martes, 25 de marzo de 2014

56. Fire

Pues bien, hoy toca capítulo a sólo tres días de haber publicado el anterior; en el anterior ya salió Jem y pues es hora que Teru cuide a su novia porque se le va (?) Advierto... este capítulo quedó muuuuuy intenso, es totalmente +18 (?)  Espero les guste y también espero comentarios, críticas, etc... saben que este tipo de capítulos no es mi fuerte.



Tarja no le mencionó nada a Vamaranth pues se había portado correctamente. Mencionó que estaba cansada y que se iría a dormir así que Tuomas lo acompañó. Vamaranth quería hablar con Anette pero le notó cansada y dejó que se marchara. El conde había sido el primero en irse a acostar después de que se marchara el embajador.
-Carstairs idiota… -Mencionó Vamaranth entre dientes pero en el silencio de la noche fue escuchada perfectamente por Kamijo y Flow.
-¿Carstairs? ¿Ese no era el chico que acompañaba al embajador? –Preguntó Flowery. –Era un chico muy peculiar.
-Ahora que lo pienso, tenía cierto parecido con Teru –completó Kamijo.
-¿Parecido? ¿De qué hablan? ¡Ellos no se parecen en nada! –Exclamó Vamaranth.
-¿Qué no? Como si cada cinco minutos vieras a alguien con el cabello plateado y ciertos rasgos orientales. –Mencionó Kamijo de forma sarcástica. –Y se mostró interesado en ti.
-Era un idiota, bien, me largo a ver dónde, la noche apenas empieza para mí. Nos vemos.
-¡Ja! Lo peor que pudiste hacer es comparar a Teru, para mi hermana Teru lo es todo. –Decía Flowery divertida.
-Y tú lo eres todo para mí.
-Por cierto… ¡¿qué hacías con la perra esa de la Mei?!
-Nada, ella fue quien me siguió. ¿Tú? ¿Llamando perra a alguien?
-¡Me hizo enojar mucho!
-Pero ella jamás me interesó ni un poco.
-¿Te creeré?
-¡Por supuesto!
-No lo sé.
-¡Flow! ¡Amor! Mi corazón solo es tuyo.
-Pero ella estaba muy…  muy… ¡exuberante!
-Tú eres hermosa  amor, para mí eres más hermosa que cualquiera.
-Demúestramelo…
-¿Cómo?
-Tú sabes cómo, no te hagas. –La miró con una sonrisa.
-¡Oh! ¿Pero…?
-Ya estamos solos, podemos ir a mi habitación y entonces me tendrás que demostrar lo mucho que me amas o si no, estaré muy triste porque prefieres a la tipa esa lagartona.
-No digas eso, sabes que te amo… -se acercó a ella a tal punto de rozar con sus labios su mejilla.
-Pues vayamos a mi habitación y me lo demuestras de forma muy intensa, si no, no te creeré nada.
-Pues entonces no perdamos el tiempo, pero ¿por qué esperar a que sea en tu habitación?
-¡Kamijo! Mi familia vive aquí, pueden despertar y pues… tú sabes… -Se sonrojó.
-Están todos dormidos… seremos discretos…
-¡Ajá! ¿Tú? ¿Discreto?
-¿Aquí? –Preguntó Kamijo.
-¡Idiota! –
Flow se lanzó sobre él en ese momento, sus labios se tocaron sedientos, Kamijo pasó sus manos por el vestido de su amada. Kamijo la guió hasta que ella se topó con una pared, él empezó a bajar lentamente aquel ostentoso vestido, quitando los lazos que ayudaban para sostenerlo, para después despojarla completamente de su ropa; a pesar del frío tacto que producían las caricias del vampiro, ella podía sentir un incremento en la temperatura al sentir aquellas manos por todo su cuerpo.
-Veo como te estremeces al sentirme –Le decía Kamijo mientras le besaba el cuello.
-Pero sigues sin ganar mi perdón… te hace falta más.
-¡Traviesa!
Kamijo se quitó su camisa dejando su blanco torso desnudo.
-¿No te basta con verme? –Preguntó él.
-¿Verte? Mejor déjame sentirte totalmente y veré. Recuerda que si no me dejas satisfecha me enojaré mucho.
-No, porque también me molestaré por la desconfianza que tienen de mí, y eso no es correcto señorita, es justo que paguemos ambos; te haré arder pero no te daré lo que quieres tan fácil
-Eres un… - No terminó la frase porque él la tocó en una parte que ella no esperaba e hizo que se ruborizara demasiado y gemir con fuerza.
Él la tocó por todo su cuerpo, ella imploraba que terminara con su ansiedad y la hiciera suya en ese momento pero él estaba cumpliendo su palabra, ella sentía como un fuego carcomía su interior y no de calmaría hasta que él no terminara. Kamijo levantaba la pierna derecha de Flow mientras que la recorría para que pudiera estar más cerca de ella al momento de besarla.
-¡Ya por favor! –Imploraba ella.
-¿No crees que es interesante ver cómo te mueres de deseo por mí?
-Si no es que tú mueres más por mí.
Kamijo siguió tocándola, besándola por todo su cuerpo, ella estaba lista para lo que seguía.
-Digamos adiós a las sutilezas.
Fue lo último que dijo Kamijo antes de quitarse totalmente su ropa.
-Vamos a hacer esto más divertido. –Le indicó Kamijo. –te prohíbo tocarme.
-No seas torpe… sabes que lo que más me gusta cuando estoy contigo.
-Lo harás hasta que te diga, ahora, déjate llevar…
Flowery gimió con intensidad cuando por fin llegó lo que esperaba, sin embargo empezó a frustrarse porque no podía tocar a aquel hombre, ella colocó las palmas de su mano en la pared pues sentía que caería al piso y no podía sujetarse de él, pero Kamijo la tomó de la cintura para incrementar el ritmo de sus movimientos e incluso la elevó del piso mientras ella apenas si podía sujetarse de él con sus piernas agradecida que fueran fuertes y elásticas gracias a los entrenamientos. Ella anhelaba tocarlo, besarlo completamente pero él no la dejaba y eso sinceramente la excitaba aún más.  Ella jadeaba pero era interrumpida por los apasionados besos de un Kamijo perverso. Ella deseaba rodear su cuellos, hundir sus dedos en el cabello de Kamijo, tocar su piel de hielo, sentirlo suyo pero no podía, no podía y eso la estaba encendiendo cada vez más, quería rasgar su piel con sus uñas, morderlo como si ella fuese la vampiresa sedienta pero sólo luchaba contra sus deseos pues iba entendiendo ese juego mientras sus caderas chocaban en la pared a medida que él impulsaba su cuerpo.
-¡Diablos! ¡Esto es incómodo! –Susurraba Kamijo.
En medio de su acaloramiento, él se detuvo, ella lo miró con sorpresa.
-Ven.
Kamijo la tomó de la mano y la llevó hasta una cómoda, donde él tiró las cosas al piso, pero por la alfombra no se escuchó gran estruendo aunque un par de cosas se rompieron, colocó a la chica con su vientre directo a la fría madera su torso en la superficie dando la espalda a su lujurioso amante para seguir con lo que había iniciado; ella se mordía los labios para no gritar pues si lo hacía, cualquiera podría llegar. Tenía una mezcla de sentimientos, miedo de ser descubierta, frustración por no poder tocar a Kamijo y placer por lo que él estaba haciendo, era para reclamarle al muy cínico por ser tan cruel con ella, pero realmente ella lo estaba disfrutando, sintiendo las manos de su hombre que recorrían la parte de atrás de su cuello, su espalda, sus glúteos; ella no podía verlo, sólo sentir toda la intensidad del momento, aferrada al mueble para contenerse
-¿Me perdonas? –Susurró Kamijo.
-¡No! ¡Déjame tocarte por favor!
Él volvió a detenerse, la colocó frente a frente apoyada en aquel mueble, la abrazó.
-Soy todo tuyo… haga conmigo lo que más sea señorita.
Ella había suplicado que se dejara tocar pero ahora no sabía cómo empezar, su respiración se había acelerado, pero él a verla confundida, volvió a tomarla con más fuerza, recorriendo todo su cuerpo con sus manos, sus labios y su lengua. Cuando ella ya no podía más, él terminó con un dulce beso.
-¿Me perdona señorita?
-Eh-eh- per-don-nado… -Respondió con poco aliento.
-Será mejor que la lleve a su habitación a dormir. Debe de estar agotada. –Le dijo Kami con esa sonrisa que mataba de amor a Flowery.
-¡Tú tienes la culpa por ser tan guapo y sensual! –Respondió Flowery cuando recobró el aliento.
-¡Ja!

