algún momento tuve una esperanza contigo, ahora se ha desvanecido —No pudo contener en llanto —¡Por ella! ¡Por Vami! Ella no se lo merece, ella ha de estar sufriendo por lo que ese maldito demonio hizo, eso no se hace ¿por qué no pensaste en ella si tanto dices amarla? —Yuki agachó la mirada reconociendo su error —Sólo espero de todo corazón que no le traiga problemas con Teru, él debe de entender; en cambio tú, estás al tanto de todo, sabes que ella no es quien gobierna su cuerpo y aun así te atreviste a meterla a tu cama. No puedo con esto, y bien tuviste la razón, me has decepcionado mucho, quiero que ahora mismo te vayas. No quiero verte.
—En verdad lo siento, te he defraudado enormemente, no tengo perdón.
—Sólo vete de favor, debes de ir a decirle a Teru.  Espero te vaya bien con él, porque yo no quiero saber de ti.


El Thanatosian salió de la casa de Charlotte, y caminó por el bosque, poco a poco empezaba a hacer calor, se detuvo y se apoyó en un árbol, se sentó a su sombra y empezó a llorar como nunca lo había hecho, había perdido a Charlotte y el dolor era como una puñalada a su corazón, salvo que hubiese preferido la muerte en ese momento, pero su castigo era continuar con su dolor. Pensó en Teru, pensó en Vamaranth, incluso pensó en Flowery y en Masashi, todos ellos se sentirían muy desilusionados de él por la falta que cometió. Había perdido a una persona, no quería perder a sus amigos ahora.

En la casa de Teru nuevamente había ido Hizaki a desayunar con él por lo que ella se encontraba cuando Yuki fue a hablar con su primo. El joven que acaba de llegar se mostró nervioso, Hizaki trató de convencerlo de tomar algo pero Yuki se negó, pidió hablar solamente con Teru argumentando que tenía un asunto muy delicado que tratar con él y que le gustaría que no hubiera nadie más; Hizaki lo aceptó y les dijo que iría a dar un paseo en el jardín, mientras ellos conversaban.

Yuki respiró profundamente, se paseó lentamente como si de esta forma tomara valor para decirle a Teru lo que había pasado entre Vamaranth y él. De pronto, se detuvo, miró a Teru aunque no directamente a los ojos y empezó a hablar.

—Me gustaría que me escucharas, tampoco puedo pedir que después de esto sigamos siendo amigos pero quiero que pienses bien que ella está siendo manipulada y de ninguna manera es su culpa.
—¿Manipulada? ¿De qué me hablas Yuki?
—Ya le hablé a Charlotte de esto y lo que tenía con ella se acabó.
—Lo siento mucho Yuki pero no sé de qué me estás hablando ¿podrías ir al grano?
—De acuerdo… —Dudó un poco —Ayer en la noche, yo estaba en mi casa dormido cuando Vamaranth llegó a interrumpir mi sueño. —Teru lo miró fijamente —Ella obviamente está siendo manipulada por un ser perverso que no sabemos de lo que es capaz por lo que me empezó a seducir de cierta manera, yo no estaba dispuesto a hacer caso de sus insinuaciones y sin embargo… —Se calló.
—Sin embargo ¿qué? —Preguntó Teru serio —Por favor, no digas que entre ella y tú… —Yuki agachó la mirada —No puede ser…  dime de favor que no lo hicieron…
—Lo siento mucho Teru, no debí porque fue como aprovecharme de ella pues sé que la verdadera Vamaranth no lo quería…
—No sé qué decirte Yuki, sé que ella no tiene control de sus actos pero tampoco me esperaba esto de ella, ¡y mucho menos de ti! Yo pensé que tal vez tú y Charlotte… no sé qué pensar, me siento muy decepcionado de ti, pensé que ya la habías olvidado, que ya estabas dispuesto a empezar con Charlotte. ¿Qué crees que vaya a pensar Vamaranth cuando vuelva a ser la de antes?
—Por eso te digo, cuando eso pase, no la juzgues, ya suficiente he hecho para lastimarla, no la abandones de favor, es culpa del demonio que vive en ella y mía, ella te ama con toda su alma, jamás te haría algo así.
—Vete por favor, me siento traicionado de tu parte, vete mientras proceso lo que me has dicho.
—Lo siento mucho…
—¡Qué te vayas!

Yuki se marchó, incluso sin despedirse de Hizaki a pesar de haberla visto al salir; ésta pensó que algo malo había pasado y se dirigió sin demoras hasta donde se encontraba su primo quien estaba pensativo mirando por una ventana, quizá veía el cielo, quizá sólo fingía que veía el cielo y sólo estaba absorto en sus pensamientos. Se acercó a él, Teru la miró.
—¿Qué pasó? ¿por qué tan serio? Vi a Yuki salir rápidamente…
—Hizo el amor con Vamaranth, ayer…
—¡Primo! Pero… no puedes culparla a ella, sabes que no sabe lo que hace.
—A ella no, pero ¿y él? Yo pensé que era mi amigo y ante la menor provocación, hizo suya a mi prometida…
—Teru, bien sabemos todos que él estaba o está enamorado de ella, si ella en algún momento le dio pie a ello, tarde o temprano iba a ceder.
—¡No lo justifica!
—Lo sé, pero en el nombre del amor, cualquiera puede perder la cabeza; ¿acaso olvidas que ella pasaba sus noches a tu lado cuando estaba comprometida con él?
—¡Pero ella no lo amaba! Eso cambia absolutamente todo, y sigue sin amarlo. Ella me ama a mí.
—No quiero que te llenes de rencor, mira, olvidemos el asunto, y mejor nos debemos enfocar en encontrar a Magnus Bane o al otro sujeto que Kamijo mencionó.
—Pero…
—Lo que importa es lo que dijiste, que ella te ama solamente a ti y tú a ella, piensa en lo difícil que será cuando vuelva a ser la de antes, y es dónde debes de estar para darle tu apoyo y tu comprensión. Se va a sentir muy mal por todo lo que esa criatura está haciendo con su cuerpo, no la mortifiques más.
—En eso tienes razón. Lo peor es que yo también caí en su trampa. También se va a sentir muy mal porque aunque haya sido su cuerpo, su esencia no era ella.
—Entonces, no tienes porqué juzgar a Yuki. ¿Y si ella uso ese tipo de hechizo que tienen los vampiros para tomar a sus víctimas? ¿Cómo el que usaba Kaya en mí cuando bebía de mí? Si Yuki te vino a decir es porque tiene honor. Perdónalo.
—Tal vez… con el tiempo… no te aseguro nada.


Durante el atardecer, Vamaranth fue a ver a Selia, el brujo la recibió cortésmente en su casa, siempre vestido con la gracia de una dama de alta sociedad, la vampira pensó que tal vez podría ver si Kaya le había dicho la verdad sobre la marca de brujo, pero jamás pudo verle los pies con tal largo vestido aunque tampoco escuchaba sonido alguno cuando él caminaba, como si no usara zapatos. Selia la hizo pasar hasta la habitación que usaba para guardar sus brebajes y demás cosas mágicas, habían frascos perfectamente ordenados detrás de vitrinas transparentes, los frascos no dejaban ver su contenido, también había bastantes libros acomodados también en vitrinas como si el brujo quisiera preservarlos lejos del polvo. El hermoso cabello negro se Selia estaba perfectamente adornado con plumas rosas, por lo que ni en su propia casa dejaba sus excentricidades de lado. Vamaranth recordaba aquella casa el día de la aburrida fiesta, lo único interesante fue haber conocido a Camille Belcourt; tomó un pequeño cráneo que encontró, parecía humano pero ya no podía estar totalmente segura que lo fuera. Se sentó en una silla que encontró disponible y empezó a jugar con aquella extraña pieza como si fuera una pelota.

—¿Qué te trae por aquí pequeñita? —Preguntó el brujo.
—No sé por qué pero quería que supieras que he dejado a Kaya.
—¡Vaya! Tienes más agallas de lo que imaginé, aunque debo de decir que siempre pensé que esto pasaría pero no tan pronto. Y dime… ¿qué piensas hacer?
—Pues parezca o no, estoy interesada en apoyar a los subterráneos, creo que estamos siendo oprimidos por los nephilim, y a la vez esto nos está dividiendo, nosotros no podemos actuar humanamente porque no somos humanos, no nos pueden negar que cacemos cuántas veces queramos; no es justo que los lycans y los vampiros no podamos saciarnos cuando el instinto nos gana,  que ustedes los brujos, con tanto poder que tienen, no puedan hacer cosas infinitas, que los limiten.
—¿Y qué piensas hacer para cambiar eso?
—Somos hijos de demonios, ellos deben de guiarnos, necesitamos demonios en este mundo…
—Los hay…
—¡Pero son exterminados por los cazadores! Debemos de eliminarlos…
—¿A todos?
—Bueno… podemos dejar con vida a uno que otro para… investigar de dónde salieron, si lo del ángel Raziel fue cierto… —Había pensado en Jem en ese momento.
—Se nota el demonio que hay en ti criatura. ¿Para qué viniste a verme?
—Porque tú puedes traer a este mundo a toda la clase de demonios.
—¿Y qué gano?
—Lo que Kaya te debe por el “trabajo” que hiciste conmigo. —La vampira sonrió. —Por cierto… pienso presentarme a mi familia tal y como soy; ya basta de farsas, quiero ser libre.
—Tu propuesta me está convenciendo, sin embargo, es Kaya quien no me ha pagado esa parte del trato, ella debe de hacerlo.
—Pues te traigo a la chica y la cabeza de Kaya.
—Eres poderosa, pero te falta para vencerla.
—Por eso me vas a ayudar, lanzarás al mundo todos esos demonios, pero sólo los que simpaticen con los subterráneos, o sea, los que nos dieron origen.
—Querida, espero que tu Utopía salga bien siempre y cuando me mantengas bien posicionado.
—Puedes contar con ello… te dejo, voy a “comer”


Kamijo se encargó de reunir a todos para empezar con la búsqueda del brujo Selia, quería encontrarlo lo más pronto posible por lo que debería de organizarlos, incluso había incluido a Jem y también tuvo que insistirle a Yuki y a Charlotte que parecía que no estaban animados a ir, pero pudo convencerlos pues era no sólo por el bien de Flowery o de Vamaranth, también por el bien de las personas de Soile pues no sabían que tan cruel podía llegar a ser el demonio que Kaya había invocado. Miraron con extrañeza que Yuki no se hablaba ni con Charlotte ni con Teru, Zin miró con cierto recelo que Hizaki no apartaba la vista de Jem, pero ella le dijo que no podía creer que alguien tuviera tanto parecido con su primo, pero la tensión se rompió cuando finalmente la chica le confió a Zin que a pesar de todo, Teru seguía siendo el rubio platinado más guapo y que Jem se veía tan gris que parecía “enfermo”, Zin rió ante los comentarios de su novia.