Vamaranth al caminar un poco, se encontró con Kaya quien se mostraba feliz debido a que la chica había cumplido con lo que le había ordenado. Se acercó a ella y la tomó entre sus brazos, Vamaranth puso los ojos en blanco al saber que no podía verla su acompañante pues no le gustaba tener cerca a tan despreciable ser. Le sonrió falsamente cuando Kaya la miraba a la cara.
-¡Sensacional mi niña! Cerraste con broche de oro, no me lo esperaba pero me fascino la forma en que envolviste a la descarada esa. Suficiente tengo con soportar a tu hermana. –Expresaba Kaya con cierta fascinación.
-Estás hablando de mi hermana ¿Estás consiente que no me gusta que hables mal de ella?
-Querida… sabes que no la tolero. En fin… ¿a dónde ibas?
-No lo sé.
-Está bien, puedes ir a donde quieras, descansa de tus estudios un par de días ¡estoy muy satisfecha con tus avances!
-Gracias… supongo.
Kaya se marchó y Vamaranth quedó sola. Caminó durante un rato y llegó a la aldea Philian, sabía que había decidido no estar con Teru hasta no terminar con Kaya pero quería al menos poder verlo, seguro ya estaba dormido y ella pensaba que era como un ángel cuando estaba soñando, sería muy feliz con tan solo verlo dormir. Llegó a su casa, intentó trepar la reja externa pero se le complicaba por el vestido que estaba usando, pero eso no le impidió llegar al jardín. Se limpió las ramas de las plantas donde cayó y buscó la ventana que daba a la habitación de Teru. Y de nueva cuenta intentó subir para verlo. La ventaba estaba cerrada y atorada así que ella al abrirla con fuerza, abrió hacia dentro y ella cayó al piso, en lo que se estaba levantando maldiciéndose por hacer tanto ruido, Teru estaba mirándola con los ojos entrecerrados, pero de pronto los abrió más. Ella iba a salir de nuevo.
-¡No te vayas! –Gritó Teru ansioso.
-Lo siento, no debo estar aquí. Debo irme.
-¡No!
Teru se levantó de su cama y corrió hasta Vamaranth gracias a que ella se había atorrado con el vestido en una silla con ornamenta; la tomó entre sus brazos y la apretó a su pecho; ella pudo escuchar su corazón, oler su embriagadora fragancia y al no poderse resistir, correspondió a su abrazo. Ella lo veía perfectamente pero él recurría a la luz que entraba de la ventana para verla, pero con sentirla se mostraba feliz.
-Mi niña… hace tiempo que no te tenía así; no sabes lo feliz que me haces. Te había notado tan ausente.  ¿Por qué ya no quieres estar conmigo?
-Yo siempre quiero estar contigo, pero siento temor al poder lastimarte; tengo miedo de no ser lo que todos esperan…
-Me haces más daño al alejarte así.
-Lo siento… te desperté, deberías de dormir de nuevo.
-¿Y qué te vayas? ¿Qué mañana vuelvas a ser distante? ¡No! ¡Quiero que estés así, conmigo! –La abrazaba con más fuerza. –Prefiero no dormir si la noche es el único momento del día en que puedo estar tan cerca de ti. De favor… no te vayas.
Ella no aguantó ni un segundo más en posar sus labios en lo de él, hacía mucho que no los probaba y le eran deliciosos; Teru tocó su rostro muy suave.
-Te amo mi niña, lo eres todo para mí.
-¡Teru! Aunque a veces no lo parezca, ¡te amo con toda mi alma! –Ella se aferró a él cada vez más fuerte. Teru colocó su mentón en la cabeza de la chica. –No te alejes de mí, no esta noche.
-Mi niña, nunca lo haré.
Ella lo miró a aquellos ojos que estaban perdidos por la oscuridad del momento, sólo un destello de luz entraba por la ventana y le daba en el rostro; él la reconocía hasta con los ojos cerrado, por eso le fue sencillo identificarla cuando se trataba de Jane Doe; ella olía aquella piel que la hacía enloquecer, escuchaba aquella respiración de la vida que más amaba; pasó sus manos por el cabello plateado de Teru que destellaba a la luz de la luna; por primera vez desde que se veía con Kaya ella volvía a sonreír cálidamente, Teru la besó al notarlo, hacía tiempo que ninguno se sentía feliz. Vamaranth rodeó con sus brazos el cuello de Teru mientras él buscaba la manera de quitarle el estorboso vestido, demorándose por su escasa visión y su nerviosismo, ella dejó de abrazarlo para ayudarle a quitarse el vestido, miraba hacía el suelo apenada como si se tratara de la primera vez, él la observaba ansioso mientras ella se desvestía poco a poco sin mirarlo dejando sobre su cuerpo sólo el collar de perlas que adornaba su cuello; él la atrajo con la mano y ella aún sin dirigirle la mirada empezó torpemente a desabotonar la camisa de la pijama en satín gris perla de Teru. Él dejó que ella lo despojara de su ropa; ella volvía a ser la niña que había conocido, apenada por lo que iba a pesar pero ahora no tenía ese tono rosado en sus mejillas, sólo pequeños destellos del rubor que se había colocado que no era perceptible para Teru.
Teru volvió a abrazar fuertemente a Vamaranth, como si ella pudiera irse en cualquier momento y él la detuviera; permanecieron así unos instantes. Ella lo miraba, observaba cada detalle de su rostro mientras sus brazos la rodeaban. Poco tardó el momento en que sus labios se tocaron, besos dulces y caricias suaves que fueron aumentando de intensidad.
Avanzaron hacia la cama y Teru se dejó caer de espaldas, ella se aferraba a él para no separarse hasta que quedaron frente a frente, Vamaranth sobre Teru mirándose de nuevo a los ojos, Teru notó el pequeño destello carmín que emanaban los irises de Vami pues los efectos de la posión se habían desvanecido. Ambos unieron sus cuerpos mientras Teru podía recorrer el cuerpo de su amaba con ambas manos a la vez que movía su cadera para enloquecerla, y podía notarlo cuando observaba su rostro, escuchaba su respiración y escuchaba sus fuertes suspiros; hasta que Vamaranth lo empezó a besar en el cuello y entonces él perdió la noción de lo que hacía, ahora él disfrutaba del momento sintiendo deseo en cada poro de su cuerpo. Pronto, él estaba sudando, vuelto loco en placer y ella emitía en veces fuertes gemidos; Teru se detenía de vez en cuando para mirarla y tocarle el rostro de forma delicada y ella hacía lo mismo. Terminaron acostados uno al lado del otro; Teru estaba agotado pero no deseaba dormir hasta que ella se marchara, quería mirarla, sentirla, escucharla, olerla lo más que pudiera; el peliplata volvió a estrechar a la pequeña chica que descansaba junto a él, por alguna extraña razón él sentía que podía perderla en cualquier momento y eso lo hacía muy aprensivo; como si cada vez que la abrazara no solo sus cuerpos se unieran, sino también sus corazones, sus almas, su todo.
-Nunca me dejes de favor… me muero si te pierdo. –Él le susurraba mientras ella lo escuchaba y permanecía callada, pero oprimía más sus dedos en la cálida espalda de su chico.

Vamaranth llegó a casa poco después del amanecer y se fue a su dormitorio diurno. Había hecho una nota diciebdo que se había ido con Jasmine desde temprano y que por ello no desayunaria con su familia. Por lo general siempre daba pretextos así para desaparecer por las mañanas de su casa mientras ella descansaba y se ocultaba del Sol. Entró por las ventanas para que nadie se diera cuenta y dejó la nota debajo de la puerta de la habitación de sus padres.
Tarja, quien era una mujer madrugadora, despertó y poniéndose su bata bajó al salón y notó algunos floreros en el piso y el mueble donde se encontraban totalmente desalineado. Ordenó a una de las sirvientas que lo limpiara, pensaba preguntar a Flowery pirqué estaba todo en el piso; había encontrado la nota de su hija menor diciendo que iba a ir a desayunar con Jasmine así que pidió un lugar menos en la mesa.
Flowery dormía agotada, Kamijo se había ido después de llevarla a su habitación y ayudarla a ponerse el camisón de seda que usaba para dormir. Esta vez no se quedó mucho tiempo pues concluyeron su pasional sesión muy cerca del amanecer. Por tal motivo, la Olsson se mostró de mal humor cuando fue despertada por la sirvienta para que bajara a desayunar. Su piel estaba erizada pues en sus sueños perpetuaba el momento que había tenido con Kamijo. Tomó un baño para que luciera más fresca, se colocó un sencillo vestido y bajó a comer. Vamaranth no estaba en la mesa ¿habría llegado? ¿Y si Kaya se la había llevado? Pensaba en lo peor cuando su madre le dijo sobre la nota; ella y Anette sabían que eso hacía cuando quería “dormir”.
-¿Flow? –Preguntó Tarja mientras ponía mermelada en su pan –Encontré mis floreros en el piso esta mañana ¿qué sabes de eso?
-¿Cuáles floreros mamá? –Flowery casi se atraganta con la uva que estaba comiendo al recordar “esos” floreros.
-Los que estaban en el salón.
-¡Oh! Debió de haber sido Gertrudis. Cuando me subí a dormir con Vamaranth todo estaba en orden. –Sentía un ardor en sus mejillas al mentirle a su madre.
-Pues sí, supongo. ¿La gata no durmió contigo?
-No.
-De acuerdo.
-¿A qué hora se fue Kamijo?  -Otra vez Flowery sintió como lo que comía se atoraba a causa de las preguntas tan inesperadas de su madre.
-Se quedó un rato breve a conversar con Vamaranth y conmigo, se marchó antes que se hiciera más tarde. –Nuevamente mintió, esperaba que su mamá ya no hiciera ese tipo de preguntas.