Jasmine y Kamijo hablaron de Selia, la vampira les dijo que consiguió esa información al seguir a una pareja de “hadas” que mencionaban algo de una fiesta aburrida que hizo el brujo Selia, pero que ya no pudo escuchar más porque se alejaron mucho, también informó que fue a buscar entre los demás vampiros pero nadie quiso decirle nada, posiblemente ese brujo tenía un grupo selecto de amistades que no incluía a cualquiera pues las actividades que realizaba estaban sancionadas por los cazadores. Todos miraron a Jem en ese momento y él lo confirmó.

—La Clave es quien maneja todo ese asunto, mantiene contactos con diferentes criaturas por eso los que viven en la “ilegalidad” tienen que cuidarse perfectamente las espaldas, aunque a veces mantienen contacto con gente de La Clave para tratar de disimular que están llevando sus asuntos en perfecto orden así que esto nos facilita las cosas, puedo enviar un comunicado diciendo que el tal Selia invoca demonios sin permiso y no sólo eso, que los transmite a otros; eso es suficiente para hacerlo caer.
—Me alegra tenerte de nuestro lado. —Flowery suspiró de alivió.
—¿La Clave? —Preguntó Teru curioso recordando las cartas de sus padres —¿Qué es La Clave?
—Es lo que “gobierna” a los cazadores en todo el mundo, ellos crean nuestra ley y hacen que se cumpla, aunque no todo es perfecto, hay leyes absurdas; pero bueno, creo que este no es el punto.
—¿Sólo es conocida por los cazadores?
—Y por los subterráneos, los humanos no saben nada, salvo los que poseen la “visión” y deciden trabajar con nosotros.

¿La visión? ¿Eso era hereditario? Tal vez el padre de Teru tuviera algo que ver con La Clave porque también poseía ese don.

—Solamente que tenemos que esperar, pues La Clave tiene sus procesos, su papeleo y todo eso; pero en verdad puede ser más fácil así que si buscamos a alguien que no quiere ser encontrado. —Volvió a decir Jem. —Por cierto… tengo una idea que puede darnos tiempo para que los nephilim actuemos, solamente no puedo decir nada pero puede que funcione.
—¿A qué te refieres? —Preguntó Charlotte interesada.
—Contigo necesito hablar y si no les incomoda, a solas; quizá puedas guiarme un poco más; pero a los demás les puedo decir que he estado pensando, y al parecer algo que tengo pueda hacer que el demonio que vive dentro de Vamaranth se apacigüe un poco; no sé si vaya a funcionar pero lo puedo intentar.
—De acuerdo —habló Kamijo —Si Charlotte va a estar al tanto, se me hace que podemos intentar. Necesitamos tiempo y no hay que descatimar opciones para tenerlo. ¿Hay un riesgo?
—Por eso quiero hablar con Charlotte antes de llevarlo a cabo. Pero si funciona, podremos tenerla más tranquila quizá días, semanas, y hay posibilidad de que sean meses. Pero para ellos necesito que llegue a ir a mi casa así sea a la fuerza.
—¿Para qué la quieres llevar a tu casa? —Preguntó Teru muy serio.
—Nada malo… —En las mejillas de Jem apareció un ligero rubor que nadie notó —Pero lo que necesito para llevar a cabo mi plan es algo muy valioso para mí, no puedo estarlo perdiendo en las calles o en casa de alguien, además que es peligroso para los humanos y para los lycans. Si es en mi casa, no dañaría a nadie.
—Parece que hablas de veneno —Habló Flow.
—Para humanos y lycans sí es veneno; pero para Vamaranth puede ser su salvación momentánea en lo que conseguimos a Selia o a Magnus o a cualquier hechicero poderoso.
—Teru, Flowery, Anette… ustedes son los más cercanos ¿qué dicen? —Preguntó Kamijo.
—Si ella puede estar tranquila aunque sea un par de minutos… que lo haga. —Respondió Flow decidida. —Tiene más riesgos si está de un lado a otro buscando problemas.
—Si puedo saber también qué es esa “cosa” que dice James, yo lo apoyo. —Mencionó Anette, Jem asintió con la cabeza.
—Pues es mayoría —Mencionó Teru —Yo también estoy de acuerdo. Siempre y cuando no sea lastimada ni se haga algo que esté contra su voluntad.
—No se le hará nada de eso, sólo tiene que beber algo, es todo. —Respondió Jem —Hay que buscar la forma de que vaya a mi casa. Si alguien gusta acompañarla para ayudarme, voy a estar completamente de acuerdo.
—Yo voy en ese caso —Mencionó Jasmine.
—Me parece perfecto que vayas tú, era lo que iba a sugerir, que sea Kamijo, Zin, Charlotte o tú. Incluso Masashi, no es menospreciar a los demás, pero necesitamos contenerla bien por si se requiere hacerla beber a la fuerza. Se pondrá muy violenta si eso pasa.
—De acuerdo, si Jasmine va me parece perfecto, que se haga —Dijo Teru un poco más tranquilo.
—Por cierto… sé que no viene al caso —Habló Flowery —Pero mi abuelo y mamá están organizando una cena mañana en la noche para hacer notar a la gente cercana a mí su extraña decisión de hacerme condesa… ¿van? —No se veía muy animada.
—Deberías de estar feliz —Mencionó Hizaki —Es algo muy importante.
—Es que realmente no quiero, le dije a mamá que ella tome el puesto pero no quiere y mi abuelo dijo que aunque aún se sintiera muy bien de salud, quería ceder su lugar muy pronto para poder descansar sin tantas preocupaciones. Todos están invitados, tú también Jem, estoy en deuda contigo por todo lo que haces por mi hermana.
—Gracias.
—¿Y Vamaranth? —Preguntó Teru.
—No lo sé, mamá está furiosa con ella y no quiere saber nada por unos días; papá es quien sí quiere que esté pero no creo que sea conveniente en su estado. Esto es muy difícil.
—¿Y si yo no voy? —Preguntó Teru.
—¿Por qué no? —Preguntó Flowery extrañada.
—Porque si no voy, y Vamaranth no va, al menos podrán sospechar que ella está conmigo. Digo, no hay que quemar su imagen aún más —Miró disgustado a Yuki pero nadie pareció percibirlo.
—Me gustaría mucho que vayas pero como consideres. Está bien, pero Hizaki está obligada a ir entonces… no me dejen sola con mi mamá que anda insoportable.
—De acuerdo. —Respondió Hizaki. —Me gusta mucho tu compañía.