Hizaki fue en la mañana a visitar a su primo llevándole algo de comida para que desayunaran juntos, Martha la hizo pasar pero éste no había despertado por lo que tuvo que esperar. Un rato después, él apareció aún en su pijama, ella notó que ni siquiera estaba bien abrochada y un botón sobresalía. Él parecía de buen humor.
-¡Buenos días prima hermosa! ¿Qué te trae por aquí? –Preguntó el chico.
-Vine porque quizá quisieras desayunar conmigo y traje algo de comer.
-¡Me parece genial! Sé que debes de estar hambrienta pero… ¿dejas que tome un baño?
-¡Claro! Me alegra verte de buen humor.
-Cuando pasas la noche con la persona que más amas siempre se amanece de buen humor.
-¿Vamaranth estuvo aquí?
Teru no respondió pero el rubor en sus mejillas lo confirmaron. Cuando Teru estuvo listo, se volvió a reunir con su prima quien ya había puesto la mesa con ayuda de Martha, la sirvienta se marchó y sólo dejó a los jóvenes. Teru le sirvió a Hizaki el té.
-¿Vamaranth te dijo algo importante? –Preguntó Hiziki.
-Que me ama. –Hizaki puso los ojos en blancos -¡¿Qué?! Eso para mí es lo más importante.
-Me refiero a Kaya o a algo que denote su cambio. Yo sé que a pesar de todo, ella te ama así que es muy bueno que te lo haya dicho pero es algo que todos sabemos.
-Hizaki… estuvimos solo, de noche, en mi habitación ¿crees que íbamos a tener una gran conversación?
-¡Teru! ¡Te pasas!
-Lo siento, pero es la verdad. Muy tonto sería yo al dejar pasar la noche “conversando”.
-Veo que estamos igual, pero está bien, no te culpo.
-Hoy quedé de verme con Flowery para seguir investigando ¿vienes?
-Prometí a Zin acompañarlo. Lo siento mucho; aunque nosotros también buscamos qué podemos hacer para ayudar a Vami. Al menos sabemos que en caso de no saber nada por nuestra cuenta, tú puedes manipularla con tu cuerpo.
-¡¿Qué diablos dices?!
-Que te desea, te ama, la vuelves loca; es fácil que en un momento así te suelte varias cosas respecto a lo que le pasa. Es una buena idea ¿no lo crees?
-Hizaki… cada día estás más loca… ¿qué diablos ha hecho Zin de ti? –Teru reía de ver a su prima un tanto más liberada.
-¡Cállate! Eso es asunto mío.
-¡Jajajajaja!


sábado, 22 de marzo de 2014

55. Control the Storm

Bien... espero comentarios con lo malo, lo bueno, lo regular, lo random (????)



Teru lucía bastante infantil con su cabello revuelto, y el color plateado le daba un encanto que muchos quisieran a pesar de tener unas marcadas ojeras a causa del insomnio que a veces lo atacaba. Saludo a Flowery cálidamente y se sentó frente a ella tomando un snack de los que Martha había llevado.
-¿Qué sorpresa verte aquí?
-Vine a hablar contigo. Necesito que me ayudes si Kaya tiene influencias en Vami.
-De acuerdo. ¿Cuál es tu plan?
-Alexander...
-¡¿Pero eso puede ser muy peligroso?! Ese tipo está realmente obsesionado contigo, te estás poniendo en riesgo.
-Lo sé, por esta razón pido que me ayudes. No quiero que ese tipo siquiera me toque. -El rostro de Flowery mostró tristeza y dolor al recordar lo que Alexander le había hecho. -Sé que también te pongo en riesgo pero eres el único en quien confió para esto.
-No tienes que preocuparte. Yo te protegeré. ¿Tienes una idea ya definida de cómo lo vas a hacer?
-Aún no.
-Pues pensemos un rato.
Estuvieron repasando formas para que Flowery lograse acercarse a Alex y obtener información pero en todas había grandes riesgos para ambos. La mañana pasó y no lograban nada. Sólo escuchaban el timbre sonar cada hora y veían ir a Martha a toda prisa para correr a Scarlet. La tarde llegaba y no tenían respuesta a todas sus interrogantes. Seguían hablando de Alexander y Flowery no pudo evitar soltar lágrimas al recordar lo que había sufrido.
-¿Sucede algo? -Preguntó Teru consternado.
-No te preocupes. -Respondió ella poco convencida.
-Lo siento pero noto tristeza y coraje en tu semblante.
-Es que... no puedo decirlo. Podrías decirle a Kamijo y esto podría terminar mal.
-No diré nada si no lo deseas pero no me gusta verte triste. Puedes confiar en mí.
-No sé cómo decirte... -hizo una pausa en lo que limpiaba sus lágrimas, Teru le extendió un pañuelo blanco con diseños bordados en color plata. -Hace no mucho tiempo... Alexander... me violó.
Hubo un silencio sepulcral, Teru estaba incrédulo ante tal declaración y Flowery no quería decir más sobre el asunto.
-¡Es un maldito! ¡¿Cómo diablos se atrevió?! - Teru se había alterado demasiado. -¡Es que si Kamijo se enterara...!
-¡Prometiste no decirle! No quiero que se entere porque sé que podrían pelearse y él podría salir herido, si no es que muerto...
-No dudes de las habilidades de Kamijo.
-Y no lo hago, pero tampoco dudo de las trampas y mañas que Alexander pueda usar en su contra.

-Si no es Kamijo, seré yo quien le dé su merecido.
-¡No! Si algo te pasa, mi hermana me odiará.
-¡Pero él debe de pagar lo que te hizo! No puede ir tranquilo de la vida.
-Lo sé, pero no quiero que lastimen a las personas que más quiero.
-¿Lo sabe Vamaranth? -Flowery asintió -¿Qué dijo?
-Ella fue quien evitó que ese maldito siguiera abusando de mí. Llegó y me lo arrebató de encima, el muy cobarde huyó. -Flowery lloraba.
Teru se acercó a ella y la abrazó, sin percatarse que Scarlet, cansada de sus desplantes, había conseguido burlar a Martha para entrar y buscarlo.
-¡Así que ahora tengo que soportar que andes con la hermana! -Dijo Scarlet furiosa.
-¡¿Qué demonios haces aquí?! -Preguntó furioso el peliplata.
-Pues solo quería verte pero veo que te gustan las de la misma familia.
-Estás diciendo estupideces, y en primera, no debes de entrar así a mi casa.
-Bien puedo decirle a Vamaranth que estuviste a solas en tu casa con su hermana.
-No hicimos nada malo. Ella es sólo una amiga.
-Una amiga a la que abrazas con tanto cariño ¡no te va a creer!
-¿Crees que te va a hacer caso?
-Quizá no pero mínimo le siembro la duda.
-¡Estás loca!
-Mi hermana te detesta, jamás te creería. -Flowery había aprovechado la discusión para limpiarse las lágrimas.
-Ahora que lo pienso, hace tiempo que no la veo... ¿Será porque la cambiaste por ésta? ¿Qué no se supone que andas con Kamijo?
-Será mejor que te vayas, dices cosas que no son. -Le indicó Teru.
-Pues me voy pero le diré a Vamaranth. Sólo recuerda que yo toda mi vida te he amado y siempre lo haré aunque pases de mujer en mujer. Siempre te voy a querer.
Scarlet se fue hecha una furia, Martha quien estaba escondida muy apenada por su error fue tras ella para cerrar cuando se marchara. Teru ofreció disculpas a Flowery por el comportamiento de Scarlet.
-No te preocupes, mi hermana no le creerá ni un pepino a esa chica loca. -Teru sonrió.
-Si Scarlet consigue hablar con ella la odiaré, pero no por lo que le diga, sino porque conseguirá parte de su tiempo que está cotizando tanto.
-Tienes razón... será mejor que me vaya, no vaya a venir de nuevo y le puede hacer daño tanto coraje. Luego vendré a verte por si alguno tiene una idea.
-De acuerdo. Hoy se supone que la veo, si no es que ya Kamijo decidió empezar a entrenarla sólo a ella a partir de esta noche.
-Ya le dije que si sabe algo me lo mencione, ojalá no, porque sé que es cuando la puedes ver y si se cambia, ya no será posible.
Al salir, Flowery notó que traía el pañuelo de Teru, se lo iba a devolver pero al verlo empapado en lágrimas decidió llevárselo para lavarlo.
En las praderas de la aldea Thanatosian, Yuki y Charlotte realizaban un picnic, la chica se mostraba muy feliz en compañía de Yuki, empezaba a creer que él estaba sintiendo algo por ella pues en varias ocasiones la había abrazado y mantenido muy cerca de él, escuchando incluso los corazones de ambos a la vez. Y en parte era cierto y en otra no, él aún sentía algo por Vamaranth pero sabía que  no tenía ninguna oportunidad con ella así que había decidido intentar querer a Charlotte, lo estaba logrando pero aún era muy pronto para decir que ella era la mujer de su vida.
Masashi seguía su vida con Helena, estaban entablando amistades con grandes productores de vino que podían surtir la tienda de Masashi, él tenía un gusto exquisito en vinos y quesos por lo que la gente ya lo empezaba a reconocer por ello, incluso pequeños productores artesanales le llamaban para que probara sus bebidas y les diera consejos. Con esto obtenía lo suficiente para mantenerse cómodamente y sacar extra para su tienda. Él y Helena planeaban salir de viaje una vez que el peligro de Kaya desapareciera, y después del viaje, buscar tener un hijo. Eran el matrimonio perfecto ante la mirada aprobatoria de los vecinos aunque muchas parejas envidiaban tal felicidad.
Alexander y Sinéad hablaban de las decisiones que había tomado Kaya en los últimos días pues no comprendían qué es lo que buscaba en Vamaranth ya que ambos la consideraban una vampira inferior a pesar de ser creada por una de las vampiresas más antiguas que conocían. No entendían la verdadera razón que hubiese orillado a hacerlo.
-Si lo que quería era dañar a Flowery haciendo su vida miserable, simplemente hubiera matado a su hermana ¿pero convertirla? Ese es el punto que no entiendo. –Expresaba Sinéad con cierto rencor en sus palabras.
-Lo sé, ahora pasa gran tiempo con ella e incluso siento que se ha olvidado de su propósito de quitar a Kamijo de la vida de Flowery. ¡Sigo esperando que haga algo! Si no lo hace, seré yo quien acabe con Kamijo y me iré lejos de ella con Flow.
-Pues yo espero que Kaya tome a Hizaki para alejarla de Zin. ¡Ellos ya son pareja formalmente! ¡Estuve dispuesta a cambiar por él pero jamás lo valoró! ¡Odio a Hizaki! ¡Odio a Vamaranth!
-¿Qué? ¿Ella tuvo algo que ver con Zin?
-No, pero intenté seducir a Teru y a Yuki y ambos la aman ¡esos hermosos hombres aman a esa insignificante chica! Ella es una hormiga al lado mío.
-Tu vanidad va a ser tu perdición querida Sinéad…  sé que ella aún luce como una niña y tú tienes un cuerpo envidiable que todo hombre desearía, pero tienen la mala suerte que los tres quienes te interesan buscan a otra. Hizaki, por ejemplo, es una dama hermosa, de ella sí tienes que envidiarle.
-¡Cállate! ¡Ella me quitó a mi Zin! De los otros puedo prescindir pero no de él. Él es diferente, él es todo lo que quiero y se lo voy a quitar a Hizaki así tenga de deshacerme de ella.
-Pero si tú te deshaces de ella, Zin hará lo mismo contigo, ¿no lo crees? Te odiaría por quitarle a la mujer que ama con todo su corazón.
-Eres un idiota.
Tarja habló con la menor de sus hijas respecto a la visita del embajador de China, le dejó claro que no debía estar presente pero que si quería podía pasar la noche en casa de Teru, Vamaranth se sorprendió al escuchar lo que le proponía su propia madre; no pudo evitar sonreír pero Kaya quería que estuviera en la reunión y si no la obedecía podría tomar represalias con ella o peor, con Flowery o Teru, o ambos; y eso la preocupaba. Prefería hacer enfadar un poco a su madre antes que alguien salga lastimado. Cuando su madre salió de su habitación, ella buscó en el armario una gran caja con un vestido azul oscuro, era sobrio y elegante, bien podría usarlo. Buscó unas zapatillas a juego y un tocado sencillo. Decidió colocarse un collar de perlas para resaltar con la oscuridad de su atuendo. Encontró unos guantes de encaje en la misma caja donde sacó el vestido.  Escuchaba completamente los sonidos de la cocina donde preparaban el banquete, de su familia quienes se alistaban. Ella se prepararía cuando las visitas llegaran, por lo que sabía, Kamijo iba a ir pues iba a ser presentado con el embajador como el futuro esposo de Flowery.
Vamaranth salió para ir a su dormitorio matutino y que pensaran que ya se había marchado, pero en el camino sintió que alguien la observaba, miró a su alrededor  pero no veía nada, sin embargo, sabía de cierta forma quien era, y sí, a lo lejos de una de las ventanas se veía la silueta de una mujer que sólo gracias a su gran capacidad de visión reconoció que se trataba de Kaya, definitivamente no había escapatoria, Kaya no podía entrar al Palacio por el hechizo de Charlotte pero no le impedía observar desde afuera, y sólo Dios sabe, escuchar lo que pasa. Esperó un tiempo hasta que su familia estuviera lista, se lavó la cara y se vistió. Trató de peinarse de manera “decente” pero al no poder, simplemente acomodó su cabello con la peineta, puso un poco de rubor en sus mejillas sin color y bebió de la poción que Charlotte le había otorgado para disimular el color de sus ojos de vampiros.  El embajador estaba llegando  y podía escucharlo, por lo que salió de su escondite y se ocultó en una de las habitaciones cerca de la recepción, ella no quería hacerlo pero Kaya no le dejaba otra opción pues de nueva cuenta sintió una mirada en ella.
Tarja esperaba impaciente, llagaron dos carruajes muy elegantes, seguro uno era del embajador y su esposa y el otro de su personal. Kamijo había llegado apenas un par de minutos antes y ahora esperaba del brazo de su prometida Flowery. El conde esperaba al lado de la puerta, Tuomas y Anette permanecían a un lado pues al igual que a Vamaranth, aquello no era un evento que les entusiasmara. El embajador estaba vestido a la usanza occidental, era un hombre mayor con algunas canas; sin embargo, su esposa era por lo mucho, un par de años mayor que Flowery; envuelta en un atrevido vestido con una pronunciado escote y un color rojo sangre. Su labial era a tono y tenía mirada arrogante.
-Mucho gusto embajador Cheng, nos honra con su visita.
-¡Gracias a usted conde de Soile! Es un gran detalle ser recibido por usted y su encantadora familia. Le presento a mi esposa Mei.
-Mucho gusto señora. –Respondió en conde. –Permítanme presentarles a mi familia. Esta hermosa mujer es mi hija Tarja, y él es Tuomas, su esposo. Anette, la hermana de Tuomas. Y esta belleza es mi nieta Flowery quien está comprometida con este caballero, Kamijo.
Mei miró fijamente a Kamijo, sorprendida por su elegante porte.
-¡Maravillosa familia! –Indicó el embajador –Pero señor conde, tenía entendido que usted tenía dos nietas ¿y la otra?
-Fue a un viaje y no ha regresado, lamento mucho que no esté aquí –Indicó Tarja.
-Es una pena, me hubiese encantado conocerla.
-Ninguna pena… estoy presente. –Vamaranth los miraba desde arriba de las escaleras del recibidor. Nadie podía creer que estuviera allí. Ella sonó segura de sí misma pese a que ella sentía que sus piernas temblaban y con ello su voz.
-¿Y su viaje? –Preguntó el embajador.