El chico Herondale se quedó pensativo durante un momento, pensaba si sería conveniente preguntarle a Carstairs sobre La Clave pues quizá podría saber más sobre sus padres, o sobre el tío que ahora sabía que tenía; sin embargo, había algo en él que no toleraba y no podía identificar qué era, podría empezar a hablar un poco más con él y cuando tuvieran un poco más de confianza, indagar más sobre La Clave y las personas que poseían la visión a fin de encontrar información.

Mientras todos estaban reunidos, Zin, Jasmine y Kamijo se notaron preocupados, les dijeron a todos que alguien no muy agradable había llegado pero que se mantuvieran en calma y no se separaran. Los que poseían armas las sacaron pero los vampiros siguieron sin decir de quién se trataba.

—Viene sola —Dijo Jasmine.
—¿Qué querrá? —Preguntó Zin mientras los demás se miraban entre ellos al no saber qué pasaba realmente.

Poco tardó para que ella llegara, esta vez no iba con la sonrisa maliciosa que siempre poseía, incluso no iba vestida pomposamente, iba más bien sencilla y con un semblante preocupado. Kaya, al notar que todos se pusieron en guardia al verla, alzó la mano mostrando su palma para indicar que iba en paz, sin embargo, nadie bajó su arma.

—Vengo a hablar con ustedes acerca de Vamaranth, es muy importante.
—¿Qué es lo que quieres? Suficiente daño has hecho. —Esta vez era Flowery quien habló, parecía que ya no temía a Kaya, su seguridad en ella misma estaba aumentando.
—Vengo a hablar sobre tu hermana ¿qué no escuchaste? Lo que quiero decir es que ha perdido el control, ella tiene objetivos más perversos que los míos y luchará por todos los medios hacerlos realidad. Ni siquiera yo fui capaz de controlarla, está perdiendo la razón con tal de hacerse notar como una representante submundo y no dudo que use demonios para logar su fin.
—Si ella está haciendo todo eso, ¡es por tu culpa! —Volvió a hablar Flow. —Tú la hiciste un vampiro y no obstante con ello, la quisiste hacer tu aliada a la fuerza; pero ahora todo te ha salido mal. Te lo mereces.
—¡Tú no entiendes! Todo estaba planeado para que ella me obedeciera pero el inútil de Selia no hizo bien su trabajo.
—¿Sabes dónde está Selia? —Preguntó Teru.
—Lo sabía, antes de venir aquí lo fui a buscar pero su casa estaba vacía, como su hubiera abandonado Soile. Les puedo dar la ubicación para que lo comprueben por ustedes mismos.
—¡Maldición!
—Será mejor que te vayas Kaya —Mencionó Kamijo. —No te vuelvas a meter en esto.
—Digan que cumplir con avisarles, y esto no significa una tregua, simplemente estoy viendo por mi propio bien.
Kaya se marchó.





miércoles, 9 de julio de 2014

67. The Evil Inside Me

Bueno, aquí está el capítulo siguiente, espero les guste. Debería de estar haciendo otras cosas pero se meeocurren ideas y entonces no puedo dejarlas pasar así como así ¿No creen? Por eso me he dado algo de prisa. Ya me me ocurrió el factor que detona la decisión de Vami para dejar a Teru y largarse a China con Jem. 
Fuera de tema, estaba escuchando que tal vez, muy tal vez hagan una serie de TV sobre la saga de Cazadores de Sombras, The Infernal Devices, y espero que la hagan porque eso significa... Jem Carstairs "ebrigüer". Jem es tan dulce que ni ganas me dan de matarlo en la historia... yo opino que Teru y Jem aprendan a ser compartidos (?) Ok, no, Vamaranth no es promiscua. Bueno, ya. 
Pronto, nuevos personajes de The Infernal Devices, ya salieron Jem y Camille, falta Magnus Bane (después de darse a desear en estos capítulos), Tessa, Wiiiiiiill, quien tendrá mucho que ver con Teru, ¡son familia cercana y no lo saben!, tan vez entre Cecily (hermana de Will), es que cambiarle el apellido a Will es pecado (?) y resulta que también es Herondale... También Charlotte Fairchild estará presente junto a su esposo Henry, aunque ellos serán más personajes de apoyo y no trascenderán mucho. También estará Jessamine Lovelace, que será así tipo chica hermosa amarguetas pero tampoco será mala. Estos personajes, demonios, brujos, peleas constantes y musho amors en el apartado especial "Lo que sucedió en China" (léase con voz de comercial)  xDDD También va a ver un apartado para lo de Soile, pero será enfocado desde el punto de vista de Flowery; tal vez Teru en su soledad nos sorprenda con algo que jamás pensamos que fuera capaz de hacer, Alexander adquirirá mayor protagonismo en lo que Kaya se larga a buscar a Selia para llevar  acabo otro plan. Sinéad se dedicará a hacerse más poderosa pues ya se hartó de ser menospreciada por Kaya. Y bueno, muy pronto llegaremos a todo esto... jejeje. Bueno, ya va.