-¡Oh! Disculpe a mi madre, pero llegué esta mañana para darle una sorpresa a mi familia, pero la sorprendida he sido yo ante tan importante visita. –Bajó las escaleras con miedo a tropezar con su vestido pero todo resultó bien, se acercó al embajador y le extendió la mano haciendo una delicada reverencia.
-¡Perfecto! Toda la familia completa mi conde. –Expresó Cheng. –Muy hermosa hija, muy hermosas nietas.
Mei miraba disimuladamente a Kamijo y Vamaranth lo notó, así que la interrumpió saludándola cortésmente pero mirándola de una forma un tanto agresiva a lo que Mei se comportó más arrogante.
-Señora Cheng –Mencionó la vampira con una sonrisa –Veo que le agradó mi querido cuñado.
-¡Oh! La rosa en su traje es muy bella, eso es lo que miraba.
-Oh, entiendo. –Dijo Vamaranth en tono sarcástico.
-Pasemos al comedor de favor. –Sugirió Tarja y todos la siguieron.
Vamaranth miró de reojo que alguien con el cabello plateado entraba a su casa… ¿Teru? ¿Qué estaba haciendo allí? Su corazón dio un vuelco o al menos eso lo sintió pues no estaba segura si aún podía palpitar. Se quedó atrás pensando en Teru, viendo sin mirar con sus manos en el pecho, iba a ir por él cuando se dio cuenta que nos e trataba de él; en efecto, el cabello y la forma de peinarse eran muy similares al igual que su altura y la forma rasgada de los ojos, pero el hombre que estaba frente a ella tenía delicados ojos grises brillantes y era ligeramente más corpulento, como con más consistencia en sus músculos, pero no mucho, ella se mostró desilusionada al no ver a Teru pero de repente notó que aquel chico le sonreía. “¿Será a mí a quien le dedica esa sonrisa?” pensó Vami. Él se acercó a ella y la saludo de una forma muy elegante, ella respondió.
-Usted debe ser de la familia del conde. –Dijo aquel chico con voz armoniosa.
-Soy su nieta. ¿Quién es usted? –Preguntó orgullosa tratando de disimular lo mucho que ese joven le había impactado.
-James Carstairs. Un placer, trabajo para el embajador Cheng.
-Vamaranth Olsson.
-Peculiar nombre. –Ella no respondió. –Espero no ser atrevido por hablar con usted.
-Me da igual.
-Noté que usted me miraba.
-Se parece mucho a una persona que conozco. –Dio fríamente.
-Ya veo. –Él la miró al rostro. –Su rubor tiene un tono perfecto, al igual que el color de sus ojos.
-Mis ojos son bastantes comunes, los de usted son… lucen mejor. –No quiso decir que eran “lindos”
-Se sorprendería que este no es mi color de ojos.
-¡Es imposible cambiar de color de ojos!
-No lo es y usted lo sabe perfectamente, señorita Olsson.
Carstairs pasó a su lado para ir con el embajador, ella permaneció confundida por lo último que le había dicho aquel misterioso chico, posiblemente lo había dicho por no dejar, él no podía conocer su secreto con solo verla, lucía perfectamente humana o al menos era lo que ella creería. Tenía que hablar con su tía cuando todos se marcharan, no le importaba dejar de leer sobre la historia de Inglaterra, esto era más importante. ¿Kaya habrá escuchada? ¿Podría saber quién era él? Era humano, de eso estaba completamente segura. Vamaranth fue al comedor pero antes de entrar a la habitación encontró a su hermana.
-¡Tú lo notaste antes! –le dijo Flowery.
-¿A qué te refieres?
-¡La tal Mei le está coqueteando a Kami! ¡No la tolero!
-Pues noté como lo miraba…
-Sí, tu comentario lo dijo todo. Tú te diste cuenta.
-¿Qué hizo ella?
-Había una silla al lado de Kamijo así que ella dijo que su silla se movía, hecho que no es cierto, pero como mamá quiere quedar bien, le iba a cambiar de silla y la perra sugirió cambiarse al lado de Kamijo. ¡No entiendo como el embajador no se da cuenta!
-No quiere darse cuenta, es muy inseguro. Y apuesto a que Kamijo no en cuenta, así que no debes de preocuparte.
-Lo sé, pero aun así, ella es tan… hermosa.
-Zorra… no es hermosa, es zorra; los escotes, vestidos entallados hasta perder el aliento mientras el busto sobresale y harina en el maquillaje con labios carmín es de zorras. Vamos. Debes de defender lo que te pertenece.
James ya estaba sentado al lado del embajador, en el lugar que Mei había dejado vacío por irse al lado de Kamijo. Vamaranth ocupó el asiento próximo a Anette. El conde hablaba con el embajador mientras, Mei miraba a Kamijo mientras se bajaba aún más el escote, decía muchas tonterías con tal de hablar con él, mientras él apenas si le contestaba con monosílabos.
-Señora Cheng. –Habló Vam –Veo que ha comprobado lo divertido que es mi cuñado; realmente es un gusto que un hombre tan gentil esté perdidamente enamorado de mi hermana ¿no lo cree así? 
-Ya lo creo. –Le respondió con una mueca de disgusto en su rostro.
-Más bien yo me siento honrado que ella me ame. –Mencionó Kamijo tomando la mano de su prometida. –Sin agraviar a las aquí presentes, ella es la mujer más hermosa para mí. No podría mirar a nadie más aun cuando ella se encuentre ausente.
-Muchas gracias Kamijo, sé que no tienen interés en ninguna mujer y menos en las “fáciles”. –Respondió Flow.
-Las mujeres que describes no tienen amor propio. No me interesan de ninguna manera –Le respondió Kamijo.
Tarja sólo miraba al embajador y al no ver reacción en su rostro se quedó más tranquila pues suponía hacia dónde iban todos esos comentarios.
-Perdón la interrupción. –Habló James. -¿La otra señorita Olsson está comprometida igual?
-¡Claro! –Respondió Vamaranth mostrando su anillo que lucía. –Felizmente comprometida con la persona que amo.
-Me alegra que así sea, no es por ofender pero últimamente los compromisos se hacen más por conveniencia. 
-Cómo verá joven Carstairs, soy una persona muy afortunada.
-¡Carstairs! –Dijo en embajador -¿Está usted interesado en la pequeña Olsson? Me sorprende, usted jamás se había mostrado interesado en una mujer.
-No embajador, sólo tuve curiosidad pues el anillo que porta no es común para los compromisos.
-Es porque mi prometido no es igual que los demás, él es especial.
-Ya veo. Usted debe de ser afortunada entonces, no creo que él lo sea. –Dio una risa.
-¡Muy graciosa su broma! –Dijo la chica enojada.
Terminaron de cenar y fueron al salón para tomar un poco de vino. Kamijo había salido porque iba a buscar donde arrojar el vino y sin que nadie se diera cuenta, Mei fue tras él.
-Disculpe ¿por qué me sigue? –Preguntó Kamijo al darse cuenta.
-Es que usted –ella se acercó –me tiene asombrada. –Le dijo tocándole los brazos con deseo.
-Debería de respetar a su esposo –Le retiró sus manos de encima. –Como verá, usted no me interesa en lo absoluto.
-Podemos ser discretos, sólo una noche, no pido más.
-Noche que prefiero pasar con mi prometida. No siento deseo hacia usted; y quizá sea muy cruel de mi parte pero ahora siento desagrado.
-¡Hágame suya de favor! ¡Usted es el hombre más hermoso que mis ojos hayan visto! Y mi cuerpo lo aclama.
-¡No! Tenga un poco de amor por sí misma de favor.
-¡Ya lo oíste! –Vamaranth llegaba junto a su hermana. –Noté como venías como perra en celo tras Kamijo y vine.
-¡Eres una insolente! ¡Le diré al embajador!
-Y yo le diré que querías pasar una noche con el prometido de mi hermana.
-¡Él es mío! ¡Qué te quede perfectamente claro! – Le indicó Flowery de manera firme.
-Tú no eres nada al lado mío.
-Más bien tú no eres nada a mi lado. ¿No es así cielo? –Flowery se acercó a Kamijo.
-Cómo negar que mis labios sólo desean rozar tu piel. –Kamijo la besó.
-¡Pues de lo que te pierdes! El embajador me creerá a mí porque me ama como a un ciego. –Mencionaba cada vez más indignada, se veía su yugular palpitar a través de su escote. Kamijo no lo notaba pero Vamaranth sí.
-La haré entrar en razón, vayan al salón. –Indicó Vam para que Kamijo y Flowery se marcharan.
-¡¿Qué quieres niña tonta?!
-Señora Cheng, le voy a decir algo pero es sólo un secreto. –Vamaranth se acercó a ella, la sujeto de una mano y puso su rostro cerca del descubierto cuello de la dama. –Su sangre huele endemoniadamente bien…
-¡¿Qué?! ¡¿Qué quieres?! –Preguntó asustada, las piernas de Mei temblaban al ver a Vam a los ojos, entre más los veía, más perdía en control de sí misma, quería gritar pero su boca no respondía, quería liberarse pero su cuerpo ya no le obedecía.
Vamaranth buscó tocar la yugular con sus fríos dedos.
-No te va a doler… no tanto.
Hundió sus colmillos en aquel frágil cuello, bebía de forma limpia sin derramar una sola gota, Mei estaba aterrorizada pero no podía huir, aquella niña era un monstruo que succionaba su sangre, creía que iba a morir pero Vamaranth paró, limpió sus labios, y con un pañuelo rojo limpió el cuello de su víctima. Le colocó un adorno en el cuello para ocultar las heridas.
-Con la gente que amo, nadie se mete, le hiciste pasar un mal momento a mi hermana, y si dices algo ten por seguro que te dejaré completamente vacía, volverás a la vida en forma de mi sirviente sin pensamientos propios, supongo que no quieres eso. No digas una sola palabra y vivirás como hasta ahora. ¿De acuerdo?
Mei asintió.
-¡Bien! El adorno del cuello te lo acabo de regalar porque creí que te combinaba ¿me entiendes? Volvamos al salón. Aquí nada pasó.
Todo marchó bien durante la noche, hasta Tarja se mostraba admirada por lo bien que se comportaba Vamaranth pese a su rebeldía de estar en el momento; tanto que no la regañaría por nada. El embajador se mostró satisfecho al igual que el conde al marcharse.
-Me voy señorita Olsson. –Mencionó James al despedirse de Vamaranth, se acercó a su oído y sin que nadie lo supiera le mencionó algo. –he comprobado que mis sospechas que tuve de usted cuando nos conocimos en el momento de ver lo que le hizo a la señora Cheng…
Lo último dejó fría a la vampira ¿qué era lo que Carstairs sabía exactamente? 

miércoles, 12 de marzo de 2014

54. Dangerous

Sí, sí, dije que esto se acababa pero que tenía un mes aprox para pensar bien las cosas, pues el mes ya pasó y aquí está, esto continúa aunque no de la forma que esperaba pues estoy "oxidada" y siento que quedó aburrido y medio chafa por la falta de escribir en este tiempo. En fin, espero comentarios buenos, malo, trollos (?) 
LET'S GO! (?????) 
Harooooooooooooooooooooooo! -feel like Zin- 

54. DANGEROUS
-Creo que esta niña ya se tardó demasiado como para estar jugando con la gata. –Mencionó de pronto Tarja. –Iré a buscarla.
-¡No! –Interrumpió Flowery. –Iré con Kamijo, quédate a conversar tranquilamente mamá.
-De acuerdo, dile que es de mala educación dejar la mesa sin terminar siquiera su plato y más si está presente su prometido.
Kamijo y Flowery buscaron por todos lados hasta que encontraron a Gertrudis maullando al lado de la ventana rota; el daño era pequeño por lo que evidentemente apenas si hubiese cabido el puño de su hermana si es que se hubiese escapado. De pronto, la gata se movió del lugar donde estaba y se dirigió a la habitación de Vamaranth donde Flowery se percató que no estaba su capa.
-¿Dónde pudo haber ido? –Preguntó para sí misma la mayor de las Olsson. –Teru está aquí, todos están aquí.
-¿Y si fue a buscar a Charlotte? Es lo más probable. –Respondió Kamijo. –Tal vez no les avisó para no incomodar el momento.
-Tienes razón, esperemos que regrese con bien, pero debes de calmarte.
-¡¿Calmarme?! ¿Qué le diré a mamá? Oíste que me exigió que la lleve de vuelta al comedor.
-Pues vayamos a la entrada hasta que llegue y hagamos como que nos entretuvimos. O mejor, voy a buscarla a casa de Charlotte, llegaríamos en unos breves minutos.
-Creo que es mejor la última opción, pero si vas a salir, cuídate mucho de favor. Kaya puede estar en cualquier lado.
-Lo sé, llegaremos con bien.
-Vamos por mi capa, los esperaré fuera para que mamá no me encuentre.
-De acuerdo. Pero hace mucho frío, cúbrete bien.
Después de hablar con Kaya, Vamaranth pudo salir sola de aquella casa, se dio cuenta que la fachada no era nada singular y no concordaba hasta cierto punto con la elegancia del interior. Caminaba a prisa para que no se percataran que había salido de casa aunque de cierta forma ya había pasado un tiempo considerable. Llegando a las cercanías del Palacio, y de la población en general; el aroma a pino, comida, dulces y sobretodo… sangre corriendo en el interior de las personas que celebraban la Navidad, se apoderaba de ella, no tenía sed, era como alguien sin hambre percibiendo el pan en el horno, delicioso pero sin sentir el frenesí por consumirlo. Bajó el ritmo y percibió que alguien como ella estaba a una corta distancia, se traba de Kamijo.
-¡Kamijo! –Vamaranth encontró al prometido de su hermana.
-¡Por fin! Te estaba buscando, fui incluso con Charlotte pero no estabas así que deambulaba.
Vamaranth pensó que era muy posible que Alexander hubiera dejado algo en el camino para no dejar rastros.
-Es que unos niños aventaron una piedra en una de las ventanas del palacio y rompieron el cristal, fui a hablar con sus padres y dijeron que no lo volverían a hacer.
-¿En serio?
-Mmm ¡claro!
-A casa, tu madre está hecha una fiera. –Kamijo se acercó para tomarla del brazo.
Vamaranth había quedado castigada después de perderse durante la cena de Navidad aunque ella se las ingeniaba para salir, ya que tenía que ir a ver a Kaya los días que había quedado y hasta el momento no había tenido problemas con ella, estaba cumpliendo con el acuerdo y sólo se limitaba a “instruirla” de cierta manera. Durante los días libres veía a Teru.
El invierno llegaba a su ocaso, Vamaranth y Flowery habían avanzado a su entrenamiento aunque ya no había ataques de ghouls ni de neófitos. El conde expresaba lo mucho que le gustaba que en su lugar quedase Flowery como condesa y Tarja no podía estar más de acuerdo, todo esto molestaba a la primogénita de los Olsson pero a Vamaranth le tenía sin cuidado aquel tipo de temas, tal como le había dicho a Kaya semanas atrás, ella sólo quería estar junto a Teru  aunque fueran las personas más pobres en el mundo. Mientras Flowery estaba siendo instruida para ser una condesa, Vamaranth lo era para ser una vampiresa sofisticada de las que no emplean la fuerza para obtener a sus víctimas. Kaya sorprendentemente había sido muy paciente con ella, e incluso le había mandado a hacer algunos vestidos de modelos algo diferentes a los acostumbrados. Vamaranth le decía a su familia que dicha ropa ella misma la había mandado a hacer, y Tarja estaba encantada pues eran más de su gusto al ser muy finos.  Con el paso de los días, las exigencias de Kaya iban más allá y le pedía hacer tareas pues decía que una persona culta era mucho más agradable que una que sólo tuviera la cara bonita, Vami no se sentía especialmente bonita por lo que tomó muy enserio lo que le dijo la vampira, así que su tiempo libre se la pasaba leyendo, muy pocas veces se le veía, y muchas menos se podía hablar con ella. Incluso acortó sus estancias con Teru, situación que incomodó un poco al chico
-¡Hola! ¿Qué haces?- Una noche Vamaranth salía de su habitación y fue encontrada por Flowery. –Creo que no debí preguntar, es obvio. –Dijo la mayor al ver la gran cantidad de libros que llevaba su hermana.
-Obtuve unos pocos libros y los llevo a la biblioteca, pienso hacer un apartado para mí porque en el librero de mi habitación ya no caben.
-Mamá está algo disgustada contigo porque dice que ya no te ve casi, que te la vives en tu habitación.
-Pues ya que salí le diré que lo seguiré haciendo, aún no es lo suficiente.
-¿Suficiente qué?
-Nada, olvídalo de favor. Tengo algo de prisa, quedé de verme con Teru en 20 minutos y si no llego, sólo lo veré unos instantes.
-Sólo te vemos unos instantes…
-Lo siento, he estado algo ocupada, pero… te veo en los entrenamientos…
-Y no mucho, sólo uno a la semana es con Jasmine, los demás en con Kamijo.
-Cierto…  he estado tan ocupada que se me olvida ese detalle. Por cierto, hablé con Kamijo y hoy me toca salir a vigilar en la noche ¿de acuerdo?
-¿Te dejó? ¡Quedamos en que tú no saldrías sola!
-¡Calma! Estaré bien, lo puedo asegurar, es sólo una noche y Kaya ha estado ausente que dudo que aparezca de nuevo. Además, Kamijo confió en mí, quedé que cualquier cosa buscaría ayuda. No deambularé como si nada, tendré mis precauciones.
-¿Estás segura?
-Te prometo que estaré bien.
-Ve con Teru.
-No, si viene dile de favor que estoy indispuesta.
-¿Por qué? Me acabas de decir que lo ibas a ver.
-Tengo que arreglar un pendiente.
Sin más, la chica llevó sus pesados libros a la biblioteca para volver a encerrarse en su habitación. Desde que se veía con Kaya le era imposible no sentir cierta aversión hacia ella misma, como si el entablar una relación por mínima que sea con la persona que más quiere dañar a su hermana la hacía sentirse sucia incluso si dicha relación servía para mantenerla a salvo. Aquella noche quedó en verse con Kaya pues según le había dicho que tenía un asunto importante que tratar. Si tan sólo pudiese encontrar la forma de terminar con aquel despreciable monstruo lo más pronto posible, no toleraba estar cerca de la vampiresa aunque a veces sentía que en otras circunstancias pudieran incluso llevarse mínimamente pero tal posibilidad no existía en ese momento.