La mayor de las Olsson, Flowery, pidió a su tía que la acompañara con Kamijo durante el atardecer pues había visto que Vamaranth tampoco había llegado a casa. Como era de esperarse, Tarja estaba vuelta loca porque no había visto a su hija pero Anette le había dicho que Jasmine la necesitaba para que la ayudara con algunas cosas por lo que se iba desde muy temprano y regresando muy de noche, Tarja no le había creído del todo pero no podía ponerse a exigirle a su hija después de lo que ella le había dicho la otra vez así que prefería que se tranquilizara un poco; le pidió a Anette que le avisara si llegaba no tan tarde porque Tuomas quería hablar con ella. Flowery pensó que hubiese sido mejor que le hubiera ayudado a Kamijo para que su hermana viviera con él y Jasmine, ahora estaba segura que estaba con Kaya.

Cuando Flowery y Anette llegaron al castillo encontraron solo a Jasmine, ella les dijo que Kamijo aún se encontraba descansando pero que en cuestión de minutos despertaría; se disculpó por no poderles ofrecer bocadillos pero las Olsson lo entendieron perfectamente, habían comido bastante bien antes de ir pues jamás encontrarían alimentos en casa de un vampiro. En efecto, Kamijo poco tardó en aparecer y después de saludar cortésmente a Anette se dirigió hacia Flowery a quien le dio la bienvenida con un cálido beso y un reconfortante abrazo; cada vez que Kamijo la abrazaba, la joven se sentía segura, tranquila, en paz a pesar de todos sus problemas. Ambos se miraron con ternura sintiéndose felices de tenerse mutuamente en momentos tan difíciles como ese.

Flowery hablaba sobre Vamaranth cuando notaron que Jasmine salía, dijo que de inmediato volvería. Y a pocos minutos llegó pero no sola; junto a ella venía una mujer demasiado bella, con rubios rizos, ojos verdes, labios rojos como la sangre y extrema palidez, vestía elegante en rojo, coronada por un sombrero con plumas negras, sonrió de forma muy coqueta hacia Kamijo y los celos de Flowery no tardaron en aparecer y se acrecentaron cuando Kamijo no tardó en ir a saludar a la recién llegada.

—¡No puedo creerlo! —Decía Kamijo entusiasmado —¿Qué le trae por aquí Lady Camille Belcourt? —Tomó la mano de la visitante y la besó.
—Pues estoy de paso mi estimado Kamijo, y debía pasar a saludarlos. —Miró también a Jasmine quien no parecía incómoda con la otra vampira.
—Hace muchos años que no nos vemos Camille —Respondió Jasmine.
—Mi Jasmine, siempre tan elegante.
—Lo mismo digo.
Camille tenía un particular y propio acento francés.
—¿Quién es esta encantadora jovencita? —Preguntó Camille al ver a Flowery.
—Es mi prometida ¿Qué te parece? —Kamijo abrazó a Flowery pero ella miraba con ira a la vampira rubia.
—¡Preciosa cariño! Pero no me sorprende puesto que siempre has tenido buen gusto. Justo como hace treinta años. —Lanzó una mirada traviesa a Kamijo.
—¡Camille! No es momento de ello.
—¿Qué pasó hace treinta años? —Preguntó Flow curiosa y a la vez indignada.
—Nada, mi amor. Déjame presentarle a tu tía.
Camille y Anette se dieron la mano cordialmente.
—¿Me acompañan, Flow, Anette? Necesito ir por flores, la sala parece muy falta de vida. —Mencionó Jasmine. —Por favor —Añadió cuando notó que Flowery no tenía intención de moverse de aquel lugar.
—Vamos hija. —Anette le hablaba con calma a su sobrina.
—De acuerdo.

Las tres fueron al jardín, Flowery tenía la visión de Lady Belcourt, tan hermosa y tan refinada y en cómo se le iluminó la mirada a Kamijo al verla, se sentía totalmente opacada ante ella por los que permanecía en silencio mientras Jasmine buscaba las mejores rosas.

—No deberías de preocuparte por Camille. —Decía Jasmine mientras tomaba una gran rosa roja con los pétalos muy abiertos.
—Quiero que me digas… ¿qué pasó hace treinta años? —Habló la chica muy decidida.
—No tiene caso que lo sepas.
—¡Vamos!
—Niña, son cosas muy de ellos. —Replicó Anette.
—Pues hace treinta años, Kamijo y Camille tuvieron una relación pero como ya viste, no trascendió en lo absoluto.
—¡¿Qué?! ¡Claro que tenía caso saberlo! ¿Y si esa tipa volvió para reconquistarlo? ¡Diablos! ¡Ella es preciosa! Ni Kaya tiene nada qué hacer a su lado.
—Pero Kamijo te ama a ti, Camille es pasado.
—No creo que sea tan “pasado” después de la felicidad que le dio verla.
—Quedaron como amigos, terminaron por acuerdo mutuo y le da gusto ver a su amiga después de muchos años. En verdad, no tienes nada que preocuparte.
Flowery no parecía segura de lo que le decía Jasmine y miraba al cielo con una gran ira.
—Además —Añadió Anette —Él no dudó en presentarte con entusiasmo.
—¿Y si en este momento están reavivando la llama de su amor? ¡Jasmine, tía! ¡Tenemos qué regresar! —Flowery estaba siendo presa de sus celos. —Posiblemente encuentre a esa arpía sometiendo a mi amado Kamijo para engatusarlo de nuevo y hacer que me deje. Porque cuando dijo que yo era “preciosa” realmente pensaba que era poca cosa para el galante Kamijo y por eso planea quitármelo. —Jasmine y Anette rieron.  —¡No se rían qué es asunto serio!
—Mi amor —Anette apenas si podía hablar de la risa —Kamijo sería incapaz de dar cuerda a la vampiresa si todo lo que dices es cierto, pero sinceramente no creo, como dijo Jasmine, ya es pasado y ahora tú eres el presente de Kamijo y seguro querrá ser tu futuro. Deja esos celos.
—¡Tía! ¡Ella es hermosa!
—Tú también.  —Interrumpió Jasmine —Lo de Camille fue sólo una aventura, lo tuyo va en serio. Será mejor que regresemos antes que pierdas la cabeza.