Teru llegó a buscar a Vamaranth después de hora y media de la hora que habían acordado, muy desconcertado porque ella nunca había faltado a ninguna cita.
-Hola Teru. ¿Vienes a buscar a Vamaranth? –Flowery lo recibió cortésmente.
-Sí, quedamos en vernos pero se ha retrasado mucho… ¿está aquí?
-Sí, está en su habitación. Dice que no se siente muy dispuesta y… -Titubeó un poco.
-Ven conmigo, -Murmuró Teru en un tono muy bajo-  Tenemos que hablar porque ella no está actuando de forma normal desde Navidad, pero si decimos algo aquí puede que nos escuche. Si está ocupada, mucho mejor, así no notará que no estás.
-De acuerdo, vamos. También estoy muy preocupada.
El cielo se estaba nublando, ella lo miraba a través de la ventana de la biblioteca mientras dos personas que más amaba la dejaban atrás, pero ella no quería tenerlos cerca mientras no hubiera terminado con la vida de su ahora instructora... si es que a aquello se le pudiese llamar vida. Veía como se alejaban de ella, quizá se estaban fastidiando de sus constantes faltas, no lo sabía, pero debí de buscar la forma de hacerle frente a Kaya aunque le costase su vida, Vamaranth sabía que ella era la indicada dada su cercanía y no quería perder el tiempo en sentimentalismos, se pondría fría y destrozaría a su creadora.
Flowery y Teru llegaron cerca de una pastelería y el chico invitó cortésmente a su acompañante a pasar. Permanecieron en silencio hasta que llegaron sus órdenes.
-Tú vives con ella, ¿cómo ha estado? –Interrumpió Teru aquel silencio.
-Apagada, se le vive leyendo de una forma casi enferma.
-En los entrenamientos presta mucha atención, antes bromeaba ante la menor provocación y ahora está demandando más dificultad a Kamijo. Según sé, están hablando para que Zin nos entrene a nosotros y Kamijo se dedique a ella. Está avanzando demasiado.
-El día que le toca con Jasmine es igual. Ha estado muy rara. Debo de hablar con Kamijo porque no me había comentado nada de entrenarla a ella solamente.
-No te lo decía porque sabía que te ibas a preocupar. Pero en fin… ya te lo dije. –Reinó un momento el silencio. -¿Crees que tenga algo que ver la vez que desapareció durante la cena de Navidad? Fue desde ese entonces que cambió.
-Yo también creo lo mismo, desde ese entonces empezó a cambiar.
-Estoy realmente preocupado, ella a pesar de todo siempre había visto que estaba tranquila. Sé que casi no la veo, las pocas veces que lo hago a estado como ausente. Si no estuviera todo este tiempo en casa como dices, hasta juraría que se ha interesado en alguien más. -Teru hizo una mueca de resignación.
-¡No digas eso! ¡Ella te ama por sobre todo!  De cualquier forma, ha estado así con todos.
-Lo sé pero ya no es la misma chica que siempre me pedía que la tomara de la mano siempre. La amo como no tienes idea pero últimamente mantiene lejos.
-¿No tendrá que ver con que Kaya de alguna forma la esté manipulando a distancia?
-Pero Vami está tomando la poción que le prepara Charlotte y se supone es suficiente para mantener fuera toda influencia de ella.
-Lo sé. Pero recuerda que Kaya es muy sagaz, no sabemos de qué mañas puede estar echando mano. Al fin de cuenta -hizo una pequeña pausa -queramos o no ella creó a Vam y siempre influirá en ella.
-¡Odio a esa maldita con todas mis fuerzas! -Dijo Teru con profundo desprecio -Mató a mi padre, hizo que mi madre se suicidara, asecha a mi prima ¡mató a mi hijo! y ahora se mete con mi prometida ¡no puedo soportarlo más! -Teru golpeó la mesa con ambas manos y después se cubrió el rostro en señal de desesperación. Flowery podía asegurar que rompería en llanto en cualquier momento.
-Me tienes a mí para derrotar a Kaya. Yo también tengo muchas cosas que tratar con ella.  -Teru pareció no escucharla.
En ese momento Flowery cayó en cuenta que Teru podía perder todo si Kaya ganaba y sintió su tristeza como propia. Teru, quien siempre se mostraba en calma estaba frente a sus ojos derrumbándose de a poco. Le había tomado mucho afecto a aquel chico y sentía que en cualquier momento también empezaría a llorar. Vamaranth... ¿qué diablos estaba pasando con ella?
Cuando Flowery llegó al palacio, fue abordada por Tarja quien estaba emocionada pues el embajador de China iba a hacer una visita de cortesía al conde de Soile y quería que la sucesora de éste estuviera presente. La señora aseguraba que tal relación podía conllevar una apertura a nuevas cosas para el condado. La chica fingía que estaba interesada aunque se limitaba a escuchar a su madre mientras ella lidiaba internamente con sus pensamientos y preocupaciones.
-Puede ser interesante tener una reunión con el embajador. Podría animar mucho a Vamaranth. -Habló de pronto Flowery.
-De eso tengo que hablar contigo... -Tarja puso cara seria y triste. -Dicha reunión representa una oportunidad de oro para estas tierras pero si algo falla puede que todos nuestros planes de abrirnos al comercio Asiático se vengan abajo, tu hermana no sabe comportarse con propiedad...
-¡¿No piensan invitarla cuando se supone debe de estar toda la familia?! ¡No puedo creerlo de ti! Eso es muy cruel.
-Tú misma sabes que este tipo de cosas no le interesan. Incluso siento que puede llegar a sentirse incómoda y seguro preferirá quedarse en su habitación a leer... que es lo que ha estado haciendo en los últimos días de cualquier manera.
-Pero aún así... no es lo correcto ¿qué dirá el embajador al notar la ausencia de la nieta menor del conde?
-Diremos que está de viaje. ¡¿Qué se yo?!
-Ni siquiera le han preguntado ¿y si quiere asistir? Podría invitar a Teru.
-No querida, sólo quiero que le digas a Kamijo. Es algo muy confidencial, sólo nosotros.
-No es posible negociar ¿cierto?
-El embajador es una persona muy especial, sólo quiere rodearse de gente muy fina y pues tu hermana… sus modales no son los óptimos. ¿Es eso o imponerle una forma de actuar que jamás acatará? No quiero que mi pequeña deje de ser como ella quiere por solo complacernos, no quiero una chica obediente y sumisa, quiero a mi Vam rebelde y en contra de todo. Pero en ese evento no funcionaría.
-Supongo que podrías tener razón. Será mejor que hables con ella ahora mismo o puede hacerla sentir mal. De cualquier forma no estoy de acuerdo pero si no hay otra salida… ¿qué remedio?
Después de la cena, Vamaranth salió como había quedado sin decir una palabra a nadie, sólo puso un poco de atún en el plato de Gertrudis y lavó su contenerdor de agua, la gata la miró y le maulló cuando iba a salir por la ventana de su habitación, la chica la miró, le sonrió y salió.
Caminó aproximadamente media hora a un paso ligeramente veloz internándose en el bosque y parada junto a un árbol Kaya la esperaba.
-A tiempo como siempre.-mencionó la cruel vampiresa.
-¿Queda algo más que hacer al respecto? –Kaya sólo le sonrió. –Aquí estoy, ¿qué quieres decirme? Según entiendo esta era una noche libre para mí.
-Lo sé querida, pero esto es urgente. Me enteré que dentro de poco va a ir el embajador chino a visitar al conde, o sea, tú abuelo y por lo que escuché, el tipo es tan quisquilloso que sólo pide verse con personas que él viejo considera a su altura. Y querida… tu familia cree que no cumples con los estándares para estar en su presencia.
-¡Perfecto! No me interesa conocer a ningún embajador. Tienen razón, no los cumplo.