Kamijo se encontraba platicando cómodamente con la visitante, ambos reían y Flowery supuso que platicaban sobre sus aventuras en el tiempo que estuvieron alejados. Los miró fijamente y sintió una opresión en su pecho al notar la pareja tan hermosa y perfecta que ellos hacían, era como ver a dos ángeles pintados en el Renacimiento juntos en un lienzo, tan encantadores, como dos figuras de porcelana; ambos con una clase muy superior al resto de los mortales.  El vampiro miró a su prometida y la invitó a que se sentara junto a él, ella sin demora fue hacia él y lo abrazó muy fuerte como si fuera una niña aferrada a un gran muñeco de peluche para que no se lo lleven. Camille se levantó de su asiento y anunció su retirada.

—Debo irme Kamijo, debo de volver a París antes de emprender un viaje muy largo a Asia.
—Te la vives en viajes largos.
—Pero esta vez es diferente, hay una persona especial que me acompañará.
—Espero que tú y él sean muy felices. Te vez muy cambiada. —Anunció Kamijo.
—El amor querido, el amor. Tú también luces radiante al lado de tu prometida. Serán felices. Y no te preocupes por la estúpida de Kaya; hará algo mal tarde o temprano y de allí tienen que tomar oportunidades. Les deseo lo mejor.

Tras las últimas palabras de aquella vampiresa, Flowery se sintió avergonzada por lo que había dicho de ella, Camille tenía una pareja a la que amaba y se irían de viaje, se soltó de Kamijo y puso su mano en sus ojos para que nadie viera su cara de arrepentimiento.

—¿Con qué clase de persona sale Camille? Dudo que después de Kamijo haya opciones—Pensó Flowery.
—No lo dijo, ella es muy reservada en esos detalles —Respondió Kamijo. Flowery lo miró asustada pensando que Kamijo podía leer la mente. —Amor, lo pensaste en voz alta. Sólo tú, mi princesa. —La besó en la frente y le sonrió tiernamente.
—Torpe. —Le dijo la chica todavía resentida de chicas.
—Mi vida   —Kamijo se rió dulcemente —¿Qué haremos con tus celos?
—Espero tardes otros 30 años en verla, ¿300? ¡300 mil años!, y espero que jamás deje a su novio. Es obvio que después de ti, es difícil que alguien más le vuelva a gustar.



La noche era oscura gracias a la luna nueva, había muy pocas personas en las calles; entre ellas, una joven muy bonita, poseedora de un rizado cabello con destellos rojizos, alta y muy delgada; sus ojos eran preciosos,  oscuros pero con una expresión encantadora. Caminaba a toda prisa porque era muy tarde para llegar a casa, había tenido una cita a escondidas de sus padres dado que ellos eran muy reacios a dejar que ella tuviera novio aún. De pronto, escuchó una voz femenina que le hablaba a pesar de no ver a nadie cerca, tenía miedo pero también tenía curiosidad por ver de qué se trataba, trató de escuchar de mejor manera aquella voz para poder deducir de dónde provenía. La fue siguiendo cuidadosamente y recargada en una pared encontró a una chica algo pequeña y de cabello oscuro, parecía que necesitaba ayuda pues no se levantaba. Corrió a verla para ver si podía auxiliarla alejándose aún más de las pocas personas que había por la zona. El cabello de la niña herida cubría su rostro, y sólo se escuchaba que sollozaba. No respondía ante las preguntas que se le hacía. Era muy extraña la forma de vestir de aquella niña perdida, no usaba vestido ni faldas, sino un pantalón algo ajustado en color caqui y un abrigo largo marrón muy oscuro, su cabello negro era rizado pero muy revuelto pero cuando alzó su mirada sus ojos dieron un brillo dorado bastante temible durante una fracción de segundo, la otra chica se separó de ella pero por un momento pensó que fue su imaginación hasta que la pequeña criatura sonrió y mostró sus afilados colmillos. La joven corrió asustada sin ningún rumbo fijo y al doblar en una esquina volvió a encontrar a aquel ser con forma humana; lanzó un grito de horror y se dispuso a seguir huyendo pero su agresora volvió a aparecer enfrente de ella; la chica imploró misericordia ante lo que estaba frente a ella.

—¡Por favor! ¡No me hagas daño! ¡Por favor!
Imploraba la jovencita, mientras se tiraba de rodillas al piso y lloraba; después empezó a rezar el Padre Nuestro mientras la criatura permanecía inmóvil frente a ella hasta que se acercó a mirar el rostro lleno de lágrimas de su víctima.
—Bu…  —Dijo la vampira lo que ocasionó un ataque de histeria en la chica que se levantó y empezó a correr pero habían llegado a un callejón sin salida así que solo se limitó a apoyarse en la pared mientras seguía rezando fervientemente.
—Tu Dios no puede castigarme porque durante mi vida humana jamás creí en él. —Le dijo Vamaranth con una voz muy etérea y que no parecía humana. —Mírate pequeña mundana, suplicando por tu vida ante la presencia de un vampiro hambriento. —La chica aterrada nos e atrevía a mirar a la cara de Vamaranth pues quería evitar la visión de aquellos terribles colmillos afilados listos para desgarrar la piel. —Tu olor es delicioso… tendrás el honor de alimentarme esta noche.

Vamaranth clavó sus colmillos en el cuello de la joven quien dejó de gritar en ese momento a causa de un inexplicable sopor que le ocasionaba el contacto con los labios de la chica a pesar de poco a poco sentir como drenaba su vida con cada gota de sangre que robaba. La vampira bebía y bebía, no podía detenerse, su ansiedad de sangre era demasiada. Sujetó a su víctima por la cintura pues ya le era imposible tenerse en pie, hasta que detuvo su corazón; retiró la cabeza del cadáver y lo arrastró hasta un canal de desechos donde lo arrojó mientras que la cabeza la enterró. Cada vez sentía más satisfacción en matar.

Como era de esperarse, Kaya la estaba observando y se acercó hasta que ella había lavado sus manos en un riachuelo. Kaya había aparecido en un sencillo vestido negro y usaba una larga capa roja. Se le quedó viendo a su hija.

—Veo que has aprendido a ocultar tus crímenes, me alegra bastante. —Mencionó la vampiresa mayor. —Pero creo que deberías de cambiar un poco tu forma de vestir, hasta para cazar hay que tener estilo.
—¿Sólo a eso viniste? ¿A criticarme? ¿Cuántas veces te tengo que decir que la moda no es algo que me interesa? Prefiero lo que me haga sentir cómoda.
—Debes de obedecerme.
—¡Pero es mi vida!
—¡Yo te di esa vida!
—Ni siquiera preguntaste si quería ser como tú.
—Pero acéptalo, eres mil veces mejor ahora, creo que ya has escuchado lo qeu Alexander y Sinéad pensaban de ti.
—Para ellos sigo siendo nada, incluso, ahora me consideran una advenediza que tuvo un golpe de suerte cuando me diste el don de la vida eterna; así que pienso hacer lo que yo quiera. No deseo su respeto, quiero que me tengan miedo.
—Querida mía, aún eres muy joven para aspirar tan alto.
—¿Tú también me subestimas? ¿Tú que decías creer en mí? Será mejor que cortemos toda relación, llegaré muy lejos.
—¿En serio? Si no fuera por mí a estas alturas sería una mujer patética y embarazada, o quizá ya hubiera nacido el horroroso bebé. Tanto tú como el insolente de Teru son muy jóvenes para cuidar a un crío. Te hice un favor.
—Eres una estúpida… te odio.
Kaya no soportó escuchar esto y le dio una bofetada a la otra vampira, tan fuerte que hizo que cayera al suelo.
—¡Eres una idiota! ¡Ya hubieras muerto si no fuera por mi ayuda! Y espero que eso te quede muy en claro.
Vamaranth se levantó pero de pronto sintió otro golpe que la tumbó, podía ver la ira de Kaya en su rostro aunque ella no se había movido ¿cómo la había golpeado? Miró a Kaya con dolor.
—¿Sorprendida? Puedo darte una lección si ni siquiera tocarte. Para que veas con quien te estás metiendo.
La otra vampira se volvió a levantar, odiaba la actitud de superioridad de Kaya, odiaba que ella le dijera que hacer, odiaba todo en ella. Sintió una punzada en su cabeza  a causa de la ira y sin pensar, se acercó a la que se hacía llamar su madre, y con una gran velocidad, la sujetó por el cuello y la golpeó contra una pared que se agrietó ante la intensidad del impacto. Kaya no pudo decir nada, la opresión de la mano de Vamaranth sobre su cuello no dejaba a su voz salir, sólo gemía desesperadamente.
—¿Ahora quién es la sorprendida? —Preguntó Vamaranth. —¿Te digo algo? Hace rato estuve hablando con un grupo de vampiros, aún no logro nada pero estoy tratando de convencerlos para que se revelen en tu contra, les hago ver que no eres la líder que dices ser, que eres patética.
Vamaranth dejó hacer a Kaya quien sintió arder de dolor su cuello, un poco más de presión y lo hubiera roto.
—¡Eres una traidora! ¡Yo te di todo de mí! ¡TODO mi poder! ¿Cómo te atreves a morder la mano que te da de comer? ¡¿CÓMO?!
—Bájale a tu drama, si bien sé que no lo hiciste por mí, sino por fastidiar a Flowery; yo siempre he sido un medio, jamás fui importante para ti. Me viste como un simple instrumento para tu venganza. —A pesar de la impaciencia de Kaya, Vamaranth permanecía en calma.
—Quizá, pero en verdad pude tomarte cariño.
—¡JA! ¿Cariño? Yo sé que no eres capaz de querer a nadie más que a ti, ni a Kamijo quieres, él es sólo tu obsesión. Y en cuanto a Hizaki, a ella sólo la ves como a un juguete.
—¡Calla! Niña insolente, debes de temerme. —Kaya estaba perdiendo los estribos. —A ver cómo te va sola. Te volveré a convertir en lo que eras antes. ¡Una perdedora!
—Anda, ve, no te tengo miedo. Dejaré de perder el tiempo contigo, tengo algunas cosas que hacer.
Vamaranth se alejó de su creadora quien quedó hecha una furia.