-¡Claro que los cumples! ¿No sé por qué no actúas como te he enseñado?
-Porque no soy así, jamás seré una persona refina y no es mi meta en la vida serlo. ¡No tengo clase y me vale un comino!
-Quizá no lo seas, pero ahora no eres una humana, eres algo superior a ellos. No igual… mejor. –Kaya sonrió maléficamente. –Querida, mira y verás de lo que te hablo.
Kaya colocó su mano en el aire, dirigiendo su palma a una vara de algún árbol que se escondía en la escasa nieve que había, Vamaranth no le tomó importancia alguna hasta que notó que la rama se estaba moviendo, abrió más los ojos para ver con claridad y de repente, la rama salió disparada chocando con un árbol, partiéndose por la mitad.
-¡No es posible! –Dijo la chica sorprendida. –Es como magia.
-No es magia cariño, es una poderosa forma de controlar tu mente para lograr un fin. Cielo… -la miró con un intento fallido de ternura maternal –Esto lo puedes hacer porque te hice a imagen y semejanza de mis poderes. Eres a la primera a quien le doy todo de mí, los demás sólo fueron escoria, pero tú eres diferente.
-¿En verdad podría hacer eso?
-¡Claro! Sólo falta un poco de práctica.
-¿Por qué a mí?
-Porque creo en ti. Quiero que a pesar de lo que te digan, asistas a la reunión con el embajador, quiero que me demuestres de lo que eres capaz de hacer con la educación que te he dado. Ponte uno de los mejores vestidos que te he mandado a hacer y compórtate como lo que eres.
-¿La nieta de un conde?
-Un vampiro…
Kamijo fue a ver a Flowery aquella noche, le llevaba un gran ramo de rosas rojas tomadas de su jardín donde parecía que las flores no morían a pesar del invierno. Flowery las tomó pero esta vez no corrió a ponerlas en agua, tenía aspecto serio y estaba decidida a hablar con Kamijo. Ambos pasaron a sentarse en los lujosos sillones del palacio al lado de la chimenea. Gertrudis estaba acurrucada en uno de ellos, en el más pequeño así que evitaron molestarla. La chica dejó su ramo en una de las mesas que adornaban aquel hermoso salón. Llegó la criada y ofreció té a ambos, quienes asintieron, Kamijo obviamente lo hacía para disimular, pues después lo vaciaría en uno de los floreros una vez que se enfriara. La sirvienta al venir a dejar las tazas de té miró fijamente a Kamijo, era obvio que se sentía atraída a éste pero él sólo le dio las gracias sin mirar, y se agachó al entregar la taza a Flowery en señal de vergüenza por notar guapo al prometido de su patrona.
-¿Cómo has estado amor? -Preguntó Kamijo a su amada prometida.
-No te mentiré, estoy muy preocupada por Vamaranth. Como creo ya haz notado, ha estado actuando de una forma muy extraña, se muestra retraída, antes le gustaba leer pero ahora se ha vuelto una obsesiva. Se aleja de todos quienes la queremos. -Respiró profundamente. -Teru me dijo que la vas a entrenar solamente a ella mientras Zin se encarga de los demás. ¿Por qué no me habías dicho nada? -Miró severamente a su novio.
-Mi amor... no te lo había dicho porque ella me lo pidió así. Aunque bueno... no contó con que Teru lo haría aunque él solo escuchó cuando sólo lo proponíamos. Te diré, ella ha avanzado mucho y últimamente ha mostrado un interés mayor en cómo defenderse, lo creí apropiado por si algún día Kaya aparece. Y si dejamos que entrene con los demás, sus habilidades tardarán en desarrollarse porque los otros son humanos pero ella ya no lo es, no la límites de favor, es por su propia supervivencia.
-En parte tienes razón.
-En cuanto a su cambio de conducta, pues si es extraño, hubiera sido normal inmediatamente después de su transformación pero ¿por qué ahora?
-Bueno, ya que vas a estar con ella a solas más tiempo ¿me puedes ayudar a averiguar que le pasa? Puede que contigo se sienta en confianza porque ahora son... tú sabes.
-Lo sé amor. Yo trataré de hacer lo posible para ayudarla. -Él colocó su mano sobre la de ella que descansaba en su falda y le sonrió tan tiernamente que ella sintió una paz en su corazón pese a todas las dificultades.
-Muchas gracias. -Aprovechó la cercanía de su prometido para colocar su cabeza en el hombro de aquel, él la rodeó con uno de sus brazos y por un momento se le olvidaron todas las angustias.
A la mañana siguiente, Flowery fue a ver a Hizaki. Al llegar encontró la chaqueta que alguna vez le había visto a Zin, la Philian notó que la había descubierto y trató de ocultarla con cierto nerviosismo.
-Es absolutamente normal que hayan pasado la noche juntos. -Mencionó Flow con total naturalidad.
-Etto... -Hizaki se sonrojó a tal grado de parecer una cereza y Flow notó que tenía la misma muletilla que Teru al no saber que decir.
-Por el tono de tus mejillas percibo que fue su primera noche ¿No es así? -Hizaki asintió con la cabeza pero no dijo nada. -Nadie lo sabrá, sólo vine para hablar de mi hermana.
-¿Le pasó algo a Vamaranth? -Preguntó Hizaki muy preocupada.
-Pues está bien físicamente. Pero algo en su actitud me preocupa.
-Te entiendo, hace mucho que no le veo, antes venía a visitarme con frecuencia pero en estas semanas decir que la he visto más de tres veces es decir mucho.
-Así es. Ni yo misma la veo a veces y eso me tiene angustiada. Sé lo mucho que ella te quiere, así que venía a pedirte de favor que si puedes hablar con ella algún día no le preguntes nada, solo hazme saber qué actitud está tomando. ¡Te lo suplico!
-¿Ya hablaste con mi primo?
-De hecho hablar con él me llevó a tomar la decisión de investigar más a fondo. También le diré a Masashi y a Yuki pero con tiempo, ahorita aprovecho a venir contigo porque es la hora que ella está dormida y no sospecharia nada.
-Le puedo decir a Zin si gustas y él que les diga a ellos.
-¡Me harías un gran favor!
-Yo a ella la quiero como a una hermana, cuenta conmigo para lo que gustes.
-Infinitas gracias.
Flowery aún no sabía cómo averiguar si el comportamiento extraño que tenía su hermana se debía a Kaya. Sabía que tal vez necesitaría más ayuda pues por algún momento le había venido a la mente usar a Alex pero no quería tener que traicionar a Kamijo pero sabía que era la única forma de saber lo que Kaya planeando. ¿Cómo lo haría? Necesitaba hablar con él pero también necesitaba ayuda por si las cosas se salían de control. No podía perdírsela a Kamijo porque era evidente que jamás accedería, y Jasmine podría decirle a él. De pronto recordó a Teru y antes de salir de la aldea Philian fue a su casa. Pensaba que quizá no podían vencer a Alex en caso que las cosas salieran mal pero mínimo podrían escapar. Ambos estaban siendo entrenados así que habría que intentar.
Llamó a la puerta, Martha le abrió y le dijo que se fuera porque el joven no quería verla, pero la sirvienta la miró bien y le ofreció disculpas.
-Perdón pero creí que era la señorita Scarlet
Viene cada hora a buscar al joven. Y siempre debo decirle que se marche.
-Soy Flowery Olsson.
-¡La hermana de la señorita Vamaranth! Pase. El joven Herondale la atenderá en un momento, está trabajando en su estudio.
-Muchas gracias.
Martha pasó a Flow hasta el salón. Teru tenía un buen gusto en la decoración de su casa, era obvio pues era un artista y sabía mucho de esas cosas. No era muy lujoso como en el palacio pero era más fino que lo que tenía Flow con su familia en la aldea Thanatosian. La criada le llevó bocadillos y un jugo. Apenas iba a tomar un emparedado de jamón cuando Teru por fin entró.