La joven vampira caminó hasta la aldea de los Thanatosian y se dirigió hasta la casa de Yuki, la miró desde afuera y pudo darse cuenta que todas las personas en su interior estaban dormidas, merodeó un poco buscando una entrada que no le implicara mucho esfuerzo, podía oler a Yuki desde afuera, estaba perdidamente dormido; ella sabía cuál era su habitación pues muchas veces había estado con él leyendo, los padres del joven jamás lo vieron mal porque desde niños habían sido muy unidos.  Trepó la barda que daba al pequeño jardín, los Lightwood eran de los pocos Thanatosian que podían darse el lujo de tener uno por su gran influencia con los líderes del clan. Su salto hacia dentro no produjo ruido alguno. Buscó la ventana que correspondía a la habitación del joven y trepó hasta ella, hacía un ligero calor en la noche lo que provocó que el chico la dejara entreabierta, entró cuidadosamente y observó a Yuki durmiendo, se sentó delicadamente junto a él y acarició su cabello castaño. Ya había conseguido tener a Teru y ahora quería a Yuki y no se iría hasta que lo lograra.

El chico sintió las caricias frías de la vampira y abrió los ojos, al verla, se levantó rápidamente y se dirigió a la esquina de su habitación donde se encontraban sus armas, ella sonrió y caminó lentamente hacia él. Lucía más alta por el tacón en sus botas, pero antes de llegar a él, ella se detuvo y se las quitó quedando de nuevo a la altura del pecho de Yuki quien ahora estaba tomando con su mano derecha la espada que Kamijo le había dado, no quería usarla pero ella continuaba sin decir una sola palabra que justificara su presencia.

—Calma corazón mío. —Dijo de pronto ella. —Sé que no quieres lastimarme. De hecho, vengo a darte lo que siempre has querido… —Ella sonrió.
—¿A sí? Y según tú ¿qué es lo que siempre he querido? —Respondió Yuki a la defensiva.
—Yo —Ella parecía muy segura de sí misma.
—¡Por favor! Antes y ahora siempre ha existido solamente Teru en tu vida. No tiene por qué cambiar eso.
—Pero él no es el indicado para esta nueva etapa de mi vida, busco a alguien con carácter y fortaleza, y quién sino tú.
—¿ Y crees que voy a aceptar sabiendo las condiciones en las que estás? No eres tú.
—¿Por qué todos se empeñan en decir lo mismo? ¡Claro que soy yo!  —Ella colocó sus brazos alrededor del cuello de Yuki. —Yo sé que me amas aún, ni Charlotte ha podido sacarme de tu mente por completo, en el fondo me deseas con locura y ahora yo también te deseo. —Besó los labios del joven y él no supo cómo actuar, sus brazos la rodearon pues por fuera aún era la misma niña que amaba desde que tenía recuerdos, a pesar de su frialdad era su mismo cabello, sus mismos labios, lo que siempre había querido.


Sin prisa, la vampira desabotonó la camisa de Yuki dejando su pecho que a pesar de ser muy delgado, estaba muy bien definido por el ejercicio, Vamaranth lo besó sensualmente volviéndolo loco, ella aventó su abrigo que estaba algo lleno de tierra al piso para dejar que él le quitara su blusa. Cayeron en la cama sin dejar de besarse, de acariciarse; Yuki no pensaba en nada más que en su deseo; jugaron con sus lenguas, desataron toda su pasión mientras Vamaranth se mostraba satisfecha por hacer que Yuki cayera en sus redes, sus ojos dorados brillaban a momentos pero él no lo notaba pues estaba demasiado ocupado en besar el pecho de su amante, la misma que clavaba sus uñas en su espalda mientras gemía de placer. Cuando terminaron, él se regocijaba besándola una y otra vez, pero de pronto, vino a su mente la Vamaranth de antes, la que solo amaba a Teru, la que jamás lo habría traicionado; y se sintió enfermo, él había aprovechado la maldad en Vamaranth; se levantó de la cama y se puso su ropa.

—¿Qué te ocurre? —Preguntó la vampira —¿No te gustó?
—No deberías de estar aquí, yo no debí de hacerlo contigo. —Mencionó Yuki arrepentido.
—Dirás lo que quieras pero no te atreverás a negar que lo disfrutaste, tanto o más qué yo. Y sí, tienes razón, jamás dejaré a Teru; se puede decir que los quiero a ambos.
—¡Maldita sea! ¡Me dejé engañar! ¡Lárgate de favor! —Ahora era Charlotte quien ocupaba su mente, la había defraudado por completo.
—Mejor me voy, ya verás que me vas a extrañar. —Ella se vistió. —Por cierto, tengo que decirte que ya no estoy con Kaya, terminó por hartarme, pero te puedo asegurar que todos tarde o temprano van a temerme… tú decides si quieres estar a mi lado como mi amante o quieres estar en mi contra. —Ella lo besó de nuevo —Nos vemos amor, estuviste espléndido.

Yuki no pudo dormir, sabía que lo que había hecho estaba mal, no sabía si podría ver de nuevo a Teru, pero más le dolía lo que iba a pensar Charlotte después, no tenía justificación pues había actuado por voluntad propia pero varias personas saldrían heridas incluso la misma Vamaranth que según Jem, era consciente de lo que la entidad maligna en ella hacía; después de todo era su amiga, la más importante y en esos momento debería de estar muy decepcionada de él; no sabía qué hacer; había traicionado la confianza de todos. Pero lo que más le preocupaba era Charlotte, seguro no lo perdonaría pero sabía que no podía ocultarlo, tardo o temprano debía de decir la verdad. Ya no volvió a dormir, sólo esperaba a que amaneciera para ir a contarle todo a la bruja y a Teru, se los diría por separado pero no debía esperar más. Esperaba que Vamaranth no tuviera problemas con Teru, después de todo ella no era quien gobernaba sus acciones.
Mientras Vamaranth buscaba un escondite para pasar el día, había ido a la casa de Kaya sin que nadie se diera cuenta, buscó algo de ropa y su espada nueva para después marcharse a la casa donde se había ocultado junto con Flowery cuando escaparon de los Thanatosian.